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Este libro se terminó de imprimir en Colombia en septiembre de 2025.
Primera edición.
Contenido
Presentación
Alexandra Mendoza De Castro, Presidenta de la Junta Directiva Colombia Fintech 2025-2026
Prólogo
Javier Raventós Núñez, CEO Ediciones Book Tech
El verdadero costo de la exclusión
Gabriel Santos García, Presidente Ejecutivo
Colombia Fintech
La discusión sobre la tasa de usura: Una gran oportunidad para el mercado de capitales en Colombia
Federico Suárez, Founder Transatlantic-o
Más allá de la cifra: realidades, aprendizajes y evolución del crédito digital en Latinoamérica
Juan Pablo Londoño, CEO Technovation
Resumen Fintech Snapshot Informe
Sectorial 2025-1
Colombia Fintech
Stablecoins: la solución que la banca latinoamericana necesita
Felipe Gedeón, Co-Founder Cobre
Pagos digitales rápidos y seguros: el motor invisible que transforma el crédito digital
Marcela Santiago, CEO de TumiPay
Eficiencia, inclusión y confianza, en otras palabras: monedas estables
Juanita Rodríguez, Country Manager Bitso
Resumen - Fintech Snapshot Factoring y Confirming 2025
Colombia Fintech
Financiación digital de la cadena de suministro
Alexandra Mendoza De Castro, Presidenta de la Junta Directiva Colombia Fintech
Tecnología: clave para el desarrollo del factoring en Colombia
Andrés Guávita Torres, Gerente General
CESIONBNK
Crédito digital, avances significativos Esteban Velasco, CEO Sempli
Colombia y el Open Finance: de espectadores a protagonistas del cambio
Karol Benavides, Consultora en Open Finance y Fundadora de la “Comunidad FinancieraMENTE Abierta”.
La Revolución Silenciosa: Cuando el Dinero Aprendió a Pensar
Lorenzo Garavito, CEO Capitalia
SCORE ALTERNATIVO: el outsider que está ganando terreno para los no ‘bancarizados’
Wilson Orozco, Chief Commercial Officer
OnCredit Group
Cómo la IA convierte el Data Lake en una experiencia de cliente inolvidable
Ismael Arévalo, Director of Data & AI StrategyGrupo Albión
Pagos Inmediatos en América Latina: De la transformación brasileña con PIX al nacimiento de Bre-B en Colombia y su importancia para nuestro país
Lyda Wilches, Vicepresidente de Productos, Marketing Latam y Negocios de Saque y Pague Colombia
Un mundo sin fronteras: El rol de las stablecoins y la coyuntura actual
Diego Gómez, Business Partner - Mural
Cuando el Código Desafió al Ladrillo: La Banca y las Fintech Pueden Reinventar el Sistema Financiero
Carlos Iván Vargas, Co Founder, Investor, Advisor y VC
Mitos del mundo de las tarjetas
Diego Quesada, Country Manager Países Andinos, Centroamérica y Caribe - Pomelo
Bre-B y el Desafío de la Confianza: Ciberseguridad en la Era de los Pagos Instantáneos
Marco A. Gutiérrez, Director Legal - Payments Way Solutions S.A.S.
La nueva propuesta de valor para el KYC y KYB en el sector financiero: Modelos de IA antifraudes propios entrenados con data y contexto local
José Javier Prada,CEO de Become Digital
Cuando el fraude se vuelve creativo, la solución debe ser brillante
Iñigo Castillo, LATAM General Manager en Incode
La próxima revolución: SuperApps conversacionales y dinero sin fricción en Colombia
Tomislav Bišćan, CEO & Founder de Orangepill
Pagos Digitales Inmediatos en Colombia: El Futuro del Dinero con el Sistema Bre B
Giovanni Vellojin, CEO - Payments Way Solutions S.A.S.
Del sobreendeudamiento, consumidores hipervulnerables, obligaciones y nuevas oportunidades en el sector Fintech
Juan Pablo López-Pérez, Exdirector de investigaciones de Protección al Consumidor de la Superintendencia de Industria y Comercio Consultor en asuntos regulatorios e innovación legal
Stablecoins: Remesas, Finanzas, COPM
William Durán, CEO Minteo
Empresas FINTECH
Minteo
Mural Pay
TumiPay
Cobre
Tresastronautas
Monabit
Incode
Relámpago
Orangepill
Become Digital
Payments Way
Witme
Solvi
Afiliados Colombia FINTECH
Agradecimientos
Presentación Sexta Edición Libro Empresas Fintech
En Colombia, Sus Retos y sus Logros
Por: Alexandra Mendoza De Castro Presidenta de la Junta Directiva
Colombia Fintech 2025–2026
Hoy tengo el placer de escribir estas palabras para esta publicación que hace parte integral del ecosistema fintech colombiano y que año tras año, ya esperamos con mucha expectativa para incluir sus contenidos en nuestros planes estratégicos empresariales, en las habilidades y conocimientos que debemos desarrollar desde lo personal para prepararnos hacia el futuro financiero o simplemente, para no quedarnos atrás en nuestras competencias educativas y actualización de lo que está sucediendo en el entorno financiero tecnológico.
Y en esta ocasión, no las escribo solamente desde mi visión de presidenta de la Junta Directiva de esta gran asociación, sino como empresaria, como alguien que, al igual que muchos de ustedes, impulsa y construye futuro desde una compañía que apuesta por la tecnología y la innovación como herramientas de transformación.
Desde esa doble mirada —la del liderazgo gremial y la del emprendimiento en carne propia— puedo afirmar con convicción que la industria fintech en Colombia está cambiando realidades. Lo hace cada vez que una persona accede por primera vez a un servicio financiero digno. Lo hace cuando una pequeña empresa encuentra una alternativa de financiación que antes le era imposible. Y lo hace, sobre todo, cuando empezamos a romper paradigmas en un sistema que durante años ha sido inaccesible para millones.
Este libro no es solo un registro. Es una declaración de lo que somos capaces de hacer como ecosistema cuando trabajamos con visión, disciplina y propósito común. Aquí se refleja el crecimiento de una industria que pasó de ser emergente a ser estructural. Una industria que hoy lidera debates regulatorios, que participa activamente en la construcción de políticas públicas, y que ha demostrado que es posible innovar sin perder el foco social.
La participación activa de Colombia Fintech en discusiones de alto impacto —como la necesidad de revisar el modelo de tasa de usura, la regulación del comercio electrónico o el despliegue del sistema de pagos inmediatos del Banco de la República (BRE-B)— ha sido contundente.
Estos son temas que tocan la raíz de lo que debe transformarse en nuestro sistema financiero si de verdad queremos hablar de inclusión, de equidad y de desarrollo productivo.
En este contexto, toma aún más fuerza lo que nuestro Presidente Ejecutivo de Colombia Fintech, Gabriel Santos ha denominado la “tríada regulatoria”:
La liberalización de las tasas de interés, para combatir el crédito informal y permitir una oferta más ajustada al perfil de riesgo de cada cliente.
La democratización de los datos financieros, como una forma real de empoderamiento del usuario y de competencia abierta entre entidades.
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Y los pagos digitales inmediatos, que son la puerta de entrada a la formalización económica y la base para construir nuevos modelos de ahorro, inversión y crédito.
Pero el desafío más importante está por venir. Los próximos cuatro años serán decisorios para el futuro del país. Y desde Colombia Fintech estamos liderando el proyecto más ambicioso de nuestra historia: la construcción colectiva de una hoja de ruta nacional para el desarrollo financiero, que sirva de guía para una transformación sistémica, estructural y sostenible.
Esta hoja de ruta será el resultado de un esfuerzo conjunto con todos los actores del ecosistema: fintechs, banca, aseguradoras, cooperativas, reguladores, gobierno, academia y ciudadanía. Una hoja de ruta que busca responder a una pregunta fundamental: ¿cómo logramos que Colombia tenga un sistema financiero innovador, incluyente y competitivo para todos?
Ese es el reto. Y este libro, además de contar lo que ya hemos logrado, marca
también el punto de partida de lo que está por construirse. En este sentido, los contenidos que aquí encontramos —relacionados con la experiencia de distintas empresas, sus retos y sus oportunidades— son sin duda uno de los insumos más valiosos para construir el país que nos estamos imaginando. Temas como los debates sobre la tasa de usura, la aplicación de open finance, los pagos digitales y transfronterizos, las stablecoins, las crypto y la ciberseguridad, nos brindan elementos clave para que las propuestas que impulsemos tengan bases sólidas para su escalabilidad y desarrollo, no solo en Colombia, sino también como parte de un ecosistema referente en la región y el mundo.
Porque si algo nos ha enseñado este camino, es que el futuro no se espera. El futuro se diseña. Y nosotros, en Colombia Fintech, ya empezamos a hacerlo.
Prólogo
Por: Javier Raventós CEO EDICIONES BOOK TECH
Es muy grato y emocionante lograr esta sexta edición de este libro, en el cual no solo actualizamos el panorama del sector, sino que queremos resaltar.
En esta nueva edición hemos querido resaltar temas muy relevantes como los pagos digitales, ahora con Bre B como actor principal. Al escribir estas líneas iban 27.917.576 llaves registradas, 16.650.333 de total de medios de pago vinculados a una llave, 11.322.497 de total de clientes con llaves registradas.
También hemos querido resaltar temas de gran relevancia: Pagos digitales transfronterizos, stable coins, blockchain, crypto factoring, crédito digital, fraude, open finance, la irrupción de la IA, usura, entre otros.
El ecosistema es cada vez más maduro, con actores cada vez más relevantes nacional e internacionalmente, siendo ejemplo para otros países por el gran trabajo realizado.
Se viene una etapa fascinante, donde veremos como reacciona el mercado, los consumidores y las empresas vinculadas al ecosistema Fintech y financiero, para entender mejor al consumidor, lanzar nuevos productos y servicios, incorporar la inmediatez en los pagos no solo a nivel nacional sino internacional, los retos del regulador y poder analizar nuevas
tendencias de formas y usos de la tecnología por parte de los usuarios finales.
Las tendencias que veremos para 2026: Nuevos usos de Bre B en personas, comercio y empresas, Tokenización de activos reales, pagos con stablecoins y monedas digitales, Neobancos con servicios integrados y la llegada de nuevos Neobancos a Colombia, Automatización e inteligencia artificial en los pagos, Estándares altos en Ciberseguridad en pagos y créditos digitales, seguirá el aumento y auge de pagos con QR, Whatsapp y billeteras y esperemos una regulación proactiva y sandbox ampliado.
En esta edición encontraremos la historia y servicios de empresas que están haciendo un trabajo impresionante, unas más grandes, otras con más recorrido, otras más jóvenes, otras más pequeñas, pero todas con un talento impresionante: Minteo, Mural, Tumipay, Cobre, Tresastronautas, Monabit, Witme, Solvi, Incode, Paymentsway, Relámpago, Orange Pill y BecomeDigital.
Entender el ecosistema fintech colombiano no es solo una cuestión de tecnología: es comprender cómo se construye país desde la innovación.
Bienvenidos a esta nueva edición. El recorrido comienza aquí.
El verdadero costo de la exclusión
Por: Gabriel Santos García Presidente Ejecutivo Colombia Fintech
En Colombia seguimos atrapados en la paradoja de querer proteger a los consumidores, pero terminamos empujándolos hacia la informalidad. Una política bien intencionada, la tasa de usura, es decir, la existencia de una tasa máxima de interés, ha perpetuado la exclusión. La tasa de usura profundiza las brechas y condena a los más vulnerables a la informalidad: los jóvenes, las mujeres, los emprendedores, los habitantes rurales.
Durante años se nos vendió la idea de que limitar las tasas de interés era sinónimo de justicia financiera. Pero la realidad ha sido otra. Cuando se limita artificialmente la tasa de interés, lo que se limita en realidad es el acceso al crédito. Las entidades no pueden, ni van a, asumir el riesgo de prestarle a alguien con historial crediticio incompleto, ingresos informales o alta probabilidad de endeudamiento. ¿Y a dónde van esas personas? Al ‘gota a gota’, al préstamo diario, a la usura real, esa que no aparece en los reportes, pero sí en las amenazas, en la violencia y en los ciclos interminables de pobreza.
La evidencia es contundente, de acuerdo con el estudio de Colombia Fintech y ANIF, cuando las personas y las empresas recurren al gota a gota se enfrentan a tasas de 382% y 666% anual, respectivamente. ¿Y quiénes son los que deben recurrir a la informalidad? Los hogares con menores ingresos y las empresas más pequeñas. Es una injusticia disfrazada de protección.
Ya lo he mencionado varias veces: la tasa de usura fracasó. No logró proteger al consumidor, no evitó el endeudamiento abusivo y mucho menos fomentó la inclusión financiera.
Estamos en un momento clave. Tenemos una industria más competitiva, tecnología que permite evaluar riesgos con mayor precisión, y un entorno regulatorio que empieza a abrirse a las finanzas abiertas. Lo que necesitamos ahora es un nuevo régimen de tasas que reconozca esa realidad, que permita prestar más, no menos. Que premie la innovación, no el control mal enfocado. Que proteja de verdad, no desde la prohibición, sino desde la transparencia, la competencia y la educación financiera.
No es fácil abrir estos debates. Pero los datos y la experiencia ya no nos dejan opción. Hay que repensar el modelo. Hay que atreverse a cambiar. Porque seguir defendiendo una política que excluye, en nombre de la protección, es no haber entendido el verdadero costo de la exclusión.
La discusión sobre la tasa de usura: Una gran oportunidad para el mercado de capitales en Colombia
Por: Federico Suárez FOUNDER TRANATLANTIC-O
Quizá, la mejor noticia para el mercado en décadas y la mayor oportunidad para la profundización financiera.
Desde principios del siglo XX hasta 1972, las empresas fueron grandes participantes del mercado de valores. Las empresas invitaban al público a sumarse al desarrollo de las empresas; las personas invertían en el tejido empresarial por medio de sus acciones. Se volvió común regalar títulos representativos de estas compañías a los recién nacidos (un gesto de suma valor e importancia para el futuro, educación y salud financiera, de estos nuevos ciudadanos). Se creo un sentido de pertenencia entre individuos y empresa.
Durante estos años existieron miles de accionistas, invertidos en múltiples compañías representativas de diferentes sectores lideres de la economía. Empresas cerveceras, gaseosas, ingenios cañeros, textileras, cementeras, siderúrgicas, bancos, comercios, empresas de comestibles y pinturas, entre otras. Muchas de estas empresas con miles de accionistas, repartían dividendos y sus asambleas anuales de accionistas ampliamente concurridas. El resultado: Ahorro canalizado a la inversión, por medio del mercado de valores, como motor de desarrollo económico lo cual creo un gran sentido de propiedad, que nutrió el espíritu emprendedor en un país en proceso de modernización.
Con la llegada del sistema UPAC, en 1972, como medida para reactivar la economía a través de la canalización de recursos hacia la construcción, se pasa de invertir en acciones de empresas listadas en las tres bolsas de valores - Bolsa de Bogotá, Bolsa de Medellín y Bolsa de Occidente - al ahorro, a través de cuentas de depósito indexadas a la inflación en las recién creadas corporaciones de ahorro y vivienda. Esto trajo consigo sesgos, inesperados y ampliamente estudiados, a los cuales se hace referencia en el prólogo de la primera misión del mercado de capitales realizada en 1996 por parte de Fedesarrollo con el apoyo del Banco Mundial.
A partir de ese momento los colombianos volcaron sus recursos a invertir en cuentas de ahorro como protección ante los efectos inflacionarios de corto plazo, dejando de pensar como inversores cuyas expectativas de inversión son de largo plazo.
¡Desde ese momento el mercado de valores fue otro! Se pasa de invertir en el tejido empresarial del país, a cambio de recibir dividendos y la expectativa de apreciación del capital en el tiempo, al retorno, visible en el inmediato plazo, a través del ahorro indexado a la inflación.
¿Algunos se preguntarán por qué esta historia sobre el mercado de capitales, cuando el tema es la tasa de usura? No es descabellado hacerse esta pregunta. Para algunos la relación entre la tasa de usura (interés máximo que se puede cobrar por un préstamo o venta a plazos) y el mercado de valores es nula. Sin embargo, la relación es estrecha y profunda y tiene que ver con el acceso al crédito.
Dada esa estrecha relación; entre la profundidad del mercado de capitales y la tasa de usura, vale la pena resaltar la trascendental discusión liderada por Colombia Fintech y ANIF con el objetivo de analizar el impacto de esta tasa sobre el acceso al crédito formal y la necesidad de revisar su fórmula de cálculo. El loable objetivo de imponer una tasa de usura, como en su momento se hizo, ha tenido un efecto contrario al interés inicial de la norma. El resultado ha sido un impacto profundo sobre la oferta de crédito en la economía, por lo cual resulta, no solo oportuna, sino trascendental la discusión liderada por estas dos importantes entidades y sus asociados.
Hoy la cartera de préstamos equivale aproximadamente al 40% del PIB. Dado la estreches del crédito a muchos segmentos de la economía debido a las limitaciones que impone la usura a ponerle un precio al riesgo, las instituciones de crédito se ven obligadas a dedicar sus recursos
al otorgamiento de crédito a aquellos segmentos donde es razonablemente prestar en función del nivel de riesgo. Es por esto, que vemos como, las instituciones financieras prestan de forma holgada a las grandes empresas dejando a las pymes y a las personas que más necesitan el crédito a merced de mecanismos de financiación “non-santos”. ¿Porque sucede esto? Porque implica menores riesgos.
En Colombia en términos generales el riesgo está mal “priceado”. Hay muchos agentes tratando de colocar recursos entre los “mejores riesgos”, que no son tantos, dejando de lado un gran espectro de potenciales demandantes de crédito que nos permitirían llegar a nivele de préstamos como porcentaje del PIB más cercanos a los del promedio de economías de la OCDE a la cual pertenece Colombia.
Dado que el riesgo este “mal priceado”, se está premiando con bajas tasas o abundancia de recursos a las grandes compañías, desincentivando el acceso al mercado de capitales, fruto de una tasa de usura que limita su apetito por mayor
riesgo. ¿Por qué? Los límites a la tasa de usura no permiten dar adecuado precio al crédito en función del nivel de riesgo (limitando acceso a crédito), es decir, se está generando represión financiera que inhibe el crecimiento.
Ante la modificación de la tasa de usura o su eliminación, veremos una expansión del activo de las entidades de crédito (bancos, compañías de financiamiento, cooperativas y fintechs), irrigando una mayor oferta de crédito a la economía. El volumen de préstamos por parte de las entidades de crédito, de igual manera que en países desarrollados, se enfocará en préstamos de menor plazo, o que luego se empaquetan de forma estructurada y se convierten en instrumentos transables, dejando como foco del mercado de valores la financiación de grandes proyectos como carreteras, fabricas, puertos, represas, grandes proyectos inmobiliarios, entre otros, así como también la financiación de aquellos proyectos que por su naturaleza requieran capital en forma de acciones o bonos convertibles en acciones debido a su nivel de riesgo o plazo de maduración.
El Impacto positivo sobre el mercado de capitales, se verá reflejado, por medio de una mejor asignación de riesgos. Las empresas de mayor tamaño financiaran sus grandes proyectos a través del mercado de valores (bonos/acciones), tal como se realiza en los mercados desarrollados permitiendo a las entidades de crédito, encargarse del resto.
La estructura de capital comenzará a tener una mayor importancia y el crédito se irrigará a ese 97% de empresas que conforman el tejido de medianas y pequeñas empresas que hoy difícilmente acceden al crédito en gran parte por las restricciones que impone la tasa de usura la cual no permite dar un adecuado precio al riesgo.
Con la eliminación de la tasa de usura el riesgo tendrá precios más adecuados y el mercado de capitales financiará aquellos proyectos de más largo plazo o de mayor riesgo.
Las empresas volverán a emitir acciones y bonos. El ahorro se canalizará a la inversión, creando mayor eficiencia y desarrollo económico.
Sin duda, la discusión sobre la tasa de usura liderada por Colombia Fintech y ANIF es una de las discusiones más importante que se ha dado para el resurgimiento del mercado de capitales en Colombia. El mercado de capitales cumple una función de fundamental importancia para cualquier economía.
Más allá de la cifra: realidades, aprendizajes y evolución del crédito digital en Latinoamérica
Por: Juan Pablo Londoño CEO TECHNOVATION
El estudio realizado por Technovation para la quinta edición del libro sobre empresas fintech en Colombia profundiza en la evolución, segmentación y desafíos del crédito digital B2C. Se analizaron 96 empresas activas hasta marzo de 2024, excluyendo modelos no prestamistas y productos como adelantos de salario. El crédito digital se definió por criterios de automatización, tecnología, experiencia de usuario, transparencia y enfoque disruptivo.
Entre 2021 y 2023, la población de empresas fintech creció, pero en el primer trimestre de 2024 se observó una caída del 11.9%. Las tasas de mortalidad fluctuaron, alcanzando 19.3% en 2024, reflejando las dificultades para sostener modelos escalables por falta de fondeo, morosidad, altos costos y cambios regulatorios.
El 76% de las empresas se enfocan en “installment loans” y el resto en “payday loans”, con fuerte presencia de nichos como BNPL, libranza, salud y educación. Bogotá y Medellín concentran más del 70% de las operaciones; el 63.5% hacen parte de Colombia Fintech.
Se identificaron patrones en nombres de marca y se detallaron prácticas de cobranza, uso de avales, costos adicionales y la limitada adopción del débito automático (19.8%). Un capítulo especial sobre préstamos de corto plazo (<3 meses), usando datos anónimos, concluyó que el éxito depende más de la estrategia, fondeo y ejecución que de la antigüedad. Tres empresas concentran el 97% de esta cartera.
1. Introducción: La evolución
del crédito digital como fenómeno latinoamericano
En los últimos cinco años, el crédito digital ha dejado de ser promesa para convertirse en una realidad estructurante del sistema financiero regional. Esta evolución implica una nueva forma de pensar, diseñar y ejecutar procesos crediticios. La tecnología aceleró procesos, visibilizó fallas históricas (exclusión financiera, falta de trazabilidad), y generó nuevos actores.
Hablamos hoy de onboarding digital, scoring alternativo, motores de decisión, cobranza automatizada y modelos API-first. Pero también de fraudes sofisticados, fondeos costosos y sobreendeudamiento. Esta dualidad define al crédito digital: una gran oportunidad si se ejecuta bien, y un riesgo si se ignoran las particularidades locales.
Este artículo recoge experiencias reales en más de cinco países, desde consultoría hasta participación en eventos. No repite cifras, sino reflexiones accionables sobre lo que funciona y lo que no.
2. El caso Colombia:
maduración con heridas de guerra
Colombia es uno de los mercados más activos y también uno de los más golpeados. La mortalidad del 19.3% en 2024 revela el alto costo de escalar modelos que, aunque digitalizados, no siempre fueron sostenibles. Las razones: fondeo limitado, regulación incierta, modelos de riesgo ineficaces y morosidad que en algunos segmentos supera el 30% (DPD 90).
A pesar de ello, Colombia ha sido un laboratorio de innovación. Se han mejorado segmentaciones, automatizado decisiones, integrado WhatsApp al ciclo de vida del cliente y optimizado estructuras de costos. Surgen soluciones como créditos para compras en punto de venta, libranzas 100% digitales, y alianzas con cooperativas.
Más que una crisis, Colombia vive una transición. Las fintech que sobreviven lo hacen porque entendieron que no basta con una app atractiva: se necesita una operación sólida, estrategia de recaudo eficiente y gestión real del riesgo. El siguiente capítulo se escribirá con estrategia, no con código.
3. México: escala con diversidad de modelos
México tiene un ecosistema diverso: tarjetas emitidas, BNPL agresivos, fintechs B2B que financian facturas y líneas rotativas, plataformas con motores parametrizables en 48 horas. Esto refleja un mercado abierto a la experimentación pero altamente competitivo.
Un patrón común es la subutilización de capacidades. CRMs avanzados sin insights útiles, scoring sin calibración periódica, canales sin embudos claros. El reto ya no es escalar, sino escalar con foco.
El fondeo sigue siendo un obstáculo. Aunque existen fondos, las condiciones no siempre son favorables. Las alianzas con fondos de factoring, de pensiones o fintechs de fondeo colectivo abren caminos alternativos.
La regulación avanza más rápido que en otros países, pero hay zonas grises. Comprender figuras como la SOFIPO o aliarse con entidades reguladas es clave para escalar sin sanciones.
4. Guatemala: eficiencia
antes que glamour
En Guatemala y Honduras, la eficiencia y adaptación local priman sobre la sofisticación tecnológica. La inclusión financiera enfrenta barreras estructurales. El éxito depende más de adaptarse al usuario real que de las funcionalidades digitales.
En operaciones de adelantos de salario y crédito en punto de venta, observamos
modelos híbridos: simuladores y formularios web combinados con kioscos o tiendas afiliadas. Esto se adapta a los segmentos C, D y E, que valoran la cercanía, el efectivo y la confianza presencial.
Muchas operaciones exitosas prescinden de apps móviles o APIs, y se basan en flujos bien ejecutados: validación de identidad, scoring básico, cobranza con recordatorios. Herramientas como bloqueo de celulares o listas inteligentes han sido efectivas.
Una tendencia clave es el uso de datos de facturación electrónica y comportamiento comercial, en especial en microcomercios. Esto habilita modelos B2B más precisos, conectados con flujo de ingresos reales.
En Honduras, ya se explora la conexión entre transacciones digitales y decisiones automatizadas. Este enfoque permite controlar el recaudo y escalar líneas según crece el negocio.
La clave en estos mercados: calibrar bien, no sobredimensionar, y leer al cliente objetivo.
5. Perú: regulación anticipada
y modelos emergentes
Perú combina institucionalidad sólida con dinamismo fintech. Surgen modelos tradicionales y alternativos como P2P lending y crowdlending agrícola. Las zonas rurales son atendidas con data no convencional: historial en cooperativas, apps agrícolas, validación por RENIEC.
Se integran sistemas de pago como Yape y Plin, facilitando dispersión y cobranza sin fricción.
La creación de una asociación exclusiva de empresas de lending marca una nueva etapa. Se enfoca en retos como fondeo, regulación y cobranza. Casos similares en Brasil (ABCD) han tenido impacto en política pública.
Technovation participa activamente en este proceso, aportando desde experiencias regionales.
Se vuelve indispensable diseñar modelos de riesgo a la medida, con datos reales, y lógica adaptada a la informalidad o estacionalidad. Esta necesidad se repite en toda la región. Modelos genéricos excluyen, modelos propios permiten inclusión y sostenibilidad.
6. Tendencias emergentes:
crédito B2B y la nueva frontera
El crédito B2B está tomando fuerza. Ofrece mayor volumen y formalización, pero con más retos: procesos complejos, tickets altos, y recuperación difícil.
Technovation ha trabajado con empresas de factoring, leasing, órdenes de compra y capital de trabajo. El éxito depende de cuatro factores: flujo contable en tiempo real, segmentación de riesgo, integración con ERP, y automatización condicional por industria.
El onboarding B2B requiere lógica de ciclos: verificación tributaria, facturación electrónica, análisis de pagos e ingresos. A veces, el riesgo no se evalúa solo sobre el solicitante, sino sobre su red comercial.
También se exploran modelos híbridos que integran software con crédito, permitiendo anclar la deuda a usos productivos.
Este segmento requiere motores adaptables, fuentes de información alternativas y sistemas flexibles. El futuro será tan B2B como B2C, pero con herramientas distintas.
7. Casos comunes
que vemos en toda la región
Patrones recurrentes:
Morosidad alta por falta de segmentación y scoring personalizado.
Plataformas sobredimensionadas para modelos poco definidos.
Herramientas subutilizadas: sin KPIs ni embudos.
Recaudo improvisado, sin lógica ni automatización.
Datos valiosos no utilizados (pasarelas, redes, telcos).
Éxito en verticales específicos: libranza digital, celulares, POS.
8. Recomendaciones a nuevos jugadores
Comienza pequeño, pero con flujo claro.
Usa motores parametrizables sin depender del proveedor.
No olvides recaudo desde el día uno.
Diseña onboarding adaptado al segmento.
Alíate con actores del ecosistema.
Valida hipótesis con herramientas simples y mide resultados reales.
9. Conclusión: el futuro
es híbrido, inteligente y personalizado
El crédito digital maduró. Ya no basta con tener una app. Los ganadores integran tecnología con conocimiento profundo del cliente, adaptando el modelo a cada realidad.
Diseñar modelos de riesgo propios es fundamental. Los genéricos excluyen a segmentos valiosos. Se requiere usar datos del negocio y contar con motores iterativos. El crédito digital del futuro combinará presencia digital con aliados físicos, decisiones optimizadas y experiencias personalizadas.
Technovation seguirá apostando por esta evolución, acompañando al ecosistema a crear soluciones que transformen vidas y empresas en América Latina.
Resumen Fintech Snapshot
Informe Sectorial 2025-1
Por: Colombia Fintech
Introducción
El ecosistema Fintech colombiano ha alcanzado un nuevo nivel de madurez, consolidándose como un sector estratégico dentro del sistema financiero nacional. En un contexto global donde la industria Fintech transita desde un modelo de “crecimiento a toda costa” hacia uno centrado en la sostenibilidad y la eficiencia operativa, Colombia no ha sido la excepción. El país ha presenciado una evolución significativa en la composición, escala, inversión y generación de empleo del sector, con tendencias claras hacia la diversificación de servicios, la consolidación empresarial y la sofisticación tecnológica.
Composición por verticales y servicios
En términos de estructura, el ecosistema colombiano está liderado por dos verticales: Crédito Digital y Pagos Digitales, que en conjunto agrupan más del 70% de las empresas Fintech activas en el país.
Gráfica 1. Composición del Ecosistema Fintech por verticales
Cripto y Blockchain
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados. Pagos
El Crédito Digital representa el 38,1% de la participación, destacándose por su alta segmentación y diversidad de productos que van desde créditos de consumo y libranza hasta financiamiento para educación, salud, vivienda o adelantos de nómina. También incluye soluciones para empresas, como el crédito productivo y empresarial, y modelos de plataforma como marketplaces y proveedores de
servicios de crédito que ofrecen la tecnología y las herramientas para que otras empresas puedan otorgar financiamiento.
Por su parte, la vertical de Pagos Digitales cumple un rol central en el ecosistema, al concentrar el 33,3% de las empresas Fintech y proveer la infraestructuras y los servicios que permiten realizar transacciones de forma rápida y segura. Su
oferta incluye la agregación de pagos, la adquirencia y el procesamiento de pagos (tanto adquirente como originador). Esta vertical también presta servicios de tecnología e infraestructura para que otras entidades puedan operar o desarrollar sus propias soluciones. A esto se suman modelos como las finanzas embebidas, que integran funciones financieras en plataformas no financieras, los pagos internacionales, que facilitan la realización de este tipo de transacciones.
Otras verticales que tienen una participación relevante en la composición de empresas son Crypto & Blockchain (8,7%), Finanzas Empresariales (5,6%) y Regtech (5,6%), todas con una participación superior al 5% en el total de empresas. Por su lado, se tienen otras verticales con una menor participación, lo cual se puede deber a la especificidad de sus servicios o a los requerimientos normativos necesarios para poder desarrollar sus respectivas actividades en Colombia. Este es el caso de las verticales de PFM & Wealthtech (4%), Neobancos (2%), Crowdfunding (1,6%) e Insurtech (1,2%). Aunque cuenten con un menor número de empresas, estas verticales aportan a la innovación y creación de valor agregado en áreas específicas.
Por ejemplo, la vertical de Crypto & Blockchain se caracteriza por sus servicios de intercambio y custodia de criptoactivos, transferencias internacionales, tokenización y desarrollo de infraestructura Web3. Por su parte, la vertical de Regtech cumple un rol fundamental en la gestión del cumplimiento normativo y la mitigación de riesgos, con servicios como KYC, autenticación biométrica, antifraude, ciberseguridad y automatización
de datos. A su vez, las Fintechs de Finanzas Empresariales abordan la eficiencia de capital de trabajo mediante soluciones como factoring, confirming, gestión de pagos, conciliación financiera y crédito empresarial, además de un grupo de soluciones relacionadas con las finanzas abiertas y datos abiertos.
En el caso de los Neobancos, se ofrecen productos financieros 100% digitales como cuentas de ahorro, CDT, tarjetas débito y crédito, así como créditos. En contraste, el Crowdfunding presenta modelos de negocio diversos como donación, recompensa, inversión en renta fija, en renta variable e inmobiliaria. Finalmente, las Fintech que operan en el segmento inturtech se dedican, sobre todo, a la intermediación y comercialización de seguros y las de la vertical de PFM ofrecen servicios como la consolidación de cuentas o productos de inversión.
Vida empresarial y ubicación geográfica
Este panorama de servicios evidencia la creciente capacidad del ecosistema no solo para democratizar el acceso a servicios financieros, sino también para desarrollar soluciones tecnológicas avanzadas y especializadas. A nivel estructural, el tamaño empresarial del sector también ha evolucionado con una transición a un mayor porcentaje de medianas y grandes empresas en el ecosistema. Este crecimiento estructural señala un proceso de maduración donde las Fintechs han logrado superar etapas tempranas, acceder a inversión y escalar sus modelos de negocio de forma sostenible.
Un análisis de la antigüedad empresarial reafirma esta tendencia. Actualmente, el 37,5% de las Fintech tiene entre uno y cinco años de operación, una disminución significativa frente al 55,3% reportado en el informe anterior, lo que sugiere que una proporción importante de empresas ha logrado sostenerse en el tiempo, superando la fase de consolidación temprana que caracteriza a los ecosistemas emergentes. Un indicador clave de esta evolución es el crecimiento del grupo de empresas con entre cinco y diez años de antigüedad, que ahora representa el 36,7% del total, reflejando modelos de negocio que han logrado mantenerse competitivos, adaptarse a las exigencias del mercado y escalar sus operaciones.
Gráfica 2. Porcentaje de Empresas por Madurez
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados.
A esto se suma el 17,3% de empresas con entre diez y veinte años de trayectoria, que confirma un tránsito sostenido hacia etapas más maduras del ciclo empresarial. Finalmente, las empresas con más de veinte años en operación han aumentado su participación al 8,5%, frente al 5,5% previo, lo que evidencia el crecimiento del grupo de empresas con una larga trayectoria en el ecosistema. En conjunto, esta transformación en la composición por antigüedad refleja un sector que se encuentra en un punto de madurez creciente, con estructuras empresariales estables.
En términos de ubicación, Bogotá sigue siendo el núcleo principal del ecosistema Fintech colombiano, albergando al 68,1% de las empresas Fintech, gracias a su in-
fraestructura tecnológica, talento humano y cercanía con entes reguladores. Le siguen Antioquia (18,1%), Atlántico (4,4%) y Valle del Cauca (3,6%), y departamentos como Risaralda, Santander, Cundinamarca y Caldas que muestran un incipiente proceso de diversificación territorial.
Ahora bien, aunque todas las empresas analizadas están constituidas en Colombia, no todas son de origen nacional. Muchas Fintechs multinacionales han establecido operaciones en el país, lo cual refuerza la centralización en Bogotá y muestra las perspectivas que se tienen del país. Así, la expansión territorial y la atracción de inversión extranjera reflejan un ecosistema cada vez más maduro y competitivo para la innovación financiera.
Mercado laboral Fintech
En el plano laboral, el ecosistema Fintech en Colombia genera más de 29 mil empleos, lo que representa un aumento de más de 1.700 empleos frente al año anterior. Este crecimiento confirma la expansión sostenida del sector y su creación de empleo a la alza. Con esto en mente, se concluye que la transformación digital no solo impulsa la innovación en servicios financieros, sino que también dinamiza el mercado laboral al generar demanda por talento especializado.
Gráfica 3. Empleos por Vertical
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados.
En cuanto a la distribución por vertical, Pagos Digitales y Crédito Digital lideran en volumen de empleos con 14.040 y 10.139 empleados, respectivamente. Esta concentración se corresponde con el número de empresas pertenecientes a cada vertical. Por su lado, Neobancos (1.507) y Crypto & Blockchain (1.132) también presentan una alta densidad de empleo, lo que habla de una mayor densidad operativa por compañía, posiblemente atribuible a la complejidad técnica de sus modelos de negocio o
a la especialización de sus servicios. Otras verticales como PFM & Wealthtech, Finanzas Empresariales, Regtech y Crowdfunding, también contribuyen con talento especializado, pero con un menor volumen en comparación.
Ahora bien, es importante mencionar que, en este panorama laboral del ecosistema, los perfiles tecnológicos y operativos concentran la mayor demanda. Así, los desarrolladores backend y frontend lideran el ranking siendo requeridos por
el 78,6% y 74,1% de las empresas, respectivamente. Estos perfiles son seguidos por los perfiles enfocados en la creación y desarrollo de los productos y servicios, en particular, los roles de operaciones (67,0%) y de producto (61,6%).
Asimismo, también existe una demanda relevante por perfiles tradicionales como los roles financieros (58.9%), de negocio (57.1%) y riesgos (54.5%), la cual se complementa por una demanda enfocada en roles centrados en datos como lo son los perfiles de analítica (51.8%) y de científicos de datos (45.5%), lo cuales presentan una mayor dificultad para ser encontrados a pesar de que sean demandados en una menor proporción. Finalmente, observamos que los perfiles menos demandados son perfiles requeridos sobre todo por Fintechs de mayor tamaño como son los roles de crecimiento (44.6%) y de cumplimiento (43.8%), los cuales también presentan una dificultad relativamente alta para suplir estos roles.
Gráfica 4. Empleos por Vertical
Búsqueda y dificultad de contratación por tipo de perfil
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados.
En cuanto a la dificultad se observa una clara concentración en los roles relacionados con el análisis de datos donde los científicos de datos presentan una dificultad del 74.1% y los roles de analítica un 65.9%. A su vez, los perfiles tecnológicos de desarrolladores backend y frontend presentan dificultades elevadas con 69.1% y 67.2%, respectivamente. Ahora bien, dentro de los roles relacionados con la operación, se observa que los perfiles de producto (66.7%) y de crecimiento (64.8%) también presentan dificultades superiores al 60%.
Adicionalmente, es importante revisar algunos roles más tradicionales. Por un lado, vale la pena mencionar dos perfiles que cuentan con dificultades altas, los roles de riesgo (69.2%) y los de cumplimiento (62.6%) que requieren de conocimientos específicos a la operación Fintech a pesar de ser roles tradicionales. Con todo, también existen perfiles que son más fáciles de suplir, con dificultades inferiores al 60%. Este es el caso de los roles de operaciones con el 59.5% y los roles financieros con el 57.9%, los cuales se han adoptado en esta transformación digital.
En términos de rotación laboral el ecosistema Fintech colombiano muestra una tendencia favorable hacia la estabilidad. Según los datos reportados, el 54,5% de los trabajadores permanece en su empresa por más de dos años, mientras que un 38,4% adicional tiene una permanencia entre uno y dos años. Solo el 7,1% permanece menos de un año. Esta distribución indica que la gran mayoría de empleados (más del 90%) permanece al menos un
año en su cargo, lo que evidencia relaciones laborales sostenidas y entornos con perspectivas de crecimiento. Verticales con alto volumen de empleo, como Pagos Digitales y Crédito Digital, también reflejan esta tendencia, en el primer caso, el 42,9% de los empleados permanece más de dos años, y en el segundo, la cifra asciende al 61,0%, lo que sugiere una consolidación organizacional en segmentos clave del ecosistema.
En cuanto a las mejores tasas de retención, estas se observan en Regtech (83,3%) y Neobancos (75,0%), lo que puede estar asociado a condiciones laborales más estables, posiblemente relacionadas con ciclos operativos maduros y estructuras consolidadas. Estos resultados destacan la capacidad de ciertas verticales para mantener talento técnico especializado a largo plazo, lo que fortalece la continuidad operativa y la acumulación de conocimiento estratégico. En conjunto, el panorama laboral del sector refleja condiciones saludables, con alta permanencia del talento.
Inversión de las Fintechs
La inversión es otro aspecto crítico del sector, y su análisis revela patrones que contrastan al detallar los distintos rubros. Mientras que la inversión en capital tecnológico se mantiene como una prioridad sostenida, los rubros de ciberseguridad e investigación y desarrollo (I+D) muestran una tendencia decreciente. Así, la inversión en capital tecnológico tiene una distribución uniforme en los rangos superiores, aproximadamente el un tercio de las empresas en cada rango (entre 5% y 15%, entre 15% y 30% y más del 30% de los ingresos). En contraste, el 42,9% y el 46,4% de las empresas invierte menos del 5% de sus ingresos en ciberseguridad y en I+D, respectivamente, lo que es seguido por proporciones menores de empresas conforme aumenta el porcentaje de inversión.
Gráfica 5. Porcentaje de Fintechs por rango de inversión y destinación de las inversiones
Investigación y Desarrollo Ciberseguridad Capital tecnológico
Menos del 5%Entre el 5% y el 15%Entre 15% y 30%Más del 30%
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados.
Con todo, aunque verticales como Crédito Digital y Crowdfunding concentran los niveles más bajos de inversión en estos dos últimos frentes; existen excepciones notables a este patrón general en verticales más intensivas en tecnología y riesgo. Este es el caso de Crypto & Blockchain, donde el 22,2% de las empresas invierte más del 30% en ciberseguridad, y un 11,1% destina ese mismo porcentaje a I+D. Esta
vertical también se destaca, junto a Finanzas Empresariales, por liderar la inversión en capital tecnológico con un 55,6% y el 62,5% de sus empresas destinando más del 30% de sus ingresos a estos rubros, respectivamente. Estos datos sugieren que, si bien el ecosistema mantiene una base tecnológica fuerte, todavía existen brechas en innovación y ciberseguridad que podrían representar desafíos futuros.
Fuentes de financiamiento Fintech
Respecto a las fuentes de financiamiento, se evidencia que el recurso más común es el capital propio, utilizado por el 86,6% de las empresas lo que contrasta con el 13,4% que ha recibido financiamiento de una casa matriz internacional. Esto muestra la divergencia en financiamiento y consolidación del ecosistema. Además, el 31,2% de las Fintech ha accedido a préstamos bancarios, lo que refleja una importante conexión con el sistema financiero tradicional. En cuanto a la inversión de capital privado, un 29,5% ha recibido recursos de fondos de inversión y otro 29,5% ha sido apoyado por inversionistas ángeles, mientras que un 12,5% ha contado con el respaldo de aceleradoras o incubadoras, que además del financiamiento aportan mentoría y acompañamiento estratégico en las etapas iniciales.
Gráfica 6. Porcentaje de Fintechs por fuentes de financiamiento
Recursos Propios
Fondos de Inversión
Préstamos Bancarios
Préstamos de familiares y amigos
Inversionistas Ángeles
Aceleradoras o Encubadoras
Casa Matriz Internacional
Apoyo Estatal
Financiamiento de Organismos Multilaterales
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados.
Aunque en menor proporción, también se observa la participación de fuentes públicas y multilaterales. Un 10,7% de las Fintech ha recibido financiamiento de organismos multilaterales (como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, El Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe -CAF- o la Corporación Financiera Internacional), lo que indica interés por parte de actores inter-
nacionales en promover el ecosistema financiero digital dada su incidencia potencial en el desarrollo económico. Asimismo, el 4,5% del ecosistema ha accedido a algún tipo de apoyo estatal, como subsidios, créditos de fomento o líneas de redescuento. Estas últimas son ofrecidas por entidades financieras públicas y son relevantes para el fondeo de operaciones de crédito digital, factoring y confirming.
Rondas de inversión de las Fintechs
En cuanto a las rondas de inversión, 63 Fintechs han recibido financiamiento a través de fondos de inversión, inversionistas ángeles o incubadoras, lo que equivale al 25% de las Fintechs asociadas a Colombia Fintech. De este grupo, el 25,4% se encuentra en etapa semilla y el 22,2% en fases pre-serie A o post-semilla, lo que indica que casi la mitad aún está en etapas tempranas de desarrollo. Sin embargo, el 52,4% ha alcanzado al menos la serie A, considerada un hito en el financiamiento de una startup, ya que representa la primera ronda en la que se accede a capital significativo para escalar operaciones.
Gráfica 6. Porcentaje de Fintechs por ronda de inversión
Pre-Serie A o Post-Semilla
Fuente: Elaborado por Colombia Fintech con datos de sus asociados.
Dentro del grupo de Fintechs que ya han llegado a la serie A, el 25,4% se mantiene en esta. A su vez, el 9,5% ha llegado a serie B, lo que implica atraer inversionistas más grandes para continuar con la expansión del negocio. Finalmente, un 17,5% de
estas Fintechs ha llegado a recibir fondos en una serie C o etapas posteriores, lo que evidencia la consolidación de modelos sostenibles con capacidad de crecimiento regional, diversificación de productos y apertura de nuevas líneas de negocio.
Semilla
Serie A
Serie B
Serie C+
Conclusiones
En conjunto, el informe Sectorial 2025-1 revela un ecosistema Fintech colombiano robusto, dinámico y en proceso de consolidación. Así, a pesar de los retos que existen para suplir algunos roles específicos en el mercado laboral y para aumentar los porcentajes de inversión dedicados a ciberseguridad e I+D; los avances en escala empresarial, diversidad de servicios, atracción de inversiones y estabilidad laboral permiten vislumbrar un futuro prometedor.
Stablecoins: la solución que la banca latinoamericana necesita
Por: Felipe Gedeón
Co-Founder Cobre
La velocidad es síntoma; el diagnóstico
es de eficiencia
Cuando hablamos de pagos transfronterzos, el cronómetro no es el protagonista: es el síntoma visible de una maquinaria financiera que aún opera con engranajes del siglo pasado. Bajo cada minuto que tarda un giro internacional y bajo cada punto porcentual de comisión se esconde una ineficiencia estructural que asfixia tanto a personas como a corporaciones.
La discusión ya no es si la tecnología blockchain promete transacciones instantáneas, sino si la banca tradicional puede abrazar esa velocidad sin comprometer sus métricas de riesgo y cumplimiento. Este texto profundiza en esa tensión y muestra por qué las stablecoins irrumpen como la vía más segura (y regulada) para reconciliar velocidad y confianza.
Enviar 200 USD desde Latinoamérica todavía cuesta alrededor de 13 USD y puede tardar hasta 72 horas. El Banco Mundial lleva una década mostrando ese 6,6 % casi intacto, motivo por el que millones de migrantes buscan atajos fuera del sistema bancario cada mes. Las multinacionales sufren el mismo embotellamiento en otra escala: cortes de horario, correos manuales y saldos ociosos en cuentas nostro (depósitos estacionados en bancos corresponsales a nombre de la empresa) que apenas rinden un 0,1 % anual. De ahí que la blockchain seduzca por su velocidad, aunque esa sea apenas la fachada; la cuestión que el sistema bancario tradicional debe responder es si puede adoptar esa rapidez sin descarrilar sus métricas de riesgo.
Blindaje regulatorio, no salto al vacío
Lejos de la narrativa cripto “salvaje”, la regulación internacional encajó las stablecoins en una categoría de riesgo prudente. El Comité de Basilea introdujo la categoría Grupo 1b: monedas estables con reservas de alta calidad que pasan un “test de riesgo de redención”. Quien lo supera queda sujeto al mismo régimen de capital que un bono del Tesoro a corto plazo; quien falla va a la categoría 2 y paga un capital punitivo.
Europa fue aún más explícita con MiCA. Cuando Société Générale anunció en junio de 2025 la primera stablecoin de un banco global respaldada por dólares, su USD CoinVertible (USDCV), lo hizo como “token de dinero electrónico”: reservas 100 % líquidas, custodia en BNY Mellon y supervisión igual a la de una cuenta corriente. No es un experimento marginal,
es cumplimiento sigue al pie de la letra las reglas y prácticas tradicionales de la banca: mismos requisitos de capital, custodia y supervisión que un depósito o un bono soberano a corto plazo. En otras palabras, no es un experimento cripto con reglas propias, sino una operación que encaja en el marco regulatorio bancario más conservador.
Japón va un paso más allá. Desde junio de 2023 solo bancos, trust banks y procesadores de pagos pueden emitir stablecoins, siempre que mantengan todo el colateral en depósitos domésticos. Ese diseño las convierte, de facto, en depósitos garantizados por el Estado: el mismo paraguas que cubre a cualquier ahorrista nipón. Resultado: los tres gigantes financieros de Japón (MUFG, SMBC y Mizuho) orquestan Project Pax, una red que integra mensajes SWIFT con pagos tokenizados para cumplir la meta del G-20 (pagos transfronterizos más rápidos, baratos y transparentes) sin que el cliente toque criptomonedas.
Transparencia radical
La seguridad no termina en las reservas: continúa en la ventana que las expone. Circle publica diariamente el saldo de efectivo y T-Bills que respalda a USDC. Tether, tras años de críticas, negocia su primera auditoría completa con una de las Big Four para sustentar que su stablecoin USDT está respaldada en una proporción de 1:1. Esa visibilidad (público ledger + informes de auditoría) supera con creces la opacidad de las cuentas corresponsales, donde el banco de origen solo “supone” que el destino mantiene liquidez suficiente.
Casos
que
cambian el panorama de uso de las
Stablecoins
Europa: SG-Forge no solo tokenizó el euro en 2023 (EURCV), ahora compite con Tether y Circle en su propio terreno dólar. El mensaje para otros bancos es claro: las stablecoins son terreno bancario legítimo, no una excentricidad fintech.
Latam: BTG Pactual lanzó BTG Dol en 2023 y lo ofrece como refugio dólar “sin salir del banco”. Itaú Unibanco dijo en abril que tendrá su propia stablecoin cuando la norma brasileña esté lista; no quiere ceder esa capa a terceros.
Argentina: pese al debate regulatorio, el Mercado Central de Buenos Aires ya acepta USDT en 900 mayoristas. Así mismo, los minoristas pagan verduras con un token que se liquida de inmediato, antes de que el cheque bancario llegue a compensación. La economía paralela ya cruzó la línea de meta.
Riesgos, pero de los manejables
El riesgo favorito de los titulares es el “de-peg”: ¿qué ocurre si la moneda estable pierde su paridad? Con reservas en efectivo + T-Bills < 90 días y la obligación de canje 24/7, la volatilidad residual es menor que la de un depósito corporativo no garantizado. Si aún así apareciera un bache, Basilea impone capital adicional y los reguladores pueden exigir un liquidity backstop.
¿Hackeo del contrato? Los emisores bancarios usan infraestructuras multi-sig auditadas y claves de rescate que bloquean el suministro alterado antes de que circule. ¿Lavado de dinero? Las herramientas chain-analytics permiten rastrear en segundos lo que antes tomaba semanas de SARs y llamadas a corresponsales.
En suma, los riesgos son operacionales y tienen manual - el mismo que usa la banca para tarjetas o banca móvil - pero con la ventaja de un libro contable que audita cada movimiento en tiempo real.
La verdadera amenaza es quedarte quieto
El negocio de pagos transfronterizos genera más de USD 220 000 millones al año en tarifas. No desaparecerá; cambiará de manos. Si los bancos latinoamericanos no tokenizan su balance, otros lo harán: fintechs, “neobancos cripto” o los propios gigantes japoneses que hoy ya venden infraestructura whitelabel de stablecoins.
Negarse a emitir es como haber rechazado las tarjetas en los noventa: el riesgo no se evapora, solo migra al vecino. Participar, en cambio, preserva el depósito, mejora el spread por eficiencia y prepara a la institución para la inevitable convivencia con CBDCs.
Epílogo: una decisión de liderazgo, no de tecnología
El dinero sigue siendo confianza con fecha de expiración. Hoy esa fecha se llama 24/7 . Las stablecoins demuestran que la banca puede ofrecerla sin sacrificar seguridad ni solvencia; solo debe atreverse a cambiar el envoltorio del pasivo. Dentro hay el mismo dólar, el mismo peso, el mismo real: la diferencia es un chip que lo hace volar.
Mientras el contenedor cruza el Pacífico, los bancos con visión ya facturan intereses por un saldo que viajó a la velocidad de la luz y con la coraza regulatoria de siempre. Los demás, cuando el barco atraque en Yokohama, seguirán preguntándose por qué su SWIFT llegó tarde otra vez.
Pagos digitales rápidos y seguros: el motor invisible que transforma el crédito digital
Por: Marcela Santiago CEO de TumiPay
Hablar de pagos digitales en Colombia no es solamente una cuestión de innovación tecnológica; es asumir el reto de reinventar la manera en la que las personas y empresas acceden al sistema financiero. Desde mi experiencia al frente de TumiPay, he sido testigo de cómo los avances en los pagos digitales no solo mejoran la eficiencia de cada transacción, sino que crean una base imprescindible para potenciar otras áreas del ecosistema fintech, especialmente el crédito digital.
Un entorno en transformación:
cifras clave y retos
Colombia atraviesa un punto de inflexión. La bancarización, medida por la tenencia de al menos un producto financiero, alcanzó al 95,8% de los adultos en 2025 -equivale a más de 37 millones de personas—, aunque el uso activo de estos productos se ubica en 86%, reflejando un reto en convertir el acceso en adopción cotidiana. La brecha geográfica y de género persiste: en zonas rurales, la cobertura apenas llega al 65,6%; entre mujeres, el acceso es del 92,5%, frente al 99,4% de los hombres.
Este avance se explica en gran medida por la acelerada digitalización del sistema financiero. En la primera mitad de 2025, Colombia duplicó el uso de soluciones de transferencia en tiempo real, con más de 30 billones de pesos en operaciones, y cuenta ya con casi 67 millones de tarjetas débito y crédito activas. Sin embargo, sectores como el rural, el migrante y las microempresas siguen marginados por el acceso tradicional al crédito y otros servicios bancarios.
Pagos digitales: mucho más que conveniencia
La percepción de los pagos digitales ha cambiado de lo secundario a lo esencial. Su verdadero valor está en la arquitectura tecnológica que los distingue: autenticación biométrica, tokenización, sistemas antifraude de última generación e interoperabilidad 24/7. Estas características, lejos de ser simple sofisticación, han transformado la confianza y la seguridad, elementos fundamentales para expandir el crédito digital en el país.
En TumiPay, por ejemplo, hemos priorizado el desarrollo de herramientas como nuestro sistema Check and Pay , basado en reglas de preautorización y monitoreo activo. Esta tecnología permite identificar y detener potenciales fraudes antes de que ocurran. Al procesar millones de transacciones mensuales, detectamos patrones anómalos en tiempo real, blindando tanto a consumidores como a entidades financieras frente a las amenazas crecientes del fraude y la suplantación de identidad.
¿Por qué la seguridad
en pagos digitales fortalece el crédito digital?
La seguridad y confiabilidad en los pagos digitales sientan las bases de todo el sistema de crédito digital.
Existen dos razones principales:
Identidad validada en origen: Gracias a la interoperabilidad y los controles biométricos de los pagos digitales, hoy es posible verificar la identidad del usuario de manera más robusta. Esto reduce el riesgo de suplantación y mejora la calidad del dato para quienes otorgan crédito.
Trazabilidad y data enriquecida: Cada transacción digital deja un rastro verificable. Para el ecosistema de crédito, esto significa acceso a información valiosa sobre hábitos de consumo, puntualidad en pagos o historial de transacciones. Estas variables enriquecen los algoritmos de scoring , permitiendo decisiones más inteligentes.
Inteligencia artificial y scoring: el futuro del crédito está en los datos
Como procesadores de pago, las fintech tenemos una visión privilegiada del comportamiento financiero de los usuarios. En TumiPay dirigimos un esfuerzo constante para aprovechar esa data,
gestionada bajo estándares éticos y regulatorios, trabajando en modelos de scoring crediticio que incorporan desde variables tradicionales hasta nuevas fuentes de información digital. Así, podremos identificar a personas con alta probabilidad de cumplir sus obligaciones y, en conjunto con aliados de crédito digital, ampliar los montos y mejorar las tasas para quienes verdaderamente lo merecen, con menos riesgos.
Retos y oportunidades para el ecosistema colombiano
El avance es innegable, pero los retos no son menores:
• Persisten brechas urbanas/rurales que requieren innovación contextualizada y trabajo intersectorial.
• La ciberseguridad evoluciona tan rápido como las amenazas: la confianza del usuario es el principal activo a proteger.
• La interoperabilidad regional aún tiene camino por recorrer, especialmente en pagos y créditos transfronterizos.
En TumiPay, entendemos que el futuro no será de una sola empresa ni de una solución aislada. Es el resultado de la colaboración entre el sector fintech, la banca tradicional y los reguladores, apostando a la estandarización, la interoperabilidad y la inclusión efectiva.
La convergencia entre pagos digitales rápidos y seguros y el desarrollo de crédito digital robusto representa la oportunidad más significativa para acortar la distancia entre el mercado financiero y
la realidad de millones de colombianos. Invertir en innovación tecnológica en pagos no es solo una estrategia competitiva; es, sobre todo, una apuesta por fomentar la equidad, la productividad y el bienestar de nuestro país.
Desde mi experiencia liderando TumiPay, reafirmo que la tecnología debe estar al servicio de la confianza y la inclusión, transformando cada transacción en una posibilidad de progreso para individuos
y empresas. Nos queda por delante el desafío de llegar a todos los rincones de Colombia y a toda su diversidad, pero con colaboración, visión y tecnología, el objetivo está a nuestro alcance.
El fortalecimiento del crédito digital empieza y se apalanca, hoy más que nunca, en pagos digitales que sean rápidos, seguros e inteligentes. Solo así lograremos un sistema financiero verdaderamente abierto, justo e inclusivo.
Eficiencia, inclusión y confianza, en otras palabras: monedas estables
Por: Juanita Rodríguez
Country Manager - Bitso
Hablar de monedas estables es hablar de un activo que ha adquirido una gran relevancia en la región gracias a las soluciones financieras que ofrece y al protagonismo que ha ganado más allá de la industria cripto. Las personas y compañías las están usando en el día a día para hacer su pagos y transferencias internacionales de manera más eficiente; esto es lo que en Bitso llamamos “hacer cripto útil”.
Para empezar, hay varios tipos de stablecoins , pero las más relevantes por su papel hoy en día son los tokens digitales diseñados para mantener una paridad con una moneda fiduciaria —que haga que su valor sea estable con el dólar estadounidense o el euro— mediante diferentes mecanismos de respaldo. Este atributo hace que las stablecoins jueguen un rol clave en la adopción cripto, permitiendo que millones de personas accedan a servicios financieros, especialmente en regiones como América Latina, donde la devaluación y la inflación han impulsado su uso como refugio de valor y herramienta transaccional. Desde pagos transfronterizos hasta remesas internacionales, mediante la infraestructura digital de blockchain, han permitido la adopción, específicamente, de activos como: USDC, USDT, EURC, MXMB y cientos más; inclusive con el peso colombiano.
| Juanita Rodríguez
Así, las stablecoins ofrecen las ventajas de las criptomonedas: velocidad, trazabilidad, accesibilidad global, sin la volatilidad asociada a otros criptoactivos; pero también gozan de las mismas características de las divisas tradicionales: elasticidad, integridad y unicidad. En palabras más sencillas, son el punto medio entre lo familiar del sistema financiero y el poder transformador de la tecnología blockchain
Los mercados de stablecoins son naturalmente elásticos pues interactúan de manera permanente con los activos financieros tradicionales que, al estar respaldados 1:1 por activos monetarios como bonos del tesoro, permiten responder rápidamente a contracciones de la demanda. Es decir, los emisores de stablecoins actúan como proveedores de liquidez para la banca central, especialmente cuando la entidad busca
contraer la demanda de disponibilidad de fondos, operando en estrecha colaboración con los mercados monetarios tradicionales.
Ahora, en relación con la integridad del sistema, no sólo gracias a la continúa mejora de las recomendaciones de organismos internacionales y una mayor regulación, sino también a la naturaleza pública de las transacciones sobre blockchain, es más fácil mitigar los riesgos asociados a actividades delictivas, pues cualquier persona o entidad financiera tradicional puede auditar los movimientos de terceros, cosa que no sucede con el efectivo. En el mundo cripto no hay nada oculto. Sin embargo, es necesario continuar fortaleciendo los mecanismos de cooperación, abriendo canales de información entre el gobierno, el sector financiero tradicional y el de activos virtuales para adoptar mejores prácticas y compartir información.
Si bien las monedas fiduciarias han gozado tradicionalmente de singularidad, el mercado y la regulación están ahora como nunca antes apuntando hacia las stablecoins. Es el caso de iniciativas dentro de la Unión Europea y con el Genius Act, aprobada recientemente en EE.UU, en decisión unánime de 306 votos a favor, convirtiéndose en la primera Ley Cripto en ese país.
El éxito de la eficaz adopción de las stablecoins como medio de pago, se debe en gran parte a las fintech, que han tendido puentes entre el mundo cripto y los sistemas de pago cotidianos (cajeros automáticos, terminales PoS, rieles de conversión, etc.), permitiendo transacciones instantáneas y sin fricciones, incluso sin intermediarios. En la actualidad, numerosos proveedores tecnológicos facilitan que los usuarios gasten stablecoins en los mismos puntos y por los mismos medios que el dinero depositado en una entidad financiera. Esta adopción ha demostrado ser particularmente útil en economías en crisis, donde los activos virtuales se han convertido en medios de pago, como se ha observado en Zimbabue y Argentina.
Las empresas con dinámicas internacionales como pago de proveedores, colaboradores u obligaciones transfronterizas, son quienes mayor provecho están sacando a estos tokens. A través de Bitso Business —nuestra división para empresas— más de 1.900 compañías ya han utilizado soluciones basadas en stablecoins para gestionar pagos, remesas o nóminas internacionales, eliminando la necesidad de terceros y reduciendo los tiempos por transacción de días a minutos. Para ejemplificar el impacto,
en 2024 gestionamos más de $12 mil millones en transacciones, de los cuales más de $6.7 mil millones fueron remesas entre Estados Unidos y México, uno de los corredores más grandes del mundo en este rubro.
Si hablamos de los usos para las personas del común, las stablecoins también están jugando un papel cada vez más relevante como solución práctica frente a las estructuras del sistema financiero tradicional. La exclusión financiera, la baja bancarización y los altos costos en transferencias internacionales, han encontrado en estas monedas estables una herramienta poderosa para el envío de remesas a familiares en el exterior y los pagos transfronterizos de productos y servicios. En pocas palabras, hacer de cripto algo útil para el día a día de personas y empresas en Latinoamérica.
Para dar un ejemplo del impacto local, el Informe Panorama Cripto en América Latina, que Bitso publica semestral y anualmente, demuestra que en Colombia, durante el primer semestre de 2025, USDC siguió ganando terreno y pasó a representar el 28% del total de adquisiciones en el país, un crecimiento de 7.6% frente al mismo periodo de 2024. A juzgar por el poco ruido que generan estos activos en comparación con otras criptomonedas, estamos ante un gigante que se ha abierto paso de manera silenciosa, bajo contextos macroeconómicos dominados por dudas inflacionarias y devaluación de la moneda local y en países de la región.
Estos tokens exploran un terreno mixto donde interoperabilidad, regulación y eficiencia convergen. Aunque parezca una carrera tecnológica entre países o plataformas del ecosistema blockchain, las
stablecoins han tejido un puente cada vez más firme con instituciones financieras del sector tradicional que ha facilitado significativamente la comunicación con reguladores, bancos y entidades oficiales, teniendo hoy grandes avances.
En América Latina, donde seguimos de cerca, y envidiamos, los avances legislativos y regulatorios que se dan en otras jurisdicciones como la Unión Europea, Hong Kong, Singapur, EAU, EU y avances en el Reino Unido, ya se prevé un efecto positivo sobre la confianza del usuario y un aumento en la adopción regulada, especialmente en países como Brasil, México, Argentina y Colombia, donde el uso de stablecoins dejó de ser una economía subterránea para convertirse en una alternativa real.
Para avanzar, debemos adoptar las buenas prácticas de estas jurisdicciones y dejar de lado lo que no funciona en materia de auditorías, licencias regulatorias, transparencia de mercado, y, sobre todo, mecanismos de transición y relevancia que no ahorquen la innovación. Sin temor a equivocarme, estamos frente a una transformación profunda y poderosa de la forma en que interactuamos financieramente en el mundo. Las stablecoins han pasado de ser una curiosidad tecnológica a convertirse en una herramienta concreta para la inclusión, la eficiencia y la estabilidad financiera en América Latina. Y el momento es ahora. El momento de abrirse hacía este nuevo lenguaje del dinero desde el sector más tradicional de la industria.
Entender, adoptar, operar y colaborar con estas soluciones digitales, no es solo una apuesta por la innovación: es una decisión estratégica para liderar el futuro financiero de la región.
Resumen: Fintech Snapshot
Factoring y Confirming 2025
Por: Colombia Fintech
En un entorno marcado por las brechas estructurales de acceso al financiamiento, el factoring y el confirming se han consolidado como instrumentos clave para mejorar la liquidez empresarial, especialmente entre las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes). Estas modalidades permiten anticipar ingresos a partir de cuentas por cobrar, sin necesidad de recurrir al endeudamiento tradicional, y representan una herramienta eficaz para dinamizar el capital de trabajo en sectores productivos con dificultades para acceder al crédito formal.
De esta manera, es importante mencionar que las MiPymes representan el 99% del tejido empresarial colombiano, generan el 79% del empleo y aportan cerca del 40% del PIB. Sin embargo, enfrentan condiciones desiguales en materia de financiamiento, ya que, mientras que el 83% de las grandes empresas acceden a crédito, solo el 15% de las microempresas logra hacerlo. El Factoring y el confirming surgen como mecanismos alternativos que, a través de la cesión de facturas, habilitan flujos inmediatos de recursos y permiten mejorar la liquidez sin deteriorar la estructura financiera de las empresas.
El factoring, el confirming y la factura electrónica
La factura electrónica es, ante todo, una factura, es decir, un comprobante digital de una transacción comercial que contiene una obligación de pago. En esta, el pagador se compromete a cancelar una suma de dinero (conocida como valor nominal) en una fecha determinada, llamada fecha de vencimiento. Además de su función contable como cuenta por cobrar, la factura electrónica incorpora el derecho del proveedor a exigir el pago, y la obligación del pagador a cumplirlo. Por esta razón, puede adquirir la calidad de título valor, lo que permite su transferencia a un tercero, como ocurre en operaciones de factoring.
Ahora bien, para que esta transferencia sea legalmente válida, es necesario que la factura cumpla un proceso de registro en el sistema RADIAN (Registro de Facturas Electrónicas como Título Valor) de la DIAN. Dentro de este proceso se requiere que la factura curse algunos eventos como el acuse de recibo, la aceptación del bien o servicio y la aceptación de la factura. Una vez surtido este proceso, la factura se convierte en título valor y puede ser cedida con seguridad jurídica.
Este proceso de digitalización ha sido clave para habilitar nuevos modelos de financiamiento. Sin embargo, persisten barreras en su adopción. Aunque el uso del RADIAN es mayoritario en las operaciones del sector Fintech, entre el 13% y el 22,6% de las facturas aún no son registradas en el sistema, lo que reduce su trazabilidad y empeora la eficiencia de las operaciones. Estas fricciones se deben, en gran parte, al desconocimiento del proceso por parte de proveedores o pagadores, la falta de
capacidades tecnológicas y la resistencia al cambio.
Ahora, es importante entender en qué consisten las operaciones de factoring. En estas, una empresa proveedora que ha emitido una factura por la venta de bienes o servicios vende este título valor a una Fintech (conocida como factor) a cambio de recibir el valor de la factura de forma anticipada, descontado por una comisión. Esto le permite convertir un derecho de cobro futuro (cuenta por cobrar) en liquidez inmediata, sin necesidad de asumir una deuda ni esperar al vencimiento del pago.
En contraste, en el confirming es el pagador (la empresa que debe pagar la factura) quien contrata a una Fintech para gestionar sus pagos. A través de este mecanismo, la Fintech le puede ofrecer a los proveedores pagos anticipados. Ahora bien, aunque ambos modelos difieren en qué parte de la relación comercial contrata con la Fintech, coinciden en facilitar el acceso rápido a recursos, sin requerir garantías tradicionales, utilizando la factura electrónica como activo base de la operación.
Caracterización de las fintechs que realizan factoring y confirming
La oferta de servicios en este segmento es diversa. El 100% de las Fintechs encuestadas realiza operaciones de factoring, mientras que el 80% también realiza confirming, A su vez, el 60% incluye pre-factoring como parte de su portafolio, a lo que se suma otro 20% de productos complementarios donde destacan los créditos empresariales.
Fuente: Elaboración propia con datos suministrados por los asociados de Colombia Fintech.
En cuanto a los tipos de originación, el panorama es bastante homogéneo, ya que, cerca del 80% de las Fintechs utiliza los tres tipos principales de forma simultánea. No se observa una modalidad predominante, sino una combinación amplia de esquemas que incluyen recursos propios, fondeo de terceros bancarios (como bancos tradicionales) y fondeo de terceros no bancarios (como inversionistas institucionales o retail ). Esta estrategia refleja un enfoque diversificado en la forma de obtener recursos para financiar operaciones de factoring y confirming , lo que contribuye a la flexibilidad y resiliencia del modelo.
El uso del RADIAN en las operaciones de factoring y confirming se encuentra en un rango entre el 76% y el 87,4%, lo que implica que entre 49.000 y 93.000 facturas aún no son tramitadas por esta vía. Aunque la plataforma ha permitido formalizar y dar trazabilidad a las operaciones, su adopción no ha sido total. En muchos
casos, la falta de aceptación del pagador o la baja familiaridad de las MiPymes con los procedimientos digitales impide que la factura sea transada por medios digitales. Resolver estas fricciones es fundamental para escalar el modelo y fortalecer la inclusión financiera empresarial.
El perfil de los usuarios refleja un enfoque centrado en MiPymes, aunque también con presencia de otros tipos de empresa. El 80% de las Fintechs reporta atención a pequeñas y medianas empresas, mientras que el 60% trabaja con grandes empresas y el 40% con microempresas. Entre 2023 y 2024, el número de pagadores vinculados a operaciones Fintech creció un 51,2%, pasando de 1.177 a 1.780 empresas. Por su parte, el número de proveedores creció un 9,3%, al pasar de 3.741 a 4.089. Este crecimiento sugiere que cada vez más compradores se vinculan a estos esquemas, generando mejores condiciones para que sus proveedores accedan a liquidez.
Gráfico 1. Porcentaje de Fintechs de Factoring y Confirming que realizan cada tipo de servicio
Gráfico
2. Porcentaje de Fintechs de factoring y confirming por usuario de cada tipo
Fuente: Elaboración propia con datos suministrados por los asociados de Colombia Fintech.
Caracterización de las operaciones de factoring y confirming
El volumen de operación registrado por las Fintechs de factoring y confirming ha venido creciendo de manera significativa, consolidando la relevancia de estos actores dentro del ecosistema Fintech. Durante 2024, las Fintechs especializadas en factoring y confirming financiaron operaciones por un valor superior a los 5,8 billones de pesos. Esto representa el 0,35% del PIB colombiano de 2024 y el 17,6% del total de operaciones de factoring y confirming del país.
Ahora bien, aunque el servicio más común entre estas Fintechs es el factoring, el confirming concentró la mayor parte del valor financiado (55,8%), con 3,2 billones de pesos, frente al 44,2% del factoring (2,5 billones de pesos). Este patrón se repite en el volumen de facturas financiadas, con más de 388.000 operaciones en total, el 64,8% corresponde a confirming y el 35,2% a factoring. Ahora, el total de facturas equivale a más de 32.400 facturas mensuales o más
de mil diarias, consolidando la relevancia de este segmento en la digitalización del financiamiento empresarial.
En cuanto a los modelos de originación, el panorama muestra un predominio claro de la originación bancaria, que representa el 64,9% del valor total financiado (3,8 billones de pesos) y el 81,9% del volumen de facturas. La originación en nombre propio, en contraste, representa el 19,1% del valor (más de 1,1 billones de pesos), mientras que la originación a través de terceros no bancarios alcanza el 16% del valor (940.639 millones). Esta distribución se intensifica al observar los datos por tipo de servicio, ya que, en confirming , la originación bancaria representa un abrumador 94,6% del valor, mientras que en factoring la originación está más repartida, con un 39,4% en nombre propio, un 33,3% en terceros no bancarios y un 27,3% en terceros bancarios. El valor promedio por factura es más alto en factoring que en confirming , especialmente cuando la originación es en nombre propio, lo que sugiere operaciones más concentradas en facturas de mayor monto.
Grandes empresas
Medianas Empresas
Pequeñas empresas
Tipo de Usuario
Gráfico 3. Volumen total de facturas en las operaciones de factoring y confirming por tipo de originación
Fuente: Elaboración propia con datos suministrados por los asociados de Colombia Fintech.
En cuanto a las tasas de descuento aplicadas por las Fintechs en operaciones de factoring y confirming, estas mostraron una amplia dispersión. Se observaron oscilando entre el 15% y el 27% efectivo anual, dependiendo del perfil de riesgo de cada operación. Al ponderar estas tasas por valor transado, se estimó que el promedio general del sector se sitúa entre 19,8% y 21,8% efectiva anual.
Dos factores determinan principalmente el costo del financiamiento: i) el costo de fondeo y ii) el riesgo de impago. Según el tipo de originación, el costo de los recursos puede variar significativamente. Además, a diferencia del crédito tradicional, en el factoring y confirming el riesgo evaluado no recae sobre el proveedor, sino sobre el pagador, lo que permite al proveedor acceder a tasas más favorables al apalancarse en el perfil de riesgo de su cliente. Reducir estas tasas requiere mejorar el acceso a fondeo y fortalecer mecanismos de cobertura de riesgo, por ejemplo, mediante líneas de redescuento o licenciamiento para captar recursos.
Esto es especialmente relevante considerando que las tasas de descuento dependen directamente del costo al que las Fintech obtienen recursos y del riesgo de impago asociado a la operación. Así, incidir en estas dos variables permite reducir el costo del financiamiento y ampliar el acceso a este tipo de soluciones para más empresas.
Por su parte, en el análisis de los tiempos promedio de operación se identificó que el tiempo promedio de financiamiento en operaciones de confirming fue de 51,5 días, mientras que en factoring fue de 73,6 días. No obstante, al comparar operaciones dentro de una misma Fintech que ofrece ambos servicios, se observa que el confirming financia en promedio 4,4 días más que el factoring, lo cual podría reflejar fricciones propias del proceso de circulación de la factura como título valor. Además, el tiempo promedio de negociación de una factura, desde el primer contacto hasta la transferencia, fue de 7,7 días, lo que evidencia la existencia de fricciones en la negociación de estos títulos valores.
Tipo de operación y originación
Motivos para el uso del factoring y el confirming
Las empresas usuarias de factoring y confirming utilizan estos mecanismos por razones que varían según su rol (pagador o proveedor), pero que comparten objetivos como optimizar procesos, mejorar la liquidez y fortalecer vínculos comerciales. En el caso del confirming, las Fintechs destacan como principal motivo la simplificación de la gestión de cobros y pagos mediante tecnología, lo que reduce la carga administrativa de los pagadores. Le siguen razones de importancia medio-alta como facilitar liquidez a proveedores sin afectar el flujo de caja del pagador y mejorar la salud financiera de la cadena de suministro. También se valoran motivos como anticipar pagos a proveedores estratégicos o reducir riesgos operativos por incumplimientos, aunque con un nivel de importancia intermedio.
En el caso del factoring , la razón más relevante es la obtención de liquidez inmediata para financiar capital de trabajo sin recurrir a endeudamiento tradicional. Esta flexibilidad permite mantener operaciones y apoyar el crecimiento del negocio. Otros motivos destacados incluyen acceder rápidamente a capital, expandir ventas, reducir riesgos de impago, ahorrar costos en gestión de cobros y obtener financiamiento alternativo en contextos de exclusión del crédito formal. En conjunto, ambos mecanismos permiten a las empresas transformar cuentas por cobrar en recursos disponibles, integrando eficiencia financiera y operativa en su día a día.
Proyecciones de crecimiento del mercado y retos del factoring
y el confirming
Las Fintechs del sector mantienen un panorama optimista frente al crecimiento proyectado para 2025. El 80% espera un aumento superior al 20% en el valor total financiado, mientras que el 20% restante anticipa incrementos entre el 5% y el 20%. Incluso bajo un escenario conservador, el crecimiento se ubicaría en más de 1,1 billones de pesos, alcanzando un total de 7 billones de pesos en operaciones financiadas. En términos de volumen, esto representaría 77.000 facturas adicionales, para llegar a unas 466.000 facturas tramitadas durante el año.
Sin embargo, este potencial de expansión enfrenta desafíos importantes. Las principales barreras están relacionadas con el régimen de la factura electrónica, especialmente con la posibilidad de bloqueo o rechazo de eventos por parte del aceptante, lo que impide convertir las facturas en título valor y limita su negociabilidad. A esto se suma la baja educación financiera o el desconocimiento del producto, tanto por parte de proveedores como de pagadores, lo cual frena su uso eficiente y limita el impacto de estos mecanismos en la cadena de suministro.
Además, las Fintechs identifican otros obstáculos como la alta competencia con la banca tradicional y otros mecanismos de financiamiento, así como la concentración en pocos pagadores, lo que reduce la capacidad de negociación de los proveedores.
Entre las barreras menos relevantes, se mencionan la complejidad regulatoria, las fallas técnicas en la plataforma RADIAN y los altos niveles de informalidad empresarial, que limitan la emisión de facturas electrónicas. Por el contrario, el fraude no se considera un reto significativo para el sector, ya que ninguna empresa reportó casos recientes.
Estas barreras no solo limitan el uso eficiente del factoring y confirming, sino que también tienen un impacto cuantificable en el crecimiento del mercado. Según estimaciones del sector, aproximadamente el 23,8% de las operaciones de factoring no logra concretarse debido a estas fricciones, principalmente relacionadas con la imposibilidad de convertir la factura en título valor. Esto significa que una de cada cuatro facturas que las MiPymes intentan negociar para obtener liquidez nunca se financia, afectando su operación y obligándolas a recurrir a alternativas más costosas. En términos económicos, esto equivale a 878.431 millones de pesos no financiados, representados en más de 46.000 facturas anuales. Si estas barreras desaparecieran, el mercado de factoring podría crecer un 33,9% adicional, alcanzando los 3,4 billones de pesos, y el ecosistema Fintech en su conjunto podría llegar a financiar hasta 6,7 billones, equivalentes al 0,4% del PIB colombiano.
Las causas de estas fricciones son diversas, pero comparten un efecto común y es que la factura no se convierte en título valor porque no se completa el proceso requerido en el RADIAN. Entre las razones más frecuentes están el desconocimiento por parte de proveedores y pagadores sobre cómo operar
la plataforma o sus responsabilidades en el registro de eventos, lo que evidencia la necesidad urgente de fortalecer la educación financiera y jurídica. También se identifican malas prácticas, como la negativa de algunos pagadores a registrar eventos, lo que retrasa o bloquea las operaciones de factoring . Aunque la normativa contempla sanciones ante estos comportamientos, su aplicación aún es limitada.
Con lo anterior en mente se pueden plantear diversas soluciones que beneficien a ambas partes. Dada la carga administrativa a la que se tienen que someter los pagadores para registrar los eventos de las facturas de todos sus proveedores, parecería sensato que, con la automatización, e incluso eliminación, de ciertos eventos se podría llegar a un resultado más beneficioso para todos. En particular, el evento de recibo de bienes y servicios puede plantear una serie de problemáticas en términos de incentivos y carga administrativa, por lo que una buena opción para reducir estas fricciones podría ser su eliminación o automatización.
Bajo una línea similar, otra propuesta podría ser el establecimiento de listas de proveedores con los cuales el pagador se relaciona frecuentemente y con los cuales podría tenerse un proceso más expedito para conversión de la factura como título valor. Todo lo anterior se debe dar en un marco de confianza y respeto mutuo entre pagador y proveedor, lo que permita fortalecer las relaciones comerciales y las posiciones de ambas partes para fomentar así el crecimiento económico del país.
Conclusiones
En suma, el segmento Fintech de factoring y confirming en Colombia demuestra potencial para transformar el acceso al financiamiento empresarial, especialmente en beneficio de las MiPymes. Su crecimiento sostenido y el uso intensivo de tecnología son señales claras de madurez y capacidad de adaptación. No obstante, el aprovechamiento pleno de este mercado depende de superar las barreras operativas y normativas que aún persisten, muchas de las cuales pueden resolverse mediante ajustes técnicos, mejoras regulatorias y mayor educación financiera. Avanzar en la automatización de eventos, ampliar las capacidades del RADIAN y consolidar relaciones de confianza entre proveedores y pagadores serán pasos clave para expandir el impacto de estos mecanismos. Con el entorno adecuado, el factoring y el confirming Fintech pueden consolidarse como pilares de la inclusión financiera productiva y de la modernización del tejido empresarial colombiano.
Financiación digital de la cadena de suministro
Por: Alexandra Mendoza De Castro CEO & FOUNDER LIQUITECH
Presidente Junta Directiva Colombia Fintech
Cuando se trata de soluciones financieras, las fintechs están tomando un papel cada vez más relevante. Y en lo que hace referencia al financiamiento de las cadenas de suministro de las PYMEs muchas empresas en América Latina están aprovechando la digitalización de facturas, lo que ha abierto nuevas oportunidades para los negocios en la Región.
Como sabemos, este cambio ha traído consigo una gran cantidad de retos. Las empresas han tenido que adaptarse día a día a estos nuevos instrumentos digitales, pero el impacto ha sido transformador. Hoy, las facturas electrónicas no son solo documentos; son herramientas clave para obtener financiamiento. Sin embargo, para que esto sea posible, es indispensable un entorno completamente digital, lo que exige avances tecnológicos que, para los bancos tradicionales, suelen ser difíciles de implementar rápidamente, y es precisamente en este punto donde las fintech han venido marcando la diferencia.
Las fintechs cada vez más se vienen convirtiendo en las aliadas tecnológicas y de innovación que son fundamentales para la banca tradicional, ayudándolos a digitalizar y optimizar el proceso de financiamiento de facturas: factoring electrónico. Esto no solo agiliza los trámites, sino que también ofrece mayor seguridad al incorporar aspectos que eliminan o minimizan riesgos tecnológicos y operativos, como la transmisión de datos, endosos electrónicos, firmas digitales, validación de identidad, verificaciones y auditorías realizadas por terceros en tiempo real, entre otros, lo cual de forma integral, brinda tranquilidad tanto a las entidades financieras como a sus partes interesadas.
De la misma forma, es importante reconocer el papel fundamental de los reguladores en este ecosistema. Gracias a la colaboración entre fintechs y entidades financieras, ahora es posible desarrollar indicadores innovadores y reportería especializada sobre formas no tradicionales de financiamiento. Estos indicadores no solo ayudan a entender cómo mejorar la inclusión financiera, especialmente para las pymes, sino también cómo evaluar el riesgo crediticio desde nuevas perspectivas. Esto permite que empresas que históricamente no han sido admisibles para servicios financieros tradicionales
encuentren nuevos mecanismos de financiamiento y el regulador pueda tener acceso a esta información de inclusión financiera y su transformación social consecuente. Lo mejor de todo es que esta colaboración genera un círculo virtuoso. Las fintechs y los bancos trabajan juntos por un objetivo común: apoyar al mercado y, especialmente, a las PYME´s y con un flujo constante de información que se comparte entre las partes, se pueden implementar mejoras que realmente marquen la diferencia en la calidad de los servicios para este sector tan importante de la economía. De esta manera, al final del día, todos ganamos: empresas, bancos, fintechs, estado y por supuesto, el mercado en general.
Sin duda existen muchos retos en la industria fintech colombiana que pueden tener una incidencia importante en el desarrollo cada vez mayor de un mercado de financiamiento a través de facturas electrónicas. Primero, es fundamental seguir avanzando hacia la digitalización de los procesos para todos los actores involucrados en las transacciones de factoring, haciéndolos cada vez más simples, rápidos y seguros. En cuanto a la experiencia del usuario, la inteligencia artificial jugará un papel clave al ofrecer procesos más intuitivos y adaptados.
Por otra parte, la implementación de datos abiertos es crucial para crear modelos de evaluación de riesgos más precisos, ajustados a las realidades de las empresas. Esto no solo permitirá predecir mejor posibles situaciones de incumplimiento, sino que también abrirá la puerta a un mayor acceso a financiamiento para más empresas. Sin embargo, existen desafíos regulatorios que debemos superar.
En lo que respecta a la disponibilidad de recursos, los pagos inmediatos son otro reto importante. La implementación efectiva de Bre-B en Colombia será crucial para que las empresas accedan a sus recursos de manera inmediata y sin costos de traslado asociados.
Por último, la tokenización de facturas como activos digitales para el comercio global está en desarrollo. Aquí todavía en Colombia estamos crudos pero con esto seguiríamos en la senda hacia la construcción de un mercado secundario de capitales donde las facturas se conviertan en una nueva forma de inversión, similar a las acciones y que en Latinoamérica tiene grandes oportunidades de desarrollo.
¡Los invito entonces a partir de la fecha a incluir el factoring electrónico como una herramienta indispensable en sus matrices de planeación financiera y estratégica!
Tecnología: clave para el desarrollo del factoring en Colombia
Por: Andrés Guávita Torres Gerente General CESIONBNK
El factoring electrónico se ha consolidado como el mecanismo más eficiente para que una empresa pueda obtener liquidez inmediata, mediante la negociación de sus facturas emitidas a plazo. Con crecimientos vertiginosos en los últimos años, esta herramienta financiera superó los 41 billones de pesos en operaciones en 2024 y se proyecta que en 2025 alcance un volumen de, al menos, 50 billones de pesos, generando dinamismo en la economía al irrigar liquidez, especialmente a las MiPymes.
Para quienes llevamos un buen tiempo relacionados a esta industria, es claro que la evolución del producto está íntimamente ligada con la adopción y continuo desarrollo de la tecnología aplicada. Las épocas en que las facturas (físicas por ese entonces) debían ser endosadas en su reverso -muchas veces de forma manual- son ahora, afortunadamente, fuentes de anécdotas que hoy vemos con gracia y que en su momento nos sacaron canas.
Cientos de viajes urbanos y a veces rurales para radicar facturas, la obtención un sello de recibido, luego el endoso y posteriormente su custodia física, eran el pan de cada día para materializar una operación de factoring en Colombia. Realmente todo un desafío logístico que impactaba en la adopción de un producto con unas bondades maravillosas, pero con grandes retos operativos.
Luego estaba el asunto de los riesgos documentales, pues al usar las facturas físicas, eran estas susceptibles de duplicación e incluso falsificación, haciendo necesarios distintos procedimientos de contraste y confirmación que mitigaran los riesgos.
Y en esas apareció la tecnología. Enfocados en la búsqueda de eficiencia y seguridad, en los inicios de la década de 2010, se crearon plataformas que proponían un sistema híbrido (facturas físicas y confirmación electrónica). Colfimax y Exponencial fueron las pioneras, estableciendo un modelo que luego fuera replicado y desarrollado de manera excepcional por nuevos actores del mercado, como Libera y Capital Logistics -hoy Klym-. Por primera vez los bancos, principales jugadores del negocio, empezaban a mirar con más detenimiento al factoring como un producto que podría tener unos volúmenes y retornos interesantes. Fue el nacimiento del factoring masivo en el país, en un inicio a través de su variante con mayor capacidad de generar grandes eficiencias, el confirming.
El interés por el factoring y su uso creciente pronto generaron crecimientos a tasas de doble dígito y la consolidación de una verdadera industria alrededor
del producto. De repente, en las tesorerías de las grandes empresas del país se volvía habitual la discusión de grandes líneas de factoring y confirming, que permitían a sus proveedores obtener liquidez sin un ejército de personas ocupadas en desgastantes y odiosos procedimientos manuales.
Pero faltaba algo. Para 2018 teníamos una industria del factoring ya tecnificada, impulsada por cuatro grandes plataformas consolidadas y otras nuevas emergiendo, fondeadas por distintos Bancos y Carteras Colectivas -hoy Fondos de Inversión Colectiva- creciendo con gran dinamismo y automatizando todo cuanto se podía, excepto el documento que daba origen a la transacción: la factura.
Para que nos hagamos una idea de cuánto tiempo nos puede tomar realizar ciertas transformaciones, en Colombia empezamos a hablar de factura electrónica desde 1995. Veinte años después, el Decreto 2242 de 2015 daba a luz la factura electrónica en nuestro país pero, al no ser de adopción obligatoria, no pasaba de ser una buena intención. Varios aplazamientos, presionados por algunos sectores resistentes al cambio, hicieron que solo hasta 2019 la factura electrónica tuviera obligatoriedad universal.
La esperada llegada de la factura electrónica universal a nuestro país cambió el panorama de una industria que ya tenía enormes avances técnicos, pero traía consigo un nuevo reto, pues el marco normativo (Código de Comercio, modificado por la Ley 1231 de 2008) consideraba la existencia y circulación de facturas físicas y no electrónicas. Así pues que se tenía la tarea de ajustar las normas legales a
la nueva realidad, labor que fue asumida por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en conjunto con la DIAN.
A modo de ejemplo, la manera en que se certificaba la entrega de una factura era con un sello impuesto por quien la recibía. En una factura electrónica, obviamente no hay forma de imponer un sello, así que, ¿Cómo podríamos homologar las acciones requeridas sobre las facturas físicas, en un nuevo ambiente con facturas electrónicas?
Luego de un extenso trabajo, fue concebido el Decreto 1154 de 2020, cuyo objetivo principal fue desarrollar el nacimiento del RADIAN, un registro electrónico diseñado para cumplir con la labor principal de llevar, con la debida seguridad, el control y la trazabilidad de las distintas opciones de circulación de las facturas electrónicas de venta, corazón del factoring. Con ese espíritu se desarrolló el Decreto que terminó, por un lado, facilitando el registro electrónico de las transacciones y por otro, restringiendo la autonomía del emisor para la libre circulación. Esto último, generado por falta de previsión y no por mala intención, terminó afectando la masificación del factoring que podría ser aún mayor a la actual.
Afortunadamente, la industria en general buscó formas de ajustar lo que funcionaba mal y, con la coordinación del Banco Mundial a través del IFC, se instauró una mesa de trabajo que contó con la participación de distintos actores como Andi, Asoface, Banca de las Oportunidades, Colombia Fintech, DIAN, MinCit y Supersociedades. De forma unánime se logró concluir, entre otras cosas, que la modificación del Decreto 1154, en cuanto a
devolverle la autonomía al emisor o tenedor legítimo de las facturas para que este pueda circularlas sin depender del pagador, es absolutamente necesaria.
Es así como, con el trabajo intenso y certero de la mesa, sumado a la disposición del MinCIT y la DIAN, estamos cerca de tener un nuevo decreto que corregirá el yerro, permitiendo que la masificación del factoring avance con mayor profundidad.
A pesar de los retos, el factoring, como producto invaluable de liquidez e inclusión financiera para las MiPymes, ha tenido un crecimiento imparable. Los avances de la tecnología aplicados al factoring, impulsados por los Sistemas de Negociación Electrónica, hoy permiten ejecutar procesos de Sagrilaft y/o Sarlaft en minutos, realizar vinculaciones de clientes en línea, firmar digital o electrónicamente los documentos requeridos, validar en línea si una factura es susceptible de circulación y, por último, endosar o transferir la factura para que la MiPyme pueda recibir en su cuenta el desembolso de las operaciones de factoring muy rápidamente. En este apasionante viaje, hemos cambiado los viajes, sellos, esferos y sobres de manila, por clicks. Estos niveles de eficiencia, en un entorno de alta seguridad informática, eran impensables hace 15 años y hoy son la piedra angular de la industria del factoring, cuya transformación, pasada, presente y futura, está inexorablemente ligada a los avances tecnológicos.
Y como la tecnología y la curiosidad de nuestros valiosos recursos humanos no se detienen, con toda seguridad continuaremos presenciando la aparición de nuevas formas, cada vez más eficientes,
seguras y sostenibles, de desarrollar aún más el factoring en Colombia, impulsando con mayor profundidad la verdadera inclusión financiera que tanto necesita nuestro tejido empresarial. Nada de esto sería posible sin el componente tecnológico.
La llegada del open finance, la utilización de blockchain en smart contracts y otras herramientas, la adopción masiva del nuevo sistema de pagos inmediatos y la inclusión de inteligencia artificial en el desarrollo de nuevas herramientas son, entre otras, novedosas tecnologías que continuarán haciendo de este producto, uno de los más tecnificados y automatizados del entorno financiero empresarial.
El desarrollo tecnológico aplicado al factoring es tan importante, que hoy Colombia se posiciona como un referente regional en esta materia. Varias soluciones informáticas ideadas y evolucionadas en
Colombia han sido ya exportadas a países como México, Ecuador, Chile, Perú y Panamá. Si bien Chile y Perú han alcanzado volúmenes de transacción más altos, Colombia sin duda ha sido un destacado jugador, caracterizado por tener uno de los mejores sistemas de factura electrónica y de registro de circulación, tomando lo mejor de experiencias previas de otros países y logrando así el mejor desarrollo en tecnología para la transformación digital de la industria en la región. Hay incluso un par de iniciativas preparando su llegada a España, lo que seguramente abrirá las puertas de entrada al mercado europeo.
La tecnología, clave en el desarrollo y bienestar de los seres humanos, hace de las suyas -en el mejor sentido de la palabra- en su objetivo de facilitarnos la vida. En el caso del factoring, esa premisa, que se ha vuelto promesa, se vuelve a cumplir con suficiencia.
EMPRESAS FINTECH COLOMBIA | Andrés Guávita Torres
Crédito digital, avances significativos
Por: Esteban Velasco CEO SEMPLI
Las fintech de crédito digital construyen su diferencial basada en su misma definición, Fin-Tech: Lo suficientemente sólidas financieramente en su estructura, respaldo y solvencia para atraer confianza y fondeo; así como ampliamente disruptivas tecnológicamente para ofrecer productos de valor a la industria y el mercado a nivel de acceso, data y experiencia.
En los últimos años, Colombia ha dado pasos significativos hacia la modernización de su sistema financiero. El crédito digital se ha convertido en uno de los motores de transformación más relevantes, no solo por su eficiencia y escalabilidad, sino por su capacidad de generar inclusión financiera real para personas y negocios que durante años estuvieron marginados del sistema bancario tradicional. Como CEO de Sempli, una fintech especializada en crédito a micro y pequeñas y empresas, he vivido de primera mano los desafíos y oportunidades de este ecosistema. Hoy, más que nunca, urge consolidar este camino a través de: i) la colaboración; ii) la regulación inteligente; y, iii) el uso extensivo de datos.
Crédito digital: una
herramienta de inclusión y productividad
En Colombia, más del 99% del tejido empresarial está compuesto por micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes). Estas unidades productivas generan alrededor del 65% del empleo formal, el 40% del PIB, pero enfrentan barreras estructurales para acceder al crédito. Según datos de Asobancaria, menos del 30% de las pymes acceden a financiación formal. El crédito digital ha cambiado esta realidad. Las plataformas fintech, apalancadas en tecnología y modelos de analítica avanzada, han logrado evaluar riesgos con variables alternativas, reducir el tiempo de aprobación de días a minutos y entregar soluciones de crédito a segmentos antes invisibles para la banca. Esta disrupción ha sido crucial para ampliar la base de empresas que pueden crecer, invertir y formalizarse. Así mismo, según cifras de Colombia Fintech, el sector de lending digital movilizó el último año más de 2 billones de pesos en créditos, con más del 60% dirigidos a personas naturales y el restante a empresas. Nuestra experiencia muestra que cuando se elimina la fricción del acceso, la demanda por crédito productivo emerge con más fuerza.
Colaboración con la banca: una oportunidad, no una amenaza
El futuro del crédito digital no está en la confrontación entre bancos y fintechs, sino en la colaboración inteligente. Hoy vemos alianzas donde fintechs proveen motores de decisión crediticia o proce-
sos de onboarding digital a bancos; o esquemas de financiación donde la banca apalanca portafolios administrados por plataformas tecnológicas. En lugar de competir por el mismo cliente, podemos complementar nuestras fortalezas. Así mismo, la banca tradicional tiene infraestructura, fondeo y confianza reputacional. Las fintechs tenemos agilidad, tecnología y conocimiento profundo de segmentos subatendidos. Esta combinación puede escalar la inclusión financiera sin comprometer la solvencia del sistema.
Retos regulatorios:
tasa de usura, acceso a datos y 4x1000
A pesar de los avances, aún enfrentamos retos que limitan el crecimiento del crédito digital.
La tasa de usura: Hoy no refleja el verdadero costo del riesgo de segmentos excluidos. Un modelo tarifario más flexible, segmentado por tipo de producto y perfil de cliente, permitiría a más empresas acceder a crédito sin destruir la economía unitaria de los originadores. La inclusión cuesta, y necesita precios racionales.
El acceso a datos: El potencial de los modelos de riesgo se multiplica cuando hay disponibilidad de datos abiertos, estandarizados y actualizados. En este sentido, la implementación efectiva de Open Finance y Open Data es clave. Debemos pasar del piloto a la adopción masiva, con reglas claras y seguras que incentiven el intercambio de información.
El 4x1000: Este impuesto desincentiva la transaccionalidad digital y encarece
innecesariamente las operaciones. Para plataformas con alto volumen de movimientos, este costo puede representar una barrera real para escalar.
El rol de la Data en el crédito
La inclusión no ocurre por decreto: se construye con información. Un sistema financiero abierto, donde los datos del cliente le pertenecen al cliente y se pueden compartir con su consentimiento, permitirá construir modelos de riesgo más precisos, personalizados y justos.
Imaginemos un comerciante informal que hoy no tiene historial en centrales de riesgo, pero sí tiene movimiento en billeteras digitales, historial de pagos de servicios, y ventas por plataformas como Rappi o Mercado Libre. En un esquema de Open Finance, esta información podría alimentar su perfil crediticio y habilitarle acceso a un microcrédito productivo.
Colombia ya tiene la estructura normativa, pero necesitamos que la implementación sea rápida, efectiva y centrada en el usuario.
Pagos
inmediatos: el sistema Bre-B como catalizador
La entrada en operación del sistema de pagos inmediatos (Bre-B) representa un punto de inflexión para el ecosistema financiero. No solo facilitará pagos 24/7 en tiempo real, sino que podría habilitar nuevas lógicas de desembolso y recaudo para el crédito digital. Por ejemplo, el recaudo o débito automático (“pago pull”)
podría mejorar los indicadores de mora temprana y reducir los costos de cobranza. Más aún, sistemas como Bre-B son esenciales para competir en igualdad con países como Brasil, donde PIX ha transformado la economía digital, reduciendo el uso de efectivo y habilitando nuevos modelos de negocio.
El desafío de acelerar y consolidar un ecosistema competitivo y sostenible
Colombia ha avanzado, pero no puede dormirse. Brasil y México, muestran una evolución significativa en crédito digital, pagos inmediatos, oferta sin tasas de usura, y desarrollo del open banking como palanca de crecimiento y adopción de la la banca digital. Colombia tiene uno de los ecosistemas fintech más grandes de la región (más de 350 fintech emergentes y disruptivas), pero aún enfrenta brechas en acceso a capital, escalabilidad regional y regulación. El crédito digital no es una moda: es una necesidad estructural para cerrar las brechas de productividad, formalidad e inclusión en Colombia. Pero para que cumpla su promesa, necesitamos reglas que promuevan la competencia sana, reduzcan la fricción, y reconozcan la naturaleza distinta de las fintech frente a la banca tradicional. La agenda está clara: La colaboración entre banca, fintech y reguladores no es opcional, es el camino. Tenemos la tecnología, el talento y la voluntad para consolidarnos y así mismo desbloquear el acceso al crédito de las personas y las empresas en nuestro país, lo cual generará mayor bienestar y desarrollo económico.
Colombia y el open finance: de espectadores a protagonistas del cambio
Por: Karol Benavides
Consultora en Open Finance y Fundadora de la “Comunidad FinancieraMENTE Abierta”.
Desde 2022, cuando en Colombia empezamos a escuchar con mucha más frecuencia y fuerza el término “Open Finance”, el sector financiero ha recorrido un camino de disrupción, innovación, adaptación y cambio cultural. Hemos visto cómo la teoría empieza, poco a poco, a convertirse en práctica, gracias a los avances regulatorios, la llegada de compañías de tecnología especializadas en arquitectura abierta y un ecosistema comprometido con la inclusión financiera.
Quienes hemos tenido la fortuna de seguir de cerca esta evolución, sabemos que el reto no está solamente en hablar de Open Finance sino en hacerlo realidad. Por lo que el llamado es claro: Pasar de la conversación a la creación, y de la creación a la acción.
Pero veamos cómo ha sido este camino y qué nos queda aún por recorrer.
EMPRESAS FINTECH COLOMBIA | Karol Benavides
Contexto de open finance en Colombia
Si bien, las conversaciones sobre Open Banking-Finance en Colombia empiezan a abrirse desde el año 2019, su verdadero auge comienza, sin duda, con la expedición del Decreto 1297 de 2022, por parte de la Unidad de Regulación Financiera (URF), en el que, formalmente, se incorpora el concepto de Finanzas Abiertas, se habla sobre la estandarización para el intercambio de datos bancarios, la iniciación de pagos y el fortalecimiento de la protección del consumidor. La publicación de este Decreto generó un gran movimiento en nuestro sistema financiero y abrió el interés por comprender las implicaciones de formar parte de un Sistema de finanzas abiertas.
Meses después, en marzo de 2023, el Plan Nacional de Desarrollo 2022 2026 ratifica que el Open Finance constituye una política oficial, incluyendo conceptos tan importantes como la portabilidad financiera y los esquemas de datos abiertos en sus artículos 89 y 94. Y, el 7 de febrero de 2024, siendo uno de los
hitos más importantes dentro de la construcción del marco regulatorio, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) emitió la Circular Externa N° 004, que establece unas primeras “reglas de participación” basadas en estándares tecnológicos, de seguridad, vinculación de terceros, y obligaciones claras en materia de privacidad y protección de los datos de los consumidores financieros. Y aunque, hasta este momento, la regulación estaba enmarcada en un esquema voluntario, muchas entidades financieras tradicionales y Fintechs pusieron en marcha la profundización de la teoría para entender, adoptar e implementar el modelo.
Así que, visto de esta manera, han sido años de trabajo y esfuerzo por parte de la URF, la Superintendencia Financiera de Colombia, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, las entidades públicas, los organismos multilaterales y los sectores privados y gremiales, para que el Open Finance sea una realidad, con un marco regulatorio claro y estable que garantice la seguridad de los datos, la equidad entre participantes y, sobre todo, el derecho del consumidor financiero a decidir con quién comparte su información.
Avances regulatorios:
el motor que acelera el open finance
Los avances en términos regulatorios son, sin duda, un motor fundamental para la adopción, por lo que no podemos perder de vista el camino recorrido y lo que está por venir: El 19 de diciembre de 2024, la URF expidió el Proyecto de Decreto que introduce el marco normativo del sistema de finanzas abiertas de carácter obligatorio y, el 24 de junio de 2025, se publica su segunda versión para comentarios donde, entre muchos otros aspectos relevantes, se destacan:
Las entidades que desarrollan actividad financiera, bursátil, aseguradora y cualquier otra relacionada con el aprovechamiento, manejo e inversión de recursos captados del público, vigiladas por la SFC, deberán participar, de manera obligatoria, como proveedores de datos en el Sistema de Finanzas Abiertas.
Se establece a la SFC como autoridad decisoria del sistema, encargada de definir los estándares técnicos, tecnológicos y operacionales, y de administrar el Directorio de Participantes (Herramienta de consulta donde estarán las entidades que cumplan con los requisitos para participar en el sistema)
Se incluye la figura de “Terceros de Confianza”, encargados de verificar que los participantes no vigilados por la SFC cumplan los requisitos para participar en el ecosistema.
La publicación de la versión final del Decreto se encuentra dentro de la agenda regulatoria del 2025 y se espera con grandes expectativas. Pero, surge la pregunta: ¿Los participantes del Sistema de Finanzas Abiertas ya pueden empezar a adoptar e implementar sus modelos? Y la respuesta es un contundente “Sí”.
¿Qué viene para el open finance?: claves y desafíos.
Hay mucho que las entidades financieras y los demás participantes pueden hacer desde ya, para prepararse y posicionarse como líderes en el Sistema de Finanzas Abiertas. Si bien no existe un manual de instrucciones, es posible empezar a ejecutar algunas acciones concretas e identificar y gestionar los retos asociados a ellas:
La tarea: Modernizar los sistemas y adoptar arquitecturas abiertas, con un enfoque en la protección de los datos y la confianza del consumidor financiero, que permitan la interoperabilidad y la integración ágil con terceros.
El reto: Se requiere una reorganización de prioridades estratégicas, técnicas y de presupuesto de TI y, especialmente, una gestión eficaz del riesgo tecnológico durante la transición.
La tarea: Desarrollar APIs bajo estándares de Open Finance, no solo como un requerimiento técnico, sino como un habilitador de nuevos modelos de negocio.
El reto: Garantizar que estas APIs sean seguras, estables y fáciles de consumir por terceros. Además, es necesario lograr un equilibrio entre el
cumplimiento de los estándares regulatorios y el valor comercial y diferencial frente a la competencia.
La tarea: Diseñar casos de uso aplicables en nuestras realidades, que respondan a necesidades concretas de los consumidores financieros y las empresas.
El reto: Entender detalladamente las necesidades reales de usuarios y empresas, y conectarlas con la propuesta de valor y las capacidades tecnológicas. Existe el riesgo de diseñar productos que no generen tracción si no se conciben con un enfoque centrado en el usuario, priorizando la experiencia, la transparencia y el valor.
La tarea: Definir una estrategia de gobernanza de datos con políticas internas, procesos de consentimiento explícito y mecanismos de auditoría que permitan un uso responsable y trazable de la información.
El reto: Se requiere madurez organizacional, nuevas capacidades y, en muchos casos, un cambio en la cultura interna de la organización.
Es esencial que todos los participantes comprendan que Open Finance no es solo un proyecto tecnológico y regulatorio: Es un movimiento estratégico y cultural. Aquellos que empiecen a transitar este camino desde ya, no solo cumplirán con los requisitos regulatorios a tiempo, sino que podrán liderar el mercado, tener nuevas fuentes de ingresos y fortalecer la confianza de sus usuarios.
Oportunidades
que no debemos dejar pasar: colaboración, innovación y liderazgo.
La creación de entornos de trabajo colaborativo facilita la innovación, por lo que no podemos pasar por alto el enorme valor que tiene para la adopción de Open Finance. La posibilidad de ejecutar pilotos y Pruebas de concepto (PoC) entre entidades financieras tradicionales con fintechs y otros participantes del ecosistema, no solo permite probar la viabilidad técnica de los casos de uso, sino también evaluar su aceptación por parte de los usuarios y su escalabilidad. Durante la construcción del marco regulatorio de Open Finance en Colombia, estos mecanismos adquieren mayor relevancia ya que permiten anticiparse y adaptar las iniciativas antes de que el cumplimiento regulatorio sea obligatorio y brindan a las entidades una ventaja competitiva temprana.
En línea con lo anterior, es posible, desde ya, diseñar y probar casos de uso alineados a las necesidades reales del consumidor financiero colombiano:
Soluciones que impulsen y faciliten la inclusión y reduzcan las brechas de acceso a productos y servicios financieros en poblaciones tradicionalmente excluidas.
Aplicaciones de gestión financiera para MiPymes.
Modelos que integren pagos inmediatos (aprovechando el impulso de Bre-B).
Agregación de productos financieros, servicios financieros embebidos, entre otros, que respondan a las dinámicas y necesidades de un consumidor cada vez más digital y exigente.
Por otra parte, en un contexto como el de Colombia, marcado por el rápido crecimiento de la industria Fintech, las entidades tienen la oportunidad de generar desde ahora alianzas estratégicas que ayuden a acelerar la curva de aprendizaje e innovación, a implementar soluciones más ágiles y personalizadas y a ampliar el alcance y la inclusión financiera.
El momento de actuar es ahora. Quienes logren convertir la colaboración, la regulación en construcción y las lecciones aprendidas de otros territorios en resultados tangibles liderarán la evolución del sistema financiero colombiano. Una nueva etapa basada en la apertura, la confianza y el valor.
La Revolución Silenciosa: Cuando el Dinero Aprendió a Pensar
Por: Lorenzo Garavito CEO Capitalia
El correo llegó un martes a las 9:47 AM. Carmen Rodríguez, directora financiera de una empresa textil en Medellín, leyó la línea de asunto tres veces antes de abrirlo: “Detectamos una oportunidad de ahorro de $2.3 millones en tu flujo de caja.”
No era spam. Era su banco. “Hola Carmen, notamos que tus pagos a proveedores alemanes aumentaron 23% este trimestre. ¿Sabías que podrías reducir costos cambiarios un 15% si unificas esos pagos los martes? También detectamos que tu local en Bogotá tendrá exceso de liquidez en dos semanas. ¿Te interesa una transferencia automática?”
Carmen soltó el café. Su banco jamás había demostrado entender su negocio. Ahora le estaba dando consejos que ni ella había pensado. Llevaba años sobreviviendo en los márgenes de la banca. Siempre les costó entenderla. Muy grande para microcrédito. Demasiado informal para el crédito empresarial clásico. Nunca supo en qué cajón lo metían los analistas de riesgo.
Algo había cambiado. Algo fundamental.
La Revolución Invisible
Lo que Carmen no sabía es que estaba viviendo el momento más silencioso y revolucionario de la historia bancaria moderna. Mientras el mundo se obsesionaba con chatbots y redes sociales, la inteligencia artificial había reescrito completamente las reglas del dinero empresarial.
En los últimos años, las cuatro funciones que definen la relación banco-empresa —pagos, recaudo, tesorería y crédito— se transformaron simultáneamente. No fue evolución. Fue revolución: por primera vez en la historia, los bancos comenzaron a entender realmente a sus clientes empresariales.
El Sistema que Observa
Tres semanas antes de ese correo, el banco de Carmen había integrado un motor de IA entrenado con millones de transacciones. No para mirar balances, sino para entender comportamientos. El sistema analizaba cómo las empresas realmente funcionaban: patrones de venta, estacionalidad, riesgos de concentración, hasta el sentimiento de noticias económicas globales.
Sin que Carmen lo supiera, el algoritmo había corrido 14 escenarios de estrés con su flujo de caja. Había detectado que tres nuevos clientes institucionales estaban cambiando su perfil de riesgo. Había identificado una ventana de oportunidad cambiaria que ella no había visto.
El sistema no solo procesaba datos. Los interpretaba. Y actuaba.
Pagos que Piensan
La transformación más dramática ocurrió en algo tan básico como pagar facturas. Antes, Carmen dedicaba horas a autorizar pagos, verificar monedas, coordinar fechas. Ahora, el sistema aprendía los patrones de cada proveedor y optimizaba automáticamente.
“El algoritmo me sugirió pagar al proveedor de Alemania tres días antes porque detectó que el euro subiría”, recuerda Carmen. “Me ahorró $89 millones en una sola transacción.”
Detrás de esa sugerencia, la IA había analizado en milisegundos: tendencias cambiarias, días festivos bancarios en 14 países, patrones históricos de cada proveedor, y hasta análisis de sentimiento de noticias económicas. Un trabajo que antes tomaba semanas, ahora sucedía automáticamente.
La Cobranza
Telepática
Si los pagos se volvieron inteligentes, el recaudo se volvió telepático. El sistema de Carmen ahora predice con precisión quirúrgica qué clientes pagarán tarde, cuáles negociarán descuentos, cuáles necesitarán gestión intensiva.
Cuando una cadena de tiendas retrasó un pago por tercera vez, Carmen encontró en su bandeja una sugerencia automática: “Ofrece 2% de descuento por pronto pago. Probabilidad de éxito: 87%. Impacto en flujo: +$340,000.”
Aceptó. Dos días después, el pago llegó. “Es como tener una bola de cristal”, dice Carmen. “El sistema me dice que cierto cliente siempre paga el día 47, no antes. O que otro responde mejor a WhatsApp que a email. Conoce a mis clientes mejor que yo.”
El Crédito Invisible
Pero la verdadera revolución llegó cuando Carmen necesitó capital de trabajo para una nueva línea de productos. En lugar de esperar semanas, recibió una propuesta en 15 minutos.
El banco ya no analizaba solo estados financieros. Analizaba comportamientos reales: flujos de caja operativos, patrones de venta, hasta datos de redes sociales y reputación online. Había detectado que Carmen era un riesgo excelente que los modelos tradicionales habrían rechazado.
La línea de crédito se ajustaba automáticamente según los ingresos diarios. Se expandía cuando los pedidos aumentaban. Se contraía cuando las ventas disminuían. Era como tener un CFO artificial que nunca dormía.
“Por primera vez, el banco me entiende”, reflexiona Carmen. “No porque les haya explicado mi negocio en una reunión, sino porque me observa funcionando todos los días.”
Los Arquitectos del Futuro
Esta revolución no surgió de los bancos tradicionales. Surgió de una nueva generación de startups que están rediseñando la infraestructura financiera desde las sombras.
Finmo captó $18.5 millones para construir “el sistema operativo de tesorería del futuro”, integrando pagos en tiempo real, gestión de riesgo cambiario, y automatización de compliance en una interfaz que aprende continuamente.
Sardine , valorada en cientos de millones, desarrolló agentes de IA que no solo detectan fraude, sino que aprenden a anticipar nuevas formas antes de que ocurran.
Reporte Capitalia aplica IA conversacional para que empresas como la de Carmen puedan “hablar” con sus datos financieros. Los CFOs hacen preguntas en lenguaje natural como “¿puedo invertir $500 millones en el segundo semestre?” y reciben análisis complejos en segundos.
Gaviti revoluciona las cuentas por cobrar determinando automáticamente el tono, tiempo y canal de comunicación más efectivo para cada cliente específico.
Estas empresas no venden software. Venden inteligencia.
El Nuevo Mundo
Hoy, Carmen maneja cinco subsidiarias con tres clics. Sus pagos se optimizan automáticamente. Su tesorería predice el futuro. Su banco la entiende mejor que muchos de sus empleados.
Pero esto es solo el comienzo. Los próximos 18 meses traerán:
Modelos de IA que negocian directamente con proveedores
Plataformas que optimizan financiamiento según calendarios fiscales
Sistemas que detectan oportunidades de expansión automáticamente
Y eventualmente, un ecosistema que no solo entienda a la empresa, sino que la represente financieramente ante todo el sistema.
La Revolución Silenciosa
La gran revolución de la IA en banca empresarial no es tecnológica. Es conceptual. No se trata de procesar datos más rápido. Se trata de redefinir completamente la relación entre banco y empresa.
Carmen no pidió ser entendida. Pero el banco ya estaba ahí. Observando, interpretando, actuando. Por primera vez en la historia bancaria, el dinero había aprendido a pensar.
“Es como si por fin supieran quién soy”, dice Carmen, revisando su dashboard de tesorería que ahora muestra predicciones de flujo de caja para los próximos seis meses con 94% de precisión.
Malcolm Gladwell lo llamaría un “punto de inflexión” perfecto: el momento en que múltiples fuerzas convergentes crean un cambio irrevocable. Cloud computing, big data, machine learning avanzado y API banking abierta crearon las condiciones perfectas para reinventar la banca empresarial.
Y todo sucedió en silencio, mientras nadie miraba.
El futuro ya está aquí. Solo que llegó sin anunciarse, transformando una industria de $134 billones de dólares, una transacción a la vez, una empresa a la vez, una Carmen a la vez.
El dinero aprendió a pensar. Y ahora, finalmente, nos entiende.
SCORE ALTERNATIVO: el outsider que está ganando terreno para los no ‘bancarizados’
Por: Wilson Orozco Chief Commercial OnCredit Group
Con la globalización tecnológica en Colombia, los métodos tradicionales que usan las entidades bancarias para decidir quién puede acceder al mundo crediticio, paradójicamente, deberían ser los menos convencionales.
En un país en donde literalmente, hay más celulares (78 millones de conexiones móviles activas) que personas (52 millones), en donde el 97% de los colombianos mayores de 16 años tienen un smartphone y pasan un tercio de las 24 horas del día “conectados” según el Global Overview Report de Simón Kemp publicado en www.datareportal. com, la cantidad de datos digitales recolectados de manera legal son suficientes para analizar el rastro que podrían definir la elegibilidad de cualquier persona que quiere acceder a un crédito financiero.
Con la globalización tecnológica en Colombia, los métodos tradicionales que usan las entidades bancarias para decidir quién puede acceder al mundo crediticio, paradójicamente, deberían ser los menos convencionales.
Cada mañana, en el momento en el que desbloqueamos el celular, aceptamos que nuestro móvil sin importar la marca, el costo o el modelo, comience con una recopilación brutal de nuestros datos y dinámicas, y lo único que necesita es estar conectado a internet. Esto, no es ninguna barrera pues según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), 94 de cada 100 personas tienen acceso a internet en el país.
Aquellos dispositivos se encargan de examinar nuestras preferencias, organizar nuestra agenda, recordar nuestras obligaciones, interpretar nuestros deseos, entre otras más, que evidencian que más allá de hacernos la vida más sencilla, todos nuestros movimientos están fríamente “registrados”.
En un país en donde literalmente, hay más celulares (78 millones de conexiones móviles activas) que personas (52 millones), en donde el 97% de los colombianos mayores de 16 años tienen un smartphone y pasan un tercio de las 24 horas del día “conectados” según el Global Overview Report de Simón Kemp publicado en www.datareportal.com, la cantidad de datos digitales recolectados de manera legal son suficientes para analizar el rastro que podrían definir la elegibilidad de cualquier persona que quiere acceder a un crédito financiero.
Trabajé por más de 22 años en un bureau de crédito y reconozco el poder de la información tradicional. Sin embargo, los tiempos cambiaron y el valor de dicha data contrasta con la realidad de un país que todavía tiene una bancarización muy limitada y precarizada.
Hace algunos meses, acompañé un programa del gobierno nacional para la bancarización de pequeños empresarios, con la intención de apoyarlos con créditos de bajo monto que impulsarían su desarrollo y su primer acceso al crédito financiero formal, el objetivo del programa era realmente bueno y tuvo gran acogida. Pese a ello, algunas de las condiciones para ser elegible era no haber accedido a un crédito formal 12 meses antes y que todos los participantes serían evaluados por el método ´tradicional’, se tendría en cuenta el puntaje de su calificación crediticia. Es decir, eso y nada era lo mismo, sus caras lo dijeron todo.
Aunque frustrados y algo tímidos, muchos se atrevieron a preguntar si la inexperiencia crediticia o si una negación anterior, iba a representar un obstáculo para su participación en el programa, terminando con el entusiasmo y la ilusión que representaba una oportunidad de acceder a un crédito que, aunque de bajo monto representa un muy alto valor para sus propósitos.
En el mercado encontramos cantidad de iniciativas que suenan bien, pero que se ejecutan mal, todos los sectores hablan de pensar fuera de la caja y de estrategias centradas en el cliente, pero mantienen sus enfoques tradicionales de evaluación de riesgo, dejando de lado información tan relevante y amplia como es su comportamiento alternativo registrado en el mercado.
Hoy tenemos la oportunidad de acceder a datos que hace algunos años era imposible pensar, podemos consultar los registros generales de casi todo y las empresas de telecomunicaciones son pioneras en el nuevo pensamiento de data alternativa. Tienen el mayor acceso, control y registro de información no tradicional.
Sin embargo, existen muchos otros actores importantes como las billeteras digitales, compañías de servicios públicos, domicilios, entidades para giros y remesas, incluso las compañías de apuestas pueden tener información importante del comportamiento general de la población.
Si se logra enfocar todo el esfuerzo en pensar diferente y aplicar de una manera práctica esta información, estaremos ad portas de una gran revolución para el sector informal colombiano, que para este año llegó al 56% del total de la población, de acuerdo con las últimas estadísticas publicadas por el DANE.
Creo que es momento de romper el paradigma de la ‘información tradicional’. Hay una gran responsabilidad para el mercado y nuestro enfoque seguirá siendo trabajar en proveer soluciones digitales reales que permitan a las personas acceder a un crédito, con o sin información convencional.
Aquella época de pedir papeles comunes y verificarlos manualmente ya pasó de moda, como ir al banco a hacer consignaciones. Debemos entender e interiorizar que la data alternativa es el camino y como entidad de base tecnológica e innovación la estamos incluyendo en nuestras soluciones, desarrollamos un motor de decisión que permite conectar múltiples fuentes de información externa y mapear características disponibles de una o varias entidades, así, estas podrán ser incluidas en scores para clientes no bancarizados cuando el modelo de evaluación de crédito tradicional no pueda calificar a las personas, de igual forma esta información alternativa la usamos en nuestra solución para validación de identidad ONCREDIT ID, pues identificamos que mejora el desempeño y reduce la brecha de acceso en personas no bancarizadas o extranjeros.
El paso por seguir es centralizar las fuentes. Si cada entidad trabaja y usa su propia información, se limitará el campo de análisis de las decisiones a un espectro muy reducido de solo esa entidad para ser calificada, excluyendo a los solicitantes una vez más.
Nuestra propuesta va más allá y consiste en trabajar en un solo frente, desarrollar un club de datos alternativos, centralizados y disponibles para acceso inmediato a cualquier entidad y decisión de crédito. Con esto, se lograría disminuir la brecha de acceso de manera significativa, beneficiando a las personas no bancarizadas, dinamizando la economía y a su vez a todas las compañías que se vinculen, pues proveer información alternativa le permitirá en primer lugar calificar mayor número de solicitudes y segundo monetizar su data, ya que cada consulta externa tendría un ingreso para la compañía aportante del dato.
Estamos listos, tenemos las herramientas, la tecnología y sobre todo un pensamiento disruptivo que permite construir grandes cosas, y ustedes, ¿están listos para iniciar esta gran revolución de datos? ¡Hablemos!
Cómo la IA convierte el Data Lake en una experiencia de cliente inolvidable
Por: Ismael Arévalo Director of Data & AI Strategy Grupo Albión
En la era del cliente empoderado, la experiencia del cliente (CX) se ha convertido en el principal diferenciador competitivo, superando a menudo al precio y al producto. En el sector Fintech, donde los servicios pueden parecer homogéneos, la capacidad de ofrecer una interacción personalizada, relevante y proactiva es la clave para fidelizar y adquirir clientes. La pregunta es: ¿cómo se logra esta personalización a escala masiva? La respuesta reside en la sinergia entre una infraestructura de datos robusta, gestionados desde un Data Lake , y el poder transformador de la inteligencia artificial avanzada. Es muy importante entender cómo una arquitectura de datos bien diseñada puede convertirse en la materia prima para modelos de IA que no solo entienden al cliente, sino que también anticipan sus necesidades, mejorando radicalmente la experiencia.
El Data Lake como fuente de verdad
Tradicionalmente, las empresas almacenaban sus datos en silos aislados (bases de datos transaccionales, sistemas de CRM, etc.), lo que dificultaba una visión completa del cliente. El Data Lake representa una evolución radical en la gestión de datos. A diferencia de un Data Warehouse estructurado, un Data Lake es un repositorio centralizado que almacena grandes volúmenes de datos brutos, en su formato original, sin necesidad de una estructura predefinida. Esto incluye datos estructurados (transacciones, datos de perfil), semi-estructurados (archivos log, XML) y no estructurados (correos electrónicos, interacciones en redes sociales, grabaciones de llamadas o videos).
Esta capacidad de albergar una diversidad de datos hace del Data Lake una fuente de verdad exhaustiva y detallada sobre el comportamiento, las preferencias y el historial de cada cliente. Es, en esencia, un océano de información esperando a ser explorado.
De datos brutos a Customer Insights
El verdadero valor del Data Lake no reside en el almacenamiento, sino en la capacidad de extraer insights significativos. Aquí es donde la inteligencia artificial entra en juego. Los modelos avanzados de machine learning pueden procesar y analizar este vasto mar de datos para identificar patrones ocultos, segmentar clientes de manera hiper-granular y predecir comportamientos futuros.
Por ejemplo, un modelo de IA puede analizar no solo el historial de transacciones de un cliente, sino también sus interacciones con el servicio al cliente, su navegación en el sitio web, sus respuestas a correos electrónicos de marketing y los datos demográficos. Al correlacionar todas estas fuentes, se puede construir una visión holística de cada individuo, mucho más allá de lo que se podría lograr con el análisis tradicional.
Mejorando
la experiencia
del cliente a través de la IA
Una vez que la IA ha procesado los datos del Data Lake y ha generado insights profundos, estos se pueden aplicar en diversas áreas para mejorar la experiencia del cliente (CX):
1. Personalización en tiempo real: La IA puede recomendar productos financieros o servicios específicos en el momento exacto en que un cliente está navegando por la banca en línea o la aplicación móvil, basándose en su comportamiento reciente y sus necesidades proyectadas. Por ejemplo, si un cliente está explorando información sobre hipotecas, el sistema podría ofrecerle una pre-aprobación instantánea o un simulador de cuotas, eliminando fricciones.
2. Anticipación de necesidades: Los modelos predictivos pueden identificar a los clientes con un alto riesgo de abandono y activar campañas de retención proactivas. También pueden anticipar eventos de la vida del cliente, como un próximo matrimonio o la compra de una casa, y sugerir productos relevantes como seguros o planes de ahorro.
3. Servicio al cliente inteligente: Los chatbots impulsados por IA, entrenados con los datos del Data Lake, pueden resolver consultas complejas de manera eficiente, personalizando sus respuestas según el historial de interacciones del cliente. Esto reduce los tiempos de espera y mejora la satisfacción. Ahora son comunes los Bots con IA generativa que son capaces de establecer interacciones de valor con los clientes llegando incluso a reemplazar a agentes humanos en tareas como procesos de cobranza, colocación de productos financieros, soporte nivel 1 y 2 en mesas de ayuda, selección de nue-
vos empleados, entrenamiento personalizado a empleados, Bots con funciones específicas que se integran con humanos para formar parte de equipos de trabajo multidisciplinarios, entre otros.
4. Detección de fraudes no invasiva: Utilizando el historial completo de transacciones y comportamientos, los modelos de IA pueden detectar anomalías con una precisión milimétrica, minimizando los falsos positivos que a menudo bloquean erróneamente transacciones legítimas y causan frustración al cliente.
El círculo virtuoso
La sinergia entre el Data Lake y la IA crea un círculo virtuoso. A medida que la empresa interactúa con sus clientes de manera más inteligente, genera nuevos datos que se incorporan al Data Lake. Estos nuevos datos, a su vez, alimentan y perfeccionan los modelos de IA, haciéndolos aún más precisos y efectivos. Este ciclo de retroalimentación continua asegura que la experiencia del cliente evolucione y mejore constantemente.
En la economía digital, el éxito de una Fintech depende de su capacidad para transformar una vasta cantidad de datos en interacciones significativas. Un Data Lake bien gestionado no es simplemente un repositorio, es un activo estratégico que, cuando se combina con la potencia de la inteligencia artificial, se convierte en la herramienta definitiva para crear experiencias de cliente personalizadas y memorables. Al pasar de la simple acumulación de datos a la aplicación inteligente de los mismos, las empresas pueden no solo diferenciarse en el mercado, sino también construir relaciones más profundas y duraderas con sus clientes, garantizando su éxito a largo plazo.
Pagos Inmediatos en América Latina: De la transformación brasileña con PIX al nacimiento de Bre-B en Colombia y
su importancia
nuestro país.
Por: Lyda Wilches Vicepresidente de Productos, Marketing Latam y Negocios de Saque y Pague Colombia
para
Introducción
La evolución de los pagos digitales es uno de los termómetros más confiables de los avances digitales, innovación y financiero de un país. Por esta razón es importante conocer desde mi punto de vista todo lo relacionado con estos temas dentro de Colombia y Latam para poder seguir desde nuestros cargos y empresas promoviendo los pagos y haciendo realidad la inclusión financiera. Brasil ha vivido y vive una transformación sin precedentes gracias al sistema PIX - su sistema de pagos inmediatos - que lleva operando desde ya más de 4 años y medio.
Los pagos inmediatos vienen reconfigurando la forma en que se mueve el dinero en Latam. Brasil ha mostrado con
PIX que opera bajo una infraestructura pública, abierta y de bajo costo que se puede: (i). acelerar la inclusión financiera, (ii). reducir fricciones para comercios y consumidores, y (iii). cambiar hábitos de pago en tiempo récord. En Colombia iniciamos nuestro propio camino con BreB, la nueva infraestructura de pagos inmediatos que dispuso el Banco de la República para que diferentes actores o participantes hagan parte de este cambio que transformará la forma como venimos operando, es por esto que este artículo que combina cifras y fuentes actualizadas describe la experiencia brasileña, explica qué es BreB, evalúa los impactos esperados para Colombia y propone prioridades políticas y de adopción para que la transición beneficie a todos (usuarios, comercios, bancos, fintechs y reguladores).
FINTECH
| Lyda Wilches
La evolución de los pagos en Colombia
Durante décadas, el efectivo ha sido el rey indiscutible de los pagos en Colombia, por diferentes razones: (i). el bajo nivel de bancarización, (ii). una economía informal, (iii). el manejo de impuestos propios del país como el 4*1000 y (v). la desconfianza en las instituciones financieras han limitado la adopción de medios de pago formales.
Hitos principales:
Décadas de 1950–1990: predominio absoluto del efectivo, naciendo el sistema bancario tradicional.
Años 2000: aparecen las primeras redes de datáfonos/POS y pasarelas de pago.
2010–2020: empieza el auge de bi lleteras financieras y no financieras: Nequi, Daviplata, T-paga, Movii, Coink, Ding, Powii, etc. Con el propósito de tener mayor inclusión financiera.
2020–hoy: el fenómeno de la pandemia aceleró los pagos digitales. Se masificaron los códigos QR en comercios
entre cuentas de Redeban, soluciones P2P como Transfiya de ACH e iniciativas como Visa Direct y Money Send de Visa y MasterCard respectivamente.
Según cifras del Reporte de Inclusión Financiera elaborado por Banca de las Oportunidades y la Superintendencia Financiera (2024), la inclusión financiera en Colombia alcanzó el 96,3% de adultos con al menos un producto financiero (depósito o crédito), pero el uso activo de productos financieros como la cuenta de ahorro y del depósito de bajo monto sigue siendo bastante limitado (54,9% y 64%) respectivamente. Otro dato relevante sobre adopción digital: el 62% de colombianos adultos tenían alguna app de pagos, pero el 50% la abandona posteriormente y 54.634.939 tienen registradas billeteras distribuidas en 13 billeteras digitales.
Depósito de Bajo Monto (DBM)
Producto Financiero
Resumen Datos - Fuente: Banca de oportunidades y la Superintendencia Financiera - 2024
AccesoUso Activo
Actores clave en el ecosistema de pagos y sus implicaciones en el sistema de pagos inmediatos
En esta evolución que se viene dando en el sistema colombiano, nos encontra-
mos con actores (algunos interoperables y otros no) que hace que tengamos un sistema fragmentado con múltiples actores, que permiten tener una competencia sana para los clientes y usuarios de estos. A continuación, clasifico por operación y valor agregado a los más relevantes, de la siguiente manera:
Composición del ecosistemade Pagos
Composición del ecosistemade Pagos
PASARELAS Y AGREGADORES
Gateway – Agregadores – Comercio Electrónico
INICIADORES DE PAGOS (IPS)
Intermediarios tecnológicos
INTEGRADORES Y PROCESADORES DE PAGOS (PSP)
Intermediarios tecnológicos
REGULADORES
Normas, Leyes, Decretos
INICIADOR DE PAGOS (IPS) INTEGRADORES Conectan plataformas de pago con sistemas internos ERP de las empresas y EF Facilitan la interoperabilidad PROCESADORES DE PAGOS (PSP) Gestionan la
REGULADORES
Encargados de generar supervisión, as reglas, estándares y parámetros para operar.
Implicaciones en actores claves:
• Usuarios (consumidores): Ganarán velocidad, menor necesidad de efectivo para los montos permitidos y más opciones de pago. Pero también necesitan educación sobre llaves, límites y seguridad. La primera parte viene elaborándose muy exitosamente donde vemos que desde el 14 de julio que empezó la inscripción de llaves llevamos con corte al 11/08/2025 había 23.386.754 llaves registradas y 9.680.027 clientes (18%) de la población.
• Comercios: Podrán reducir costos en micropagos y acelerar conciliaciones; sin embargo, deberán adaptar sus sistemas de punto de venta para aceptar QR y llaves.
• Bancos tradicionales: Se enfrentan a mayor competencia, pero también a la oportunidad de ofrecer mejores servicios añadidos (cash management, reporting, préstamos integrados, etc.). La respuesta tendrá que ser innovar en producto y experiencia.
• Fintechs y billeteras: Pueden usar BreB para llegar a clientes no bancarizados y ofrecer servicios empaquetados (por ejemplo, herramientas de facturación + pago entre otros). La clave será diferenciarse por UX y servicios de valor agregado.
• Regulador y política pública: Deben garantizar interoperabilidad, competencia leal, protección al consumidor y promover la inclusión. También es responsabilidad del regulador monitorear riesgos sistémicos (p. ej. concentración en proveedores críticos) y garantizar resiliencia operativa.
Bre-B: el nuevo jugador del sistema de pagos colombiano
Bre-B es la infraestructura de pagos inmediatos impulsada por el Banco de la República que busca permitir la interoperabilidad total entre diferentes actores con los variados casos de uso y participantes que se van a dar de manera evolutiva entre diferentes productos financieros, facilitando pagos instantáneos, seguros y a bajo costo, en esta primera etapa: tanto para personas como para comercios.
Características principales:
• Transferencias inmediatas 24/7.
• Interoperabilidad entre entidades financieras y no financieras.
• Orientado a pagos P2P, P2B y B2B.
• Basado en estándares abiertos y colaboración entre actores.
Aunque Bre-B está en nuestro país en fase inicial, su potencial es enorme.
El objetivo: reducir el uso del efectivo, bajar los costos de transacción y mejorar la inclusión digital.
El caso de Brasil: PIX como catalizador
de transformación
Brasil vivió un punto de inflexión en noviembre de 2020, cuando el Banco Central lanzó PIX, su sistema de pagos inmediatos. Fue diseñado para ser gratuito, simple, interoperable y funcional 24/7.
Resultados:
Cantidad de personas que usan (por lo menos un envío o recibir) PIX, Cantidad de transacciones que se han realizado y volumen en dinero transado con PIX : A continuación, podemos observar las diferentes gráficas con su evolución anual donde es importante resaltar:
• En cantidad de personas: realice una estimación del porcentaje de personas vs. el total de la población brasileña que usa el Sistema dando el 76% en año 2023 y en el 2025 proyectado un 89%.
• Para todas las gráficas: para el 2025 el % lo tome basada en los primeros 7 meses del año 2025 y 2024 y finalmente, los datos proyectados del 2025 los realicé basado en la historia de crecimiento de los años anteriores y el primer semestre del año 2025 para todas las gráficas.
Otras cifras de interés:
• En promedio, se hacen más de 2 mil transacciones por segundo.
• Las transacciones se hacen en línea en promedio en 3 segundos razón por la cual no son reversibles y de ahí la importancia de contar con temas de seguridad que den confianza a los usuarios.
• El 98% de las transacciones PIX son gratuitas.
Casos de uso implementados y actores participantes al 2025:
A continuación, los casos de uso que se han realizado entre otros: (i). - transferencias con las llaves, (ii).- transferencias a través de QR para pago en comercios, (iii).- interoperabilidad entre diferentes actores bancarios y no bancarios, (iv).- pix saque, retirar efectivo en puntos, corresponsales bancarios o cajeros automáticos (en este último canal un jugador relevante es Saque y Pague que tiene un gran número de operaciones realizadas a través de su red), (v).- pix troco: operación de cambio/devuelta, es cuando se compra una mercancía y se paga el 80% y los demás lo devuelven en efectivo, (vi).- pix parcelado, (vii).- pagos recurrentes, (viii).- pix contacless: pagos inmediatos con tecnología sin contacto, (ix). pagos en línea embebidos.
Integración en cajeros
automáticos – el caso
de Saque e Pague en Brasil:
La compañía que tiene más de 3.000 cajeros en Brasil integró las operaciones de PIX - Saque en toda su red, permitiendo operaciones de retiro sin fricción convirtiéndose en un canal relevante y muy usado por los clientes que manejan transacciones grandes de efectivo que no pueden ser usadas en otro tipo de canales; a continuación, realizó el ejercicio del número de transacciones y volumen transado vs. el total que se ha realizado y se viene realizando por las personas totales en Brasil.
Podemos observar que del total de retiros realizados en Brasil donde están datos de todos los canales, para los años:
• 2023: Las tx realizadas en la red de Saque e Pague representaron el 29% del total del país.
• 2024: Las tx realizadas en la red de Saque e Pague representaron el 25% del total del país.
• 2025 (Pry): Las tx proyectadas en la red de Saque e Pague representaran + del 29% del total del país.
En cuanto al dinero movilizado en la red de cajeros de Saque y Pague del total de retiros realizados en Brasil donde están datos de todos los canales, para los años: Gráfica
• 2024: El valor movilizado en la red de Saque e Pague representaron el 0,19% del total país.
•2025 (Pry): El valor movilizado proyectado en la red de Saque e Pague representara el 0,20% del total del país.
Nota: para el 2025 el % lo tome basada en los primeros 3 meses del año 2025 y 2024 y finalmente, los datos proyectados del 2025 los realice basado en la historia de crecimiento de los años anteriores y el primer Q del año 2025 para las gráficas de la red Saque e Pague.
PIX vs. Bre-B: comparación clave
Presento una comparación de variables similares entre PIX (Brasil) y Bre-B (Colombia) (i). - Medir madurez y evolución, (ii).- Identificar buenas prácticas y oportunidades, (iii).- Analizar arquitectura tecnológica y la UX de usuario, (iv).- Evaluar impacto económico y social y (v).- Monitorear competencia e innovación.
Lanzamiento 11 de noviembre 2020 Septiembre del 2025
Cobertura Nacional, interoperabilidad total Nacional, interoperabilidad total
Usuarios
Interfaz App, QR, Web API abierta + integraciones
Actores integrados Bancos, fintech, comercios, gobierno Entidades financieras, cooperativas, fondos de empleados y billeteras
Participantes 928 a Julio 2025 175 a Julio 2025
Retiro de efectivo Sí (Saque e Pague, entre otros) En discusión aún
Regulador Banco Central de Brasil
Banco de la República
Objetivo Universalizar pagos digitales Reducir uso de efectivo
* Datos al 1 de agosto del 2025
Impacto de PIX en la economía brasileña
Este nuevo sistema de pagos no solo modernizó el sistema de pagos inmediatos del país, sino que trajo beneficios tangibles, como los siguientes:
• Inclusión financiera: en 2021, + del 70% de los usuarios eran nuevos en el sistema formal.
• Reducción del efectivo: PIX superó a los retiros en cajeros desde 2022, sin embargo, el efectivo aún representa el 45% de las operaciones del país.
• Mayor productividad: menores tiempos de pago, conciliación automática.
• Facilitó pagos del gobierno: subsidios y transferencias directas a bajo costo.
• Impulso a microcomercios: sin datáfono, con QR y celular, accedieron a pagos digitales y con su dinero en línea vs. los tiempos de compensación anterior.
Lecciones de Brasil para Colombia
• No basta solo con lanzar una tecnología: se necesita educación al usuario, generación de confianza, incentivos y colaboración en todas las puntas.
• Interoperabilidad real: sin duda es la piedra angular y la clave del éxito de PIX, tal como lo vimos en la misión Brasil que hicimos en junio de este año. Bre-B debe evitar la fragmentación y hacer que todos los participantes trabajen bajo la interoperabilidad.
• Costo cero: PIX es gratuito para el usuario final. En Colombia, muchos servicios aún cobran (es uno de los puntos a revisar) teniendo presente que existe infraestructura y temas de seguridad a implementar.
• Uso en el comercio: QR interoperables facilitaron el uso masivo. Bre-B sale con el caso de uso de entre-cuentas que maneja QR interoperable por lo tanto es un gran camino ya de ganancia para el sistema, sin embargo, debe continuar enfocándose en casos de uso reales y cotidianos que resuelvan necesidades concretas a la población.
• Confianza en el regulador: El Banco Central de Brasil lideró y promovió el cambio para todos los actores, determinó las reglas de juego igualitarias y participó en lo relacionado a la seguridad. En Colombia, vamos por buen camino dado que se ha venido liderando por Banco de la República donde seguramente se debe continuar con ese liderazgo similar al de Brasil en el resto de la evolución del sistema.
Riesgos, desafíos y oportunidades para Colombia y como mitigarlos
Riesgos:
• Fraude y seguridad: El tener una plataforma con disponibilidad 24/7/365 puede aumentar riesgos de ingeniería social (phishing, suplantación) como ha sucedido últimamente. La experiencia internacional muestra que combinar controles en dispositivos, límites transaccionales, monitoreo en tiempo real y educación al usuario reduce pérdidas. Para BreB es esencial definir protocolos de reversa robustos, responsabilidades y reglas claras para disputas.
Desafíos:
• Manejamos alto nivel de informalidad (44%).
• Bajo nivel de uso digital a pesar de la inclusión.
• Desconfianza y baja educación financiera.
• Sostenibilidad económica del ecosistema.
• Manejo del impuesto del 4*1000 para transacciones electrónicas que hacen qué el efectivo siga marcando la parada en la mayoría de las operaciones de alto monto.
Oportunidades:
• Bre-B puede convertirse en un referente en la región.
• El ecosistema viene evolucionando y eso nos permite que estemos más maduros (billeteras, QR, fintech).
• Potencial para pagos masivos del gobierno.
• Apoyo de actores tecnológicos en una adopción rápida como es el caso de los participantes de los nodos actuales y los que a futuro puedan ingresar.
• Adopción y capacitación en zonas rurales y en pymes.
… lo mejor está por venir!
Un mundo sin fronteras: El rol de las stablecoins y la coyuntura actual
Por: Diego Gómez
Business Partner - Mural
Estamos en un momento coyuntural para el mundo de los activos virtuales. Ha sido un viaje largo y, en muchos tramos, difícil.
En 2008, cuando nació Bitcoin, nadie se imaginaba que las criptomonedas fueran a sacudir tanto el sistema financiero como lo han hecho hasta hoy. Primero vimos a gente que, tras invertir temprano y vender en el primer gran boom, se convirtieron en millonarias de la noche a la mañana. El mundo y el mercado presenciaron cómo la conversación empezó a darse lentamente, bitcoin aquí, bitcoin allá.
Se gestaba una nueva era, al principio todavía tras bambalinas, pero cada vez con más protagonismo. Surgieron múltiples monedas digitales, la palabra “crypto” empezó a instalarse en el lenguaje cotidiano de la tecnología y aparecieron términos como web3, blockchain o smart contracts. Se estaba cocinando un cambio profundo en la forma de acceder a activos, invertir de manera más sencilla y llegar a mercados internacionales sin las barreras tradicionales.
Pronto, algunas compañías comenzaron a profesionalizar el sector, mientras otras aprovecharon la fiebre para montar esquemas fraudulentos que pusieron freno a la adopción. Las criptomonedas no alcanzaban a generar la confianza necesaria para masificarse. Los casos de estafa y la cercanía con operaciones de lavado de activos se volvieron noticias recurrentes, proyectando una imagen de riesgo y desconfianza.
Mientras esta nueva tecnología intentaba abrirse camino hacia la adopción masiva, apareció en Estados Unidos lo que, para muchos, sería el verdadero punto de inflexión: las stablecoins.
A diferencia de las criptomonedas tradicionales, las stablecoins llegaron con una promesa distinta: respaldo. Este tipo de activo, vinculado a una moneda fiduciaria como el dólar, eliminaba gran parte de la volatilidad que hasta entonces había alejado a inversionistas y empresas del ecosistema. Invertir en cripto ya no tenía por qué ser un salto al vacío; las stablecoins podían servir como un puente entre el mundo digital y el sistema financiero tradicional.
Ese respaldo fiduciario abrió la puerta a nuevos escenarios. Las criptomonedas dejaron de verse únicamente como activos especulativos para convertirse en herramientas de uso práctico: medios para acceder a divisas extranjeras, globalizar transacciones y, en última instancia, impulsar la inclusión financiera.
Sin embargo, los fantasmas del pasado seguían presentes. Casos como MT. GOX en 2014, OneCoin en 2017 o FTX en 2022 dejaron una huella difícil de
borrar. La confianza era baja, los reguladores permanecían escépticos y la reputación de “territorio peligroso” pesaba sobre todo el sector.
Fue entonces cuando comenzó la verdadera carrera. La industria entendió que no bastaba con innovar: había que educar, generar confianza, mejorar la seguridad y demostrar que los beneficios superaban los riesgos. El avance fue lento pero constante. Poco a poco, el sector empezó a mostrar otra cara.
Los logros de Binance y Crypto.com aparecieron en la Fórmula 1, Kraken patrocinó equipos de la liga inglesa de fútbol y de la NBA. La presencia pública de los activos digitales crecía, y con ella, su legitimidad. Todo parecía ir en la dirección correcta.
Por fin, el año 2025 marcó un punto de inflexión. Los índices de adopción, los nuevos casos de uso y la tan esperada regulación comenzaron a converger. Y entre todos los actores del ecosistema, fueron las stablecoins las que protagonizaron el cambio. Su naturaleza, con respaldo estable, transacciones rápidas, y costos reducidos, les permitió convertirse en una pieza clave de la infraestructura financiera global.
El primer gran caso de uso fue evidente: las remesas. Con las stablecoins, enviar dinero al extranjero dejó de ser un proceso costoso y lento. Las comisiones cayeron, los tiempos de espera pasaron de días a minutos y, en muchos casos, a segundos. Empresas y personas pudieron acceder al mercado cambiario con mayor agilidad, y los gigantes tradicionales como Western Union o SWIFT
empezaron a sentir la presión. Enviar dólares a otro continente se volvió tan sencillo como hacer una transferencia local.
El impacto fue aún más claro en regiones con baja bancarización, sistemas financieros ineficientes o monedas frágiles. Allí, las stablecoins ofrecieron una puerta de entrada directa a divisas más estables.
Argentina es quizá el ejemplo más claro: un país cuya economía se vio golpeada por los cambios en el liderazgo gubernamental, que vio cómo su peso se depreciaba de forma sostenida, generando múltiples tasas de cambio y un mercado cambiario casi inviable. Las stablecoins permitieron a los argentinos ahorrar en dólares sin abrir una cuenta bancaria, realizar pagos internacionales con facilidad y, sobre todo, recuperar una herramienta para proteger su valor en un contexto económico adverso.
Este fenómeno trascendió el uso individual. En los mercados financieros, los traders comenzaron a utilizarlas para moverse entre posiciones sin tener que convertir a moneda fiduciaria, encontrando así una forma de protegerse ante la volatilidad. Las empresas, por su parte, empezaron a contratar talento global y a pagar nóminas internacionales con la misma facilidad que en un entorno local. Tener proveedores en el extranjero dejó de implicar fricciones: bastaba con enviar activos respaldados por moneda fiduciaria de forma instantánea.
En otras palabras, las stablecoins no solo abrieron nuevas posibilidades para invertir o ahorrar, sino que hicieron posible realizar pagos reales y tangibles. Y detrás de todos estos usos, hay un impacto mayor:
la globalización financiera. Hoy, cualquier persona o empresa tiene la capacidad de conectarse con el mercado internacional sin las barreras que antes imponían los bancos, las fronteras y las divisas locales.
Pero la adopción de las stablecoins no solo se mide en historias y casos de uso; los números también los respaldan. Hoy, el volumen que se mueve en stablecoins supera al de redes tradicionales como Visa o Mastercard. Solo en el último trimestre del año pasado se transaron 9,2 billones de dólares en stablecoins, frente a los tres billones de Visa y los dos de Mastercard. Es una evidencia clara de que este tipo de activos dejó de ser de nicho para convertirse en un pilar del sistema financiero.
Y la tendencia es acelerada. Entre febrero de 2024 y febrero de 2025, el número de usuarios activos de wallets de stablecoins creció un 53%. La oferta global de estos activos aumentó un 63%, alcanzando un estimado de 225 mil millones de dólares en circulación. El volumen mensual de transferencias se disparó un 115%, pasando de 1,9 billones a 4,1 billones de dólares en ese mismo periodo.
Este crecimiento no es casualidad. Responde a una preferencia clara de usuarios, tanto individuos como empresas, por la liquidez inmediata, las transacciones rápidas y los menores costos frente a los sistemas de pago tradicionales. Además, la adopción ya no se limita a empresas nativas del sector: la banca tradicional ya ha empezado a mover ficha.
Bancos como JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo, ANZ, Santander, MUFG, SMBC, Mizuho (los tres
bancos más grandes de Japón) y Bancolombia, por mencionar algunos, ya están explorando o integrando infraestructura basada en stablecoins en sus operaciones. El mensaje es claro: el sistema financiero global reconoce el valor de esta tecnología y empieza a prepararse para un modelo híbrido, donde el dinero tradicional y el digital convivan y se complementen.
Todo este crecimiento desembocó en la pieza que durante años se había esperado: la regulación. La entrada de gobiernos y reguladores al juego no es un simple trámite administrativo; es el momento en que las stablecoins y otros activos digitales dejan de ser una innovación de nicho para integrarse plenamente al sistema financiero global.
En 2025, dos hitos marcaron la diferencia: la aprobación del GENIUS Act y el lanzamiento del Project Crypto en Estados Unidos.
Con estos, el país no solo declaró su intención de convertirse en la capital mundial de los activos digitales, sino que estableció un marco claro para que eso suceda. Y que el mercado financiero más grande e influyente del planeta defina reglas, reconozca la relevancia de la tecnología y fomente su uso de forma regulada tiene un impacto que trasciende sus fronteras: válida a toda una industria, acelera su adopción global y reconfigura las finanzas para las próximas décadas.
El GENIUS Act y el Project Crypto no son simples anuncios políticos. Representan un cambio estructural. Primero, legitiman a las stablecoins y otros activos digitales como parte del sistema financiero regulado, dándoles un marco
legal claro para operar. Segundo, abren la puerta a que bancos, emisores y grandes instituciones financieras participen directamente en su emisión, custodia y uso, multiplicando su alcance y credibilidad. Y tercero, envían una señal al mercado global: Estados Unidos quiere liderar la transición hacia un sistema financiero híbrido (tradicional y blockchain), estableciendo estándares que otros países inevitablemente seguirán.
Definitivamente, lo que hoy sucede en Washington no se queda en Washington. La entrada de Estados Unidos como líder regulatorio en stablecoins y activos digitales establece un estándar que, tarde o temprano, los países de América Latina tendrán que considerar. Esta nueva referencia global puede acelerar la creación de marcos regulatorios locales, atraer inversión extranjera hacia proyectos cripto-regulados y facilitar que bancos y fintechs de la región integren soluciones basadas en blockchain sin el temor que genera la incertidumbre legal.
La legitimación de las stablecoins en el mayor mercado financiero del mundo refuerza su papel en LATAM como herramienta para combatir la inflación, mejorar la inclusión financiera y simplificar pagos internacionales. Los países que se adapten rápido podrán captar capital, talento e innovación; los que no, verán cómo sus economías pierden competitividad en un mundo donde el dinero fluye en tiempo real, sin fronteras y bajo reglas compartidas.
La región ya ha demostrado ser terreno fértil. Brasil y México han dado pasos firmes hacia regulaciones más claras, y otros países tienen ante sí la oportunidad de
seguir ese camino. Alinearse con estándares como los propuestos en el GENIUS Act no solo atraería inversión y confianza internacional, sino que también impulsaría la inclusión financiera a gran escala.
Colombia, considerada por muchos como uno de los hubs fintech más dinámicos de la región, se encuentra en una posición privilegiada. Su mercado local está cada vez más familiarizado con criptoactivos y stablecoins, y cuenta con una reputación creciente en innovación financiera.
Sin embargo, el actual proyecto de ley sobre criptoactivos avanza a un ritmo más
lento que la coyuntura internacional. Modernizarlo e incorporar estándares como los del GENIUS Act y el Project Crypto no solo garantizaría competitividad, sino que abriría la puerta a nuevos modelos de negocio, mayor inversión extranjera y una inclusión financiera más profunda.
Si el futuro del dinero será digital y sin fronteras, no tiene sentido que América Latina lo reciba con trámites en papel y barreras imaginarias. Lo que hoy vemos como innovación, mañana será un requisito mínimo para competir. Y en Mural ya estamos listos para mover valor tan fácil como enviar un mensaje.
Cuando
el Código Desafió al Ladrillo: La Banca y las Fintech Pueden
Reinventar el Sistema
Financiero
“Cuando el Código Desafió al Ladrillo” no es solo una metáfora de la irrupción tecnológica en el sector financiero; es también el relato de un cambio estructural que presencié en primera fila; Durante años, en el mundo corporativo de la banca, fui testigo de cómo el marco regulatorio, pensado originalmente para proteger al Sistema Financiero y a sus clientes, se transformó en lo que se denominó la “caja de oro”: un conjunto de normas tan robusto y protector, que terminó funcionando como una jaula dorada.
Por: Carlos Iván Vargas Co Founder, Investor, Advisor y VC
Esta “caja” ofrecía seguridad y reglas de juego claras, pero al mismo tiempo encarecía las operaciones, hacía más lentos los procesos y limitaba la capacidad creativa y disruptiva de los Bancos para responder al ritmo vertiginoso de la digitalización y la inteligencia artificial. Mientras tanto, fuera de esa caja, las fintech, sin el peso de la estructura normativa tradicional, se movieron con rapidez, redujeron fricciones y diseñaron modelos de banca más ágiles, personalizables y adaptados al consumidor financiero, tanto en el segmento de Banca minorista (masiva-personal ) como en la Banca mayorista (Banca Empresarial y Corporativa).
Hoy, desde mi rol como Inversionista y Emprendedor, VC en el ecosistema fintech, observo con fascinación cómo esta disrupción no solo erosiona la cuota de mercado de la Banca tradicional, sino que abre una oportunidad histórica: reinventar el negocio del pasivo, las cuentas corrientes, las inversiones, el crédito digital, las remesas y los pagos, integrando las nueve verticales del sistema fintech colombiano: pagos digitales, crédito digital (lending), crowdfunding, insurtech, gestión de inversiones y wealthtech, criptoactivos y blockchain, regtech, proptech y soluciones financieras para empresas (enterprise financial solutions), en un ecosistema ágil y centrado en el usuario. Esta transformación es el combustible natural para la expansión del open finance, donde la interoperabilidad, la innovación y la colaboración definen el futuro del Sistema Financiero.
El caso colombiano: laboratorio de innovación financiera
Colombia se ha consolidado como el tercer ecosistema fintech más grande de Latinoamérica, después de Brasil y México, con más de 350 empresas fintech registradas al cierre de 2024 según Colombia Fintech. Estas empresas abarcan las nueve verticales ya mencionadas, con especial fuerza en pagos digitales (34% del total de compañías), crédito digital (28%) e insurtech (10%).
El marco regulatorio local ha dado pasos importantes:
El sandbox regulatorio de la Superintendencia Financiera ha permitido varias pruebas piloto en pagos, blockchain y créditos digitales.
La expedición del decreto de open finance en 2023 ha sentado las bases para la interoperabilidad bancaria mediante APIs abiertas.
El crecimiento acelerado de usuarios de billeteras digitales.
Este dinamismo se explica también por la alta penetración de internet móvil (más del 91% de la población) y por un segmento juvenil digitalmente bancarizado que demanda inmediatez, bajos costos y personalización.
Fenómeno retrasado en la adopción del modelo BaaS
A pesar del crecimiento acelerado del ecosistema fintech, Colombia presenta un fenómeno particular: la adopción del modelo Banking as a Service (BaaS) ha sido más lenta que en mercados líderes como Brasil, México o Estados Unidos. Mientras en esos países los bancos han abierto masivamente su infraestructura tecnológica a través de licencias BaaS para que fintech y terceros ofrezcan servicios financieros bajo su amparo regulatorio, en Colombia las experiencias siguen siendo aisladas y principalmente impulsadas por bancos internacionales o entidades de nicho.
Este rezago se explica por tres factores principales:
Rigidez regulatoria: hasta 2023 no existía un marco normativo claro para licencias BaaS, y aún hoy el esquema se interpreta de manera restrictiva. Cultura de control: los bancos tradicionales han priorizado la protección de su base de clientes sobre la apertura de su infraestructura.
Limitaciones tecnológicas heredadas: sistemas core banking obsoletos que dificultan la exposición segura de APIs y servicios modulares.
Sin embargo, esta brecha representa una oportunidad estratégica. Un despliegue amplio del BaaS permitiría a los bancos monetizar su infraestructura y licencias regulatorias, mientras las fintech y otros jugadores, como retailers, plataformas de economía colaborativa y empresas de telecomunicaciones, podrían lanzar productos financieros de manera más rápida y personalizada.
De hecho, McKinsey (2023) estima que los modelos BaaS pueden representar hasta un 25% de los ingresos adicionales del sector bancario en mercados emergentes si se adoptan a escala. En el contexto colombiano, su implementación masiva podría acelerar la inclusión financiera, especialmente en segmentos rurales y no bancarizados, apalancando las capacidades de open finance.
McKinsey y la transformación del modelo bancario
De acuerdo con el informe “The Future of Banking: Capturing the next wave of growth” de McKinsey & Company (2023), la banca global enfrenta tres retos clave:
Caída de rentabilidad: El retorno sobre capital (ROE) promedio de la banca mundial pasó de 12% en 2013 a 9% en 2022, con proyección de 7% para 2025 si no se adoptan modelos más eficientes.
Migración de ingresos: Se estima que hasta el 40% de los ingresos de los servicios financieros tradicionales podría desplazarse hacia nuevos actores digitales en la próxima década.
Aceleración tecnológica: El 60% de las interacciones con clientes ya ocurre en canales digitales, tendencia que crece a doble dígito anual.
En el caso colombiano, McKinsey proyecta que la adopción plena de open finance podría aumentar los ingresos del sector en un 20% en cinco años, siempre que se fomente la colaboración banco–fintech en lugar de una competencia destructiva.
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Esta investigación analiza la evolución de la relación entre la banca tradicional y las empresas fintech, planteando que el aparente enfrentamiento entre ambas puede y debe transformarse en una alianza estratégica capaz de rediseñar el sistema financiero global.
En las últimas dos décadas, las fintech han irrumpido con un modelo de negocio centrado en la agilidad, la experiencia del usuario y la innovación tecnológica, erosionando segmentos del mercado que históricamente pertenecían a los bancos. Según KPMG (2024) en la última década la inversión global en Fintech ha tenido un crecimiento significativo, impulsada por soluciones en pagos digitales, blockchain, crédito alternativo y Banca abierta.
Por otro lado, los bancos mantienen fortalezas inigualables: infraestructura, confianza institucional y cumplimiento regulatorio. Sin embargo, su lentitud en la adopción de tecnologías emergentes los ha expuesto a perder relevancia frente a competidores más dinámicos.
El núcleo de esta tesis plantea que el “desafío” inicial, la competencia directa entre el código (fintech) y el ladrillo (banca tradicional) es, en realidad, una oportunidad para crear un ecosistema financiero híbrido. Este modelo combinaría la
capacidad de innovación y personalización de las fintech con la estabilidad y el alcance institucional de la banca, generando un sistema más inclusivo, eficiente y resiliente.
El ensayo propone un marco de colaboración basado en tres pilares:
Interoperabilidad tecnológica: integración de APIs abiertas y estándares de datos comunes, siguiendo las recomendaciones de Open Banking Implementation Entity (OBIE, 2022).
Regulación inteligente: marcos normativos que protejan al consumidor sin frenar la innovación (World Economic Forum, 2022).
Cocreación de productos financieros: alianzas estratégicas para desarrollar soluciones que respondan a la creciente demanda de servicios digitales integrados.
En conclusión, la tesis sostiene que el verdadero “desafío existencial” de la banca no es la desaparición, sino su capacidad para adaptarse y capitalizar la disrupción fintech como catalizador de reinvención sistémica, con el caso de Colombia como un laboratorio de innovación regulatoria y colaboración competitiva. 1.
Referencias bibliográficas
Superintendencia Financiera de Colombia (2024). Informe del sector fintech y avances en open finance. Colombia Fintech (2024). Reporte del ecosistema fintech colombiano.
KPMG (2024). Pulse of Fintech. McKinsey & Company (2023). The Future of Banking: Capturing the next wave of growth.
World Economic Forum (2022). The Future of Financial Services.
Arner, D., Barberis, J., & Buckley, R. (2020). Fintech and the future of financial services. Journal of Banking Regulation.
Banco de la República de Colombia (2024). Informe de Inclusión Financiera Digital. •
Mitos del mundo de las tarjetas
Por: Diego Quesada
Country Manager Países Andinos, Centroamérica y Caribe - Pomelo.
En los últimos años, el ecosistema de pagos ha sido protagonista de una transformación acelerada. Wallets, pagos con código QR, transferencias inmediatas y nuevos esquemas de finanzas embebidas han generado un entorno más dinámico y competitivo. Sin embargo, este proceso de renovación también ha traído consigo una serie de ideas erróneas sobre uno de los instrumentos más utilizados en el mundo: las tarjetas.
Frente al auge de nuevas formas de pago, muchos dan por hecho que las tarjetas son un sistema obsoleto. Nada más alejado de la realidad. En este artículo quiero compartir mi punto de vista sobre cinco de los muchos mitos que existen sobre el negocio de tarjetas, usando datos y evidencias que he encontrado en estos años en la industria, para mostrar que este ecosistema no solo está vigente, sino que continúa evolucionando.
Mito 1:
¿El negocio de tarjetas está muriendo?
El “boom” de las nuevas tendencias de pago en nuestra región tal como los sistemas de pago inmediatos, el open finance o las criptomonedas, ha llevado a que en algunos eventos y conversaciones, me encuentre con preguntas en torno a por qué seguir dedicando esfuerzos para crecer, o incluso hasta para mantener las tarjetas como un medio de pago si ya es algo que en palabras de los más apasionados consideran está muriendo.
La realidad es que las tarjetas siguen siendo uno de los métodos de pago más usados del mundo. Pero no solo eso: hoy estamos siendo testigos de un momento en que los medios de pago electrónicos existentes, como las tarjetas, se apalancan en las innovaciones para llegar a mercados que antes eran de difícil acceso y que gracias a estos avances, hoy están más cerca que nunca.
Para ser más claros y ejemplificar, la llegada de los sistemas de pagos inmediatos tiene un impacto enorme en la inclusión financiera. Esa inclusión está dada al generar mecanismos de fácil transaccionalidad para millones de personas, comercios, negocios y regiones que antes tenían como su principal medio de pago el efectivo (hoy cercano al 80% en nuestro país, según Asobancaria) y que ahora habilita un medio de pago que les complementa su día a día. Sin embargo, lo importante es entender que la adopción de estos nuevos sistemas también le aporta a toda esa población en su digitalización e inclusión financiera.
Muchas de estas personas antes encontraban barreras para interactuar con el ecosistema de pagos electrónicos, pero una vez que lo hacen, esa brecha se reduce y se vuelven más propensos a adoptar otras herramientas como las tarjetas, al ya estar siendo objeto de esa inclusión.
La experiencia de mercados más desarrollados demuestra que el crecimiento de los nuevos sistemas de pago inmediatos es impresionante y efectivamente ganan una gran parte de la torta, pero en paralelo los ecosistemas como el de las tarjetas siguen creciendo de forma representativa. Según el banco central de Brasil, por ejemplo, la plataforma de pagos instantáneos Pix incluyó a más de 70 millones de usuarios en el sistema financiero del país en solo dos años y esto se acompaña de datos de entidades bancarias, que reconocen que esa adopción impulsó un crecimiento del 130% en la emisión de tarjetas. Algo similar sucedió en India con la implementación de UPI que en 2016 lo convirtió en el método de pago más popular del país, y aun así, hoy cuentan con más de 1.451 millones de tarjetas (débito, crédito, prepago) o en España, con Bizum, donde más del 53% de todas las transferencias procesadas son inmediatas y el número de tarjetas todavía supera 93 millones de plásticos.
A esto se suman los más de 45 billones de dólares procesados anualmente en pagos con tarjeta a nivel global según el Nilson Report, y el impulso de nuevas tecnologías como las tarjetas virtuales, tokenizadas o multicurrency. Una prueba clara de que las tarjetas están más vivas que nunca.
Mito 2:
¿Emitir tarjetas es tan complejo que es mejor no intentarlo?
Frente a este tema debo empezar por decir que efectivamente detrás de cada transacción con tarjeta hay un ecosistema tecnológico y operativo altamente sofisticado. Emitir una tarjeta implica coordinar múltiples sistemas y procesos que deben funcionar en tiempo real, de forma segura y sin fricción.
No es común que las personas conozcan todo lo que sucede detrás de sus pagos con ese plástico que tienen en sus manos o con su tarjeta virtual y que puede parecer tan sencillo. Como lo muestra la infografía de Pomelo “La anatomía de una tarjeta moderna”, detrás de lo visible hay una infraestructura poderosa que integra múltiples componentes como tokenización, core de crédito, motor de fraude, autorizador, dashboard, reglas de negocio, gestión del BIN, embosado, conciliación automática y contracargos, entre otros.
La buena noticia es que la evolución de los medios de pago ha dado lugar a compañías que ofrecen infraestructura moderna capaz de aprobar pagos en milisegundos, con capas de seguridad invisibles, APIs que permiten emitir en tiempo real, escalabilidad ilimitada en la nube y equipos que se encargan de toda esa complejidad.
Hoy, fintechs, unicornios, entidades financieras de todos los tamaños y empresas de múltiples industrias pueden lanzar sus propias tarjetas de crédito, débito o prepago al delegar con toda confianza esa complejidad en aliados como Pomelo que habilitan el ecosistema de tarjetas en tiempo récord y con modelos de negocio simples y convenientes.
Si bien, lanzar tarjetas al mercado involucra muchos temas para hacerlo como se debe, hoy hay expertos en la categoría que hacen de esto algo mucho más sencillo y se convierte en una oportunidad para enriquecer el portafolio con estas propuestas de valor.
Anatomía de una tarjeta moderna
Todo lo que tiene una tarjeta, física o virtual. Lo que ves y lo que no.
Detrás de cada transacción, hay una infraestructura poderosa que la hace posible: tecnología que aprueba pagos en milisegundos, capas de seguridad invisibles, APIs que permiten emitir en tiempo real y un equipo que piensa en cada detalle.
Número de tarjeta (BIN)
Chip o tarjeta virtual
Esto es lo que se ve…
Core de crédito
Administra saldos, límites, intereses y reglas de uso de tarjetas de crédito.
Autorizador
Decide en milisegundos si una transacción se aprueba. Velocidad sin fricciones.
Gestión de contracargos
Gestión eficiente de disputas. Menos dolores para tu negocio y tus clientes.
Prevención de fraude
Motor propio y monitoreo en tiempo real. Detecta y actúa antes del daño.
Gestión del BIN
Tu operación apalancada en nuestras licencias Visa / Mastercard.
Clearing y liquidación
Conciliación automática. Sin fricción, sin sorpresas.
pasa cuando se lanza una tarjeta con Pomelo? ... pero lo más potente está detrás.
Fecha de vencimiento
Nombre del cliente
Embosado
Diseño, impresión y personalización de tarjetas físicas.
Logística
Envío y seguimiento end-to-end. La experiencia física también importa.
3DS
Seguridad para e-commerce sin sacrificar la experiencia del usuario.
Tokenización
Protege los datos sensibles. Más seguridad, menos riesgo.
Dashboard
Gestión centralizada de todas tus operaciones, en tiempo real.
Integración única vía APIs. Escalabilidad regional sin fricciones. Velocidad con excelencia.
Mito 3:
¿Las
palabras “migración” o “nueva integración” deben seguir generando terror al hablar de un nuevo procesador de tarjetas?
Para quienes hemos estado en la indust ria financiera por un tiempo no es difícil recordar las reacciones de terror cuando alguien proponía la “brillante” idea de migrar o integrar una nueva plataforma para mejorar funcionalidades o propuestas de valor para los clientes. Esas reacciones eran totalmente justificadas en su momento. En la mayoría de los casos, estos procesos ocurrían en paralelo a la operación del producto, algo parecido a “cambiar el combustible de un avión en vuelo”.
Por otro lado, durante años, las migraciones e integraciones de procesadores de tarjeta estuvieron marcadas por inestabilidad, traumatismos e impacto en los negocios. Pero es necesario entender que para el caso del mundo de las tarjetas esto ya no es así. Gracias a procesadores modernos como Pomelo, con infraestructura basada en APIs, arquitectura cloud-native modular y procesos bien definidos, es posible completar migraciones e implementaciones en meses, y en algunos casos en días, sin fricciones y para entidades de cualquier tamaño.
Hoy migrar o integrar un nuevo procesador de tarjetas ya no es un motivo de “terror” ni una barrera técnica. Es una decisión estratégica que impulsa la competitividad, la capacidad de innovación y la escalabilidad regional, ahora implementable de una forma más ágil y conveniente que nunca.
Mito 4:
¿Debo implementar mis tarjetas en cada país de forma distinta y desde cero?
La globalización ha impulsado modelos de negocio que operan en múltiples países. Durante años, los planes de expansión de estas empresas se vieron frenados por la necesidad de personalizar plataformas para cada mercado local, con el alto costo y esfuerzo que esto implicaba.
Hoy, el modelo de regionalización de los procesadores modernos como Pomelo permite cumplir con normativas locales y adaptarse a distintas monedas, idiomas y marcos regulatorios sin perder consistencia operativa. Contar con una única integración técnica que permita operar en varios países y tener un partner especializado que entienda la cultura y la operación local, pero que también haya resuelto temas como la capacidad de escalar los productos, licencias, validaciones y requisitos sin rediseñar el stack técnico, es una realidad.
En pocas palabras: los despliegues regionales desde una sola infraestructura, con alcance y cumplimiento local, son una realidad. Esto acelera el go-to-market, reduce costos y habilita una expansión sin fricciones.
Mito 5:
¿Las
grandes
entidades financieras están atrapadas
en la tecnología legacy que han personalizado por años?
Las empresas que han sido protagonistas y dominantes de los mercados de emisión de tarjetas, por muchos años trabajaron con plataformas que hoy conocemos como “legacy” y que han tenido que personalizar (o “llenar de parches” como se dice coloquialmente), para adaptarse a la evolución de sus productos. Esto hacía que modernizar su infraestructura pareciera un reto enorme y algo que muchos preferían evitar.
Hoy, esa realidad cambió. Los bancos están modernizando su infraestructura para competir con modelos más ágiles, priorizando estos proyectos en sus planes estratégicos. La necesidad de digitalizarse y mejorar la experiencia del cliente impulsa una transformación tecnológica. Según varios estudios, más del 60% de los bancos en América Latina están migrando a arquitecturas cloud y APIs abiertas.
El mundo de la emisión de tarjetas no es la excepción. Las grandes entidades emisoras hoy ya apuestan a infraestructuras y plataformas modernas en las cuales están confiando el nacimiento de sus nuevos portafolios, regiones o filiales, así como la migración gradual y controlada de sus transacciones a procesadores de vanguardia. Esto les permite escalar con agilidad, sin interrupciones, adaptarse rápidamente a nuevas regulaciones o cambios en el mercado con un enfoque compliance-ready y sumar nuevas funcionalidades con integraciones plug & play, sin depender de desarrollos largos ni costosos.
La infografía de Pomelo “De lo tradicional a lo innovador” resume la transición: de sistemas rígidos y lentos a plataformas ágiles, seguras e interoperables, con capacidades avanzadas como tokenización, scoring dinámico y prevención de fraude en tiempo real.
Estos son solo cinco de los muchos mitos que posiblemente existen frente al mundo de las tarjetas y que espero con este artículo permitan tener una percepción más clara del ecosistema.
Hoy somos testigos de una aceleración en la innovación de los medios de pago gracias a la convergencia de un listado enorme de tendencias tecnológicas como los esquemas cloud, NFC, inteligencia artificial, APIs, tokenización, biometría, entre muchas otras, que le han dado a los pagos una relevancia mucho mayor en el rubro financiero. El aprovechamiento de esa combinación de tendencias permite afirmar que lejos de desaparecer, el ecosistema de tarjetas está evolucionando a gran velocidad, impulsado por tecnología de punta, modelos regionalizados y una creciente demanda por soluciones integradas que le permite estar vigente por mucho tiempo más entre nosotros.
Para terminar, lanzar, escalar o migrar un programa de tarjetas nunca fue tan sencillo. La clave está en elegir el aliado tecnológico adecuado para hacerlo con velocidad, seguridad y visión de futuro.
De lo tradicional a lo innovador: la nueva era de las tarjetas
Tecnología moderna, nativa en la nube y basada en APIs que transforma la emisión, procesamiento y gestión de tarjetas.
LEGACY TECH VS.
Tecnología obsoleta y rígida, con limitaciones para escalar.
Integraciones complejas y largas: meses o incluso años para estar operativas.
Sistemas rígidos con configuraciones limitadas y sin capacidad de personalización.
Cambios operativos dependen de terceros, aumentando tiempos y costos.
Infraestructura desactualizada, con integración limitada a nuevas tecnologías.
Riesgo de caídas en el servicio y latencias altas.
Cumple con regulaciones, pero con procesos manuales y menos eficientes.
Modelos tradicionales de scoring y reglas fijas, con menor capacidad de respuesta ante nuevas amenazas.
Infraestructura tecnológica
Tiempos de implementación
Flexibilidad y personalización
Autonomía en la gestión
Soporte para nuevas soluciones
Velocidad y disponibilidad
Seguridad y compliance
Prevención de fraude
Infraestructura cloud-native, completamente escalable y adaptable.
Integración rápida en semanas, gracias a APIs modulares.
Arquitectura modular que permite personalizar reglas de negocio, seguridad y experiencia del usuario.
Dashboard en tiempo real para administrar reglas, fraudes y contracargos sin intermediarios.
Soporte nativo para tarjetas virtuales, multicurrency, Tap to Add y tokenización.
Procesamiento sin interrupciones con SLA garantizado.
Certificaciones PCI DSS, ISO 27001 y gestión de riesgos en tiempo real.
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Bre-B y el Desafío de la Confianza: Ciberseguridad en la Era de los Pagos Instantáneos
Por: Marco A. Gutiérrez Director Legal - Payments Way Solutions S.A.S.
La revolución de los pagos digitales en América Latina tiene un nombre: Pix. Este sistema instantáneo brasileño trascendió su función técnica para convertirse en un fenómeno socioeconómico que redefinió la vida cotidiana, erigiéndose como el ejemplo a seguir para la región. Colombia se encuentra ahora en el umbral de su propia transformación con el desarrollo de Bre-B, la Billetera Electrónica del Banco de la República. Es una oportunidad histórica de absorber las ventajas de la inmediatez y la inclusión financiera, pero también la obligación de estudiar sus grietas, especialmente en ciberseguridad y fraude.
Para comprender el potencial de Bre-B, es imprescindible volver la mirada hacia la lección brasileña. Pix, implementado a finales del 2020, logró lo que décadas de bancarización no consiguieron: masificar los pagos digitales en una economía dependiente del efectivo.
La informalidad, la desconfianza y la exclusión se vieron superadas por una utilidad simple y poderosa. Sus ventajas son incontestables: operaciones que se liquidan en segundos a toda hora; accesibilidad universal incluso para cuentas básicas; costo marginal para el usuario; y la comodidad de usar claves como el teléfono en lugar de números de cuenta largos. Pix democratizó el movimiento de dinero.
Sin embargo, esta revolución trajo una sombra compleja: el explosivo aumento del fraude digital. La misma inmediatez que es una bendición para la eficiencia se convierte en un martirio para la seguridad, ya que las transacciones son irrevocables. Brasil vio surgir toda una taxonomía del delito. Los casos más comunes involucran ingeniería social, donde el delincuente, haciéndose pasar por un empleado de una empresa, un banco o una autoridad, convence a la víctima de realizar un pago para evitar el bloqueo de un servicio o un problema legal ficticio. El “secuestro de conversaciones” en WhatsApp es otra modalidad perversa, donde los criminales, accediendo a la cuenta de un familiar, solicitan ayuda financiera urgente. La velocidad del sistema juega a favor del delincuente.
Este es el espejo en el que Colombia debe mirarse, porque nuestro terreno ya está abonado para estos males. La ingeniería social es una herramienta de precisión para la delincuencia organizada. Mensajes que suplantan a la DIAN, advirtiendo de multas, o a la Fiscalía, alertando de demandas que se evitan pagando una “fianza”, han puesto al ciudadano común a merced de un pánico diseñado para nublar su juicio.
El sector empresarial no es inmune. Empresas de servicios públicos como Enel sufrieron oleadas de fraude tan severas que llevaron a deshabilitar temporalmente el pago en línea a través de su botón PSE e implementar sistemas de registro más robustos. Esta decisión evidencia una cruda realidad: los instrumentos de pago en línea se pueden convertir, si no están blindados, en un vector de ataque masivo.
La normatividad colombiana en ciberseguridad, aunque existe (Ley 1273 de 2009, Ley 1581 de 2012), se enfrenta a que la velocidad de la innovación delictiva supera con creces la capacidad de respuesta legislativa y judicial. Rastrear transacciones instantáneas que cruzan múltiples instituciones financieras, ejecutadas por organizaciones criminales anónimas, es enormemente complejo. Además, emerge una nueva frontera: la adaptación de estos pagos para el tráfico de la ilegalidad, desde sobornos hasta el financiamiento de estructuras criminales más graves.
Con todo, diversos fallos de la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia, han decantado la interpretación y adaptación de los tipos penales establecidos en la Ley 1273 de 2009 a la dinámica y evolución de la ciberdelincuencia. Un desafío central ha sido conciliar los principios de legalidad y tipicidad penal, diseñados para conductas físicas y tangibles, con realidades digitales intangibles y transnacionales. Por ejemplo, la Corte Suprema, en sentencias como la del caso de suplantación de sitios web, ha tenido que precisar los elementos constitutivos del “acceso abusivo a un sistema informático”
(Art. 269A del Código Penal), delimitándolo de un mero ingreso a una página web pública y exigiendo la vulneración de medidas de seguridad específicas para configurar el delito. Asimismo, ha robustecido la figura de la “violación de datos personales” (Art. 269F) al interpretar que el concepto de “base de datos” va más allá del almacenamiento formal, protegiendo cualquier conjunto organizado de información personal, lo que amplía significativamente el espectro de protección. Estos fallos no solo aplican la ley, sino que la moldean, cerrando vacíos que los delincuentes podrían explotar y estableciendo precedentes sobre la aplicación de penas que consideren la masividad del daño potencial en el entorno digital.
En el ámbito de la protección de datos, la jurisprudencia ha utilizado la Ley 1581 de 2012 como pilar para construir una doctrina sobre la responsabilidad en el manejo de información personal, incluso extrapolando sus principios a la interpretación de los delitos informáticos. El Consejo de Estado, en varias providencias, ha sido enfático en que la mera posesión de datos sin el consentimiento válido o sin un propósito legítimo constituye una vulneración que puede tener consecuencias tanto administrativas (multas por parte de la SIC) como penales. La Corte Constitucional, por su parte, en sentencia T-277 de 2019, estableció un estándar alto para la transferencia de datos, incluso entre entidades estatales, exigiendo proporcionalidad y finalidad específica, un principio que directamente impacta las investigaciones de ciberdelitos al limitar cómo las autoridades pueden acceder y compartir la información incautada. Esta interconexión
entre el derecho administrativo sancionatorio de la Ley 1581 y el derecho penal de la Ley 1273 ha sido clarificada por los tribunales, señalando que una misma conducta, como una filtración masiva, puede acarrear una triple vía de responsabilidad: indemnizatoria para las víctimas, administrativa para la Superintendencia de Industria y Comercio y penal para la Fiscalía.
Sin embargo, la jurisprudencia también ha dejado en evidencia las profundas limitaciones del marco normativo vigente. Los jueces se enfrentan constantemente a delitos novedosos como el ransomware, el cryptojacking o los sofisticados esquemas de phishing, que no encajan perfectamente en los tipos de la Ley 1273, forzando interpretaciones extensivas que a veces rayan en la analogía, prohibida en el derecho penal. Frente a la incapacidad del legislador de actualizar la ley al ritmo de la tecnología, los fallos judiciales a menudo deben recurrir a figuras genéricas como el fraude informático (Art. 269G) o la estafa (Art. 246) para no dejar en la impunidad hechos graves, lo que genera inseguridad jurídica y tratos dispares para casos similares. Esta laguna se agrava en delitos transnacionales, donde la jurisprudencia ha chocado con los límites de la soberanía territorial para investigar servidores en el exterior y extraditar a cibercriminales. Así, mientras los tribunales han hecho un esfuerzo loable por dinamizar la ley existente, sus propias sentencias son el testimonio más elocuente de la urgente necesidad de una reforma legal integral que provea herramientas investigativas y tipos penales modernos, precisos y acordes con las convenciones internacionales sobre cibercrimen.
Frente a esto, la implementación de Bre-B no puede ser solo una réplica técnica de Pix; debe ser una evolución consciente y segura. La lección es clara: la educación del usuario es la primera línea de defensa. Campañas masivas y claras son obligatorias. Pero la pedagogía es insuficiente. Se requiere una arquitectura de seguridad robusta desde el diseño: autenticación fuerte de múltiples factores, inteligencia artificial para monitorizar transacciones en tiempo real en busca de patrones sospechosos, y un protocolo de reversión para casos de fraude demostrado, aunque sea complejo.
La colaboración público-privada será el pilar. Entidades financieras, tecnológicas, reguladores y fuerzas de seguridad deben compartir información de inteligencia de forma ágil. Mirar a
otros modelos como el UPI de la India (con capas de verificación) o el Reino Unido (gestión de disputas) proporciona insights valiosos.
Bre-B nace en un momento de máxima expectativa pero también de máxima precaución. Tiene el potencial de impulsar la inclusión financiera y modernizar la economía. Pero su éxito no se medirá solo por el volumen de transacciones, sino por la confianza que logre generar. Implementar un pago instantáneo es relativamente sencillo; implementarlo de forma segura en un país acechado por el fraude es el verdadero desafío. Colombia tiene la oportunidad de construir no solo un sistema de pagos, sino un estándar de seguridad para la región. El momento de blindar el sistema desde su núcleo es ahora.
La nueva propuesta de valor para el KYC y KYB en el sector financiero:
Modelos de IA antifraudes propios entrenados con data y contexto local
Por: José Javier Prada CEO de Become Digital
Recientemente vimos cómo, en el país, se sancionó a una organización por sus procesos de verificación de datos. Bien o mal, este hecho ha abierto un debate urgente dentro del ecosistema financiero: ¿cómo pueden las leyes, diseñadas hace más de una década, regular un mundo donde la suplantación digital y el fraude de identidad crecen de forma exponencial?
El caso es emblemático porque refleja una tensión que el sector financiero y tecnológico enfrenta a escala global: la necesidad de proteger los derechos de la privacidad y protección de datos personales de los usuarios sin sacrificar herramientas que hoy resultan esenciales para prevenir los nuevos tipos de fraudes.
La amenaza
del
fraude por identidad sintética y suplantación documental
Los delincuentes están perfeccionando el fraude de identidad mediante la creación de identidades sintéticas, construidas a partir de información personal real robada de múltiples víctimas. Estas identidades, conocidas como “Frankenstein”, combinan datos auténticos (como número de identificación de una persona con la dirección de otra) para formar un perfil completamente nuevo y verosímil, extremadamente difícil de detectar para los sistemas tradicionales de verificación.
Los estafadores muestran una preferencia particular por los datos de menores de edad, debido a su inexistente historial crediticio, y por los de personas fallecidas, cuyos registros ya no son monitoreados, lo que les permite operar impunemente durante largos periodos.
En Estados Unidos, este tipo de fraude representa entre el 80% y el 85% de todas las estafas de identidad, con costos estimados de 6.000 a 8.000 millones de dólares anuales. A nivel global, además, se proyectan pérdidas por US$23.000 millones hacia 2030, según un informe de Mastercard.
Esta metodología delictiva se especializa y diversifica según los objetivos. En el fraude financiero directo, se crean identidades sintéticas con el propósito específico de solicitar tarjetas de crédito fraudulentas y acumular deudas sin intención de
pago. En escenarios más elaborados, se fabrican perfiles completos de estudiantes, incluso con historiales académicos falsos, para defraudar al sistema mediante la solicitud de préstamos estudiantiles y becas.
KYC y KYB: del cumplimiento
a la supervivencia
Esto evidencia una premisa que, aunque parece obvia, no siempre se asume con la urgencia necesaria: los procesos de Know Your Customer (KYC) y Know Your Business (KYB) ya no son solo un requisito regulatorio, sino una condición de supervivencia operativa y reputacional para cualquier organización. Una entidad que no pueda verificar la identidad de un cliente o de una empresa con precisión y velocidad se expone no solo a fraudes millonarios, sino también a sanciones regulatorias capaces de comprometer su continuidad.
El desafío central radica en encontrar un equilibrio entre proteger los derechos de los ciudadanos y, al mismo tiempo, permitir que las empresas innoven para combatir amenazas cada vez más sofisticadas. La obligatoriedad de ofrecer una revisión manual de decisiones automatizadas - como se discute en varias jurisdicciones - puede ser una medida garantista, pero también un obstáculo para la escalabilidad y eficiencia que exige el mundo digital.
A su vez, el reto está en dar una respuesta efectiva y dinámica a esos cambios. Ello requiere que equipos especializados en prevención de fraude, conformados por responsables de cumplimiento, analistas de ciberseguridad y gerentes de relaciones con clientes, analicen periódicamente los patrones de fraude y actualicen los procedimientos de KYC y KYB. Solo de esta manera será posible garantizar procesos más ágiles, seguros y confiables, sin sacrificar la experiencia del usuario.
Un riesgo que no es distante de Colombia
Aunque muchos podrían pensar que este es un problema propio de mercados más desarrollados, Colombia no se ha quedado atrás en materia de fraudes digitales. Según un informe de TransUnion, los intentos de fraude digital en el país aumentaron un 43,5% en el primer semestre de 2024, en comparación con el mismo período de 2023.
El país incluso se ubicó en la quinta tasa más alta de intentos de fraude digital entre los 19 países analizados por la entidad. Pero el dato más preocupante es que el fraude de identidad sintética - cuando se construye una identidad falsa o virtual para cometer estafas - fue identificado como el de mayor crecimiento en Colombia, con un incremento del 153% en este mismo periodo.
Un modelo de IA de carácter nacional
Frente a este panorama, hay iniciativas que demuestran que es posible conjugar innovación, seguridad y respeto por los derechos de los usuarios. Un ejemplo es el modelo de inteligencia artificial desarrollado por Become Digital para analizar imágenes de documentos de identidad, diseñado por científicos de datos a partir de arquitecturas de redes convolucionales y técnicas avanzadas de computer vision.
Entrenado con deep learning, reconocimiento óptico de caracteres, biometría facial y liveness detection , el sistema de
Become Digital logra una tasa de falsos positivos inferior al 0,84% y de falsos negativos por debajo del 0,3%, superando los estándares de la industria. Su capacidad de reentrenarse cada dos meses con nuevos datos y escenarios de fraude lo convierte en un aliado estratégico para sectores como banca, fintech, retail y telecomunicaciones, entre otros, donde la validación de identidad precisa y en tiempo real es crítica.
Al operar con datos locales y bajo certificación ISO 27001 (en proceso de obtener SOC 2), la compañía combate el fraude con identidades sintéticas con un enfoque de precisión regulatoria y cero demoras. Sus modelos de IA, desarrollados y entrenados con data colombiana, ofrecen ventajas diferenciales: anticipan patrones de fraude regionales, refuerzan la soberanía tecnológica y reducen el riesgo de suplantación mediante detección avanzada de documentos falsos y biometría fraudulenta.
Este enfoque no solo fortalece la seguridad, sino que también acelera el onboarding digital, brindando al usuario legítimo una experiencia ágil, confiable y sin fricciones.
Reflexión final: innovar para proteger
En esta nueva realidad digital, la suplantación de identidad y la ciudadanía sintética ya no son riesgos aislados: son amenazas estructurales que pueden comprometer la estabilidad del sistema financiero. Pero también representan una oportunidad histórica.
Si el sector adopta modelos propios de IA antifraude, entrenados con contexto local y datos regionales, podrá transformar el KYC/KYB de una obligación regulatoria
en una ventaja competitiva. Esto no solo blindará las operaciones contra fraudes cada vez más sofisticados, sino que también mejorará la experiencia del cliente y fortalecerá la confianza pública en las instituciones financieras.
La urgencia es clara: reguladores, empresas tecnológicas y entidades financieras deben sentarse en la misma mesa para actualizar un marco normativo que hoy resulta insuficiente. Solo así la lucha contra el fraude podrá evolucionar a la misma velocidad que las amenazas.
Al final, la pregunta no es si debemos reinventar la verificación de identidad, sino cómo debemos hacerlo. Depende de nosotros convertir este desafío en un motor de seguridad, inclusión y crecimiento. Ese, y no otro, es el verdadero valor del futuro financiero colombiano.
Cuando el fraude se vuelve creativo, la solución debe ser brillante
Por: Iñigo Castillo
LATAM General Manager en Incode
Durante mucho tiempo, como sociedad creímos que la digitalización sería sinónimo de progreso: que estar conectados nos haría más eficientes, más libres y más seguros. Sin embargo, la realidad ha demostrado ser más compleja.
En América Latina podemos ver la otra cara de la transformación digital. Aquí, el fraude evoluciona, se reinventa constantemente, y aprovecha tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa, los deepfakes y los bots que replican patrones humanos con precisión inquietante. El fraude moderno va más allá de la simple falsificación de documentos.
Hoy, un atacante puede replicar un rostro, sintetizar una voz y estudiar patrones de comportamiento digital para crear suplantaciones casi perfectas.
La región enfrenta un doble desafío: avanzar hacia una mayor inclusión financiera digital mientras protege ese progreso de ataques que se vuelven exponencialmente más sofisticados. Lejos de ser objetivos contradictorios, esta tensión ha catalizado el desarrollo de soluciones de seguridad más robustas y adaptables. En Incode, nos ha llevado a pensar y desarrollar soluciones capaces de resolver problemas globales desde los entornos más hostiles y exigentes.
La ingeniería social: el
verdadero desafío
Cuando pensamos en seguridad digital, se nos viene a la mente firewalls, contraseñas cifradas o sistemas biométricos. Sin embargo la mayor vulnerabilidad no siempre está en la infraestructura tecnológica, sino en las personas que la utilizan.
La ingeniería social, esa capacidad de manipular a alguien para obtener acceso a sistemas o datos representa uno de los vectores de ataque más efectivos y difíciles de contrarrestar. Un estafador experimentado puede convencer a familiares, empleados o instituciones financieras de estar interactuando con una persona legítima combinando información pública disponible en redes sociales, o con otras técnicas de manipulación sofisticadas.
América Latina: laboratorio de innovación en seguridad
La experiencia latinoamericana en materia de fraude de identidad ha sido, paradójicamente, una ventaja competitiva. Los esquemas fraudulentos que observamos en la región suelen anticipar tendencias globales por meses o incluso años. Esta realidad nos ha obligado a desarrollar modelos de detección más resilientes, capaces de identificar patrones de ataque que aún no se documentan en mercados más “seguros”.
Marcos regulatorios fragmentados, intentos de suplantación extraordinariamente elaborados y un conocimiento cultural profundo que hace el fraude más creíble han convertido a América Latina en un entorno de prueba natural para tecnologías de verificación de identidad. Las soluciones que funcionan aquí demuestran una eficacia superior cuando se implementan en otros mercados, como el europeo o el estadounidense. Esta experiencia se traduce en una comprensión más profunda de cómo evolucionan las amenazas y qué medidas preventivas resultan efectivas en entornos adversos.
Transformar el miedo en confianza
Uno de los principales obstáculos para la adopción de servicios financieros digitales no es la falta de acceso tecnológico, sino la desconfianza generalizada. El miedo a ser víctima de fraude, a perder el control sobre la identidad personal o a que la tecnología falle en momentos críticos representa una barrera significativa para la inclusión financiera.
Este temor tiene fundamentos sólidos: los índices de fraude en Latinoamérica son considerablemente altos y la desconfianza hacia las instituciones está profundamente arraigada en la cultura regional. Sin embargo, en lugar de representar un obstáculo insuperable, esta realidad impulsa el desarrollo de sistemas más confiables, accesibles y centrados en el usuario.
La clave está en diseñar tecnologías que detecten y prevengan el fraude mientras comunican seguridad de forma
transparente y comprensible para el usuario final.
Identidad como derecho, biometría como vía
En muchos países de la región, millones de personas no cuentan con documentos de identidad oficiales. Y sin identidad, no hay acceso a salud, educación ni servicios financieros, lo que perpetua ciclos de exclusión socioeconómica.
La tecnología puede ayudar a cerrar esa brecha. En Incode partimos del principio de que la identidad es un derecho fundamental, no un privilegio. Por esta razón, alineamos nuestros estándares con marcos regulatorios avanzados como el GDPR europeo, incluso cuando operamos en jurisdicciones donde esta regulación aún no aplica. Esta aproximación garantiza que la privacidad y el consentimiento informado sean pilares fundamentales de cualquier sistema de identificación, independientemente del contexto regulatorio local.
¿Podemos
imaginar un futuro sin credenciales físicas?
Ya existe la infraestructura tecnológica para que cada persona lleve su identidad de forma segura en un dispositivo. No hay una razón técnica para seguir dependiendo de documentos físicos que se extravían, se falsifican o se vuelven inservibles.
El reto no es técnico, es de ejecución, implementación y adopción. Necesitamos garantizar tres cosas: que la tecnología funcione, que respete la privacidad y que los datos estén protegidos. Solo así podremos construir un sistema de confianza que no dependa de papeles, sino de principios.
Avanzamos hacia un futuro en el que cada persona podrá decidir qué datos compartir, con quién y en qué momento. Un futuro en el que la identidad digital no sea un riesgo, sino una llave. Una llave que abra puertas y no sospechas. En este nuevo paradigma, la identidad será una herramienta de acceso, no de vulnerabilidad.
Las soluciones que funcionan en entornos complejos como América Latina establecen estándares más altos para la verificación digital global. Esta experiencia posiciona a la región como un potencial hub de ética e innovación en inteligencia artificial, capaz de atraer inversión internacional y talento especializado hacia un ecosistema tecnológico más responsable y sostenible.
La próxima revolución: Super
Apps conversacionales y dinero sin fricción
Por: Tomislav Bišćan CEO & Founder de Orangepill
Latinoamérica está a punto de dar un salto histórico: pasar de “apps” a conversaciones donde es posible manejar el dinero y el comercio. En Colombia, este cambio ya se ve en la calle, en el taxi, en el supermercado del barrio y sobre todo en WhatsApp, Todo el proceso de antes, exigía que las personas descargaran, se registrarán y aprendieran a usar una aplicación. Hoy todo lo anterior puede resolverse con un mensaje: “págale a Juan”, “recárgame 20 mil”, “divide esta cuenta”, “envíame el comprobante”. Esa simplicidad no es un truco de UX (Experiencia de Usuario); es un nuevo paradigma donde el lenguaje natural, la IA (Inteligencia Artificial) y una infraestructura de pagos multi-rail (permite procesar transacciones utilizando múltiples métodos o canales de pago) trabajan detrás de escena para darle superpoderes a cualquier conversación.
Mi visión es clara: Colombia puede ser referente global en SuperApps conversacionales si implementamos tres principios: la conversación como interfaz, dinero sin fricción y flujos flexibles. De esta forma, podríamos traducir estos principios en productos reales, medibles y seguros. Esa es la apuesta de Orangepill: un backend transaccional, listo para producción, que convierte las ideas del negocio en flujos conversacionales inteligentes, coordinando rieles de pago locales e internacionales con una sola integración.
La conversación como nueva interfaz: del toque al texto (y voz)
El próximo gran sistema operativo no vive en el teléfono, vive en un chat. Las personas ya decidieron dónde pasan tiempo: WhatsApp primero; también RCS y Telegram; y, por supuesto, la web y las apps cuando aportan valor. El reto no es sumar otro icono a la pantalla, sino llevar el dinero al diálogo actual.
Cuando una persona escribe “necesito pagar mi recibo ya”, la tecnología debe:
Entender la intención (IA)
Validar condiciones (límite, KYC, consentimiento)
Elegir el riel óptimo (coste, latencia, tasa de éxito)
Ejecutar de forma segura y auditable
Cerrar el ciclo con un comprobante y una sugerencia útil (suscripción, recordatorio, ahorro).
Eso es lo que llamo inteligencia operativa: IA que no solo conversa; hace. En Orangepill, nuestros agentes convierten prompts en flujos productivos con guardrails de negocio y cumplimiento. Menos “magia negra”, más fiabilidad.
Dinero sin fronteras: diferentes autopistas, un solo destino
Para tu cliente, dinero es dinero. No le importa si viaja por Bre-B, TransfiYa, Nequi, tarjeta (Visa, Mastercard), stablecoins (USDT, USDC, COPM) u otras opciones; solo quiere que llegue rápido, económico y seguro. Por eso diseñamos Orangepill como un orquestador: un solo punto de conexión a múltiples “autopistas” de pago. Si una falla, tomamos otra al instante. Esto maximiza la conversión, reduce costos y asegura que la operación nunca se detenga. Además, con posibilidad de contar con “rutas aéreas” internacionales cuando se necesiten, lo que posibilita la entrada a esquemas mixtos: fiat, stablecoins y monedas virtuales (puntos, store credit), que conviven en un único ledger multi-moneda. El usuario conversa; el backend decide.
Flujos tipo LEGO. Modulares, flexibles y dinámicos
La diferencia entre una demo y un negocio es la operación. Las SuperApps necesitan moverse a la velocidad del mercado: hoy recargas y pagos, mañana remesas y fidelidad, pasado mañana BNPL y comercio conversacional. Por eso el backend debe ser flexible : módulos de cuentas, subcuentas, split, conciliación, KYC y consentimiento; conectores de catálogo; motores de liquidación; y encima de todo agentes de IA que tejen el flujo sin obligar a reescribir todo.
En Orangepill, “Bre-B ready y multi-rail” significa que puedes operar en Colombia con Bre-B, TransfiYa, Nequi, Daviplata, tarjeta (Visa, Mastercard) y otros rieles, sin multi-integraciones ni dependencias frágiles. Una sola API; múltiples rutas; observabilidad y trazabilidad para lograr el cumplimiento normativo y ético de tu empresa o negocio.
WhatsApp: La SuperApp que ya todos usan
Seamos honestos: Colombia no necesita inventar otra app para pagar. Ya la tienes en tu bolsillo. WhatsApp es el sistema operativo social donde tus clientes, los comercios y las empresas ya conviven.
La pregunta no es si WhatsApp puede ser una SuperApp, sino qué tan rápido puedes convertir una conversación en un pago, una recarga, una compra,
una suscripción, un retiro o un reclamo con evidencia auditable. En Orangepill, hacemos que el catálogo, el carrito, el método de pago y el comprobante vivan en el mismo hilo conversacional. El usuario resuelve en el chat; tu operación queda conciliada en el backend.
De
la IA que habla a la IA en la que confías
La IA ya sabe conversar, pero para manejar dinero, necesita ser absolutamente confiable. Detrás de una respuesta amable, debe haber un motor que no “alucina”, que sigue las reglas de tu negocio y que asegura que cada centavo se mueva con respaldo. La otra mitad de la ecuación es el aprendizaje operativo: medir fricciones, identificar trampas de conversión, ajustar prompts, rutas y mensajes. No se trata de “IA por IA”, sino de IA que mueva métricas.
Inclusión real es quitar pasos, no regalar apps
La verdadera inclusión financiera se logra cuando las cosas son más fáciles. Para el dueño de la tienda de barrio, escribir “quiero cobrar ya” es infinitamente más simple que aprender a usar un dashboard complejo. La tecnología conversacional, orquestada de forma inteligente, lleva los pagos instantáneos y el ahorro al lenguaje de la gente. De esta forma logramos que los programas de lealtad, promuevan la circulación del valor de monedas virtuales y stablecoins, sin fricción alguna en los negocios y las empresas.
Lo que sigue: Estado, empresas y cultura del dato
Para que este futuro funcione, necesitamos tres acuerdos simples:
1
2
3
Interoperabilidad práctica. El usuario gana cuando las redes cooperan. “Multi-rail” es política pública, tanto como arquitectura.
Privacidad y consentimiento por diseño. Cada aceptación debe ser clara, verificable y portátil; los datos, deben ser mínimos y estar protegidos.
Métricas compartidas. Si medimos conversión, costo, fraude y satisfacción de manera homogénea, la conversación evolu
Qué estamos construyendo en Orangepill
Un ledger multi-moneda con subcuentas, límites por KYC y conciliación automática.
Orquestación multi-rail, con ruteo inteligente por Bre-B, TransfiYa, Nequi, Daviplata, tarjeta (Visa, Mastercard) y otras opciones.
Conectores de comercio para catálogos, inventarios, impuestos y logística que funcionan de manera conversacional.
Agentes de IA que convierten prompts en flujos seguros: recargas, cobros, pagos a proveedores, suscripciones, remesas y programas de lealtad.
Cumplimiento auditable: trictivas, evidencia y reportes
Nuestro objetivo no es “tener todas las conversión, costo por transacción,
Sobre el autor
Tomislav Bišćan nació en Croacia, en la tierra de Nikola Tesla, y hoy desde Colombia, impulsa la innovación más allá de sus límites. Estudió Ciencias de la Computación en Croacia. Llegó a Colombia “por dos semanas” y ha estado ocho años. Cofundador y ex CTO de Minka, donde lideró, junto a un gran equipo y aliados de la industria, la implementación de TransfiYa, el primer riel de pagos en tiempo real dirigido a consumidores en América Latina, para ACH Colombia. Con Orangepill, se ha mantenido al frente de la revolución fintech, creando la infraestructura para SuperApps conversacionales. Mientras que, en su aspecto personal, es un entusiasta de la escena cultural bogotana y gran salsero: seleccionando vinilos llenos de historia y sabor en bares locales, cuando no está pensando en rieles, ledgers y agentes de IA.
Una invitación abierta para innovar en Colombia
Si eres banco, SEDPE, fintech, telco, retailer o startup, la pregunta no es si vas a tener una SuperApp, sino cómo vas a hacerla conversar. En Orangepill creemos que el camino correcto es:
Empezar por el chat
Conectar una sola vez a un ecosistema amplio (Bre-B, TransfiYa, Nequi, Daviplata, tarjeta Visa, Mastercard, USDT, USDC, COPM y más)
Integrar flujos que crezcan con tu negocio
Dejar trabajar a la IA donde más impacto tiene: en la ejecución
Colombia tiene la oportunidad de liderar la región y mostrarle al mundo, cómo se ve una economía sin fricción, donde el dinero fluye al ritmo natural de una conversación. Si esta visión te resuena, conversemos. Así empieza todo.
Pagos Digitales Inmediatos en Colombia: El Futuro del Dinero con el Sistema Bre B
Por: Giovanni Vellojin CEO - Payments Way Solutions S.A.S.
La forma en que circula el dinero en Colombia está experimentando un cambio profundo. Con la llegada del sistema Bre B —un esquema nacional que permitirá transferencias inmediatas entre bancos, billeteras digitales y otros proveedores de servicios financieros— el país se suma a la ola global de pagos instantáneos, donde el dinero se mueve en segundos, sin importar la hora o el día.
Este avance no es solo un cambio tecnológico: es un rediseño de cómo, cuándo y por qué pagamos. Y si bien promete una experiencia más eficiente y accesible, también abre nuevos retos en seguridad, regulación y educación financiera.
¿Qué es Bre B y por qué es tan relevante?
El sistema Bre B (nombre provisional utilizado por el Banco de la República para referirse a la interoperabilidad de pagos inmediatos) busca integrar a todas las entidades financieras y fintech en un único ecosistema donde las transferencias se hagan en tiempo real, disponibles 24/7, y con la posibilidad de usar identificadores simples como el número de celular, correo electrónico, identificación o una combinación alfanumérica, en lugar del número de cuenta.
Inspirado en modelos como PIX en Brasil o UPI en India, Bre B apunta a democratizar el acceso a los pagos digitales y a reducir la dependencia del efectivo, que todavía representa el 58% de las transacciones de bajo monto en Colombia según el Reporte de Inclusión Financiera 2023 de Banca de las Oportunidades.
Beneficios
que transformarán la economía
La implementación de pagos inmediatos trae impactos que van más allá de la velocidad:
Inclusión financiera acelerada
Cualquier persona con un teléfono móvil podrá enviar y recibir pagos, incluso si no tiene una cuenta bancaria tradicional, gracias a la integración con billeteras digitales.
Eficiencia para empresas y comercios
La liquidez se incrementa al recibir fondos al instante, eliminando los días de espera por compensación bancaria.
Esto mejora el flujo de caja y reduce la dependencia de créditos de corto plazo.
Reducción del uso de efectivo
Estudios del Banco Interamericano de Desarrollo muestran que los pagos instantáneos en otros países han reducido significativamente el manejo de efectivo, lo que disminuye costos de transporte y riesgos de robo.
Innovación y competencia
Bre B obligará a bancos y fintech a ofrecer mejores experiencias de usuario, comisiones más bajas y servicios adicionales para diferenciarse en un ecosistema interconectado.
El lado menos glamuroso: retos y riesgos
La experiencia internacional deja claro que los pagos inmediatos no están exentos de problemas.
Fraude digital más sofisticado
El artículo de Payments Way Solutions sobre fraude fintech alerta sobre cómo la inteligencia artificial ha potenciado estafas como el phishing y el smishing, ahora más personalizadas y convincentes. En un sistema de pagos instantáneos, donde el dinero se mueve en segundos, el margen de reacción frente a un fraude es mínimo. A esta lista se suma el quishing, una modalidad emergente que utiliza códigos QR para redirigir a los usuarios hacia páginas falsas que imitan comercios, pasarelas de pago o aplicaciones financieras. Su sofisticación radica en que aprovecha la confianza que las personas tienen en los códigos QR,
hoy masivos en restaurantes, comercios y pagos digitales en Colombia, lo que incrementa el riesgo de robo de datos sensibles o desvío de fondos en cuestión de segundos.
Interoperabilidad y regulación
Integrar múltiples plataformas y métodos requiere inversiones tecnológicas y coordinación entre diferentes actores. Con Bre B, esta interoperabilidad no será opcional, sino un requisito nacional, lo que implica ajustes regulatorios y operativos.
Confianza del usuario
Si bien la velocidad es un gran atractivo, cualquier falla técnica o incidente de fraude en la etapa inicial puede generar desconfianza y frenar la adopción. Esto ya ha ocurrido en otros países donde los pagos inmediatos enfrentaron resistencia inicial por miedo a estafas.
Estrategias para un despliegue exitoso
Para que Bre B logre su objetivo de transformar la economía digital, se necesitan acciones coordinadas entre el sector público, privado y la ciudadanía:
Educación masiva en seguridad digital
El ciudadano promedio no distingue un enlace legítimo de uno fraudulento. Campañas permanentes en medios, redes sociales y puntos de atención física serán esenciales para reducir la vulnerabilidad.
Uso de IA para prevenir fraudes
Así como los delincuentes usan inteligencia artificial para estafar, las
entidades deben usarla para detectar patrones anómalos en tiempo real, un enfoque que ya recomiendan expertos del sector.
Regulación adaptable
La Ley 1273 de 2009 fue un avance, pero necesita actualizarse para tipificar y sancionar modalidades específicas de fraude en pagos instantáneos. Un marco legal ágil permitirá reaccionar a amenazas emergentes.
Experiencia de usuario impecable
La simplicidad en el uso será clave. El éxito de PIX en Brasil se debió en gran parte a que enviar dinero es tan fácil como mandar un mensaje por WhatsApp.
Bre B en el contexto global: una oportunidad única
Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), más de 70 países ya cuentan con sistemas de pagos inmediatos. En mercados como India, UPI procesa más de 12 mil millones de transacciones mensuales, y en Brasil, PIX superó los 160 millones de usuarios en menos de tres años.
Colombia llega tarde, pero eso le permite aprender de los aciertos y errores de estos modelos, evitando problemas como la saturación inicial de servidores o la falta de protocolos claros para reversar transacciones fraudulentas, al igual que prevención de fraude.
Conclusión: la inmediatez como nuevo estándar
Bre B no es simplemente una mejora tecnológica; es un cambio cultural en la forma en que los colombianos usan, perciben y confían en el dinero digital.
Si se gestiona bien, podría ser el catalizador que impulse la inclusión financiera, fortalezca la economía formal y reduzca los costos de transacción para todos.
Si se gestiona mal, podría convertirse en un terreno fértil para estafas y pérdida de confianza, retrasando la adopción de pagos digitales en lugar de acelerarla.
El reto está servido: lograr que la inmediatez no sacrifique la seguridad, y que la innovación vaya de la mano con la educación y la regulación. Colombia tiene la oportunidad de dar un salto histórico en su sistema de pagos. Ahora queda en manos de los actores del ecosistema convertir a Bre B en un sinónimo de confianza y progreso.
Del sobreendeudamiento, consumidores hipervulnerables, obligaciones y nuevas oportunidades en el sector Fintech
Por: Juan Pablo López-Pérez
Exdirector de investigaciones de Protección al Consumidor de la Superintendencia de Industria y Comercio Consultor en asuntos regulatorios e innovación legal
En 2024, la Superintendencia de Industria y Comercio adoptó una de las decisiones más significativas para el crédito digital: el caso
Nanocred. Era un momento crítico: el crédito digital crecía a tal velocidad que el derecho parecía correr detrás para alcanzarlo.
La Resolución 2972 del 9 de febrero de 2024 conectó a su vez una mirada concreta hacia el consumidor hipervulnerable: aquel que decide con menos tiempo, menos información útil y bajo más presión que el resto. Además, abrió la puerta a reconocer la atenuación de sanciones cuando las empresas adoptan, por iniciativa propia, modelos de autorregulación como el compliance, convirtiendo la buena práctica en un escudo frente a riesgos regulatorios. Así, el sector recibe no solo una advertencia, sino también una hoja de ruta que demuestra que la innovación y la protección al consumidor no tienen por qué ser opuestas, siempre que la transparencia y la responsabilidad acompañen al desarrollo tecnológico.
Más allá de los hechos que dieron lugar a la decisión, este análisis busca rescatar algunos de los puntos más relevantes, entre ellos, la manera en que la Superintendencia aborda la figura del consumidor sobreendeudado como una manifestación del consumidor hipervulnerable. El valor de este enfoque está en comprender que no se trata de “constitucionalizarlo todo”, sino de aplicar de forma estratégica principios como la igualdad material y la función social, especialmente cuando la desigualdad entre las partes es evidente y la protección requiere un estándar más alto. En este contexto, la Autoridad no se limita a citar conceptos, sino que los desarrolla y aterriza, explicando con detalle qué significa este proceso y cómo se traduce en medidas concretas de protección para quienes enfrentan las mayores desventajas en el mercado.
La Superintendencia también profundiza en nociones como el due diligence, el compliance y la autorregulación, presentándolos como herramientas para demostrar prudencia y debida diligencia en la actuación empresarial. Más que simples formalidades, se entienden como mecanismos que, cuando se aplican de manera genuina, pueden servir para atenuar sanciones administrativas, conforme lo permite el artículo 61 de la Ley 1480 de 2011. Este enfoque actúa como una forma de soft law: un modelo flexible que no impone nuevas normas rígidas, pero que sí establece parámetros verificables de conducta. Su valor está en que estas prácticas pueden ser apreciadas por la Autoridad con mayor o menor peso, siempre que la búsqueda de prudencia y diligencia se desarrolle a partir de:
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Desarrollarse a través de modelos de autorregulación, compliance o similares; Inclusión voluntaria; Documentación; Certificabilidad; Publicidad; Actualización; e Implementación previa a la conducta presuntamente violada.
Vale la pena destacar que esta decisión sirvió, en buena medida, como insumo para la elaboración de los Proyectos de Ley 173 de 2024 y 490 de 2025. En ellos, la lógica ya no se presenta como un modelo de softlaw, sino como una obligación legal: incorporar la atenuación sancionatoria expresa y no a interpretación de la administración de turno, cuando las empresas implementen de forma efectiva (y no meramente documental) programas de cumplimiento o autorregulación, así como establecer garantías para la terminación anticipada de procesos de consumo. Aunque no es el espacio para entrar en detalle, es claro que este proyecto de ley se nutre de este precedente para proponer herramientas atractivas tanto para las Autoridades como para el sector.
En su artículo 4, el proyecto reconoce que, al graduar sanciones, debe valorarse la existencia real y operativa de programas de cumplimiento. A su vez, el proyecto del nuevo artículo 61A de la Ley 1480 de 2011 abre la puerta a la terminación anticipada o a la atenuación de sanciones cuando el investigado: (i) cesa o modifica la conducta, (ii) repara de manera material al consumidor y (iii) permite una verificación independiente de la eficacia de su programa y de los remedios aplicados.
No se trata de un “premio” por portarse bien, sino de un mecanismo regulatorio que busca corregir antes y mejor. En el ámbito del derecho de la competencia, este tipo de figuras se conoce como compromisos o settlements: una tercera vía distinta a la sanción pura o al archivo, en la que el proceso termina sin un juicio formal de responsabilidad siempre que los compromisos asumidos sean suficientes y estén alineados con los fines del régimen aplicable. En este caso, ese fin es claro: el bienestar del consumidor. Ahora bien, la decisión resolutoria también se detiene en lo que denomina “trampas de pobreza”, para examinar el crédito digital desde la óptica de los incentivos que enfrentan los hogares con ingresos más limitados. La facilidad de acceso, que en principio parece un beneficio, puede transformarse en un riesgo cuando el precio real del crédito (o la compensación por el servicio) se encarece mediante cargos “invisibles” y prácticamente inevitables. Estos costos, al acumularse, limitan la capacidad de elección del consumidor y generan plazos que lo empujan a renovar una y otra vez la obligación, atrapándolo en un ciclo difícil de romper.
Ese diagnóstico se refuerza al reconocer que el sobreendeudamiento no es solo el resultado de decisiones individuales equivocadas, sino también de un problema de diseño y de contexto. Cuando los productos de crédito se estructuran con plazos ultracortos, cargos adicionales que limitan el derecho a elegir y renovaciones casi automáticas, se crea un círculo del que, para ciertos consumidores, es prácticamente imposible salir. Es la conocida “gimnasia financiera” del lenguaje popular: mover de un lado a otro recursos cada
vez más escasos, sin lograr nunca romper el ciclo. La Resolución condensa esta idea dejando claro que, en estas condiciones, el mercado deja de ser un espacio de opciones reales para convertirse en un laberinto donde la salida no depende del esfuerzo del consumidor, sino de que las reglas de juego le permitan tomar decisiones verdaderamente libres.
A lo anterior se suma la existencia de productos financieros cada vez más complejos, que en ocasiones resultan excesivamente sofisticados para usuarios con poca educación financiera. Esto puede llevarlos a tomar decisiones de inversión, de contratación de productos o de manejo de dinero que distan mucho de ser óptimas. El sector fintech, al ser relativamente nuevo y evolucionar a gran velocidad, todavía enfrenta vacíos regulatorios que pueden dejar a los consumidores (especialmente a los más vulnerables) con una protección insuficiente.
En una investigación citada por la propia Superintendencia, Arner Barberis advierten que la evolución del fintech exige un desarrollo paralelo de la tecnología y de la regulación, de forma que se promueva la innovación pero también la confianza en el mercado. Este equilibrio, lejos de frenar el avance, es el que garantiza que el crecimiento del sector no se construya a costa de la estabilidad del consumidor.
Al revisar los antecedentes legislativos de la Ley 1480 de 2011, la Autoridad recuerda que esta norma fue diseñada, entre otras cosas, para poner freno a prácticas abusivas como las de los prestamistas “gota a gota” o agiotistas, históricamente fuera del alcance de la vigilancia estatal
por la falta de una regulación clara. Como se recogió en su momento y de manera expresa lo indica la Autoridad, en el debate legislativo, el objetivo era evidente: “En este Título también se está metiendo en cintura a los famosos prestamistas gota a gota o agiotistas, que por décadas han estado al margen de la vigilancia de las Autoridades administrativas por falta de una regulación clara y adecuada.”
La Superintendencia de Industria y Comercio es clara en advertir que el desarrollo tecnológico no exime a las empresas fintech del cumplimiento de las normas de protección al consumidor. Así lo ha reiterado en la Circular 002 de 2023, recordando que deben acatar lo dispuesto en la Ley 1480 de 2011, sus decretos reglamentarios entre ellos el Decreto 1074 de 2015 y la propia Circular Única de la Entidad. Innovar no significa actuar por fuera de las reglas, sino integrarlas en el diseño de productos y servicios.
El mensaje de fondo es claro: la innovación digital no es neutra. Si no se diseñan mecanismos para cerrar la brecha digital y evitar prácticas de abusivas, el resultado no será mayor inclusión financiera, sino una nueva capa de exclusión, esta vez mediada por la tecnología.
En este sentido, la tecnología financiera aparece como un puente para acceder a productos ágiles, con requisitos flexibles, mínima documentación y costos más bajos. Sin embargo, la Autoridad es tajante al advertir que este potencial no puede ser utilizado como una excusa para que los empresarios se aprovechen de la población vulnerable. El valor real de las fintech está en su capacidad para abrir oportunidades, no en multiplicar los
riesgos que ya enfrentan quienes menos margen tienen para absorberlos.
La Superintendencia recoge, a partir de sus investigaciones, las recomendaciones de Banerjee y Duflo sobre cómo mejorar las políticas e instituciones para luchar de manera más efectiva contra la pobreza, resaltando la importancia de la adaptabilidad y el aprendizaje constante. Estos autores condensan su visión en cinco lecciones clave: a) las personas en situación de pobreza suelen carecer de información esencial y, en ocasiones, creen cosas que no son ciertas; por ello, es fundamental comunicar de manera sencilla y atractiva, desde fuentes confiables; b) sobre las personas pobres recae la carga de tomar demasiadas decisiones críticas en su día a día, lo que podría resolverse facilitándoles al máximo que puedan hacer lo más conveniente, por ejemplo, mediante opciones predeterminadas y pequeños “empujones”; c) en muchos casos no existen mercados para las personas pobres o, si existen, enfrentan precios desventajosos, de manera que, en ciertos contextos, la intervención pública debería consistir en hacer que el precio sea lo suficientemente atractivo para que el mercado funcione; d) los países pobres no están condenados al fracaso por su historia o condición económica, sino que pueden mejorar políticas y gobernanza sin necesidad de cambiar estructuras completas; y e) las expectativas sobre lo que las personas pueden o no lograr, tienden a convertirse en profecías autocumplidas, de modo que mejorar las condiciones objetivas también transforma creencias y comportamientos.
Con este marco, la Superintendencia reafirma que acoge y reconoce el uso de
nuevas tecnologías en los mercados (y en particular, en la industria fintech para la colocación de créditos), pero advierte que la innovación no puede convertirse en un pretexto para eludir las normas de orden público en materia de protección al consumidor. En Colombia, estas reglas son de obligatorio cumplimiento para todos los productores y proveedores que operan en el mercado, incluyendo, por supuesto, a los investigados en este caso.
De ahí que la Autoridad insista en que las empresas fintech deben garantizar, por todos los medios a su alcance, el cumplimiento de las obligaciones que les impone la ley. El ordenamiento jurídico está diseñado para proteger a los consumidores frente a agentes de mercado que se encuentran en una posición de ventaja, y esa ventaja implica un estándar más alto de diligencia en la aplicación de las normas, sin margen para alegar causales eximentes de responsabilidad. La finalidad del régimen de consumo es clara: proteger al consumidor de abusos empresariales y equilibrar las condiciones de la relación, especialmente ante la falta de conocimiento técnico.
Queda claro, a la luz de lo expuesto por la Superintendencia, que el sobreendeudamiento es, ante todo, un problema de equidad. No se trata únicamente de cifras o de gestión financiera, sino de un fenómeno que golpea de manera desproporcionada a los segmentos más vulnerables de la población. En primer lugar, quienes cuentan con menor solvencia o con un historial crediticio limitado enfrentan menos opciones de acceder a créditos en condiciones tradicionales, lo que los deja atrapados en productos más costosos o restrictivos. En segundo lugar,
la falta de educación financiera los expone a decisiones mal informadas, como aceptar términos que no comprenden del todo o manejar de forma inadecuada sus deudas, lo que incrementa el riesgo de caer en espirales de endeudamiento difícilmente reversibles. En tercer lugar, el peso del sobreendeudamiento va mucho más allá de lo económico: afecta la salud física y mental, genera estrés y ansiedad, y limita la capacidad de invertir en educación, emprender o mejorar la situación laboral, perpetuando así ciclos de pobreza y desigualdad.
En contextos de hipervulnerabilidad (como el que produce el sobreendeudamiento) son necesarias acciones afirmativas que permitan equilibrar la balanza para consumidores con dificultades permanentes o transitorias, garantizando la igualdad material y el goce de derechos conexos. Esto exige que la interpretación y aplicación de las normas del Estatuto del Consumidor se haga desde un enfoque de equidad, eliminando o reduciendo los obstáculos que impiden que sus principios y objetivos se materialicen en la práctica. No se trata solo de formalismos: el acceso a información completa, clara y oportuna es lo que permite que cada consumidor elija, con pleno conocimiento, la opción que mejor responda a sus necesidades y contexto. Esa es la esencia del derecho a la libertad de elección.
Por más ventajas que ofrezca el mercado fintech (accesibilidad, agilidad en las respuestas, procesos 100 % en línea sin desplazamientos), estas virtudes no pueden servir como escudo para prácticas oscuras, dark patterns, como camuflar cobros que en la realidad operan como intereses disfrazados. En un entorno de
crédito cada vez más digital, la transparencia no es solo una obligación legal, sino una condición indispensable para que la innovación sea verdaderamente inclusiva y justa.
La SIC incluye en su decisión una hoja de ruta que combina dos frentes de acción: el compromiso del Estado y el compromiso del empresario. La lógica es simple, pero contundente: repartir responsabilidades con criterios claros. El Estado debe fijar reglas, supervisar su cumplimiento y educar a los consumidores; el empresario, por su parte, debe integrar desde el diseño un modelo autorregulatorio serio, realizar pruebas de asequibilidad a sus clientes y corregir sin dilaciones cualquier desajuste que ponga en riesgo al consumidor.
En esta Resolución, la Superintendencia también dirige un mensaje directo al propio Estado, invitándolo a fortalecer la regulación y la supervisión del sector fintech con marcos claros que aseguren transparencia, equidad, seguridad y buen trato. Esto incluye promover la competencia para reducir costos y mejorar la calidad de los servicios; intensificar la educación financiera, sobre todo entre quienes podrían convertirse en usuarios de productos digitales de crédito; y cerrar la brecha digital con conectividad y alfabetización tecnológica, especialmente en zonas rurales o poblaciones tradicionalmente excluidas.
Para el sector empresarial, el llamado es directo: un exhorto a incorporar procesos de debida diligencia, autorregulación y cumplimiento normativo como ejes centrales de la gestión. Estos no solo fortalecen la integridad y la confianza en el
mercado, sino que, si son reales, públicos, documentados y previos a la infracción, pueden operar como atenuantes en una eventual investigación por infracciones al Estatuto del Consumidor. La prudencia y la diligencia, en este contexto, no son palabras vacías: significan integrar en el modelo de negocio mecanismos que anticipen riesgos, ajusten procesos y garanticen estándares de calidad y seguridad, evaluando siempre las consecuencias que sus productos y servicios puedan generar para los prestatarios.
Esto se alinea plenamente con el criterio octavo del artículo 61 de la Ley 1480 de 2011, que exige a los proveedores verificar, con rigor y de manera proactiva, el diseño, la estructuración, la formalización y la ejecución de sus actividades, teniendo en cuenta las características del mercado, el contexto, la naturaleza de su actividad y la regulación aplicable. El mensaje es claro: en el entorno fintech, la innovación y la protección al consumidor no pueden caminar por rutas separadas.
Otro pilar al que hace referencia la Autoridad es a la innovación responsable, aplicando un enfoque de “compliance by design” desde la concepción de cada producto, de manera que el cumplimiento y la protección al consumidor estén integrados en su ADN.
Esta Resolución, por lo tanto, trasciende el caso concreto. No solo protege a consumidores en una situación específica, sino que traza una ruta restaurativa que privilegia remedios y correcciones tempranas con beneficios también para los empresarios. Es un intento por equilibrar las cargas mediante un enfoque pedagógico, coherente con otras guías de la
Autoridad en temas como lenguaje claro o enfoque de género.
Lo más relevante es que el concepto de consumidor hipervulnerable deja de ser una etiqueta abstracta para convertirse en un criterio operativo. Aquí no se limita a personas adultas mayores o con discapacidad, sino que incluye a quienes, por urgencia, baja alfabetización financiera o digital, escaso historial crediticio o condiciones extremas, cuentan con un margen de error mínimo, y por lo tanto merecen una especial protección.
Para las fintech, esta ruta es doblemente valiosa: reduce las asimetrías que afectan la toma de decisiones de los usuarios y disminuye el riesgo de sanciones futuras. Además, proyecta confianza en los mercados y legitima su operación frente a consumidores, inversionistas y reguladores.
La línea que traza la Autoridad es clara: la misión institucional no es sancionar por sancionar, sino reconocer desarrollos (tanto internacionales como nacionales, incluidos los de la propia SIC y la Corte Constitucional en sentencias como la T-145 de 2004 y T-747 de 2002) que sitúan el cumplimiento efectivo y los remedios tempranos en el centro de la política de protección al consumidor, por encima de un enfoque puramente punitivo o recaudatorio.
En últimas, esta decisión refleja una visión de regulación inteligente: una Autoridad que no se conforma con castigar, sino que entiende que la construcción de confianza en los mercados se logra fortaleciendo estándares, incentivando la corrección oportuna y priorizando la reparación efectiva sobre el mero castigo económico.
Este enfoque permite agrupar las necesidades actuales de los consumidores con los intereses legítimos de productores y proveedores, consolidando mediante un modelo flexible (pero exigente) de softlaw avances en política pública sin necesidad de nuevas normas. En un país que busca equilibrar innovación y protección, esta es una señal clara de que la seguridad jurídica y la sostenibilidad del mercado pueden construirse más desde la prevención y la cooperación que desde la sanción.
En definitiva, esta decisión logra algo poco común: atender, al mismo tiempo, las necesidades urgentes de un grupo de consumidores especialmente expuestos y los intereses legítimos de quienes producen y ofrecen servicios en el mercado. Lo consigue sin recurrir a una avalancha de nuevas leyes o reglamentos, sino a través de un modelo de softlaw que orienta, ordena y fomenta mejores prácticas sin asfixiar la innovación. Es, en esencia, una demostración de lo que significa contar con una Autoridad que entiende que regular no es solo prohibir o sancionar, sino también guiar, anticiparse y abrir espacio para que el propio mercado eleve sus estándares.
El mensaje es claro: la protección al consumidor no se opone a la competitividad empresarial; por el contrario, ambas se fortalecen cuando las reglas son claras, justas y aplicables. Esta resolución recuerda que la política pública más efectiva no siempre nace de grandes reformas legislativas, sino de decisiones inteligentes que logran alinear intereses y construir confianza. Aquí, la prioridad no es engrosar estadísticas de sanciones, sino generar un entorno donde las relaciones
de consumo se desarrollen con mayor seguridad, transparencia y previsibilidad. En última instancia, se consolida un camino en el que la Autoridad regula con criterio, el mercado responde con responsabilidad y el consumidor se beneficia de un ecosistema más justo y sostenible.
Como punto aparte, en este contexto el softlaw se presenta como una herramienta clave para transformar la forma en que se regulan las relaciones de consumo. No se trata de imponer normas rígidas o de llenar el marco jurídico con nuevas obligaciones formales, sino de establecer, en el marco de un acto sancionatorio, estándares que, aunque no sean estrictamente vinculantes, marcan una hoja de ruta para el sector. Son guías, buenas prácticas, pautas de diseño y criterios de prudencia que, sin la fuerza de una ley, logran influir en la conducta de empresas y proveedores porque se convierten en referencias legítimas para medir lo que es actuar con diligencia. El valor del softlaw radica en su capacidad para adelantarse a los problemas, fomentar la autorregulación y promover que el mercado eleve sus propios estándares sin esperar a que la Autoridad actúe de manera punitiva. En materia de protección al consumidor, esta estrategia ofrece un doble beneficio: para la Autoridad, un canal para orientar y prevenir;
para el empresario, un marco flexible que le permite innovar con seguridad jurídica y demostrar su compromiso con la buena fe y la responsabilidad empresarial. Al final, el softlaw no es una señal de menor rigor, sino una forma de regulación inteligente que entiende que la confianza y la cooperación también son pilares de un mercado sano.
Finalizo indicando que, al tratarse de un marco de softlaw, su permanencia y alcance dependerán, en buena medida, de la voluntad y visión de la administración de turno. Por eso, el verdadero reto está en que esta línea no se vea como una medida aislada o coyuntural, sino como un estándar que las futuras administraciones decidan preservar y fortalecer. Solo así podrá consolidarse como un instrumento estable para construir confianza entre el sector empresarial y la Autoridad, generando un terreno común donde la regulación se entienda como un aliado del desarrollo y no como un obstáculo. Mantener esta coherencia en el tiempo enviará un mensaje claro: que la protección al consumidor y la competitividad empresarial no son objetivos contrapuestos, sino dos caras de la misma estrategia para lograr mercados más seguros, transparentes y sostenibles.
Stablecoins: Remesas, Finanzas, COPM
Por: William Durán CEO MINTEO
En los últimos años, las stablecoins han dejado de ser un producto de nicho dentro del ecosistema cripto para convertirse en una herramienta cada vez más relevante de los mercados financieros, reflejado tanto en el crecimiento de su capitalización como en su adopción por parte de usuarios y empresas. Este proceso ocurre en un contexto donde las remesas, pese a ser un pilar económico, siguen enfrentando problemas estructurales como altos costos y demoras en la liquidación.
El costo promedio global de enviar 200 dólares ronda el 6,2 % (Banco Mundial, 2023), muy por encima de la meta fijada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 10, que busca reducirlo a menos del 3 % y eliminar cualquier tipo de oferta de servicio con costos superiores al 5 % para 2030 (PNUD, 2024).
En este escenario, las stablecoins han surgido como un nuevo riel para las remesas internacionales, ofreciendo transferencias más rápidas y económicas. Pero su potencial no se limita a lo transfronterizo: con el tiempo podrían convertirse también en un riel de pagos locales, al igual que una tecnología sobre la cual se construyen productos nuevos, y donde se le abre la puerta a nuevos casos de uso y oportunidades para la economía regional.
Remesas y pagos internacionales: el primer caso de uso
El uso más claro y extendido de las stablecoins en América Latina ha sido para remesas y pagos transfronterizos. Este tipo de transacciones, especialmente entre Estados Unidos y países de la región, han encontrado en las stablecoins una alternativa más ágil, barata y transparente frente al sistema tradicional.
Cada vez más personas y empresas optan por enviar fondos a través de stablecoins, aprovechando su capacidad de liquidar en minutos en lugar de días, y reducir costos que en muchos casos superan el 8 %. En paralelo, los freelancers y trabajadores remotos también han adoptado estas herramientas para recibir pagos internacionales sin fricciones ni demoras.
Es en este contexto que aparece Minteo, emisor de stablecoins respaldadas 1:1 por monedas latinoamericanas. En Colombia, su stablecoin COPM permite que los pesos circulen en formato digital y que personas y empresas puedan
intercambiar dólares digitales por pesos digitales en minutos, sin intermediarios costosos. Una vez convertidos, esos pesos pueden gastarse, enviarse o ahorrarse localmente con total fluidez.
Una nueva base para construir productos financieros
Más allá de mover dinero de forma más eficiente, las stablecoins pueden funcionar como infraestructura sobre la cual se construyen nuevos servicios financieros: desde pagos locales hasta soluciones de crédito o nómina digital.
Para que esto funcione, la moneda digital debe tener ciertas propiedades: ser estable, interoperable, líquida, y reconocida localmente. En ese sentido, las stablecoins ligadas a monedas locales —como COPM— cumplen un rol clave, porque permiten mantener la lógica operativa de la economía (precios, contratos, impuestos) en la unidad de cuenta local, mientras se aprovechan las ventajas tecnológicas del entorno blockchain.
Este modelo habilita que empresas y fintechs creen soluciones sobre rieles modernos —y en la moneda que los usuarios conocen y prefieren.
Un upgrade al peso: soberanía, crédito y digitalización
Al integrar múltiples plataformas y métodos, las stablescoins como COPM no reemplazan al peso: lo fortalecen.
Le añaden nuevas capacidades: circulación 24/7, integración digital, trazabilidad y lógica programable.
Esto es especialmente relevante frente a lo que puede describirse como una “dolarización digital silenciosa”: el uso creciente de stablecoins en dólares —como USDT o USDC— que se están convirtiendo en una puerta de entrada al dólar en las transacciones cotidianas. Como el dólar ha demostrado mayor resiliencia frente a la inflación en la región, y ahora está disponible en formato digital, los incentivos a usarlo son altos.
COPM ofrece una alternativa que extiende la vida del peso al mundo digital. El usuario ya no tiene que escoger entre funcionalidad y continuidad en su propia
moneda: puede tener ambas, reduciendo la dependencia del dólar y reforzando la resiliencia del sistema financiero local.
Conclusión
Las stablecoins están redefiniendo cómo se mueve el dinero. Pero su mayor promesa no está en desplazar al sistema financiero actual, sino en actualizarlo Y en América Latina, esa actualización debe comenzar por las monedas locales.
Con herramientas como COPM, el peso colombiano no solo entra al mundo digital: se vuelve más útil, más interoperable y más resiliente. Porque si el futuro de las finanzas es programable, la moneda local debe ser parte de ese futuro —no una víctima de su ausencia.
Empresas Fintech en Colombia
está construyendo algo más que una fintech:
Está desarrollando la infraestructura financiera que permitirá que América Latina transicione hacia una economía digital basada en blockchain. Al optar por el camino de la emisión, en lugar de convertirse en otro orquestador de pagos, se está integrando en el ADN financiero de la región, convirtiéndose en parte del flujo diario de pagos y comercio en toda América Latina.
Esta visión le permite a Minteo formar parte del movimiento real del dinero, no como un intermediario más, sino como infraestructura base: una capa esencial del sistema operativo financiero que la región necesita para avanzar.
Stablecoins locales: una solución estructural para América Latina
A pesar del crecimiento de los grandes emisores globales de stablecoins como USDC y USDT, estos productos no resuelven los desafíos financieros diarios de América Latina. Aunque las stablecoins en dólares ayudan a proteger los ahorros frente a la inflación y cumplen un rol importante en las transacciones transfronterizas, no siempre ofrecen los mejores tipos de cambio frente a la moneda local, y resultan limitadas para pagos cotidianos, préstamos o fijación de precios al consumidor.
En una región donde las monedas locales siguen siendo el estándar legal y cultural, las stablecoins locales como COPM desbloquean una utilidad real, al permitir el desarrollo de productos financieros adaptados a cada mercado y brindar a las empresas globales un acceso fluido a estas economías latinoamericanas fragmentadas. A medida que los gobiernos protegen su soberanía monetaria, la adopción global de cripto dependerá cada vez más de estos rieles locales, no solo de soluciones ancladas al dólar.
UN SOLO API & PLATAFORMA PARA LAS STABLECOINS DE TODO LATAM
Una infraestructura pensada desde la base
Minteo no se limita a emitir una stablecoin. Desde el inicio, ha desarrollado también la infraestructura que la hace útil y confiable en el día a día. Esta integración entre tecnología y operación permite ofrecer un producto sólido, que se conecta fácilmente con los sistemas que las empresas ya utilizan para recaudos, dispersiones, conciliaciones y cambios de moneda.
Esta forma de construir no es casualidad. Responde a una de las principales fortalezas del equipo de Minteo: su experiencia creando soluciones de pagos en América Latina. Gracias a ese conocimiento, la compañía diseñó un sistema que no depende de terceros, sino que controla todo el recorrido de la stablecoin. Eso se traduce en eficiencia, menores costos y una plataforma lista para escalar en toda la región.
Consolidación regional y posicionamiento estratégico
Minteo no solo está construyendo infraestructura: aspira a convertirse en el emisor de stablecoins líder en América Latina. En los próximos 6 a 12 meses, ejecutará una expansión estratégica en múltiples países, con el objetivo de consolidar una ventaja como pionero en mercados que aún no cuentan con jugadores institucionales sólidos.
Este despliegue fortalecerá su narrativa regional, atraerá clientes internacionales en busca de una solución integral para operar en América Latina, y mejorará su capacidad de negociación y eficiencia operativa a escala.
Al mismo tiempo, Minteo está reforzando su posicionamiento como un emisor de stablecoins creíble, regulado y alineado con los marcos normativos locales, una narrativa que ha demostrado ser efectiva en Colombia y que replicará en cada nuevo mercado que abra.
Las Stablecoins impulsan la evolución de las fintech
Vehículo para llevar monedas locales a blockchain.
Transacciones ágiles y de bajo costo.
Vehículo de intercambio instantáneo de divisas en la región con spread bajos.
Infraestructura globalmente integrada.
Tokenización de activos reales on-chain.
Micro-pagos para contenido, streaming, o donaciones.
El potencial transformador de una infraestructura regional
La propuesta de Minteo se materializa justo en la intersección de dos megatendencias: un mercado global de pagos transfronterizos valorado en $150 mil millones de dólares, y una industria de stablecoins que ya supera los $200 mil millones. En una región con más de 650 millones de habitantes, y una
infraestructura financiera fragmentada, la oportunidad es tan grande como urgente.
Minteo no solo ofrece un producto con licencia emitida por la Autoridad Monetaria de Bermudas (“BMA”), sino que también funciona como un puente entre el dinero tradicional y las economías digitales, conectando a empresas globales con sistemas financieros locales, y equilibrando la innovación tecnológica con el cumplimiento normativo.
EL POTENCIAL TRANSFORMADOR
DE UNA INFRAESTRUCTURA REGIONAL
MILLONES DE HABITANTES en latinoamérica
Mercado de Stablecoins valorado en: $150 MIL MILLONES DE DÓLARES
Mercado global de pagos transfronterizos valorado en: $200
MIL MILLONES DE DÓLARES
Fortalecimiento del ecosistema: de Fintechs a Finchains
Minteo no solo busca lanzar productos. Su objetivo es dejar una huella estructural en el ecosistema, ayudando a que las empresas que hoy operan como fintechs evolucionen hacia un nuevo concepto: las finchains.
¿Pero qué son las finchains? El equipo de Minteo define este término como aquellas startups que están construyendo infraestructura financiera y aplicaciones orientadas al consumidor apoyadas en blockchain y stablecoins. Esta categoría emergente representa el futuro del sector financiero en América Latina, y cada vez son más los actores que están migrando hacia este modelo.
Minteo se posiciona como un aliado estratégico en esta transición, ofreciendo los productos y la infraestructura necesaria para que las fintechs tradicionales se integren de forma natural al nuevo paradigma. Su plataforma sirve como el tejido conector entre los sistemas actuales y el ecosistema financiero del futuro.
finchain
/fin'tſein/ ES /feen-chayn/
Empresas construyendo infraestructura financiera y aplicaciones para consumidores usando blockchains & stablecoins.
FUNCIONALIDAD
Tokeniza & Redime
Convertimos dinero fiat en stablecoins con un par de clics.
Pagos a terceros
Envía pagos a cuentas bancarias de terceros desde stablecoins, con un CSV o nuestro API.
Cambios desde y a USD*
Pasamos tus dólares digitales a pesos digitales o viceversa.
COBERTURA
Multi-Chain
Estamos en Polygon, Solana y Celo. Pronto en Avalanche, Stellar y Ethereum.
Multi-País
Servicio disponible para México, Colombia, Chile, Perú, Brasil y Argentina.
API & Sandbox
Una experiencia para desarrolladores inigualable. Integraciones en minutos.
EXPERIENCIA
Panel de control intuitivo.
Soporte técnico dedicado.
Operaciones 24/7.
Alta Seguridad (2FA, Cifrado, etc).
Una narrativa que construye confianza
Minteo ha trabajado activamente en fortalecer su marca institucional y construir un modelo jurídico y operativo que inspire confianza. En un entorno donde el ecosistema cripto ha estado históricamente asociado con la especulación, Minteo demuestra la importancia de ofrecer estabilidad, credibilidad y cumplimiento riguroso dentro de esta nueva arquitectura financiera. Estos principios no son complementarios, sino el eje central de su propuesta.
Su integración con entidades bancarias, auditorías internacionales y plataformas reguladas posicionan a Minteo como el estándar a seguir al construir una empresa de activos digitales en Latinoamérica.
El diseño del producto, la estructura regulatoria y el tono de la marca convergen en un mismo propósito: convertirse en el emisor de stablecoins más confiable de la región.
Respaldo & Cumplimiento
100% Respaldado
Colateral 1:1 en entidades financieras locales con alta reputación, en depósitos a la vista.
Contratos Inteligentes
Auditados regularmente por firmas externas de renombre para garantizar solidez.
Transparencia Total Auditados mensualmente por BDO, una de las firmas de asesoría más grandes, presentes en 164 países.
Legalmente Sólido Cumplimiento con regulaciones financieras, KYC/AML, y leyes de protección al consumidor y datos personales. Entidad regulada bajo Autoridad Monetaria de Bermudas.
“COPM es la evolución del peso colombiano: todo lo bueno del peso, con los superpoderes del internet.
No es una amenaza ni una competencia. En el fondo, es una apuesta linda por Colombia: por el talento de su gente, por la fortaleza de su moneda y por el futuro de nuestra economía.”
William Durán, cofundador y Co-CEO de Minteo
Mural Pay: Redefiniendo los pagos globales con stablecoins
Una nueva infraestructura para una nueva era financiera
Mural Pay es una plataforma que permite a bancos, fintechs y empresas enviar y recibir pagos internacionales de forma instantánea, segura y rentable. Su propuesta se basa en una plataforma simple pero potente que conecta monedas tradicionales con stablecoins, automatiza la orquestación de pagos y garantiza cumplimiento normativo en una sola integración.
Con sede en Nueva York y operaciones en América Latina, Mural Pay está diseñada para resolver los cuellos de botella más persistentes del sistema financiero global: transferencias lentas, comisiones ocultas, conciliaciones manuales y restricciones regulatorias.
Su enfoque combina infraestructura bancaria, con rieles de blockchain en una sola experiencia intuitiva y fácil de manejar.
El sistema tradicional ya no funciona
Mover dinero entre países sigue siendo una tarea lenta, costosa y poco confiable. Las empresas enfrentan comisiones entre el 3-4% por transacción, pérdidas por tasa de cambio, retenciones de fondos por varios días y decenas de horas al mes en tareas operativas para reconciliar pagos. Todo esto impacta la rentabilidad y limita el crecimiento, especialmente en economías emergentes como las de LATAM.
Allí es donde entra la tecnología blockchain y las stablecoins. Esta nueva infraestructura permite realizar pagos globales con liquidación instantánea, trazabilidad total y costos significativamente más bajos.
No es coincidencia que en 2024 se hayan procesado $27,6 billones de dólares en pagos con stablecoins, superando a Visa y Mastercard. Solamente en América Latina, la adopción creció un 30% durante el mismo año.
“Mural Pay ha sido transformador para nuestros negocios en LATAM: integración rápida, infraestructura confiable y las tarifas más competitivas que hemos visto en un proveedor de pagos.”
– Andrés Bilbao, Cofundador de Makers y Cofundador de Rappi
Regulated Stablecoin Payment Infraestructure for the Americas
Una plataforma y API revolucionarias, donde podrás generar cuentas en dólares, cobros, pagos y compliance. Optimiza tu operación financiera o integra estos servicios en tu producto.
Una oportunidad para quienes se anticipan
La magnitud del cambio ha captado la atención de actores clave en la industria financiera. Bancos como JPMorgan, Citibank y HSBC ya están explorando pagos con blockchain. Y fintechs globales como PayPal y Stripe están expandiendo su infraestructura con stablecoins.
En este escenario, Mural Pay ofrece una vía rápida y confiable para que empresas en América Latina se posicionen como pioneras en la adopción e implementación
de este tipo de tecnología, ya sea para realizar y recibir pagos o para ofrecerlas a sus clientes.
Desarrollar la infraestructura necesaria para lanzar pagos internacionales con stablecoins podría tomarle a una empresa mucho más de un año de desarrollo. Sin embargo, con Mural Pay, solo toma 30 días.
Su plataforma se integra vía API e inmediatamente permite acceder a redes de liquidez en tiempo real y mantener cumplimiento regulatorio en todas las jurisdicciones relevantes.
Una plataforma y API
listas para usar
Mural Pay ofrece una plataforma y una API sencillas, pero poderosas, pensadas para el crecimiento. Esta infraestructura permite a bancos, fintechs y empresas realizar pagos internacionales con rapidez y cumplimiento, sin tener que construir sistemas complejos desde cero.
Con Mural, las empresas pueden:
Crear cuentas globales en stablecoins con compatibilidad multi moneda (USD, EUR, COP, MXN, BRL, PEN, CRC, ARS y más) que se conectan a la infraestructura bancaria existente.
Realizar pay-ins a estas cuentas vía transferencias bancarias en monedas locales (USD, EUR, COP, MXN, y más) o stablecoins (USDC, USDT, PYUSD).
Procesar pagos salientes (payouts) en más de 50 países a cuentas bancarias o wallets en 20+ monedas.
Activar herramientas integradas de cumplimiento normativo: KYC, AML, monitoreo de transacciones y reportes regulatorios. Recibe y envía dinero en 20+ monedas
Mural combina una interfaz intuitiva para quienes prefieren operar manualmente, con una API potente para quienes necesitan automatizar procesos a gran escala. Ambas opciones permiten gestionar pagos de forma eficiente, según las necesidades del negocio.
La plataforma también incluye herramientas clave para operar con seguridad y precisión: validación automática de cuentas, conciliación de pagos en tiempo real y ruteo inteligente que selecciona el canal más eficiente para cada transacción.
Gracias a su arquitectura flexible, Mural puede adaptarse a distintos marcos regulatorios y modelos de custodia, según el tipo de cliente o la región. Además, su red de liquidez multi-proveedor ofrece redundancia y continuidad, incluso ante fallos en una red.
Así que, ya sea para realizar pagos individuales o administrar flujos complejos y automatizados en varias regiones, Mural ofrece una base robusta, confiable y escalable sobre la cual construir productos financieros modernos.
Cómo operan las empresas con
Mural
Mural permite a empresas de distintos tamaños y sectores lanzar pagos internacionales en semanas y lo logra gracias a dos modelos de operación flexibles:
Movimientos propios: Diseñado para empresas que gestionan sus propios pagos u operaciones de tesorería global, ya sea para pagar a proveedores en el extranjero, hacer transferencias a sus filiales o redistribuir liquidez entre distintas regiones.
Este modelo brinda a los equipos fi nancieros control total sobre los flujos salientes y entrantes, la gestión de di visas y el momento de ejecución de los pagos.
Movimientos de terceros: Diseñado para fintechs y bancos que quieren lanzar o mejorar su oferta de pagos in ternacionales.
Este modelo aprovecha la infraestructura de Cuentas Globales en Stablecoins (GSA) de Mural Pay para habilitar cobros y pagos internacionales, con correspondencia en cuentas bancarias locales o wallets digitales.
Está diseñado para simplificar la conciliación, automatizar la operación de tesorería y permitir el desarrollo de nuevos productos de pagos internacionales sin partir desde cero.
Ambos modelos operan tanto en la plataforma como en la API, dándoles flexibilidad a los clientes para que implementen la que más les convenga. Ambas permiten orquestar pagos en múltiples monedas (USD, EUR, COP,
HAZTE GLOBAL
Accede a la red de pagos locales más conectada del mundo
20+ 95%
Cuentas Virtuales en Dólares para tu empresa y para tus clientes
400% es la tasa de crecimiento anual de los pagos con stablecoins (vs. 5% en pagos tradicionales).
$27.6 billones en pagos con stablecoins procesados en 2024más que Visa y Mastercard juntos.
95% menos de tiempo de procesamiento de pagos para empresas que usan Mural Pay.
70% de ahorro en costos de transacción frente al sistema bancario tradicional.
Menos de 30 días para pasar de contrato firmado a pagos en producción.
Un onboarding que se mueve rápido
Mientras otras soluciones requieren meses de desarrollo y licencias complejas, Mural ofrece integración en menos de 30 días. El proceso incluye revisión técnica, pruebas en sandbox, documentación de cumplimiento y puesta en producción con soporte dedicado.
El modelo de precios es simple y transparente: sin tarifas fijas, sin costos ocultos. Solo se cobra por transacción, con tasas de cambio mucho menores que en la banca tradicional. Esto significa que las empresas solo pagan en la medida de sus capacidades de crecimiento.
<0.001% de tasa de fallos en pagos procesados.
+50 países con cobertura activa en pagos bancarios y blockchain.
+20 monedas y stablecoins incluyendo USD, EUR, COP, MXN, BRL, PEN, USDC, USDT, PYUSD y más.
$150M+ USD procesados a través de la infraestructura de Mural Pay.
El equipo detrás de la infraestructura
Construir una plataforma que combine velocidad, cumplimiento y estabilidad no es trivial. Mural lo logra gracias a un equipo que cuenta con una amplia experiencia en desarrollo de software, sistemas de datos y servicios financieros a nivel global.
Sus co-fundadores, Chris Fernandes y Sinclair Toffa, se conocieron mientras construían sistemas de datos para compañías Fortune 100 a través de Palantir. Esta experiencia les permitió identificar
las complejidades de construir sistemas escalables y cómo aplicar el rigor técnico de los sistemas de datos a gran escala a los pagos transfronterizos.
Desde su sede en SoHo, Nueva York, y con equipos operativos en Colombia, México y Argentina, Mural combina una mentalidad global con un profundo conocimiento local de los mercados en los que opera.
Su estructura ágil y distribuida le permite operar con rapidez, adaptarse a distintas regiones y responder con cercanía a las necesidades de sus clientes.
“Trabajar con Mural Pay ha sido una experiencia excelente. Su plataforma es rápida, fácil de usar y el equipo siempre está ahí cuando uno lo necesita. Nos ha facilitado muchísimo el proceso de cobrar en el exterior y recibir en Colombia sin complicaciones.”
– Santiago Pérez, Fundador de Nanocomm
Una visión clara de futuro
Con toda su operación, Mural no busca ser solo una alternativa de pagos más. Su objetivo es redefinir el paradigma que las empresas, bancos y fintechs tienen de los pagos globales para hacer que funcionen como deberían: rápidos, seguros y sin fricciones.
Con un conjunto sólido de funcionalidades que permite lanzar nuevos productos de pago y procesar millones de dólares en pagos mensuales, Mural Pay está lista para crecer junto a sus clientes.
De cara al futuro, la compañía planea lanzar:
Una opción de Cuentas Globales en Stablecoins (GSAs) sin custodia que permite a las empresas ofrecer este producto a sus usuarios, incluso si la empresa no cuenta con las licencias necesarias para gestionar los fondos en nombre de sus usuarios.
Integraciones más profundas con bancos locales para ofrecer mejores tasas de cambio y tiempos de liquidación más rápidos.
Habilitación de depósitos para las Cuentas Globales en Stablecoins en más monedas, incluyendo COP y MXN, facilitando los movimientos desde cuentas locales.
Todo accesible desde la plataforma (sin necesidad de código) o a través de la API, para integraciones con los sistemas propios de las empresas.
Transformando los Pagos B2B en Colombia
En el ecosistema empresarial colombiano, los pagos entre empresas (B2B) históricamente han sido un reto: procesos lentos, fragmentados y costosos que limitan la liquidez y el crecimiento de las pymes, que constituyen más del 90% del tejido empresarial nacional. La digitalización ha acelerado la presión por adoptar herramientas más eficientes que optimicen flujos de caja y garanticen seguridad, trazabilidad y facilidad de integración. En este contexto, las fintech enfocadas en pagos digitales B2B, como TumiPay, abren nuevas oportunidades de transformación sobre cómo las compañías se relacionan financieramente.
Construyendo TumiPay desde el problema
TumiPay surge con la misión de resolver los grandes desafíos del ecosistema B2B: lograr inmediatez en la disponibilidad de fondos, fomentar la interoperabilidad y reducir los altos costos operativos. Desde 2020, la fintech ha desarrollado una plataforma integral de pagos digitales para empresas, bajo un modelo híbrido de agregador y gateway que permite adaptabilidad para distintos tipos de clientes. Su propuesta es clara: hacer que el dinero esté disponible de inmediato en un entorno seguro y con herramientas integrables.
En un país donde la adopción de pagos digitales sigue siendo baja, TumiPay se posiciona como un aliado estratégico, con una plataforma accesible, funcional y escalable tanto para compañías emergentes como consolidadas que buscan optimizar sus procesos.
Un abanico de soluciones para todo tipo de negocios
La oferta de TumiPay cubre todo el ciclo de pagos empresariales, con dos grandes frentes: Pay In (recaudo) y Pay Out (dispersión de fondos). En Pay In, permite recibir pagos a través de transferencias, efectivo, tarjetas y próximamente criptomonedas, lo que brinda flexibilidad a comercios y usuarios finales. En Pay Out, más del 80% de sus operaciones
se ejecutan en tiempo real gracias a integraciones con bancos y billeteras digitales reconocidas, lo que mejora la liquidez de las empresas y reduce los tiempos de espera.
Además, TumiPay ofrece un modelo de marca blanca, ideal para empresas que quieren fortalecer su identidad sin desarrollar tecnología propia, y APIs de integración sumamente flexibles, sumando una plataforma visualmente atractiva y sencillamente usable.
Marcela Santiago Rizo: liderazgo con visión de impacto
Al frente de TumiPay está Marcela Santiago Rizo, líder barranquillera que ha hecho del liderazgo femenino y la innovación parte del ADN de su compañía. Con experiencia previa en iFood, detectó retos operativos en el recaudo y dispersión, lo que la inspiró a crear TumiPay. Desde entonces, ha demostrado que el liderazgo femenino es necesario para transformar el sistema financiero desde la tecnología y el sentido de propósito.
Su historia refleja el nuevo rostro del emprendimiento colombiano: mujeres al mando, innovando y construyendo empresas de impacto social, donde la tecnología cierra brechas y genera oportunidades reales.
Transacciones realizadas 2024
1,7 millones
Crecimiento del 58.8%
En número de transacciones en solo 6 meses 2025 (Q1-Q2) 2,7 millones
Crecimiento imparable
TumiPay cerró 2024 con 1,7 millones de transacciones y una facturación de 1,3 millones de dólares. En el primer semestre de 2025, procesó ya 2,7 millones de transacciones, igualando la facturación del año anterior en solo seis meses. El crecimiento se refleja no solo en los números, sino en la confianza y satisfacción de las empresas que han encontrado en TumiPay soluciones adaptadas, ágiles y seguras.
Inclusión financiera como motor
El propósito de TumiPay es abrir camino a empresas tradicionalmente excluidas del sistema financiero digital. Muchas pymes encaran barreras de acceso por costos elevados o complejidad técnica, y TumiPay rompe ese paradigma con so luciones accesibles y bajos costos ope rativos. La inclusión financiera es estra tégica: integrar negocios al ecosistema digital formaliza la economía, aumenta la competitividad y democratiza el acceso a productos de calidad.
Cada nueva empresa que usa TumiPay amplía los pagos digitales en Colombia,
Seguridad como prioridad: Check & Pay
Talento que crece en cualquier lugar
El crecimiento de TumiPay también se traduce en su equipo. De 10 colaboradores en 2023, pasó a 34 a mitad de 2025. Su apuesta por el trabajo remoto les ha permitido descentralizar el talento, contratando en distintos rincones del país, y así robustecer áreas operativas y estratégicas claves.
Esta descentralización no solo diversifica el equipo, sino que contribuye a una cultura organizacional flexible y orientada a resultados, mostrando que la tecnología es una herramienta de desarrollo social y equidad.
Llegando a nuevas latitudes
En 2025, TumiPay debutó internacionalmente al aterrizar en Perú, mercado con retos similares a Colombia en baja bancarización y necesidad de soluciones interoperables. Este paso marca el inicio de una expansión regional más amplia: la idea es replicar el modelo en otros países latinoamericanos donde hay demanda por soluciones seguras y eficientes, adaptando la tecnología a las necesidades locales y construyendo alianzas para maximizar el impacto.
Innovación en tecnología y
visión de futuro
Actualmente TumiPay está enfocando sus esfuerzos en fortalecer y ampliar el ecosistema tecnológico para atender sectores clave y expandir su presencia en Latinoamérica.
Desplegando mejoras significativas en su plataforma, como la autenticación inteligente de transacciones mediante chatbot, que aporta transparencia al usuario y refuerza la seguridad a la hora de validar operaciones.
Paralelamente, avanza en construir un scoring crediticio propio, analizando datos transaccionales que puedan abrir
puertas para clientes tradicionalmente no bancarizados, y trabajan para conectarse al ecosistema de open finance, optimizando de forma segura el acceso a información relevante para personalizar servicios.
Su apuesta por la inteligencia artificial se refleja tanto en el desarrollo de modelos de ruteo inteligente para elegir, en tiempo real, la mejor opción de procesamiento de pagos, como en dashboards cada vez más personalizados, que facilitan la toma de decisiones mediante alertas y reportes personalizados.
Con esta visión integral y una apuesta constante por talento y tecnología, TumiPay sigue creciendo como referente innovador en pagos B2B para Colombia y Latinoamérica.
Infraestructura de pagos empresariales inmediatos 24/7
Sí, es 2025, pero los pagos empresariales siguen atrapados en el pasado. Procesos lentos, fragmen tados y poco eficientes que drenan recursos operacionales y agotan la paciencia de las tesorerías corpo rativas. Cobre ha emergido como la plataforma líder de pagos empresa riales inmediatos 24/7 en América Latina al resolver de raíz los proble mas estructurales y más complejos del entorno financiero digitalizado: mover dinero con la misma veloci dad con la que han de tomarse de cisiones de negocio.
Fundada en 2019, Cobre nació con una visión ambiciosa: construir una infraes tructura financiera que conectara para interoperar el dinero entre las empresas, bancos y actores, logrando moverlo más rápido posible para lograr pagos en tiem po real, seguros sin límites y sin importar el tamaño de la organización o su nivel de bancarización. Hoy, cinco años después, esa visión es una realidad. Cobre procesa más de USD $8 mil millones mensuales y ha permitido que más de 300 empresas en América Latina automaticen, aceleren y optimicen su tesorería.
Empresas que en 2025 aún pagan como en 1995
Durante décadas, el sistema bancario tradicional operó sobre infraestructura tecnológica diseñada para un mundo donde la interoperabilidad y la inmediatez no eran una prioridad y un propósito lejano. Los procesos de pago requerían varios días hábiles para materializarse, conciliaciones manuales, horarios restringidos y múltiples intermediarios. En ese contexto, las empresas se vieron obligadas a adaptar sus operaciones de recaudo y dispersión de pagos a una infraestructura con bajo rendimiento operativo, costosa y poco flexible.
En los últimos años, los negocios han acelerado sus procesos. La parsimonia destruye valor y los clientes demandan agilidad, control, seguridad y disponibilidad 24/7/365.
Cobre entendió ese desbalance desde sus orígenes y decidió no esperar a que los otros se transformaran. Construyó desde cero una solución que respondiera a las verdaderas necesidades operativas de las empresas. Al anticiparse a esta transición, creó una infraestructura que permite pagos inmediatos sin depender de horarios bancarios o de compensación y liquidación, requiriendo conciliaciones interminables y operando sobre sistemas desconectados.
Hoy, mientras muchas instituciones en Latinoamérica apenas comienzan a hablar de pagos en tiempo real, Cobre ya los está ejecutando de forma masiva, segura y continua.
Una solución diseñada para el ritmo de las empresas modernas
El problema es claro: las empresas pierden cientos de horas mensuales gestionando pagos, conciliaciones y flujos de caja dispersos. La promesa de Cobre es simple pero poderosa: centralizar y agilizar todos los movimientos del dinero de una empresa desde un solo lugar y con tecnología que lo hace posible en segundos.
La plataforma permite enviar y recibir pagos empresariales (locales o internacionales) desde una única plataforma, en cualquier momento del día o de la semana. Mediante integraciones directas a través de las APIs de Cobre, las empresas pueden programar pagos masivos, automatizar procesos, obtener trazabilidad en tiempo real y tomar decisiones informadas con base en datos vivos, no estáticos.
Cobre vence al tiempo. Lo que antes tomaba días, hoy, gracias a Cobre, requiere segundos.
+12 millones de transacciones realizadas en 2024
Todas las cuentas bancarias de tu empresa en Colombia, en un solo portal.
Una empresa construida desde la confianza y la eficiencia
Más allá de la tecnología, lo que distingue a Cobre es enfocarse en dos principios fundamentales: confianza y eficiencia. La infraestructura fue diseñada desde sus inicios para responder a las necesidades reales del movimiento del dinero - cada vez menos físico y más electrónico- o y del rol estratégico que cumplen los equipos de tesorería en la transformación digital de las empresas.
Este enfoque ha sido respaldado por una base sólida de inversionistas globales como Oak HC/FT, QED Investors, Kaszek, Atlántico Partners y Canary, quienes han invertido más de USD $68 millones en el crecimiento regional de Cobre.
Hoy, con operaciones sostenibles y rentables y, además, una hoja de ruta estratégica clara para expandirse en toda América Latina, Cobre se posiciona como un actor esencial en el nuevo ecosistema de pagos empresariales: inmediato, integrado y diseñado para la eficiencia.
“Nuestra alianza con Cobre no sólo amplifica la propuesta de valor que ofrecemos a nuestros conductores en Cabify, sino que también refleja el compromiso conjunto de brindar soluciones financieras que faciliten su día a día. Esta colaboración permite que nuestros conductores accedan a transferencias inmediatas, mejorando su flexibilidad financiera y fortaleciendo su conexión con la marca”
— Daniel Schlesinger, Country Manager Cabify Colombia
Infraestructura robusta, segura y escalable
Cobre ha construido, desde lo más profundo del sistema, una infraestructura propia, segura y flexible, hemos aplicado el concepto de seguridad por diseño en nuestro SaaS. Esto ha permitido ofrecer velocidad sin sacrificar seguridad y, también, poner a disposición de sus clientes una plataforma con los más altos estándares de seguridad, respecto de los cuales nos encontramos certificados como: PCI-DSS V 4.0.1, SOC 2 type II, ISO 27001:2022, cifrado fuerte y autenticación multifactor para proteger tanto el dinero como la información de las empresas. Además, su arquitectura está pensada para integrarse con múltiples bancos y medios de pago, procesar miles de transacciones simultáneamente y sin fricción. Cobre es, además, la primera plataforma en Colombia que permite realizar pagos a beneficiarios dentro del mismo flujo operativo, una funcionalidad que ha revolucionado la forma en que las compañías se relacionan con su red de pagos.
Cobre: único habilitador de Bre-B para empresas
Cobre ya ha transformado la experiencia de pagos locales en Colombia y México. Mirando hacia el futuro, Colombia está a las puertas del inicio de operaciones de Bre-B, el nuevo arreglo de interoperabilidad de sistemas de pago inmediatos promovido por el Banco de la República. Cobre no es ajeno a esa realidad. La infraestructura de Cobre ya está preparada, también, para integrarse a este ecosistema. Cobre es el primer participante indirecto habilitado para ofrecer servicios de pago empresariales inmediatos en el contexto de Bre-B.
Esta posición única no solo reafirma el liderazgo de Cobre en tecnología de pagos, tambien, su compromiso de hacer partícipes a sus clientes de las opciones que ofrece Bre-B, todo con los mismos estándares de velocidad, seguridad, eficiencia y trazabilidad que ya conocen con Cobre.
“Trabajar con Cobre nos permitió agilizar procesos críticos y reducir tiempos operativos. Su plataforma y APIs nos dieron más control y eficiencia para seguir escalando nuestro servicio”.
— Jorge Ramírez, Director de plataformas digitales en Skandia Fiduciaria.
Cross
Border Payments: la siguiente gran apuesta
Muchas empresas imaginan que enviar dinero al extranjero es un proceso lineal: el pagador ordena la transferencia, el banco en LatAm la recibe y el beneficiario ve sus fondos el mismo día. Sin embargo, en la práctica el dinero pasa por una cadena de bancos corresponsales, luego al banco destino y finalmente entra en un ciclo ACH local hasta llegar a su destinatario. Cada eslabón agrega comisiones, controles y demoras que prolongan la disponibilidad del dinero de dos a cinco días y opacan la visibilidad del pago.
Cobre replantea por completo esa ruta: Con Cross Border Payments, un pago internacional se experimenta tan simple como uno local. Se definen condiciones en tiempo real y, con una solución que se conecta directamente con rieles de pago instantáneo y bancos locales a través de una única API, se fusionan la expresión del dinero en la moneda de desembolso, la conciliación y el cumplimiento en tiempo real.
El resultado es un flujo simplificado entre el remitente y el beneficiario que está bajo el entero control de Cobre. El pago se liquida en menos de dos minutos, convirtiendo un proceso tradicionalmente lento y costoso en una experiencia casi instantánea y totalmente transparente.
Esta solución ha sido desarrollada sobre una red que elimina los intermediarios, mejora la eficiencia de los procesos de movimiento de dinero internacional, disminuye los costos asociados y ofrece transparencia en las condiciones económicas.
+ 40 empresas + 4000 operaciones FX cada mes +400 MM de dólares en 20+ monedas
Transparencia que cambia la conversación
Desde el Portal de Cobre o vía API se puede ver, antes de confirmar, la expresión de equivalencia de monedas, los costos y los montos que se van a enviar y recibir. Una vez se hace la solicitud, los clientes reciben el monto acordado, sin formularios manuales ni correos en copia oculta. Esa transparencia no solo reduce la fricción operativa, también multiplica la confianza con las contrapartes, simplifica las auditorías y convierte cada pago en un insumo de datos preciso para planear la caja y obtener las mejores equivalencias.
Compensación
instantánea y un horizonte 24/7
Hoy las rutas de liquidación de Cobre ya ofrecen liquidación instantánea en los corredores más usados por sus clientes (USD ⇄ COP y USD ⇄ MXN). Así mismo, ya está en desarrollo la solución para hacer Cross-Border Payments off - market, que permitirá pagar aun cuando los mercados financieros están cerrados. La meta es clara: lograr una funcionalidad de pagos internacionales que opere 24 horas al día los 7 días a la semana, para que las empresas puedan pagar y recaudar globalmente sin restricciones ni horarios.
El ecosistema Cobre que completa el círculo
Cross Border Payments es aún más poderoso cuando convive con los otros productos que ofrece Cobre:
Local Payments: movimientos de dinero locales en Colombia y México con velocidad (97 % de cobertura bancaria en Colombia y operaciones 24/7 vía SPEI en México). Ideal para usar el dinero del pago internacional para pagar nóminas, proveedores o recaudar por links de pago y realizar movimientos de dinero que luego se pueden expresar en otra moneda.
Connect: la plataforma que unifica todas las cuentas bancarias y saldos en diferentes divisas, automatiza conciliaciones y entrega datos accionables en tiempo real.
Esta tríada convierte a Cobre en la infraestructura que orquesta los flujos del dinero de extremo a extremo, eliminando portales aislados, hojas de cálculo y la manualidad de los tokens bancarios.
+US$10 mil millones en movimiento, optimizando liquidez y acelerando negocios.
¿Qué importancia tiene en este momento?
El comercio global exige pagos cada vez más ágiles y trazables. Aunque la red SWIFT y los bancos corresponsales siguen siendo la columna vertebral del sistema financiero global, los procesos multiescala pueden alargar conciliaciones y restar visibilidad.
Cobre actúa como una capa de orquestación que se integra con bancos socios y con rieles de pago locales, agrupando poder de pago en moneda local, compliance y liquidación en una sola API.
Así, las empresas hacen que su liquidez sea predecible y sus equipos financieros pueden concentrarse en el análisis y crecimiento, en lugar de monitorear el itinerario de cada transferencia.
Mirando hacia adelante
En los próximos meses se ampliará el portafolio de monedas locales disponibles para la gestión de pagos, se reforzará la liquidación 24/7 y se abrirán nuevos rieles que movilicen el dinero en América Latina y Europa. El objetivo de Cobre es que todas las empresas tengan la posibilidad de pagar y recaudar en cualquier lugar del mundos y que experimenten el valor que generan la facilidad y velocidad del movimiento del dinero.
Más allá del código: Cómo Tres Astronautas reinventa la banca
En América Latina, la banca y los servicios financieros viven una paradoja. Por un lado, millones de personas dependen del celular para manejar su dinero; por otro, muchas instituciones aún operan con sistemas construidos hace décadas. La transformación digital es urgente, pero también compleja: no se trata solo de digitalizar trámites, sino de rediseñar la experiencia financiera desde el núcleo.
En ese terreno, lleno de urgencias regulatorias (como Open Banking), tecnologías emergentes y usuarios exigentes, surge Tres Astronautas, una compañía colombiana que no se define por la tecnología que usa, sino por los problemas que resuelve. Fundada en 2016, ha liderado más de 100 proyectos, incluyendo proyectos con cinco empresas del Fortune 500, pero su ambición va más allá de los números. Su filosofía es clara: “No vendemos código, vendemos crecimiento.”
Este capítulo recorre cómo Tres Astronautas aplica inteligencia artificial, diseño centrado en el usuario, automatización avanzada y arquitecturas coreless para transformar la industria financiera desde adentro. Pero más allá de los términos técnicos, muestra cómo el software, cuando se diseña con propósito, puede convertirse en una herramienta de inclusión, eficiencia y conexión real entre bancos y personas.
Capacidades y Servicios
La tecnología no transforma por sí sola. Lo que hace la diferencia es cómo se aplica, con qué intención y para qué problema. En el caso de Tres Astronautas, la tecnología siempre ha estado al servicio de algo más grande: crear valor de negocio real.
A lo largo de su recorrido, la compañía ha desarrollado plataformas digitales para bancos, apps móviles para fintechs emergentes, y sistemas inteligentes que automatizan decisiones críticas. Pero si hay algo que distingue a su enfoque, es que cada solución nace de una necesidad estratégica, no de una tendencia pasajera. ¿Qué proceso necesita ser más ágil? ¿Qué experiencia está alejando a los usuarios? ¿Dónde se pierde valor?
Uno de los pilares más fuertes de su oferta es el desarrollo de software a medida con inteligencia artificial integrada. No se trata de aplicar IA por tendencia, sino donde realmente puede hacer una diferencia: categorizar transacciones automáticamente, generar insights, o detectar comportamientos inusuales. Cada modelo, cada línea de código, responde a un objetivo concreto: reducir fricción, optimizar operaciones o mejorar la toma de decisiones.
Otro frente clave es el diseño de experiencia de usuario (UX/UI), especialmente en sectores donde la confianza digital no se gana fácilmente, como la banca. En un mundo financiero donde los errores se castigan más que en cualquier otra industria, la simplicidad, la seguridad y la claridad visual no son adornos, son requisitos. En varios casos, rediseñar una interfaz ha tenido efectos medibles: clientes reportaron hasta un 30% de mejora en la retención de usuarios tras intervenciones centradas en UX. No porque la app sea más bonita, sino porque hace lo que promete, y lo hace bien.
Pero quizás el mayor diferencial técnico de Tres Astronautas está en su capacidad de trabajar con arquitecturas coreless, una nueva forma de construir sistemas bancarios que ya no dependen de un núcleo central monolítico, sino de microservicios modulares e independientes. Esta visión, respaldada por su certificación en el marco de la Banking Industry Architecture Network (BIAN), permite a los bancos crear productos más rápido, integrar servicios externos como fintechs o wallets, y reducir significativamente sus costos operativos. En un sector donde hasta el 78% del presupuesto de TI puede gastarse solo en mantener sistemas antiguos, migrar hacia modelos coreless no es solo innovación: es supervivencia.
Finalmente, su dominio en hiperautomatización conecta todos estos elementos. A través de marcos como Lean UX o Impact Mapping, ayudan a identificar procesos que pueden ser digitalizados de principio a fin usando IA, RPA (automatización robótica de procesos) y herramientas de orquestación inteligente. El resultado no es solo eficiencia, sino escalabilidad: procesos que antes tomaban días o semanas, hoy se activan automáticamente, aprenden en el camino, y entregan valor con mínima intervención humana.
Los tres Astronautas:
Alejandro Córdoba Borja
Daniel Soto Rey
Juan Esteban Chaparro Machete
Inteligencia artificial: de la automatización a la cercanía
En la industria financiera, hablar de inteligencia artificial solía ser sinónimo de eficiencia: más velocidad, menos errores, menos personal. Pero esa visión, centrada solo en la optimización, dejó de ser suficiente. La verdadera promesa de la IA está en algo mucho más humano: entender al usuario. Saber cuándo está por cometer un error financiero, cuándo necesita ayuda, cuándo conviene hacerle una sugerencia antes de que lo pida.
Tres Astronautas entendió esto desde temprano. Su uso de IA no se limita a automatizar procesos; también permite leer comportamientos, construir perfiles dinámicos y entregar recomendaciones personalizadas en tiempo real. En lugar de enviar el mismo mensaje a todos, los sistemas que desarrollan detectan patrones de uso y reaccionan con campañas, alertas o contenidos pensados para
momentos específicos. Así, una persona que acaba de recibir su salario ve sugerencias distintas a quien se acerca al límite de su tarjeta de crédito.
Este enfoque ha demostrado su valor en proyectos reales. Uno de los casos más visibles es la integración de herramientas de gestión financiera personal (PFM) dentro de plataformas bancarias. Estas funciones, potenciadas por IA, categorizan gastos, alertan sobre cobros inusuales, identifican patrones de consumo y ayudan a los usuarios a anticiparse a posibles problemas de liquidez. Para muchas personas, especialmente jóvenes, esta asesoría silenciosa es el diferencial que los hace quedarse en una app o abandonarla.
Los resultados son medibles. En soluciones desarrolladas por Tres Astronautas, los bancos han visto incrementos del 15% en el uso de funcionalidades clave como emisión de créditos o pagos inmediatos, y reducciones de hasta 21% en tasas de abandono, gracias a una experiencia más útil, más personalizada y más intuitiva. En algunos casos, el sistema incluso detecta qué usuarios tienen mayor probabilidad de irse, y les activa ofertas personalizadas para retenerlos. Esta práctica de retención predictiva no solo mejora la fidelidad del cliente; también se alinea con los principios del Coreless Banking 4.0 de BIAN, donde la IA se vuelve el motor que sostiene la relación banco-usuario.
A la fecha, las soluciones inteligentes diseñadas por Tres Astronautas ya impactan a más de 1 millón de usuarios, con 500.000 activos cada mes. Pero más allá de la escala, lo valioso es el tipo de vínculo que estas herramientas ayudan a construir: uno más cercano, más útil, más relevante. Porque en un mundo donde la mayoría de los usuarios quiere que su banco los entienda, la tecnología que no escucha se vuelve ruido.
Arquitectura coreless: reconstruyendo el corazón de la banca
Detrás de cada buena experiencia financiera hay una verdad incómoda: muchas instituciones aún operan sobre sistemas centrales creados hace más de 20 años. Estas plataformas, pensadas en otra era, fueron creciendo como un bloque sólido, difícil de modificar sin comprometer la estabilidad del todo. Y aunque han sido confiables, también se han convertido en una barrera para innovar.
En algunos bancos, hasta el 78% del presupuesto de TI se destina solo a mantener estos sistemas legacy. Esto deja poco margen para crear nuevas funcionalidades, adaptarse a regulaciones cambiantes o integrarse con fintechs. El resultado: ideas que podrían lanzarse en semanas tardan meses en ver la luz, si es que lo logran...
Frente a esto, Tres Astronautas apuesta por una visión distinta: la arquitectura coreless. En lugar de depender de un único núcleo tecnológico, ayudan a sus clientes a modularizar sus operaciones en componentes pequeños e independientes. Así, cada parte del sistema puede evolucionar por separado, conectarse mediante APIs abiertas y responder de forma ágil a lo que el negocio o el usuario necesita.
Esta visión no es solo conceptual. La empresa cuenta con certificación en el estándar de la Banking Industry Architecture
Network (BIAN), un marco promovido por bancos globales y grandes tecnológicas para impulsar una banca más interoperable, escalable y resiliente. En este modelo, los servicios bancarios se convierten en “bloques” que pueden ensamblarse, reemplazarse o integrarse sin fricciones, como piezas de LEGO.
En lugar de reemplazar todo el core bancario de golpe (una cirugía riesgosa) Tres Astronautas propone una estrategia de modernización progresiva. Ayudan a lanzar plataformas digitales nuevas que corren en paralelo al sistema existente, permitiendo probar, ajustar y escalar sin interrumpir operaciones. Así, un banco puede lanzar un nuevo producto digital en semanas, probarlo con un segmento específico, y luego integrarlo a su oferta general si demuestra valor.
Esta arquitectura no solo acelera la innovación. También prepara a las instituciones para lo que viene: integraciones con open banking, cumplimiento de nuevas normativas, incorporación de activos digitales como criptomonedas, o inclusión de herramientas de pago en tiempo real. Todo esto es posible cuando el sistema deja de ser un monolito y se convierte en una plataforma flexible.
Los resultados se notan. Con prácticas como DevSecOps, automatización de pruebas y despliegues continuos, el equipo logra reducir los tiempos de salida al mercado hasta en un 45% frente a metodologías tradicionales, un logro excepcional en un sector conocido por los retrasos, los sobrecostos y los imprevistos.
UX: donde la tecnología
se convierte en confianza
La arquitectura puede ser impecable. Los algoritmos, potentes. Las integraciones, fluidas. Pero si la experiencia de usuario falla, todo se viene abajo. En el mundo financiero, donde las personas gestionan su dinero, su crédito o sus ahorros, la confianza no se gana con funciones sofisticadas, sino con interacciones claras, intuitivas y seguras.
En Tres Astronautas, el diseño no es un paso decorativo. Es un eje estratégico. Cada pantalla, flujo o mensaje se piensa desde dos ángulos: ¿esto tiene sentido para el usuario? y ¿esto está alineado con los objetivos del negocio? Por eso, sus equipos de diseño trabajan codo a codo con ingenieros y stakeholders del negocio, construyendo productos donde el usuario se siente en control, no a merced de la tecnología.
Esta filosofía ha sido clave en transformaciones reales. Con bancos como Finandina y Banco W, ayudaron a migrar procesos que antes suponían procesos complejos (como pagos, solicitudes o validaciones) hacia experiencias móviles más rápidas, seguras y accesibles.
En el caso de Banco Crezcamos, el reto fue aún mayor: diseñar una banca digital pensada para personas no bancarizadas, muchas de ellas sin experiencia previa en servicios financieros digitales. El resultado fue una plataforma intuitiva, simple, con lenguaje cercano y procesos reducidos al mínimo viable.
No se trató solo de mejorar pantallas, sino de aumentar la adopción. Después de rediseñar funcionalidades clave, algunos clientes reportaron un incremento de hasta 25% en el uso de funcionalidades como transferencias, recargas o referidos. El onboarding más ágil, las respuestas más claras y el soporte contextual generaron un efecto que los bancos conocen bien: si el usuario se siente cómodo, se queda. Y si se queda, crece el valor.
Este impacto es aún más importante hoy, cuando más del 65% de las personas prefiere canales digitales para sus operaciones bancarias. En ese contexto, una buena experiencia ya no es un “plus”, es un estándar mínimo. Por eso, Tres Astronautas apuesta por lo que llama diseño centrado en personas, no solo en usuarios. Porque al final, detrás de cada clic, hay alguien buscando claridad, eficiencia, y sobre todo, confianza.
Cultura, talento y una forma distinta de trabajar
Ninguna arquitectura es realmente coreless si el equipo que la construye depende de jerarquías rígidas y decisiones unilaterales. En ese sentido, la cultura de Tres Astronautas es coherente con la tecnología que impulsa: modular, colaborativa y preparada para el cambio.
El equipo está formado por más de 60 personas, entre desarrolladores, diseñadores, analistas de datos y consultores. Pero más allá de los roles, lo que distingue su forma de trabajar es una idea clara: todos participan, todos construyen.
Rechazan la lógica del proveedor que entrega y se va. Prefieren ser “co-equiperos” que piensan con el cliente, se alinean con sus objetivos y se hacen responsables del resultado.
Esa mentalidad se sostiene sobre una cultura de autonomía con propósito, donde cada miembro del equipo tiene espacio para proponer, aprender y asumir retos. La formación continua es parte del día a día: muchos cuentan con certificaciones como BIAN en arquitectura bancaria o en diseño de sistemas de IA por universidades como Cambridge. Y la actualización no es solo técnica. También se entrenan en metodologías modernas como BDD, DevSecOps, Lean UX y Design Thinking, que les permiten mantener el enfoque en valor desde la primera línea de código hasta el último test.
Esta combinación de autonomía, especialización y propósito genera un círculo virtuoso: los equipos se sienten parte de lo que crean, y eso se nota en los resultados.
El 94% de los proyectos desarrollados por Tres Astronautas se entregan en tiempo y presupuesto, superando ampliamente los promedios de la industria. Pero más allá de la métrica, ese número representa otra cosa: procesos bien diseñados, colaboración genuina, y una cultura que no se rompe cuando las cosas se ponen difíciles.
Visión: tecnología con rumbo y propósito
En una industria que cambia a gran velocidad, es fácil perder el rumbo. Aparecen nuevas herramientas cada mes, las regulaciones se transforman, los usuarios demandan más y más fluidez. Pero Tres Astronautas ha elegido no correr detrás de cada moda. Su apuesta no está en ser los primeros en usar una tecnología, sino en ser los mejores en aplicarla cuando resuelve un problema real.
Por eso, su hoja de ruta no depende de lo que está de moda en Silicon Valley, sino de lo que necesitan las personas y los negocios en América Latina. En los próximos años, la empresa busca profundizar su rol como socio estratégico de bancos tradicionales que quieren adaptarse, y de fintechs que quieren escalar con solidez. No se trata solo de digitalizar, sino de hacerlo bien: con soluciones que sean seguras, sostenibles y centradas en el usuario.
Esta visión se traduce en líneas claras de trabajo: automatización inteligente con IA y RPA para liberar tiempo humano; arquitecturas coreless que permitan crear productos en semanas, no en trimestres; y herramientas de diseño que conecten
con los usuarios desde el primer contacto. Todo esto con una estructura modular que permita escalar, adaptarse a nuevas normativas o integrar funcionalidades emergentes como pagos en tiempo real, criptomonedas o modelos alternativos de scoring.
Pero más allá de la tecnología, lo que mueve a Tres Astronautas es una convicción: cuando se diseña con propósito, el software no solo optimiza procesos, también mejora vidas. En un continente donde millones de personas aún enfrentan barreras para acceder a servicios financieros de calidad, cada app bien diseñada, cada flujo simplificado, cada algoritmo que anticipa una necesidad es una forma de inclusión.
Esa es la misión. Y también el futuro.
construyendo la infraestructura financiera de próxima generación para Latinoamérica
En un ecosistema fintech que evoluciona con rapidez, marcado por la necesidad urgente de soluciones financieras digitales confiables, Monabit se ha posicionado como uno de los jugadores más innovadores en Colombia.
Fundada en 2021, la compañía nace con la visión de crear el backbone financiero de próxima generación para América Latina: una infraestructura que integra emisión, adquirencia, automatización e inteligencia artificial, conectando el mundo de las stablecoins con las finanzas tradicionales.
El origen de Monabit responde a un desafío claro: la región sigue dependiendo de sistemas financieros fragmentados y poco eficientes. Mientras las grandes redes globales dominan los pagos, millones de personas y empresas quedan fuera o enfrentan fricciones constantes para mover, guardar y usar su dinero, especialmente en contextos de alta inflación y volatilidad. En este entorno, Monabit busca cerrar esa brecha con una propuesta diseñada desde cero para la región.
Monabit ha creado un ecosistema que combina emisión y adquirencia en un solo lugar. Las tarjetas físicas y digitales respaldadas por Mastercard permiten gastar y retirar fondos globalmente, y la infraestructura de pagos de Monabit permite a los comercios aceptar tanto métodos tradicionales como transacciones en stablecoins con velocidad y bajos costos. Sobre esta base, la empresa ha construido herramientas de automatización que permiten programar pagos, conciliaciones y operaciones recurrentes, con inteligencia artificial en el centro.
Este enfoque ha dado a individuos y empresas la posibilidad de moverse con libertad en un sistema que tradicionalmente estaba lleno de barreras. Monabit se ha convertido en un vehículo para que el dinero se pueda mover, almacenar y gastar en tiempo real, sin intermediarios innecesarios, y con un control mucho más claro sobre las decisiones financieras.
El modelo de Monabit ya muestra resultados que respaldan su propuesta
Más de cuarenta mil usuarios registrados en Colombia utilizan la plataforma, con un volumen superior a siete millones de dólares en cargas de tarjeta y un monto similar en pagos y retiros en los últimos seis meses. Los clientes activos de la tarjeta mueven en promedio 1.075 dólares en quince transacciones mensuales, demostrando la relevancia y la recurrencia del uso que se le da al producto.
Uno de los productos más representativos es la tarjeta Mastercard de Monabit, tanto en su versión física - con un diseño transparente distintivo - como en la versión digital. Esta solución permite a los usuarios realizar compras nacionales e internacionales, retirar efectivo en cajeros automáticos y pagar servicios digitales sin depender de los bancos tradicionales. Lo que hace especial a este producto no es solo la funcionalidad, sino la manera en la que se creó: su diseño transparente no surgió en una sala cerrada, sino en un taller con usuarios, convirtiéndose en símbolo de la cultura de co-creación de Monabit.
Los clientes de Monabit son principalmente personas que buscan una solución estable y global para gestionar su dinero.
En el segmento actual destacan profesionales independientes y empresarios que desean proteger su patrimonio en stablecoins, hacer pagos sin fricciones y disponer de sus recursos sin las limitaciones de los servicios financieros tradicionales. También, cada vez más, colombianos en el exterior utilizan Monabit para conectar sus ingresos en dólares con su vida en el país de una manera segura.
En un mercado con múltiples jugadores, desde billeteras cripto hasta adquirentes tradicionales, Monabit se ha diferenciado por integrar en una sola arquitectura funciones que en otras soluciones están fragmentadas.
La combinación de emisión y adquirencia en un mismo sistema le da una ventaja significativa frente a los competidores, que suelen ofrecer solo una parte del proceso. A esta propuesta se suma la inteligencia artificial que automatiza desde el momento en que un usuario se registra, hasta los pagos recurrentes y la conciliación empresarial.
La propuesta de Monabit responde a una necesidad urgente en un país en el que todavía el 75% de los pagos se hacen en efectivo y donde solo el 36% de los adultos tiene acceso a productos de crédito formales. Su objetivo es reducir la dependencia del efectivo, ofrecer acceso a herramientas financieras modernas y dar control a quienes quieren gestionar sus recursos de forma segura y global.
La compañía tiene un enfoque claro en el futuro. Su plan incluye la expansión de productos de crédito y líneas de financiamiento que permitirán a los clientes no solo gastar sino también financiar proyectos, y el desarrollo de herramientas avanzadas de automatización financiera que transformen los procesos de las empresas. La meta final es consolidar a Monabit como una alternativa regional a las redes globales de pagos,
un backbone financiero que conecte América Latina con los mercados internacionales, en un sistema más abierto y eficiente.
En poco tiempo, Monabit ha pasado de ser una idea disruptiva a convertirse en una plataforma robusta que combina tecnología, adopción y una visión clara. Su propósito no es simplemente crear un nuevo producto financiero, sino reimaginar la forma en que circula el dinero en América Latina, empezando por Colombia. La propuesta está alineada con las necesidades de clientes affluent que hoy trabajan desde Colombia, que gastan en pesos pero ganan en dólares y que no encuentran en la banca tradicional colombiana una oferta de productos y servicios sofisticados que les permita administrar su dinero con flexibilidad y visión global.
Vivian Jones Co-Founder & CRO Monabit
Con resultados sólidos y una visión centrada en resolver problemas reales, Monabit representa el tipo de innovación que puede cambiar la manera en que América Latina gestiona su dinero en los próximos años.
Lo que comenzó como una respuesta a la desconfianza hacia los sistemas tradicionales se ha convertido en una apuesta por un ecosistema más moderno, abierto e inclusivo.
Incode Technologies: Redefiniendo la identidad digital en la era de la inteligencia artificial
En un mundo cada vez más digitalizado, donde la interacción humana se ha trasladado a pantallas y dispositivos, surge una pregunta esencial: ¿cómo garantizar que la persona al otro lado es real, está protegida y puede acceder a servicios de forma segura? Esta fue la inquietud que en 2015 impulsó al emprendedor mexicano Ricardo Amper a fundar Incode Technologies en San Francisco. Desde entonces, la compañía ha evolucionado hasta convertirse en una plataforma líder en verificación y autenticación de identidad, completamente automatizada e impulsada por inteligencia artificial.
En 2021, Incode alcanzó el estatus de unicornio tras una ronda Serie B que la valoró en US $1.25 mil millones. Hoy, con sedes en San Francisco, Nueva York, Ciudad de México, Londres, Madrid y Belgrado , procesa más de 4 mil millones de verificaciones anuales y colabora con ocho de los diez bancos más grandes de Estados Unidos, además de empresas clave en telecomunicaciones, fintech, comercio electrónico, transporte y retail.
Su reconocimiento como Líder en el Gartner® Magic QuadrantTM de Verificación de Identidad en 2024, y por segunda ocasión en 2025, junto con los resultados superiores en las pruebas del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), consolidan a Incode como un referente mundial en identidad digital.
Visión, misión y ética tecnológica
La visión de Incode es clara: construir un mundo de confianza. Su misión, aún más concreta, busca simplificar la verificación de identidad para que personas, empresas e instituciones interactúen sin fricciones y con seguridad. Esta filosofía se traduce en una combinación de innovación tecnológica, protección de datos y diseño centrado en el ser humano (human-centered design).
Incode defiende la identidad digital reutilizable como motor de inclusión financiera y crecimiento económico. En un contexto marcado por la proliferación de deepfakes y el uso indebido de datos personales, la empresa promueve normas éticas de IA y aboga por el control de los datos por parte de los usuarios.
Arquitectura impulsada por Inteligencia Artificial: precisión, privacidad y velocidad
Uno de los pilares de Incode es su arquitectura tecnológica propia. Este enfoque le permite mantener control total sobre los vectores de fraude y acelerar la innovación.Sus algoritmos de machine learning validan documentos, rostros y señales de comportamiento con más de 200 controles antifraude.
Entre sus componentes más destacados se encuentran:
Reconocimiento facial y prueba de vida pasiva: verifica que la persona es real con solo mirar a la cámara, evitando fotos y/o videos falsos.
Encriptación avanzada: convierte plantillas biométricas en datos alfanuméricos imposibles de vincular a individuos, cumpliendo los más altos estándares de privacidad.
Detección de deepfakes e identidades sintéticas: algoritmos especializados que identifican patrones de IA Generativa, para prevenir fraudes sofisticados, reduciendo el fraude.
OCR propio: capaz de extraer datos de más de 4,900 documentos de identidad con precisión inigualable.
Plataforma Incode: modularidad y personalización
La propuesta de Incode se articula en una plataforma omnicanal que cubre todo el ciclo de vida de la identidad. Sus módulos pueden implementarse de forma independiente o como parte de un flujo unificado:
Onboarding digital: verifica identidades en segundos con la tasa de precisión líder de la industria.
Workflows no-code: editor visual “no-code” para crear flujos de verificación personalizados y lógicos. Permite condicionar pasos según el riesgo y agilizar la experiencia del usuario.
Verificación de edad: permite cumplir requisitos regulatorios con tres métodos de validación de edad sin solicitar más datos de los necesarios.
Workforce: producto integrado con Okta que autentica empleados en operaciones críticas (autoservicio para autenticación MFA, restablecimiento de contraseñas, y soporte técnico) por medio de biometría segura.
Incode ID: identidad digital reutilizable y autogestionada. Disponible para empresas y consumidores por medio de un wallet que almacena credenciales y permite identificarse en estadios, bancos, hoteles, instituciones públicas y más..
Personhood: la frontera entre lo humano y lo sintético
La verificación de identidad obsoleta se enfoca en analizar de forma aislada componentes como el nombre de una persona.
El concepto de Personhood toma en cuenta distintas capas que hacen que un individuo sea único, en especial en su universo digital.
Incode garantiza que detrás de cada interacción digital exista un ser humano real. Combina biometría facial, señales de comportamiento y análisis de dispositivos para prevenir el fraude automatizado y distinguir personas de bots o identidades sintéticas.
Casos de uso multisectoriales
Las soluciones de Incode funcionan en una amplia gama de industrias:
Fintech y banca: KYC/AML, onboarding, autenticación de transacciones y prevención de fraude. Actualmente, Incode es la solución de verificación de identidad de 8 de los 9 principales bancos de EE.UU., así como 4 de los 5 principales bancos de Latinoamérica.
Telecomunicaciones: activación segura de líneas y servicios validando las identidades. Trabaja con las 8 principales telcos de Norte América.
E-commerce y marketplaces: pagos seguros, reducción de contracargos y protección de cuentas evitando la suplantación.
Transporte y movili dad: identificación de conductores y pasajeros.
Hospitalidad y viajes: checkin/check-out sin contacto en hoteles de lujo y verificación en aerolíneas y aeropuertos.
Gobierno y sector público: voto remoto (le presta este servicio al Instituto Nacional de Transparencia de México y a la Cámara de Diputados), verificación de edad (Comisión Alemana para la protección de Menores), Fan ID para eventos masivos.
Espectáculos y estadios: seguridad reforzada en los estadios de fútbol, utilizada por los clubes de la Liga MX.
Tracción, credenciales y reconocimientos
Más de 4 mil millones de verificaciones procesadas en 2024.
Operaciones con 8 de los 10 bancos más grandes de EE. UU. y 8 telcos líderes en Norte América.
Presencia en sectores como redes sociales, e-commerce, gaming, retail, transporte y gobierno.
Reconocimientos: Líder en el Magic QuadrantTM de Verificación de Identidad de Gartner® en 2024 y 2025, Empresa líder en los Best Software Awards 2025 de G2, Endeavor Outlier 2025.
Evaluación NIST: error medio de 2.7 años en estimación de edad, tasa de falsos positivos de 0.047 y verificación en ~3 segundos.
Crecimiento estratégico y adquisiciones
MetaMap (2024): empresa especializada en la orquestación de verificaciones y análisis de riesgo. Con su incorporación amplió cobertura en LATAM, África y mid-market, gracias a una red de confianza que ha verificado cientos demillones de identidades.
AuthenticID (2025): fortalece capacidades en detección de fraude de alto volumen y mercados regulados como la banca y las telecomunicaciones. Authentic ID es una empresa pionera en la detección de fraude de alto volumen, con un historial de 4 mil millones de verificaciones tan solo en el 2024 y con un portafolio de clientes que incluye a 8 de los 10 bancos más grandes de los Estados Unidos. El resultado es una potencia de identidad digital con crecimiento del 60% internaual y amplia la escala global.
Ventajas competitivas
Confianza como activo central: la estrategia de comunicaciones posiciona la confianza como activo central y vincula seguridad, innovación y experiencia del usuario. La compañía lidera discusiones sobre ética de IA, regulación y privacidad, convirtiéndose en una de las voces más confiables en identidad y ciberseguridad.
Tecnología propia y control total: al desarrollar todos sus componentes internamente (OCR, liveness o detección de rpueba de vida, biometría, soluciones antifraude), Incode asegura coherencia, mejora continua y respuestas rápidas a nuevas amenazas, como los deepfakes y ataques de IA generativa.
• Velocidad (~5 segundos) y precisión líder: la verificación de identidad se completa en ~5 segundos, permitiendo procesos fluidos que aumentan la conversión y reducen los abandonos.
Privacidad y cumplimiento normativo internacional: uso de encriptación avanzada y vectorización de datos biométricos que permiten a los usuarios compartir únicamente los atributos necesarios. La empresa cumple con estándares NIST y lineamientos internacionales de protección de datos.
Experiencia omnicanal y personalización dinámica: flujos no code con flujos de trabajo y experiencias dinámicas con AI permiten adaptar los procesos según el riesgo y la preferencia del usuario, optimizando cada punto de contacto.
Liderazgo regional en América Latina
Incode es referente en América Latina. La adopción de su tecnología en la Liga MX, bancos locales y fintech demuestra su capacidad para resolver retos regionales como entornos regulatorios cambiantes, baja conectividad y altos niveles de fraude.
Narrativa y liderazgo de opinión
Tecnología centrada en las personas
Identidad digital soberana e inclusiva
Combate a los deepfakes y fraude digital
AI-shoring y talento en LATAM
Regulación inteligente y colaboración institucional
Colombia: oportunidad estratégica
Colombia representa un mercado clave para Incode dentro la región:
Digitalización acelerada y regulación KYC/ AML.
Soluciones adaptadas para fintech emergentes y bancos tradicionales.
Red de confianza regional gracias a MetaMap.
Aplicaciones potenciales en banca, transporte, gobierno, eventos y servicios públicos, gracias a las experiencias de referencia del uso de Fan ID en México.
Ricardo Amper funda Incode en San Francisco
Se lanza primera solución de autenticación biométrica impulsada por IA
Obtiene certificación por su tecnología de detección de prueba de vida o liveness
Obtiene estatus de unicornio (valuación de USD $1.25 mil millones) tras ronda de inversión serie B. Comienza la expanción glogal.
Lanzamiento de tecnología OCR propietaria
Reconocimiento de Líder en el Magic QuadrantTM de Verificación de Identidad de Gartner® Adquisición de MetaMap Integración con Okta
Reconocimiento de Líder en el Magic QuadrantTM de Verificación de Identidad de Gartner® por segundo año consecutivo Endeavor Outlier
Adquisición de AuthenticID
DATOS RÁPIDOS
+4 mil millones de verificaciones en 2024
Presencia en 8 de los 10 bancos más grandes de EE. UU.
Reconocimientos internacionales
Tecnología avalada por el NIST
Adquisiciones clave: MetaMap y AuthenticID
Relámpago Payments: El “DeepSeek” de los Pagos
Inmediatos en Colombia y LATAM
En el dinámico universo de las fintech latinoamericanas, Relámpago Payments emerge como una fuerza disruptiva con una propuesta tecnológica audaz: convertir los pagos inmediatos en una experiencia global, segura y descentralizada. Fundada en Colombia y con raíces estratégicas en Chile, esta empresa ha logrado posicionarse como un actor relevante en LATAM y Estados Unidos, gracias a una visión que combina innovación, agilidad operativa y profundo conocimiento del entorno financiero regional.
De izquiera a derecha: John Cruz (Head Legal), Albeiro Zambrano (Contabilidad), Omar Santiago Castelblanco (CEO), Diego Corredor (Full Stack Developer), Benyave Sanabria (Gerente de país y Operaciones), Miguel Ángel Gutiérrez (CTO), Omar Eduardo Castelblanco ( CFO).
Origen y evolución
Relámpago nace del ecosistema empresarial del Castel-Blanco Family Office, con sede en Bogotá, a través de Digital Volcano SAS. Esta iniciativa se consolidó en coinversión con Merit S.AS, de Cali, cuyos socios aportaron una valiosa experiencia en el desarrollo de negocios fintech. La adquisición de la operación de Rotamundos en Colombia, en noviembre de 2024, marcó un punto de inflexión: permitió incorporar una cartera de clientes hoteleros y sentar las bases para una expansión acelerada. Los fundadores comparten su pasión por el FIDE (DEFI) desde hace una década y los mercados financieros en su conjunto.
Desde sus primeros pasos, Relámpago se orientó hacia clientes de alto valor patrimonial, prestadores de servicios financieros y empresas que requieren soluciones ágiles para pagos, tesorería y gestión de activos en múltiples monedas. En su ronda inicial de inversión (seed), la compañía levantó un millón de dólares, lo que impulsó ocho meses de desarrollo tecnológico intensivo. En apenas cuatro meses de operación comercial, la plataforma alcanzó un volumen transaccional de 80 millones de dólares, con proyecciones de quintuplicar esa cifra antes de finalizar el año.
Jairo Florez Co- founder por Merit SAS
Este crecimiento acelerado ha sido posible gracias a una estrategia de expansión regional que combina alianzas con actores clave del ecosistema fintech y una capacidad de adaptación a las particularidades regulatorias de cada mercado. Relámpago ha demostrado que es posible escalar sin perder el enfoque en la calidad del servicio, la seguridad de las operaciones y la personalización de las soluciones.
Omar Santiago Castelblanco CEO Relámpago Payments
Tecnología y propuesta de valor
Relámpago ha construido una infraestructura financiera robusta que permite la administración de fondos en diversas jurisdicciones, el manejo de activos digitales y tradicionales, y la ejecución de pagos globales. Su plataforma integra rieles de pago, tecnología blockchain y soluciones digitales para empresas que buscan una suite completa de servicios financieros: desde pagos a proveedores y nómina, hasta operaciones en finanzas descentralizadas (DeFi).
La arquitectura tecnológica de Relámpago se basa en integraciones vía API,
lo que permite a sus clientes realizar pagos rápidos y seguros utilizando múltiples activos, todo bajo estándares de cumplimiento regulatorio internacional. A diferencia de soluciones fragmentadas, Relámpago ofrece una experiencia unificada, donde los procesos de tesorería, inversión y pagos se articulan en una sola interfaz.
Además, la empresa ha desarrollado módulos de analítica financiera que permiten a sus clientes visualizar en tiempo real el comportamiento de sus flujos de caja, optimizar decisiones de inversión y anticipar necesidades de liquidez. Esta capa de inteligencia operativa convierte a Relámpago en un socio estratégico más allá de la infraestructura transaccional.
Su apuesta por las finanzas descentralizadas se traduce en elusoderedesblockchainpúblicasy monedas estables, optimizando el procesamiento de tesorerías y reduciendo fricciones operativas. Este enfoque ha permitido a la empresacompetirconplataformas que han levantado entre 30 y 40 millones de dólares en inversión, posicionándose como una alternativa ágil, eficiente y altamente competitiva.
Impacto y proyección
Relámpago se define como el “DeepSeek” de los pagos inmediatos en Colombia, una metáfora que refleja su capacidad de exploración profunda del mercado, su eficiencia operativa, en desarrollo tecnológico, y su ambición por redefinir los estándares del sector. Con oficinas en el Centro Comercial Unicentro de Bogotá y una interfaz digital accesible desde relampago-pay.io, la empresa continúa expandiendo su base de clientes, que incluye plataformas de inteligencia financiera, empresas de pagos locales e internacionales y firmas de administración de inversiones. Encontramos entre sus clientes: Orionx, Fugiro, Merit, Koywe, Volcano y Castel-Blanco.
Más allá de la tecnología, Relámpago representa una nueva forma de entender la conectividad financiera en América Latina: una plataforma que combina velocidad, seguridad, descentralización y visión estratégica. En un entorno donde la innovación es clave, esta fintech colombiana demuestra que el talento local puede competir de tú a tú con gigantes globales.
Con una hoja de ruta que contempla nuevas funcionalidades, y el fortalecimiento de su capa de cumplimiento normativo, Relámpago se proyecta como un referente continental en pagos inmediatos. Su capacidad de ejecución, visión regional y compromiso con la inclusión financiera lo convierten en un catalizador de transformación para el ecosistema fintech de LATAM.
María Fernanda Mojica (Oficial de cumplimiento) y Helen Rodríguez (Head Global de Compliance)
Crea tu SuperApp
impulsada por IA en WhatsApp
Orangepill es la pieza de infraestructura que vuelve operativa una idea que muchos comparten y pocos han logrado escalar: ofrecer servicios financieros y de comercio reales dentro de una conversación. Somos una plataforma fintech-as-a-service que entrega a bancos, SEDPEs, telcos, fintechs y retailers un backend listo para producción con tres pilares muy concretos: un núcleo transaccional robusto, orquestación de pagos multi-rail con una sola integración y agentes de IA capaces de convertir reglas de negocio en flujos conversacionales confiables. Todo eso vive, primero, donde está la gente: WhatsApp; y se replica, cuando conviene, en RCS, Telegram y canales propios.
Este texto no es un manifiesto ni un ensayo de tendencias. Es la presentación de cómo lo hacemos: la arquitectura, los componentes y el modo de trabajo que permiten que una superapp conversacional no sea un prototipo, sino una operación que cierra y se sostiene en el tiempo.
De dónde venimos y qué traemos a la mesa
El equipo fundador de Orangepill ha construido y operado billeteras, rieles y experiencias de pago a gran escala en la región. Parte de ese recorrido incluye participación directa en implementaciones fundacionales de TransfiYa en Colombia. Esas cicatrices de batalla se traducen hoy en certezas operativas: la conversación reduce fricción y mejora conversión; la confiabilidad nace detrás de escena, en la contabilidad, el ruteo, la trazabilidad y el cumplimiento. Con ese enfoque diseñamos una plataforma que pone a conversar, de forma segura, al negocio con el
usuario final, y al mismo tiempo habla con los rieles financieros que hacen posible cada movimiento de valor.
Core transaccional para tu SuperApp
El core transaccional de Orangepill es una capa flexible de cuentas virtuales que organiza y separa fondos por usuario, comercio o caso de uso, permitiendo modelar saldos y movimientos con precisión. Opera en tres lenguajes del dinero: fiat (monedas locales), monedas virtuales (puntos de lealtad, store credit) y stablecoins, tratados de forma nativa dentro del mismo esquema contable. Incorpora KYC y consentimiento digital integrados de principio a fin, también en canales conversacionales para que el onboarding y las autorizaciones sucedan sin salir del chat. Encima de esta base, los flujos a medida soportan casos transaccionales como lealtad, cashback, subcuentas, fees y otros, configurados como reglas del negocio para ejecutar de forma consistente.
Multiples payin y payout rieles con solo una integración
Más que “conectar rieles”, Orangepill unifica métodos de pago, Bre-B, TransfiYa, Nequi, Daviplata, otras billeteras, tarjetas (Visa, Mastercard) y más, a través de múltiples adquirentes, bancos patrocinadores y procesadores. Tu equipo integra una sola vez y obtiene un catálogo coherente de métodos, tokens, conciliación y evidencias; nosotros operamos el plumbing entre proveedores. Para el usuario, eso se traduce en pagar con su método preferido y que todo funcione igual de bien, independientemente del adquirente o sponsor que esté detrás.
Motor de orquestación de pagos
Nuestro motor de Payment Orchestration aplica reglas de negocio y señales en tiempo real (costo, latencia, tasa de aprobación, horarios, healthcheck del proveedor) para consumir el mismo método con distintos adquirentes según convenga en cada transacción. Si un adquirente se degrada o un emisor devuelve códigos adversos, re-enrutamos; si mejora el desempeño, lo priorizamos. También ejecutamos smart retries y failover; así, la misma tarjeta puede ir hoy por el Adquirente A y mañana por el B, según disponibilidad y reglas del negocio. Esta capa mantiene la continuidad operativa, mejora la conversión y reduce el costo total, en línea con las mejores prácticas de orquestación moderna ( smart routing y reintentos multi-proveedor ).
Marketplace y catálogos
Conectamos tu marketplace externo (OMS/ERP o plataforma SaaS) para sincronizar en tiempo real SKUs, precios, impuestos, stock, promociones y fulfillment, y publicamos catálogos conversacionales que se pueden explorar directamente en WhatsApp, RCS, Telegram o tu propia app/web con tarjetas, botones y acciones rápidas. El usuario descubre, compara y añade al carrito sin salir del chat, mientras el core transaccional personaliza los flujos de pago según tus reglas: aplicación de fees, cashback por producto o campaña, solicitudes de pago (payment requests), pagos por QR presenciales o remotos y acumulación de puntos de lealtad en la misma experiencia. Todo queda alineado con tus políticas comerciales y listo para conciliar.
Soporte para el dinero digital
Plataforma Orangepill está conectada a 10 infraestructuras blockchain y es future-ready para el dinero digital. Puedes habilitar carteras y flujos de pago para tus usuarios usando USDT, USDC, COPM o otras stablecoins compatibles, integrándolas como un medio de valor más dentro de tu experiencia conversacional o de tu app/web. Además, soportamos publicar tu propia stablecoin ERC-20, con herramientas para gestionar la liquidez y parametrizar reglas de uso según tu caso de negocio, manteniendo una operación multi-cadena que escala contigo.
Interfaz conversacional, motor operativo:
IA de punta a punta
En Orangepill la IA vive en dos capas complementarias. La primera son bots de cara al usuario que permiten comunicarse por texto o voz, en múltiples idiomas, con tono consistente y memoria contextual; resuelven dudas, guían compras y pagos, y reducen fricción al convertir cada intención en pasos claros, elevando conversión y satisfacción sin exigir que el cliente abandone el chat, en todos los canales conversacionales principales. La segunda son agentes de backend que habilitan crear productos de SuperApp con prompts: describís reglas, límites, mensajes y resultados esperados, y el sistema compila flujos gobernados con guardrails, versionado y telemetría. Esto acelera time-to-market, facilita pruebas A/B y reuso de componentes, y asegura que cada acción quede auditada de extremo a extremo. Así, la IA no solo conversa: ejecuta con disciplina operativa y mide lo que importa.
WhatsApp como escenario
y los demás canales como extensión
No hacemos “bots para WhatsApp”; diseñamos experiencias para el hilo conversacional. Eso implica plantillas que convierten, botones y carruseles que evitan ambigüedades, catálogos que reflejan inventario real y pagos embebidos que minimizan saltos. Cuando la estrategia lo exige, replicamos la misma lógica en RCS, Telegram o tu propia app sin duplicar código de negocio: el flujo es uno; los canales son variantes. El objetivo es que un mismo caso, por ejemplo, suscribir y pagar un servicio, se vea y se sienta coherente, sin importar el canal, y que los cambios de negocio se propaguen a todos sin proyectos paralelos.
Soporte
La eficiencia de un bot, la empatía de un humano. Todo en la misma conversación y en tiempo real
Cómo se ve en casos reales
Recaudos y pagos de servicios y suscripciones: el usuario recibe recordatorios en WhatsApp, confirma con un tap y el core transaccional aplica reglas como prorrateos, smart retries, cargos únicos o recurrentes, y emisión automática de comprobantes.
Comercio conversacional: catálogo en chat, comparación rápida y checkout en el mismo hilo; se pueden activar fees, cashback por campaña, cupones y solicitudes de pago para cerrar ventas asistidas.
Merchant wallet con puntos de lealtad: cada comercio opera su billetera, visualiza ventas y liquida cuando quiere; los clientes acumulan y canjean puntos sin salir de la conversación, con subcuentas y reportes listos para conciliación.
Plataforma de venta de contenido digital: acceso instantáneo a e-books, cursos o membresías tras el pago; gestión de licencias, control de expiraciones y suscripciones con renovaciones automáticas y notificaciones en el canal preferido del usuario.
Onboarding, KYC y consentimiento digital: registro guiado en conversación (WhatsApp/RCS/Telegram) con captura de datos, verificación por niveles de KYC, aceptación de términos y consentimientos granulares; todo queda almacenado con sello de tiempo para auditoría y se integra en los flujos de pago y post-venta.
Orquestación de pagos para e-commerce: un único checkout se conecta a nuestro motor de Payment Orchestration, que selecciona en tiempo real el método y el proveedor óptimos según costo, latencia y tasa de aprobación; aplica smart retries y failover multi-proveedor, habilita devoluciones parciales, conciliación por pedido y reglas de fees/cashback por producto o campaña.
Billetera de stablecoins con transferencias internacionales: saldos en USDT/USDC (y otras) para pagos y cobros transfronterizos 24/7, solicitudes de pago y QR; conciliación multi-moneda y reglas de límites/KYC por país y perfil, con gestión de liquidez desde la plataforma.
Seguridad, cumplimiento y observabilidad
Construimos para estándares de industria regulada: segregación de entornos, cifrado en tránsito y en reposo, gestión de secretos, rate-limits y throttling para protegerte del abuso, y observabilidad end-to-end. Cada consentimiento se guarda como evento verificable; cada decisión de riesgo, como evidencia; cada liquidación, con sus respaldos y contra-puntos. Auditores y equipos de cumplimiento encuentran lo que necesitan sin desarmar piezas. Para producto y growth, las mismas trazas alimentan tableros que ayudan a iterar: dónde se produce fricción, qué riel conviene a qué hora, qué plantilla convierte mejor.
Cómo nos integramos y cómo escalas
Entramos por capas. Primero estabilizamos cobros, retiros y conciliación con orquestador y ledger. Luego, automatizamos interacciones frecuentes con agentes de IA, recargas, recordatorios de pago, devoluciones, soporte transaccional. Después, abrimos módulos de valor: suscripciones, remesas, lealtad, comercio. Cada paso es independiente, medible y reversible; se prueba en staging con datos sintéticos, se certifica por escenarios y se despliega con SLAs claros y soporte cercano. No buscamos que adoptes todo de golpe, sino lanzar lo que mueve aguja y sumar lo siguiente cuando el negocio lo pida.
Para quién es Orangepill hoy
Para retailers y marketplaces que buscan billeteras de comercios, liquidaciones predecibles y cobros en chat; para telcos que desean convertir soporte en ventas con recargas y suscripciones en un solo hilo; para fintechs que necesitan moverse rápido sin comprometer riesgos y auditoría; para bancos y SEDPEs que quieren abrir canales conversacionales sin reescribir su core. En todos los casos, el punto de partida es el mismo: conversar con el cliente y ejecutar con disciplina, incluyendo, cuando conviene usando todos los tipos del dinero.
Una SuperApp no es una colección de íconos; es una promesa de resolución dentro de una conversación. Orangepill aporta el backend que cumple esa promesa en Colombia, hoy: Bre-B y multi-rail con una sola integración; contabilidad y conciliación que resisten escrutinio; conectores que llevan el catálogo al chat; agentes de IA que convierten reglas en acciones; y, ahora, la posibilidad de desplegar y operar stablecoins como parte natural de tu operación. El resultado es simple de decir y difícil de lograr: cuando un cliente escribe “quiero pagar el recibo de luz con mi tarjeta”, eso sucede, queda bien registrado.
Lo nuestro es convertir buenas ideas en operaciones que duran. Si tu proyecto necesita lanzar en semanas y crecer sin rehacerlo todo, hablemos. En Orangepill, la conversación es el inicio; el cierre, siempre, es que funcione.
Tecnología colombiana que redefine la validación de identidad en Latinoamérica
El fraude digital crece a un ritmo acelerado en todo el mundo y las exigencias regulatorias en materia de identificación se vuelven cada vez más desafiantes. De acuerdo con un informe reciente de ACI Worldwide, se proyecta que los delitos financieros y el fraude costarán a los bancos e instituciones financieras 40.620 millones de dólares para 2027. Un fenómeno que se explica, en parte, por el acceso masivo a nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) que hoy no solo potencian la innovación, sino que también permiten a redes criminales y actores maliciosos individuales implementar ataques de fraude cada vez más sofisticados.
Una encuesta realizada por la consultora Sapio Research a 1.069 responsables de la toma de decisiones en detección y prevención de fraudes en el sector financiero encontró que, para el 31% de las organizaciones bancarias, el costo por fraude de identidad alcanzó casi el medio millón de dólares.
En contraste, para las FinTech, el costo medio reportado fue de alrededor de US$120.000, lo que refleja tanto la diferencia en escalas operativas como la vulnerabilidad de distintos modelos de negocio frente a estas amenazas.
En un escenario donde el fraude digital avanza al mismo ritmo que la transformación tecnológica, Become Digital se ha consolidado como uno de los actores más innovadores de Colombia en la prevención de fraudes e identidad digital. Fundada en 2021, la compañía ha apostado por un modelo integral que combina validación de identidad digital, biometría, inteligencia artificial, machine learning, compliance, mensajería y chatbots, ofreciendo a empresas de sectores como banca, fintech, retail y telecomunicaciones un entorno seguro y confiable para comunicarse y ejecutar transacciones en línea.
Con un enfoque en IA antifraude entrenada con datos locales, la propuesta de Become Digital no solo busca cumplir con las exigencias regulatorias, sino también anticiparse a las amenazas emergentes y transformar el KYC/KYB en una ventaja competitiva.
Su enfoque está orientado a optimizar procesos operativos y mitigar riesgos en sectores altamente regulados y de alto volumen transaccional como financiero, telecomunicaciones, seguros, utilities y e-commerce bajo una promesa de valor que combina seguridad, facilidad de uso, confianza y conveniencia.
Tecnología de precisión
A diferencia de proveedores internacionales que dependen de modelos genéricos como OpenAI o Claude, esta startup ha optado por construir algoritmos y modelos propios, basados en redes neuronales convolucionales especializadas en la detección de documentos falsificados. Sus sistemas incorporan biometría facial 1:N, liveness detection, análisis de imágenes a nivel de píxel, visión computacional y motores de estadística avanzada. Gracias a este enfoque, ha alcanzado una tasa de falsos positivos inferior al 0,9% y falsos negativos menores al 0,3%, un benchmark destacado dentro de la industria.
En el segmento corporativo, la compañía desarrolló un KYB robusto que accede a más de 1.800 listas globales de antecedentes, en alianza con una firma de seguridad nacional estadounidense. Esta solución permite reducir procesos de debida diligencia empresarial que antes tomaban cuatro semanas a tan solo 24 horas, generando ahorros sustanciales y mitigando riesgos de cumplimiento.
En materia de infraestructura, la plataforma está implementada sobre una arquitectura escalable en Amazon Web Services (AWS), siguiendo específicamente las buenas prácticas del Well-Architected
Framework (WAF). Esto le permite garantizar alta disponibilidad, mayor protección frente a ciberataques, capacidad para procesar miles de validaciones diarias y ajustarse en tiempo real a la demanda de clientes en distintos países.
Portafolio de soluciones
1. KYC / KYB – Know Your Customer / Know Your Business:
Become Digital ha desarrollado un ecosistema de verificación digital que sustituye los métodos tradicionales en papel, ofreciendo un onboarding ágil, seguro y sin fricciones.
Su propuesta combina:
Biometría avanzada y deep learning antifraude, con consultas en listas restrictivas LA/FT y verificación de documentos oficiales con detección de alteraciones.
Validación empresarial mediante consultas en línea (con base en acuerdos formales) a las cámaras de comercio, así como la verificación de beneficiarios finales.
Impacto: reducción de tiempos y costos operativos, mitigación de riesgos regulatorios y una experiencia más fluida para el cliente.
Según Juniper Research, el mercado global de KYC/KYB alcanzará los US$53.000 millones en 2029, impulsado por la presión regulatoria y la digitalización financiera.
2. Conexión con fuentes oficiales
La validación de identidad incluye una integración en línea con la base de datos poblacional de la Registraduría Civil y de entidades gubernamentales en Latinoamérica.
BECOME cuenta con acuerdos directos y formales (contratos) con los gobiernos de Colombia, Ecuador, Brasil y México, cada uno de ellos en el marco de la ley de protección de datos vigente en cada país.
Esto garantiza que cada documento sea validado en tiempo real desde la fuente oficial, cumpliendo con normativas locales y reduciendo la exposición a fraudes.
3. Biometría Facial 1:N
La tecnología de comparación facial de Become participa en el benchmark FRVT del NIST, lo que asegura estándares internacionales de precisión.
Su motor biométrico permite detectar suplantaciones incluso cuando se utilizan documentos legítimos de terceros, un problema crítico en banca y seguros.
4. Agregación de Datos
Además, la compañía ofrece validaciones complementarias que fortalecen la visión de riesgo de cada cliente, incluyendo:
Detección de SIM swapping.
Verificación de correos electrónicos.
Consulta de score e historial crediticio en Colombia.
Revisión de antecedentes financieros.
5. Chatbots Omnicanal
Integrados con plataformas como WhatsApp, los chatbots de Become permiten realizar procesos de onboarding, soporte e inclusión financiera con rapidez y cercanía.
En Latinoamérica, 9 de cada 10 personas usan WhatsApp y su tasa de respuesta es 40% superior a los SMS (Statista), lo que convierte a este canal en un activo clave para la conversión de usuarios.
6. Desmaterialización de Documentos
La firma digital remota y el prellenado automatizado de formularios reducen significativamente los tiempos de ejecución en contratos y operaciones críticas, mejorando la eficiencia y la trazabilidad.
También proveen a varios clientes una plataforma de originación de crédito, u otro producto financiero, vía WhatsApp, que conecta a personas con entidades financieras mediante un proceso 100% remoto.
La solución integra perfilamiento digital y firma electrónica, permitiendo la suscripción en línea de documentos como: contrato de vinculación, pólizas de seguro y pagarés. Estos últimos están integrados a plataformas de custodia de pagarés, como Deceval garantizando seguridad jurídica y trazabilidad.
Tracción y resultados
Desde su fundación, Become Digital ha mantenido una curva de crecimiento acelerada. En 2024 alcanzó una facturación cercana al millón de dólares y un EBITDA del 28%, todo bajo un modelo bootstrapping, sin recurrir a financiación externa, un hito poco común en el ecosistema startup latinoamericano.
Hoy la compañía presta servicios a más de 25 clientes corporativos en cinco países (Colombia, México, Panamá, Perú y Ecuador) entre los que destacan Fondo de Protección, Banco Serfinanza, VANTI, Bold y Credijamar. Su tecnología ha sido decisiva para reducir intentos de fraude, optimizar procesos de vinculación y asegurar el cumplimiento regulatorio en sectores de alta exposición.
Este desempeño confirma que Become Digital no solo es una compañía de tecnología rentable y escalable, sino también un referente de cómo la innovación tecnológica puede transformar la seguridad financiera en la región.
Expansión internacional: México
y más allá
En 2025, Become Digital dará un paso clave con su entrada formal al mercado mexicano, un movimiento estratégico por el tamaño y relevancia de este país en Latinoamérica.
Para este propósito, la compañía ha entrenado sus modelos de deep learning antifraude, superando los FAR (False Acceptance Rate) actualmente manejados en el mercado mexicano, con el fin de validar tanto a personas físicas como morales de manera más precisa y segura.
La expansión no se limita a México. La empresa ya prepara su desembarco en Estados Unidos, iniciando en Florida con un enfoque en soluciones KYB para validación corporativa. Este mercado no solo representa una oportunidad de escala, sino también un escenario para exportar su tecnología con estándares internacionales y competir de igual a igual con jugadores globales.
Las proyecciones acompañan este crecimiento: para 2026, Become Digital espera superar los US$4 millones en ingresos, más del doble de lo estimado para 2025, consolidándose como una de las startups latinoamericanas con mayor potencial de impacto en la seguridad digital y la inclusión financiera.
Equipo y cultura de innovación
Uno de los pilares del éxito ha sido la experiencia del equipo fundador. José Javier Prada, ingeniero barranquillero, acumula una sólida trayectoria en la producción de documentos oficiales como cédulas y pasaportes, lo que le ha permitido comprender a profundidad las técnicas de falsificación y las vulnerabilidades de los sistemas de identificación. Ese conocimiento, trasladado al campo de la innovación tecnológica, ha sido clave para diseñar soluciones que anticipan amenazas y garantizan precisión en la validación de identidades.
De cara al futuro, la compañía proyecta fortalecer su equipo con especialistas en ciencia de datos, ingeniería de datos y desarrollo de software (front-end y back-end), al tiempo que ampliará su área de soporte al cliente para acompañar su expansión regional. Este cre
Certificaciones y cumplimiento
La seguridad de la información y el cumplimiento regulatorio son ejes centrales en la propuesta de valor de Become Digital. La compañía cuenta con certificación ISO 27001 —referente mundial en gestión de la seguridad de la información— y se encuentra actualmente en proceso de obtener la certificación SOC 2, uno de los estándares más exigentes en protección de datos para proveedores tecnológicos.
Además, cumple con el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR), así como con protocolos y estándares internacionales de ciberseguridad. Este marco normativo sólido no solo garantiza la protección de los usuarios, sino que también se traduce en confianza operativa para las organizaciones que integran sus soluciones.
Gracias a este enfoque, la compañía ha
Impacto y visión a futuro
Más allá de las cifras, el impacto de José Javier Prada, CEO de Become Digital, se refleja en la reducción tangible de riesgos de fraude y en la ampliación del acceso a servicios financieros seguros. Bajo su liderazgo, la compañía ha convertido los procesos de verificación ágiles en una herramienta para promover la inclusión financiera y fortalecer la confianza entre entidades y usuarios.
Como lo resume su fundador: “La confianza es el nuevo capital… y es esa confianza la que estamos exportando desde Colombia”. Una frase que sintetiza la visión de la compañía: convertir la identidad digital en un activo estratégico para la seguridad y el crecimiento económico.
Con la mirada puesta en el futuro, la meta para 2030 es clara: posicionarse como el referente indiscutible de soluciones de identidad digital en América Latina, no solo por el volumen de negocio alcanza do, sino también por su capacidad de in novación y respuesta frente a amenazas emergentes.
Conclusión
En un mercado global cada vez más mar cado por la transformación digital, Beco me Digital se ha convertido en un caso emblemático de cómo una startup co lombiana puede competir de igual a igual con gigantes internacionales. Su apuesta por el desarrollo de tecnología propia, la capacidad de adaptarse a contextos re gulatorios locales y el enfoque en preci sión y experiencia de usuario la han posi cionado como un socio estratégico para
empresas que buscan blindar sus procesos frente al fraude.
Lo que distingue a Become no es solo su tecnología, sino el efecto multiplicador que genera en la economía digital: agiliza la inclusión financiera, reduce riesgos de identidad sintética y permite que entidades de sectores regulados crezcan con mayor confianza.
Con una estrategia clara, métricas comprobadas y un equipo orientado a la excelencia, la compañía no solo está redefiniendo la validación de identidad en la región: está construyendo las bases para una economía digital más segura, inclusiva y confiable.
Become Digital ya no es solo un proveedor tecnológico: es un exportador de confianza, con la mira puesta en consolidar a Colombia como epicentro de innovación
Crecimiento, Innovación y Consolidación Estratégica en el Ecosistema de Pagos
Digitales
Por: Ismael Arévalo Director of Data & AI Strategy
Grupo Albión
En los últimos dos años, Payments Way Solutions SAS ha experimentado una evolución que consolida su posición como uno de los actores más relevantes en el ecosistema fintech colombiano. Desde su fundación, la compañía ha mantenido un compromiso firme con la innovación tecnológica, la excelencia operativa y la generación de valor para sus clientes; sin embargo, el período más reciente ha sido especialmente significativo por la magnitud de su crecimiento y por la profundidad de su impacto en el mercado.
Durante este tiempo, la empresa ha registrado un incremento sostenido en su equipo de trabajo de un 30 % durante el año 2025. Esta ampliación de personal no solo ha fortalecido las áreas operativas y comerciales, sino que ha permitido el desarrollo interno de nuevas capacidades en tecnología, ciberseguridad, análisis de datos y atención al cliente. En paralelo, las operaciones transaccionales han experimentado un crecimiento exponencial, con un aumento del 400% del volumen procesado en comparación con el período anterior. Estos resultados son reflejo de una mayor penetración en diferentes sectores, desde comercio electrónico y retail hasta servicios financieros y economía colaborativa.
Este crecimiento no es casualidad. Ha ido el fruto directo de la evolución constante del portafolio de soluciones y de un firme compromiso con la innovación y el desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas. Payments Way ha pasado de ser reconocida únicamente como una pasarela de pagos eficiente y segura, a convertirse en un proveedor integral de soluciones financieras 360, capaces de adaptarse a las necesidades de cada cliente. La compañía ha fortalecido su propuesta de valor con servicios como billeteras virtuales marca blanca, datáfonos inteligentes, soluciones de pagos sin contacto (NFC y Tap to Phone), multidispersión de fondos y un avanzado sistema antifraude con garantía de contracargos.
La personalización ha sido otro pilar de este avance. Desde el desarrollo de ecosistemas de pago a la medida hasta la integración vía API y widgets adaptables, Payments Way ha demostrado que la flexibilidad tecnológica y el conocimiento del mercado son elementos clave para ganar competitividad. Además, el énfasis en seguridad transaccional ha permitido implementar autenticación reforzada, tokenización de tarjetas y herramientas de verificación en tiempo real, generando confianza tanto en comercios como en usuarios finales.
La capacidad de adaptación también se ha visto reflejada en el desarrollo de soluciones que responden a tendencias globales y a las exigencias regulatorias locales. Payments Way no solo ha integrado múltiples métodos de pago - tarjetas, PSE, pagos recurrentes, recaudo en efectivo, links de pago por redes sociales o SMS - sino que ha trabajado en asegurar la interoperabilidad y en mantener estándares internacionales como PCI-DSS para el manejo de datos sensibles.
Este esfuerzo sostenido en innovación ha generado un impacto estratégico: el afianzamiento de la compañía en el mercado y la consolidación de alianzas clave. En los últimos dos años, Payments Way ha fortalecido relaciones con entidades líderes del sector financiero, redes de pago globales, proveedores tecnológicos y empresas de telecomunicaciones. Estas alianzas estratégicas no solo han ampliado su alcance, sino que han permitido el acceso a recursos, conocimientos y tecnologías que potencian su capacidad para ofrecer soluciones robustas y escalables. Como se menciona en su visión corporativa, la colaboración es un eje fundamental para el éxito, y este principio se ha materializado en acuerdos que impulsan la inclusión financiera, la interoperabilidad y la seguridad en los pagos digitales.
El crecimiento de Payments Way es, en última instancia, el resultado de una relación de confianza con sus clientes. Empresas de diversos sectores han depositado en la compañía un rol crítico: ser el puente entre su oferta comercial y la experiencia de pago de sus usuarios. Este voto de confianza ha permitido a Payments Way invertir más en investigación, desarrollo y soporte, creando un ciclo virtuoso donde la satisfacción del cliente y la innovación tecnológica se retroalimentan.
Hoy, Payments Way no solo es un proveedor de soluciones fintech: es un socio estratégico que entiende que la tecnología es una herramienta para transformar negocios, abrir mercados y conectar personas. El futuro inmediato plantea nuevos retos —como la llegada de pagos inmediatos interoperables en Colombia con Bre-B—, pero la trayectoria de estos dos años demuestra que la compañía está preparada para afrontarlos, mantener su ritmo de innovación y seguir contribuyendo al desarrollo del ecosistema financiero digital del país.
Payments Way: Un actor clave en el mercado latinoamericano
Payments Way está redefiniendo la manera en que miles de personas y negocios en Latinoamérica realizan pagos digitales, eliminando barreras y permitiendo transacciones más seguras, ágiles y accesibles. Con operaciones en Colombia, Perú, Chile, México y Panamá, la compañía ha demostrado que es posible ofrecer soluciones de pago a la medida bajo el modelo BaaS ( Banking as a Service ), atendiendo las necesidades específicas de los clientes y superando las barreras tradicionales impuestas por la banca convencional. Algunas de sus principales soluciones incluyen:
• Pagos digitales y billeteras electrónicas:
Permiten a los usuarios realizar transacciones sin necesidad de cuentas bancarias tradicionales, facilitando el comercio electrónico y la economía digita l.
• Pasarela de pagos para comercios:
Brinda la infraestructura tecnológica esencial para que negocios de cualquier tamaño acepten pagos electrónicos de forma ágil y segura.
• Créditos y financiamiento digital:
Facilita el acceso al financiamiento sin requisitos excesivos, beneficiando especialmente a emprendedores y comerciantes.
• Plataformas de pago transfronterizas:
Permiten a las empresas expandirse internacionalmente al aceptar pagos en múltiples monedas y con diversas opciones de transferencia en la región.
Hoy, Payments Way no solo es un proveedor de soluciones fintech: es un socio estratégico que entiende que la tecnología es una herramienta para transformar negocios, abrir mercados y conectar personas. El futuro inmediato plantea nuevos retos —como la llegada de pagos inmediatos interoperables en Colombia con Bre-B—, pero la trayectoria de estos dos años demuestra que la compañía está preparada para afrontarlos, mantener su ritmo de innovación y seguir contribuyendo al desarrollo del ecosistema financiero digital del país.
Panorama del crédito en Colombia: desafíos, oportunidades y
el papel transformador de
los brokers
En Witme llevan años trabajando como motor de crecimiento para el ecosistema de crédito en distintos países. Actualmente operan con múltiples brokers como Crédito e Instadinero en España, Italia, Portugal, Rumanía, Polonia, Alemania, México y Colombia. Esta presencia internacional les permite detectar tendencias, adaptar modelos exitosos entre mercados y aportar un knowhow diferencial que creen puede ser decisivo para el futuro del crédito en Colombia.
A lo largo de su trayectoria, han identificado factores comunes en todos los países en los que operan, pero también han aprendido a detectar las particularidades que cada entorno presenta, tanto a nivel regulatorio como en comportamiento del consumidor. Y es precisamente desde esa perspectiva comparada que quieren aportar una visión útil y propositiva sobre el crédito en Colombia.
Desafíos regulatorios: la tasa de usura y su impacto en el acceso
Uno de los obstáculos más significativos en el mercado colombiano es la tasa de usura, definida por la Superintendencia Financiera como el límite máximo legal para la concesión de créditos. Aunque su intención es proteger al consumidor, en la práctica puede restringir el acceso al crédito formal para una parte importante de la población, sobre todo aquellos considerados de riesgo medio o alto.
Cuando las tasas de referencia suben (como ha sucedido en los últimos años), el margen de maniobra para las entidades financieras se reduce drásticamente,
afectando tanto la rentabilidad como la disposición a prestar. Esto genera una exclusión financiera que deja fuera del sistema a millones de personas, especialmente trabajadores informales o con ingresos variables.
El auge preocupante del mercado informal: el fenómeno del “gota a gota”
Como consecuencia de las limitaciones del sistema formal, ha emergido con fuerza el crédito informal, y en particular, el conocido “gota a gota”. Este modelo se basa en préstamos personales de fácil acceso, sin garantías ni verificación, pero con tasas de interés abusivas y, en muchos casos, con vínculos directos al crimen organizado y la extorsión.
Las estadísticas muestran que uno de cada cinco colombianos ha recurrido al crédito informal en algún momento. Esta cifra no solo evidencia la necesidad de soluciones formales más inclusivas, sino también un llamado urgente a construir mecanismos que compitan en agilidad y accesibilidad, pero desde la legalidad y la transparencia.
El crédito por libranza: una gran oportunidad aún por explotar
Una de las herramientas más potentes que tiene Colombia es el crédito por libranza, un sistema mediante el cual se descuenta el valor del préstamo directamente de la nómina del solicitante. Este modelo, ampliamente extendido en el sector público, reduce drásticamente el riesgo para los prestamistas y permite ofrecer condiciones más favorables para los usuarios.
Desde la experiencia de Witme en países como Italia, donde existen mecanismos similares para trabajadores del sector privado, vemos un enorme potencial de expansión en Colombia si se crean las condiciones adecuadas. Establecer alianzas entre entidades financieras, brokers y empresas privadas para implementar libranzas fuera del sector público podría marcar un antes y un después en la inclusión financiera del país.
El valor estratégico de trabajar con brokers como Witme
En contextos como el colombiano, trabajar con brokers de crédito como los que impulsan desde Witme no es solo una alternativa eficiente, sino una verdadera ventaja competitiva. El modelo de Witme ha demostrado ser un puente entre la oferta financiera y la demanda no atendida, generando valor tanto para las entidades como para los consumidores.
a. Optimización de costes y captación más eficiente
Su tecnología permite conectar en tiempo real a los usuarios con las entidades que realmente pueden aprobar su crédito, mejorando la tasa de conversión y reduciendo el coste por adquisición. Al agregar demanda y dirigirla inteligentemente, ayudan a las entidades a escalar sin comprometer su rentabilidad.
b. Limitación del riesgo crediticio
Aplican algoritmos de calificación propios, enriquecidos por datos alternativos y comportamentales, que permiten mejorar la evaluación de riesgo incluso cuando los historiales son incompletos o informales. Esto amplía el universo de personas que pueden acceder a financiamiento sin comprometer la seguridad de la cartera.
c. Educación financiera y acompañamiento
A diferencia de los canales tradicionales, en Witme acompañan al usuario desde la comparación inicial hasta el cierre del préstamo, con herramientas que explican términos, condiciones y consecuencias de manera clara. En un país con brechas importantes de educación financiera, esta labor es fundamental para que el acceso al crédito sea verdaderamente responsable
Conclusión: una oportunidad única para transformar el crédito en Colombia.
Colombia se enfrenta a desafíos estructurales en su sistema de crédito, pero también cuenta con herramientas y modelos que, bien implementados, pueden transformar profundamente la realidad financiera de millones de personas. Desde nuestra experiencia en múltiples países, vemos con claridad que el camino pasa por tres ejes: regulación inteligente, tecnología aplicada y modelos de colaboración como el que ofrecen los brokers, comenta Lukas Ochoa CEO de Witme.
En Witme están convencidos de que el rol del broker digital es clave para construir un ecosistema financiero más justo, competitivo y accesible. Conectamos, educamos, analizamos y optimizamos: todo para que el crédito deje de ser un privilegio y se convierta en una herramienta real de progreso.
Lukas Ochoa, CEO Witme
Números de Witme
en Colombia
+190.000 leads mensuales de personas interesadas en créditos en Colombia
Créditos
s/m =solicitudes por mes
Consolidación de deudas
47.000 - 50.000 s/m
Gastos educativos
23.000 - 26.000 s/m
Gastos imprevistos o regulares
37.000 - 40.000 s/m
Para negocio
13.000 - 16.000 s/m
Países donde están presentes
Leads /mes +550k
Colombia
SOLVI: La nueva normalizadora de deudas que alinea incentivos y liquidez en la cadena de valor crediticia.
En América Latina, el crédito de consumo sin garantía - tarjetas, créditos libre inversión, microcréditos digitales - ha sido la puerta de entrada a la bancarización de millones de personas.
Sin embargo, su crecimiento acelerado ha traído un aumento paralelo de la morosidad, especialmente en segmentos con ingresos volátiles. Cuando un préstamo cae a mora de 30, 60 o 90 días, los modelos tradicionales de cobranza se activan con un enfoque judicial o extrajudicial que, aunque legítimo, suele deteriorar la relación con el cliente y elevar los costos operativos de los acreedores. Las casas de cobranza facturan por intento, los call centers operan en horarios restrictivos y cada acción suma gastos que, en ocasiones, superan la probabilidad de recuperación. Resultado: mayor provisión, menor liquidez y, lo más grave, un cliente que siente la presión y se aleja del ecosistema financiero.
Ahí aparece Solvi, una normalizadora de deudas 100 % colombiana que nació para reequilibrar la ecuación:
brindar al deudor un camino estructurado para ponerse al día y, a la vez, ofrecer a bancos, cooperativas, fintechs de crédito digital y firmas de cobranza un canal ordenado y costo-efectivo para convertir cartera vencida en caja recuperada. Su lema - «Paga, aprende y vuelve al mercado» - resume una propuesta orientada a resultados mensurables, sin fricciones reputacionales.
¿Qué es exactamente una normalizadora de deudas?
Mientras una reparadora de crédito suele enfocarse en negociar descuentos sin mayor obligación del cliente, la normalizadora trabaja sobre tres principios:
Plan de ahorro obligatorio
El cliente crea un «fondo de normalización» con depósitos mensuales que sirven luego para liquidar la deuda.
Comisión basada en desempeño
Solvi cobra una tarifa inicial moderada (vinculación), una tarifa recurrente proporcional al ahorro gestionado y una comisión de éxito solo si se cierra la negociación con descuento.
Acompañamiento educativo
El objetivo no es solo saldar deudas, sino generar hábitos financieros y un historial de cumplimiento que reinstale al deudor en el sistema.
Ruta integral del servicio Solvi
Primero se realiza un diagnóstico 360°: se confirma la identidad del deudor, se agrupan todas sus obligaciones reportadas en los bureaus y se ordenan por antigüedad y tipo de acreedor para decidir cuál atender antes. Con esa base se diseña un plan de ahorro ajustado a sus ingresos y gastos, de modo que la cuota mensual sea realmente alcanzable y pueda modificarse si surgen pagos extra, retrasos o nuevas deudas.
Luego un negociador de Solvi mantiene un diálogo sistematizado con cada acreedor; bajo los acuerdos marco ya pactados registra cada propuesta, gestiona los descuentos y documenta cada movimiento. Cuando el cliente reúne el monto necesario, Solvi transfiere los fondos al acreedor, obtiene el paz y salvo, actualiza la central de riesgo y entrega un reporte de liquidación tanto al deudor como a la entidad. Durante los meses posteriores se brinda orientación sobre manejo de presupuesto y se monitorea su avance; si mantiene un buen comportamiento, el cliente podrá acceder más adelante a productos crediticios responsables.
Este modelo alinea incentivos: si el cliente ahorra y la deuda se liquida con descuentos, todos ganan. Si no, Solvi ingresa menos; y el acreedor conserva intacto su derecho de cobro, sin pagar honorarios adicionales.
Beneficios para el cliente deudor
El deudor obtiene beneficios concretos: ahorros promedio cercanos al 45% del capital y, en muchos casos, la condonación total de los intereses moratorios; desaparece el estrés de las llamadas y cartas de cobranza porque toda la gestión se canaliza por un único interlocutor; al final, el paz y salvo se reporta de manera proactiva y el castigo en centrales de riesgo se reduce, lo que acelera su rehabilitación crediticia. Además, recibe micro-lecciones de finanzas vía WhatsApp y webinars mensuales sin asumir nuevas deudas, ya que la solución se basa exclusivamente en su propio plan de ahorro.
Aunque el cliente es la cara visible de cada negociación, Solvi estructura este acompañamiento pensando también en los acreedores: solo si el proceso genera recuperaciones cuantificables para las entidades - y, por ende, para el sistemase sostiene el círculo virtuoso que permite repetir y escalar la metodología.
Beneficios directos para acreedores institucionales
Para bancos, fintechs de crédito digital, cooperativas y casas de cobranza, la colaboración con Solvi se convierte en una palanca de liquidez y reputación. Al canalizar la cartera vencida hacia un proceso disciplinado de ahorro y negociación, las entidades reportan reducciones de entre 25 % y 40 % en costos asociados a cobranza tardía (gestores, llamados, acciones legales) y duplican, e incluso triplican, sus tasas históricas de recuperación en cuentas con más de 90 días de mora. Cada liquidación exitosa llega acompañada
de paz y salvo emitido, lo que disminuye hasta en 60 % las quejas formales y mejora los indicadores de sostenibilidad social de la institución.
Además del impacto financiero inmediato, el modelo de normalización refuerza la gestión de riesgo: los reportes periódicos de Solvi permiten a los comités de crédito ajustar provisiones y liberar capital que antes se encontraba inmovilizado. Con menos recursos destinados a la cobranza tradicional y mayor efectivo disponible, la entidad puede reenfocar su presupuesto en originar nuevos préstamos o invertir en innovación, fortaleciendo así su posición competitiva en el mercado.
Cómo se alinea Solvi con la estrategia de recuperación de caja
En el modelo de co-gestión la entidad mantiene su propia estrategia de cobranza y remite a Solvi las cuentas con 90-360 días de mora. Antes de iniciar se acuerda un rango de descuento —por lo general cercano al 30 % sobre el saldo— y, una vez liquidada la obligación, Solvi deduce su comisión de éxito y transfiere al acreedor el monto neto recuperado.
Así se inyecta caja sin tocar la infraestructura interna del banco, la fintech o la cooperativa.
La modalidad llave en mano Solvi-Acreedor responde a instituciones que buscan una operación más integrada. Se conforma un equipo mixto: Solvi aporta negociadores, analistas y gestores de relación, mientras el acreedor define políticas y comparte la información de los deudores. Metas trimestrales, calendarios de contacto y criterios de condonación se pactan de forma conjunta. Solvi ejecuta el ciclo completo —diagnóstico, acompañamiento y negzociación—, entrega reportes periódicos y capacita al personal interno para que, si así lo desea, la entidad pueda replicar el modelo de forma autónoma en el futuro.
Cuando las obligaciones superan los 720 días y el retorno marginal de la gestión convencional es muy bajo, Solvi propone la recompra de cartera en terceras etapas. Adquiere lotes con un descuento profundo y asume el riesgo residual; el acreedor liquida contablemente el activo deteriorado, mejora sus indicadores de capital regulatorio y elimina gastos adicionales de cobranza, mientras Solvi se encarga de la recuperación posterior.
Tecnología y gobernanza
Solvi se está consolidando como una empresa tecnológica: estamos desplegando una plataforma en la nube, modular y escalable, que incorpora prácticas rigurosas de seguridad y cumplimiento. El foco es automatizar recordatorios, ajustes de cuota y trazabilidad de ofertas, mientras desarrollamos capacidades analíticas que prioricen la recuperación de cartera de forma cada vez más precisa. Estos componentes se liberan por fases y se refinan con los aprendizajes de cada proyecto, manteniendo siempre la información cifrada y disponible para auditorías internas o regulatorias.
Nuestra hoja de ruta prevé integraciones ágiles con los sistemas de los acreedores—ya sea por API, archivos batch o conectores ligeros—de modo que puedan consultar saldos y recibir alertas sin invertir en infraestructura adicional. Varios de estos enlaces se encuentran en piloto conjunto con aliados estratégicos; a medida que alcanzan madurez operativa, los ponemos a disposición del resto de entidades interesadas. Así garantizamos que la tecnología evolucione al ritmo de las necesidades reales, sin comprometer promesas que aún no estén totalmente implementadas.
Gestión de riesgo, cumplimiento y ética
En Solvi gestionamos el riesgo, el cumplimiento y la ética como un único frente de confianza. Nunca aconsejamos al cliente suspender pagos para negociar mejores condiciones; solo intervenimos en obligaciones que ya están en mora o que, tras un análisis interno, se consideran inminentemente impagables, evitando así cualquier conflicto de interés. Cada usuario firma un Consentimiento Libre y Específico que autoriza el tratamiento de sus datos exclusivamente para la normalización de su deuda, lo que garantiza un manejo responsable de la información. Si detectamos que los fondos de ahorro provienen de fuentes incongruentes con el perfil socioeconómico del país, emitimos los reportes de operaciones sospechosas correspondientes y cooperamos con las autoridades para prevenir el lavado de activos.
Aunque Solvi no actúa como casa de cobranza—somos un facilitador de normalización de deudas—observamos plenamente los requisitos de la Ley 2300 de 2023. Centralizamos la comunicación con el deudor, respetamos los horarios y la frecuencia permitidos y documentamos cada contacto; así protegemos su tranquilidad, reducimos la exposición del acreedor a sanciones y hacemos del cumplimiento normativo un pilar de nuestra propuesta de valor. Este enfoque, sumado a nuestro código interno de buenas prácticas, los controles de protección de datos y la política de cero conflicto de interés, minimiza contingencias legales y refuerza la credibilidad de Solvi ante los organismos de supervisión.
Listado de afiliados y asociados de Colombia Fintech
CORPORATIVO
Acciones y Valores
ACH Colombia
ACI Worldwide
ADL Digital Lab
Alvarez & Marsal Colombia
American Express
Aportes en Línea
As∙Net
Autentic Latam S.A.S.
B2TECH Latam S.A.S.
Bancamía
Banco Agrario
Banco de Bogotá
Banco de Occidente S.A.
Banco Falabella S.A.
Banco Finandina
Banco Serfinanza
Banco W
Bancoldex
Bancolombia
BBVA Colombia
Blackrock Colombia S.A.S.
BMC
Bold
BPC
Brigard & Urrutia
Brilla
Chainalysis Inc.
Chubb Seguros
Citi
CMS
Colmena Seguros
Colsubsidio
Coltefinanciera S.A.
Comfama
Compensar
Connect Earth Ltd
Coopcentral
Corficolombiana
Covinoc S.A.
Credibanco
Credicorp Capital
Creditio
Crezcamos
Cuatrecasas Colombia S.A.S.
dale!
Datacrédito
Daviplata
Deloitte
Ding
Enlace Operativo S.A.
Evertec
EY Colombia
Facephi
FGA Fondo de Garantías
Fiduoccidente
FIS
Fiserv Colombia Ltda.
FNG
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Fundación de la Mujer
G&D Sucursal Colombia
Garrigues Colombia S.A.S.
Gases del Caribe
GDS Modellica SL
Geopagos
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Agradecimientos
Quiero comenzar agradeciendo profundamente a mi esposa y a mi hija, quienes son mi motor y mi mayor fuente de inspiración. Su apoyo incondicional y su aliento constante me impulsan a persistir, a trabajar con convicción y a dejar plasmado en estas páginas el valioso esfuerzo de todos quienes construyen el ecosistema Fintech en Colombia.
Trabajar en esta serie de libros Empresas Fintech en Colombia. Sus retos y logros ha sido una experiencia espectacular para mí. Me ha permitido conocer de cerca a personas extraordinarias, talentos brillantes y empresas que están redefiniendo el futuro. Agradezco sinceramente a quienes me han regalado su tiempo, compartido un café y abierto las puertas de sus historias. En especial, a Colombia Fintech por su respaldo y gran apoyo, en cabeza de su Presidente Ejecutivo Gabriel Santos, María Mercedes Agudelo, Alexandra Mendoza, Presidenta de la Junta Directiva, demás miembros de Junta y todos sus afiliados.
Mi gratitud se extiende a todos los actores del ecosistema Fintech. Ustedes están cambiando el mundo. Están liderando una revolución silenciosa pero poderosa, promoviendo una verdadera inclusión financiera para personas y empresas. Han demostrado que sí se puede: evolucionar, atreverse, crear, imaginar, construir. En muy poco tiempo, han logrado muchísimo.
Quiero agradecer especialmente a Beatriz Osuna, directora de diseño, por su apoyo constante en mi aventura editorial;
a Paloma Coral y Andrea Isaacs por su talento gráfico y sensibilidad visual en esta edición; y a Germán Izquierdo junto a todo el equipo de Promograf, por su excelencia en el trabajo de pre-prensa e impresión.
Este libro es posible gracias al compromiso de profesionales que se atrevieron a enfrentar el papel en blanco y compartir generosamente su conocimiento. Mi agradecimiento a: Alexandra Mendoza, Gabriel Santos, Federico Suárez, Juan Pablo Londoño, Felipe Gedeón, Marcela Santiago, Juanita Rodríguez, Andrés Guávita, Esteban Velasco, Karol Benavides, Lorenzo Garavito, Wilson Orozco, Ismael Arévalo, Lyda Wilches, Diego Gómez, Marco Gutiérrez, José Prada, Iñigo Castillo, Giovanni Vellojín, Tomislav Biscan, Juan Pablo López y William Durán.
También agradezco de corazón a las empresas que han compartido con los lectores su visión, su pasión y sus productos/servicios: Minteo, Mural Pay, Tumipay, Cobre, Tres Astronautas, Monabit, Witme, Solvi, Incode, Payments Way, Relámpago, Orange Pill y Become Digital.
Y finalmente, gracias a ti, querido lector. Espero que disfrutes este libro tanto como yo he disfrutado haciéndolo. Que estas páginas te inspiren, te informen y te conecten con el pulso de un ecosistema que está transformando nuestro presente.