

José Luis Bustamante*
Ambientalista oaxaqueño, fundador y director del Centro de Regeneración Ecológica de Oaxaca, AC Correo-e: joseluisbustamante@yahoo.com.mx
E l istmo de Tehuantepec es una biorregión crucial. Conocida por su angostura como “la cintura del país”, conecta los océanos Pacífico y Atlántico. Esta posición geoestratégica la ha convertido en un objetivo codiciado por diversos imperios y escenario de gigantescos proyectos que buscan el control de sus invaluables bienes naturales. La región alberga una biodiversidad inmensa, con ocho ecosistemas diferentes que contienen más del 10 por ciento de la flora y fauna del planeta. Destacan Los Chimalapas, uno de los macizos
forestales mejor conservados del país, que genera el 40 por ciento de los escurrimientos de agua superficial de México. Además, el golfo de Tehuantepec es la segunda zona de mayor diversidad biológica marina del país, después del golfo de California; ello debido a un fenómeno de surgencia eólica conocido como “El Tehuano”, así como la confluencia de aguas dulces que bajan de las montañas con aguas saladas del océano Pacífico.
La riqueza natural del istmo y su aún buen estado de conservación se debe a su intrin -
Sierra de Tres Picos, Los Chimalapas, Oaxaca
Foto: © Ivan Alechine
En portada, la confluencia de los ríos Negro y Milagros, en el istmo de Tehuantepec
Foto: Archivo de Maderas del Pueblo del Sureste, AC
cada fisiografía, pero sobre todo a los pueblos originarios que lo habitan y lo han defendido por siglos. Se identifican al menos nueve pueblos ancestrales en la región: los zoque, mixes, zapotecos, huaves y chontales, así como comunidades chinantecas, mixtecas y tsotsiles reubicadas en la zona además del olvidado pueblo negro afromexicano.
Dos territorios del istmo sobresalen por sus características ecológicas, culturales e históricas: Los Chimalapas y San Mateo del Mar.
En Los Chimalapas, el incumplimiento de una sen -
tencia de la Suprema Corte que ratificó la soberanía de los municipios indígenas de Santa María y San Miguel, así como de Oaxaca, sobre 162 mil hectáreas comunales invadidas por más de 70 años, y la imposición de Áreas Comunitarias de Conservación Voluntaria, pone en riesgo ese biodiverso territorio ancestral. Mientras que en San Mateo del Mar, municipio y territorio comunal propiedad del pueblo pescador ikoots (huave), con un origen, una lengua y una cultura únicas en México, los intereses económicos y políticos de un empresario
constructor, vinculado con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), generó durante más de cinco años un clima de violencia impune. Ello desembocó en enfrentamientos, muertes, persecución y cárcel de comuneros en lucha por su territorio y sus normas internas. Y es en ese mismo territorio ikoots donde se muestra la devastación socioambiental del CIIT, al presentarse un aumento en las mareas del golfo de Tehuantepec. El origen: la ampliación del rompeolas del puerto de Salina Cruz que está causando la gradual desaparición de una comunidad, cuyas casas están siendo arrastradas por el mar.
De tal forma que el actual gigaproyecto Corredor Interoceánico, impulsado por Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, es visto por muchos expertos como la reconfiguración de megaproyec-
tos anteriores como el Programa de Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec (PDIIT) de Ernesto Zedillo y el Plan Puebla Panamá de Vicente Fox.
Sobre toda esta grave problemática ambiental, social y cultural, La Jornada Ecológica publica los testimonios de los actores inmersos directamente en la defensa del istmo de Tehuantepec.
Este suplemento se ilustra con las magníficas fotos que en Los Chimalapas ha tomado desde hace lustros, el también escritor, impresor y grabador francés Iván Alechine; defensor del medio ambiente y de las culturas ancestrales de México.
También contamos con las imágenes del líder ambientalista Miguel Angel García, fundador y coordinador general de Maderas del Pueblo del Sureste, AC; fundador y promotor del Movimiento y campaña El Istmo Es Nuestro
San Francisco de la Paz, Los Chimalapas, Oaxaca
Foto: © Ivan Alechine
* Ingeniero y creador del Centro de Regeneración Ecológica de Oaxaca, la única reserva natural que existe en la zona urbana de dicha ciudad. José Luis Bustamante ha sido colaborador del Instituto de Artes Graficas de Oaxaca, donde fue asistente del maestro Francisco Toledo +; integrante del Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas.
Cascada Nuevo Paraíso, Los Chimalapas, Oaxaca
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
CEquipo de la organización no gubernamental Maderas del Pueblo del Sureste, AC
Cuando se habla del istmo de Tehuantepec (histórico botín geopolítico), normalmente se identifica únicamente a la porción sur de dicha región, la correspondiente a la zona istmeña de Oaxaca (ciudades de Juchitán y Tehuantepec). Sin embargo, en términos fisiográficos, el macroistmo de Tehuantepec abarca desde Huatulco hasta todo el sur del estado de Veracruz, desde Los Tuxtlas. Y las porciones occidentales de Tabasco y Chiapas.
Es la parte más angosta de México y conecta vía terrestre los océanos Pacífico (golfo de Tehuantepec, al sur) y el Atlántico (Golfo de México, al norte). Y desde tiempos prehispánicos es un ambicionado botín para los imperios dominantes en cada etapa de la historia. Comenzando por los mexicas (aztecas) primeros conquistadores de esa región, pasando luego sucesivamente por los imperios español, inglés, francés y finalmente, el estadunidense.
noviembre
AC
Después de la guerra de Independencia, diferentes gobiernos mexicanos han firmado tratados y elaborado programas y proyectos para ceder el control de esta porción geoestratégica a gobiernos extranjeros o a intereses del comercio multinacional. Pero despojando así a los pueblos originarios de la macrorregión de extensas porciones de sus territorios, y así, apoderarse de sus invaluables bienes naturales y explotar y devastar la naturaleza.
Bienes naturales y servicios ecosistémicos del istmo de Tehuantepec
La parte central del istmo está comprimida por el choque de tres placas continentales; eso significa que el fondo de los dos mares está todo el tiempo tratando de meterse debajo de las costas: el océano Atlántico (Golfo de México) por el norte y, sobre todo, el Pacífico por el sur, en cuyo fondo confluyen dos placas muy activas y en
constante tensión: la placa de Norteamérica y la del Caribe que, al encontrarse, apuntan hacia el norte como una punta de lanza.
Ello ocurre desde hace millones de años, provocando el gradual levantamiento de imponentes macizos montañosos, formándose así muy variados microclimas, ecosistemas y paisajes.
El istmo, además, es el punto de encuentro y confluencia de millones de plantas y animales del hemisferio norte (frío) con el hemisferio sur (cálido), así como de la flora y fauna del trópico seco del océano Pacífico, con la del trópico húmedo del Golfo de México.
Es por ello que esta área del país posee nueve grandes ecosistemas naturales diferentes:
1. Bosques de pino
2. Bosques de pino encino
3. Bosques de niebla
4. Selvas medianas
5. Selvas altas perennifolias
6. Selvas bajas
7. Pastizales naturales
8. Bosques de galería
9. Manglares y humedales
Estos ecosistemas albergan más del 10 por ciento de la biodiversidad del planeta. Además, el istmo posee los más importantes macizos boscosos compactos bien conservados que existen en México. Regulan el clima y generan oxígeno. Al respecto, sobresale la biorregión de Los Chimalapas, que produce el 40 por ciento de todos los escurrimientos de agua superficial (ríos y arroyos) de México. Es poco conocido que el golfo de Tehuantepec, cuyo fondo marino es de reciente emergencia, constituye un mar joven que mantiene constante intercambio de agua
Una yunta transitando por los caminos de la sierra oaxaqueña
Foto: Archivo de Maderas del Pueblo del Sureste, AC
(salina-dulce) con las lagunas costeras huaves y las costeras de Chiapas, alimentadas por agua dulce que baja de las montañas de Los Chimalapas y de la Sierra Sur. Además, ahí se presenta con gran fuerza el proceso meteorológico de más importancia en este golfo: las rachas de viento conocidas como “El Tehuano”, presentes de diciembre a abril, derivados de los vientos fríos (nortes) en el Golfo de México que, en descenso, atraviesan todo el istmo hacia el golfo de Tehuantepec. Lo hacen por un estrecho pasillo en forma de embudo, ubicado entre la Sierra Madre Occidental (Sierra Sur de Oaxaca) la Sierra Madre Oriental (Nudo Mixteco) y la Sierra Sur de Chiapas. Son literalmente succionados por el aire caliente de la vertiente del Pacífico, formando impresionantes ra -
chas de viento que dan nombre a una ancha porción del istmo sur, conocida como La Ventosa.
Estas rachas en promedio son de 100 km/hr, llegando a alcanzar hasta 180-200. Esto hace que, al salir el viento hacia el océano, cause un desplazamiento de agua del estrato superficial, provocando la elevación a la superficie de capas de agua subsuperficiales que se adentran 500 kilómetros sobre el golfo de Tehuantepec y efectúan un intercambio de temperaturas de más calientes a más frías. A este fenómeno se le denomina surgencia eólica y es una verdadera bomba de nutrientes que enriquecen las aguas adyacentes en el Pacífico oriental tropical, lo que ocasiona una muy alta biodiversidad acuática (marina y lagunar) y convierten al golfo
de Tehuantepec en la segunda zona del país de mayor biodiversidad de este tipo. El primero es el golfo de California.
Pueblos originarios habitan y defienden el istmo
La invaluable riqueza natural y biodiversidad existente en el istmo de Tehuantepec y su papel como la región que genera la mayor cantidad de servicios ecosistémicos del país, así como su estado actual de conservación, es posible gracias a que el istmo se compone de muchos territorios ancestrales, habitados, usufructuados y defendidos por diferentes pueblos originarios. La mayoría existe desde siglos antes de la conquista española. Y por supuesto, mucho antes de que existieran los límites político-administrativos de los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
La primer gran cultura que, desde hace más de 3 mil años ocupó todo el istmo de Tehuantepec, poblando desde Izapa, en Chiapas, hasta Montealbán, Oaxaca, fue la cultura olmeca. Se le llama la cultura madre de Mesoamérica y de ella derivó la cultura mixe-zoque.
Hoy son al menos nueve diferentes pueblos ancestrales los que viven en el istmo. En la zona veracruzana habitan los náhuatl y los zoque popolu -
Río Azul en Chalchijapan, Los Chimalapas
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
cas (tannundajïïyi), mientras que en la de Oaxaca habitan los zoque chimalapas (angpø’n), los mixes (ayuuk), los zapotecos (binizaá), los hua -
ves (ikoots, konajts e ikojts) y los chontales (slijuala xanuc’). En el norte de Chiapas, los zoques (o’ de püt) y en Tabasco, los chontales (yokot’an).
Centro ceremonial mixe zoque
Foto: © Ivan Alechine
Habitan también en el istmo gran número de comunidades de otros pueblos originarios de Oaxaca y Chiapas, desplazados y forzados a reubicarse. Tal es el caso de las comunidades chinantecas (tsa ju jmí’) desplazadas de sus territorios por la construcción de la presa Cerro de Oro, y luego asentados en la zona de Uxpanapa, Veracruz, y en el norte de Chimalapas, en Oaxaca.
También las comunidades mixtecas (ñuu dau), desplazadas de sus tierras debido a la erosión y la violencia. Y las comunidades tsotsiles (bats’i k’ op) originarias de los Altos de Chiapas, reubicadas bajo engaños por gobiernos chiapanecos y el federal, en la zona oriente del territorio comunal de Los Chimalapas.
Existe un pueblo más, asentado en la costa del extremo oriental del istmo oaxaqueño y en la costa de Coatzacoalcos, Veracruz: el pueblo negro afromexicano, reubicado desde tiempos de la colonia española en calidad de esclavos, para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar.
Cabe señalar que el Corredor Interoceánico se ha ido extendiendo hacia todo el sureste, interconectándose con el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y por toda la costa de Chiapas hasta los límites con Centroamérica. Por ello dentro del impacto de este devastador gigaproyecto, hoy se incluyen los pueblos originarios mayas peninsulares y el pueblo mam.
Así las cosas, no detener el impacto del Corredor Interoceánico sobre toda esta inmensa región biocultural, tendrá como resultado un lento pero seguro proceso de ecocidio y etnocidio.
RAdriana Itzxel García Agüero y Luis Emilio Soberanes Flores
Correos-e: metalchomsky@gmail.com soberanes.zapote@gmail.com
L a resistencia indígena y social en el istmo de Tehuantepec (1996-2025): en octubre de 1996, el presidente Ernesto Zedillo anuncia su plan de desarrollo estrella para el sureste mexicano: el Programa de Desarrollo Integral del istmo de Tehuantepec (PDIIT). Inmediatamente reaccionan organizaciones sociales y civiles con incidencia regional, así como comunidades indígenas, y convocan a la construcción de un movimiento de resistencia.
Entre estas organizaciones sobresalen como promotoras, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI), el Con -
sejo Indígena de Uxpanapa (Ciux), Maderas del Pueblo del Sureste, AC y el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas. Así, para agosto de 1997 se realiza el 1er foro nacional El Istmo Es Nuestro, con participación de más de 300 delegados, representantes de organizaciones sociales, civiles, comunidades, autoridades municipales y sindicatos. La plenaria se realiza en Matías Romero, Oaxaca. Además, de cuatro mesas temáticas en diferentes subsedes: Derechos Indígenas en San Juan Güichicovi, Oaxaca; Cultura Indígena, en Juchitán, Oaxaca; Ecología, en el Poblado 1 de Uxpanapa, Veracruz; y Derechos Laborales, en Cosoleacaque, Veracruz.
Mural alusivo a las luchas de resistencia en el istmo de Tehuantepec
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
De este 1er Foro Nacional surge la Declaración en Defensa del Istmo de Tehuantepec, cuyos postulados sirven de base al EZLN para incluir en su ensayo de 1997 titulado 7 piezas sueltas del rompecabezas mundial (el neoliberalismo como rompecabezas: la inútil unidad mundial que fragmenta y destruye naciones. La pieza número 7, “Las bolsas de resistencia” se refiere directamente al denunciado megaproyecto del istmo.
Un año después (marzo 1998), con la fuerte resistencia social alcanzada, se logra que la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados, apoye la realización en el Palacio de San Lázaro, del 2do foro nacional El Istmo Es
Nuestro, que obtiene eco en la opinión pública y política nacional. Junto con la resistencia social alcanzada, incide en la suspensión del popularmente conocido como megaproyecto del istmo. Esa resistencia se diluye regionalmente a partir de 2000-2001 cuando toma su lugar la masiva y geográficamente más extendida resistencia contra el Plan Puebla Panamá (PPP) del presidente Vicente Fox.
Este movimiento de resistencia social y civil en defensa de los invaluables territorios y culturas indígenas del istmo, surgido en 1996-1998, se basó en experiencias de persistentes movimientos y organizaciones de resistencia regionales, como:
La Coalición Obrera Campesina Estudiantil del istmo (COCEI), que en 1973/74 surge de forma autónoma en Juchitán, Oaxaca, en defensa de sus tierras y su cultura zapoteca.
El Movimiento Zoque Popoluca Nahua del Sur de Veracruz, que entre 1984-87 se opuso a la construcción de un puerto industrial en la Laguna del Ostión.
La Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del istmo (UCIZONI), organización mixe-zapoteca que surge en 1985 para defender los derechos indígenas.
Comunidades originarias de la sierra Mixe baja y alta, con una fuerte tradición de lucha en defensa de su tierra y su cultura. Fundan en 1985 la organización Servicios del Pueblo Mixe (SerMixe).
Las comunidades y municipios originarios zoques de Santa María y San Miguel Chimalapa, con una larga experiencia de lucha en defensa de su territorio y sus bienes naturales. Su movilización pacífica pero tenaz y capacidad de alianzas, enfrentó entre 1987 y 1994, ambiciosos proyectos desarrollistas. Como una autopista, un complejo industrial forestal y un complejo hidrológico de cinco represas hidroeléctricas. También evitó la imposición de una reserva de biosfera sobre su territorio ancestral, el más biodiverso y mejor conservado de México.
Ejidos de la Sierra de Santa Martha, Vereracruz, quienes, en lucha por evitar plantaciones de eucalip -
to, se organizaron en 1991 para crear un proyecto de desarrollo comunitario y conservación ecológica.
El Consejo Indígena de Uxpanapa (Ciux) en el sur de Veracruz, integrado en 1994 con pueblos chinantecos reacomodados forzosamente por la construcción de la presa Cerro de Oro.
Durante el gobierno de Vicente Fox surge el llamado Plan Puebla Panamá (PPP) que tenía como columna vertebral, la misma que el Programa de Desarrollo Integral del
Istmo de Tehuantepec (PDIIT) de Ernesto Zedillo (el canal seco multimodal y la modernización de los puertos Coatzacoalcos y Salina Cruz, estirando su espacio hasta Puebla –al norte– y Panamá –al sur–). Pero obtiene mayor movilización y resistencia nacional e internacional, quedándose nuevamente en fallido paquete de megaproyectos, pues el gobierno foxista no pudo garantizar a los inversionistas paz social y control político total; una estructura logística subsidiada (aeropuertos, autopistas, represas, etc.). Tam -
Mural alusivo a la campaña El Istmo Es Nuestro
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
poco pudo sacar adelante las llamadas reformas estructurales (laboral, educativa, energética, del agua y agraria).
Por todo ello en ese sexenio (2001-2006) inversionistas y empresas multinacionales llevan sus capitales, y su depredación, a la República Popular China.
AMLO retoma el megaproyecto del istmo
En 2004, siendo aún presidente del Partido de la Revolución Democrática, PRD, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, presenta su propuesta Un proyecto alternativo de Nación, cuyos 20 postulados traduce programáticamente en 50 compromisos para recuperar el orgullo nacional. Uno de ellos retoma el Programa de Desarrollo Integral del istmo de Tehuantepec de Zedillo, lo que provoca un reclamo del EZLN.
Así, el 5 de febrero de 2006, en el marco de La Otra Campaña, realiza en la comunidad mixe Boca del Monte, el foro El istmo no se vende, al que asistieron pueblos ayuukjä’äy, binni gulaza, ñuusavi, tsa ju jmí, ikoots, angpø’n y homshuk. En ese foro, el subcomandante Marcos denunció el proyecto transístmico de AMLO como la creación de una nueva frontera para los gringos y una manera de crear servidumbre en la región, despojando a los pueblos de sus tierras, y a la naturaleza, de sus invaluables riquezas.
En su campaña de 2006, AMLO vuelve a retomar esta misma propuesta, e igual lo hace en la de 2012. Al respecto, desde un año antes presenta su nuevo Proyecto de
Nación, cuyo punto 33 es el citado PDIIT, reiterando ello en un masivo acto en Juchitán, Oaxaca, el 19 de mayo. Recién electo presidente, el 12 de julio 2018, AMLO envía una carta personal al presidente Trump. En sus páginas 3 y 4 invita explícitamente a inversionistas de Estados Unidos a invertir en el tren y corredor transístmico, lo cual concreta con la creación oficial del OPD Corredor Interoceánico. Y contrata a la consultora multinacional de Singapur, Surbana Jurong, para que elabore el Plan Maestro del Corredor Interoceánico, el cual fue presentado en febrero 2021.
Resistencia y represión
Ante ello, desde junio 2019 organizaciones sociales y comunidades del istmo realizan en Salina Cruz el foro regional En Defensa de el Istmo. Como fruto, organizaciones
como Maderas del Pueblo, la Asamblea de Pueblos Indígenas en Defensa del Istmo de Tehuantepec (APIIDT), el CDH Tepeyac, UCIZONI y EDUCA relanzan el Movimiento #ElistmoEsNuestro. Y se emite una Convocatoria pública, invitando a... “la reconstrucción de un amplio y plural movimiento y de una intensa campaña global, denominada El istmo es nuestro; de los pueblos indígenas; del pueblo mexicano; no de las empresas, ni de los gobiernos ” En septiembre 2019, el Congreso Nacional Indígena (CNI) realiza su masiva asamblea nacional en Juchitán, bajo el tema El Istmo Es Nuestro. A nivel académico, en febrero 2020, Greenpeace, Maderas del Pueblo, la APIIDT y el Colectivo Ecomún realizan en el antiguo colegio de San Ildefonso-UNAM, CDMX, el foro nacional Naturaleza, Derechos Indígenas y Soberanía Nacional en el istmo de
Encuentro por la vida, evento dentro de la campaña El Istmo Es Nuestro
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
noviembre 2025
Tehuantepec, con participación de más de 30 expertos académicos.
Y cuando la efervescencia social iba en ascenso, la pandemia COVID impone un impasse (para las organizaciones y comunidades, no para el gobierno de la 4T) que finalmente es roto en junio 2021, con el Encuentro por La Vida: El Istmo (que tenemos, defendemos y queremos) Es Nuestro, en la comunidad binizaá Puente Madera, San Blas Atempa, Oaxaca. Participan 400 representantes de comunidades del istmo. Su lema final fue El istmo no se negocia; ello frente a intentos de algunas organizaciones y personajes académicos que proponían negociar el paso del Corredor Interoceánico, a cambio de ver cumplidas sus demandas particulares y luego de obtener privilegios para su grupo o para sus líderes. Es por esos mismos días (julio 2021) cuando el EZLN inicia
la llamada Travesía por la Vida, recorriendo Europa para difundir los devastadores efectos de los megaproyectos de muerte del gobierno de la 4T. En 2022, continúan encuentros, foros, movilizaciones y bloqueos convocados por organizaciones y movimientos regionales. En abril-mayo 2023 –por iniciativa del CNI–se realiza la Caravana y Encuentro Internacional El Sur Resiste, integrada por 300 representantes de organizaciones sociales, civiles, colectivos y activistas. Recorre siete estados del sur de México: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Sigue los trazos del tren interoceánico y del tren maya. En todos los lugares señalados se realizaron actos públicos y se documentaron las violaciones a los derechos indígenas y a los de la naturaleza que implicaban la imposición y militarización del Corredor In -
teroceánico, del Tren Maya y la refinería Dos Bocas
La reacción del gobierno de la 4T fue violenta; aún antes de terminada la caravana, la Secretaría de Marina, Semar, acompañada de la Guardia Nacional, irrumpió en la comunidad Puente Madera, intimidando a su población, girando órdenes de aprehensión contra 15 líderes de la resistencia en contra de la instalación de un parque industrial en su territorio. En particular contra David Hernández, finalmente sentenciado a 42 años de prisión.
El campamento Tierra y Libertad, ubicado en Mogoñé Viejo, mediante el cual se ha -
bían bloqueado las vías del tren interoceánico, fue violentamente desalojado el 28 de abril con la detención de cuatro comuneras y dos comuneros, liberados dos días después.
A fines del mismo 2023, surge en la comunidad la Mixtequilla un movimiento de resistencia denominado Resistencia Civil Mixtequillense, en protesta contra la instalación de otro parque industrial. Fueron igualmente reprimidos y la detención de nueve de sus integrantes.
En ese contexto, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y To -
Cartel-convocatoria
para la asamblea
nacional El Istmo Es Nuestro
Imagen: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
dos denuncia que, por la imposición del proyecto presidencial, se incrementaron las agresiones contra comunidades indígenas que defienden su tierra y territorio. Mencionan que, de 2021 a principios de 2024, se registraron 46 agresiones cometidas por instituciones del Estado, empresas o personas con intereses en la construcción del gigaproyecto.
De esas 46 agresiones, 20 fueron intimidación y hostigamiento contra defensoras, sus familias o colectivos; 15, de amenazas directas; siete actos de criminalización con 52 casos de denuncias penales a autoridades locales y
personas defensoras comunitarias en San Juan Guichicovi, Mogoñé Viejo, Mogoñé Estación, Paso Real, Estación Sarabia, Tagolaba, Puente Madera y Santa María Mixtequilla. Además, 11 encarcelamientos y dos casos de difamación en medios de gran alcance, y 10 registros de violencia física y psicológica. También, tres homicidios contra defensores: Jesús Manuel García Martínez, Noel López Gallegos y Félix Vicente Cruz.
Hoy, en octubre de 2025, la lucha, la resistencia y la represión continúan en todo el istmo de Tehuantepec, la geoestratégica y bioculturalmente diversa cintura del país.
Rosendo Montiel Antropólogo
Miguel Ángel García A.
Correos-e: montiel2012@yahoo.com.mx m a zules@hotmail.com
En este artículo queremos compartir un aspecto especial y una consecuencia notoria del nefasto gigaproyecto, ecocida y etnocida, denominado Corredor Interoceánico, promovido e impulsado por la llamada Cuarta Transformación (4T). Hemos denunciado en varias ocasiones el paquete de
megaproyectos que conforman el llamado Corredor Interoceánico (CI) y de todas sus consecuencias. En este caso nos vamos a referir solo a una parte de este monstruoso corredor, y a su afectación etnocida y ecocida, sobre una subregión del istmo de Tehuantepec que poco se conoce y de la que poco se sabe: la
El territorio ikoots original (años 12001370 de nuestra era). Ocuparon todo el litoral desde Jalapa del Marqués al poniente hasta Cerro Bernal-Tres Picos, al oriente
Imagen: Google maps/ Maderas del Pueblo del Sureste, AC
zona mareña de los pueblos llamados huaves, que colinda con el puerto de Salina Cruz. En particular, nos referimos al pueblo de San Mateo del Mar, de la nación ikoots –como se autodenominan–, pueblo cuyas comunidades y su territorio mareño se está viendo ya muy afectado por la reciente ampliación de la es -
collera del puerto de Salina Cruz, realizada en el contexto del Corredor Interoceánico. Esta ampliación, realizada en los últimos tres años, ha generado fuertes alteraciones en las mareas. Ahora suben de tal forma que al poblado ikoots más cercano al puerto de Salina Cruz, se lo está llevando el mar. La marea ya subió
unos 200 metros en el poblado ikoots Villa Cuauhtémoc. El mar ya se llevó una veintena de casas, dejando decenas de familias indígenas sin viviendas y sin solares, obligándolas a emigrar.
Es por ello que la comunidad de Villa Cuauhtémoc, su cabecera municipal y todos los poblados de San Mateo del Mar, han estado exigiendo inútilmente a los gobiernos federal y estatal, que haya una reparación del daño, con la construcción de un nuevo poblado tierra adentro.
Al mismo tiempo se exige que se detengan los siguientes trabajos del Corredor Interoceánico en la zona: el dragado profundo del puerto de Salina Cruz, ya que la plataforma continental cercana es muy baja y los buques mercantes y petroleros no pueden entrar ni atracar actualmente en el puerto porque se atoran.
Se pretende entonces efectuar un dragado profundo, que alteraría significativamente todo el ecosistema marino del golfo de Tehuantepec. Pero cabe señalar que, junto con el golfo de California, es la zona de diversidad marina más importante de México, y ambas están entre las 10 principales zonas marinas del mundo.
Si se permitiera este dragado se provocaría un etno -
cidio y un ecocidio, porque el pueblo de San Mateo del Mar es un pueblo históricamente pescador –no agricultor– desde tiempos ancestrales se dedica a la pesca en las lagunas costeras y mares interiores. Estamos hablando aquí de las dos lagunas: Superior e Inferior, territorio de los pueblos mareños (huaves); lagunas cuya dinámica natural y diversidad marina se verían radicalmente alteradas con el pretendido dragado. Junto con el actual cambio de mareas por causa del rompeolas, haría imposible la actividad pesquera tradicional, extinguiendo el entorno marino y con ello, la cultura ikoots. Pocas personas saben que los hechos violentos ocurridos en San Mateo del Mar en junio de 2020 (manejados por las instancias gubernamentales oaxaqueñas y medios escritos, de manera parcial y tendenciosa), surgen de la participación del empresario Jorge Leoncio Arroyo, señalado por la gran mayoría del pueblo ikoots, de infiltrarse en la comunidad y controlar a las autoridades municipales de San Mateo, desde 2017 hasta 2021.
Y así, hacer grandes negocios con dineros del pueblo, ya que Arroyo es dueño del Grupo Constructor Pritzker, SA de CV. Una empresa que,
Avance del mar provocado por los megaproyectos
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
noviembre
entre otras, fue subcontratada para la ampliación del rompeolas de Salina Cruz. Ante la reiterada protesta de pueblos ikoots contra su injerencia, dicho empresario contrató jóvenes y los entrenó y armó como paramilitares, generando un clima de violencia en el territorio de San Mateo.
Este grupo armado al servicio del empresario, conjuntamente con la policía municipal entonces a su servicio, durante el mes de mayo de 2020 quemaron casas y coches, secuestraron, golpearon, torturaron y asesinaron impunemente a varios comuneros y comuneras.
Todo eso generó el enojo e indignación de la mayoría del pueblo, llegando finalmente al lamentable enfrentamiento y linchamiento popular de 15 personas al servicio de Jorge Arroyo. Entre ellas, dos mujeres y un militar veracruzano que entrenaba a los jóvenes en el manejo de armas.
Estos terribles hechos sucedieron el 21 de junio del 2020, con la Guardia Nacional ahí presente. Estaba ahí, según explicaron, para proteger y resguardar la paz y la vida de los pobladores. Pero permitió que se diera el enfrentamiento y después el linchamiento. El autor intelectual y principal instigador, el empresario Jorge Leoncio Arroyo, sigue impune
y en 2024 fue precandidato de Morena a la presidencia municipal de Salina Cruz. A raíz de estos hechos se generaron 161 órdenes de aprehensión contra comuneras y comuneros de San Mateo del Mar. La inmensa mayoría señalados por el empresario como sus opositores directos a él y al gobierno estatal. Todo se agravó debido a que las instancias judiciales del estado faltaron al debido proceso, generando dichas órdenes de aprehensión, sin carpetas de investigación sustentadas. De las 161 con órdenes de aprehensión, hay cinco personas detenidas, incluyendo a una madre soltera; dos han sido sentenciados a 210 años de prisión.
Es así como se describe la lucha actual del pueblo ikoots de San Mateo del Mar, que exige la cancelación de estas órdenes de aprehensión, la liberación de sus compañeras y compañeros detenidos. Los consideran presos políticos. Además, la cancelación de las obras del Corredor Interoceánico.
Pero a la vez, acabar con la impunidad con que actúa el empresario Arroyo. Desde fines del 2021 se presenta como vocero de un supuesto Comité de Víctimas de San Mateo del Mar, gozando del apoyo del gobierno estatal.
Mujer ikoots, ataviada con su blusa tradicional
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
Queremos que todo lo anterior se conozca y se difunda, haciendo eco a la exigencia de la base comunal de San Mateo, divulgando la terrible situación del pueblo ikoots y las consecuencias ecológicas y socioculturales del gigaproyecto Corredor Interoceánico, impulsado por los gobiernos de la 4T. Finalmente es importante aclarar que, en relación a las 15 personas fallecidas durante los acontecimientos del 21 de junio de 2020 en San Mateo del Mar, dos de ellas fueron mujeres jóvenes que estaban a favor del empresario Arroyo. Eran jóvenes del pueblo, coop -
Abajo: pesca con papalote, técnica ancestral ikoots que se practica principalmente en la comunidad de San Mateo del Mar para aprovechar los fuertes vientos del Pacífico. Consiste en usar un papalote para arrastrar una red de pesca mar adentro
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
tadas por este personaje nefasto para ponerlas a su servicio. La verdadera víctima de estos hechos es el pueblo de San Mateo del Mar, una víctima colectiva, pues después de esos hechos, quedó lastimado, dividido, aterrorizado, con familias muy dolidas y víctimas de uno y otro bando. El tejido comunitario roto, mientras el verdadero autor intelectual y manipulador de todos estos hechos el empresario Jorge Leoncio Arroyo, sigue protegido por la justicia del estado de Oaxaca. Y pretende hacer negocios en la zona mareña y en otras partes de Oaxaca.
Diana Manzo
Cinco veces al año, Guadalupe Quintanar, indígena ikoots de la Colonia Cuauhtémoc, poblado de San Mateo del Mar, al sur del istmo oaxaqueño, tiene que resguardarse junto con sus cinco hijos en la casa de su prima, para que el mar no los devore, aunque eso pueda significar quedarse sin pertenencias. Devorar, para doña Lupe y los 300 habitantes de esta comunidad indígena huave, significa que el mar se los está
Correo-e:
anit.lm31@gmail.com
comiendo, por lo que su anhelo es una urgente reubicación digna. “Me da miedo todo esto que dicen; temo que el mar se lleve toda mi casa, pero no me queda otra que resistir, pues yo no tengo dinero para comprar un terreno o una casa nueva en otro lado”, expresa.
La vivienda de doña Lupe es de madera y palma, y de un solo cuarto, más otra más pequeña que usa como cocina. En la parte externa tiene su
El mar literalmente se traga las viviendas por la ampliación del rompeolas de Salina Cruz
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
fogón donde prepara sus alimentos. Su esposo es pescador y lo que captura del mar, más los totopos que ella prepara con el poco de maíz que consigue, es lo que comen. Doña Lupe y los habitantes de la Colonia Cuauhtémoc, desde hace cuatro años han notado la variación climática y la cada vez más grave alteración de las mareas, a causa de la ampliación del rompeolas del vecino puerto de Salina Cruz, realizada en el marco del
megaproyecto Corredor Interoceánico de la 4T.
“Por acá, los pescadores le llaman mar de fondo, y significa que la marea sube y sube, entonces el agua del mar sale y nos invade en todas nuestras viviendas; esto ocurre, unas cinco veces al año, y nos preocupa, porque cada vez vemos con más frecuencia que el mar se acerca, como un animal devorador”, externa doña Lupe. Los habitantes reconocen que esta megaobra, que
pretende permitir el arribo de buques de gran calado al puerto oaxaqueño, fue una de las megaobras “estrella” de Andrés Manuel López Obrador, pero que alteró fuertemente las mareas del golfo de Tehuantepec, provocando que el mar se haya ido llevando casas de las familias indígenas huaves que estaban al menos a 200 metros de su orilla.
“Tengo el mar vivo frente a mi casa y eso impone, me da miedo, pero ¿qué puedo hacer? y cuando me preguntan si me gustaría cambiarme de sitio, claro que sí, pero no tengo dinero para comprar otro espacio en otro lugar”, narra angustiada.
En la tierra y con sus dedos, Omar, quién desde hace 20 años pasó su infancia en esta comunidad mareña y que tuvo que desplazarse de acá por motivos familiares, ve
con nostalgia cómo el mar ya se tragó lo que fue su casa.
“El proyecto de la ampliación del rompeolas desvió la corriente del mar y agravó las mareas; así, el espacio de la playa ya se extendió a tres kilómetros; mire, en aquellas lomitas era mi casa, y ahora ya está todo lleno de agua”, nos dice.
Y narra que las casas de Domingo Mora y Genaro Blas ya no existen, ahora son solo recuerdos; y es que dijo que el canal de agua que va a la cabecera de San Mateo y que colinda con la Laguna Quiri, y cae en el río Tehuantepec, ya todo se lo comió el mar.
La avenida Cristóbal Colón de nuestro pueblo también ya se la devoró el mar, recalca Omar, a quien la nostalgia, la preocupación y la tristeza le invaden, pues pasó sus primeros años de vida en este pueblo, y años después al mi -
rar que ya no están las casas, ni tampoco sus amigos de infancia, quienes ahora viven desplazadas por este grave alteración climática y marina.
Parecemos patos cuando nos inundamos
“Pedimos al gobierno la reubicación, porque a nuestro pueblo se lo está llevando el mar”, dice con preocupación Virgilio Quintanar, ex agente municipal de la Colonia Cuauhtémoc, que ha buscado por todos los mecanismos viviendas en otro lugar para los suyos.
A Virgilio le preocupa cuando ocurre el fenómeno llamado mar de fondo, porque la marea sube y todo se llena de agua. Esta situación la están viviendo desde hace unos cuatro años, cuando comenzó la ampliación del rompeolas.
“Ya vivimos los estragos ocurridos y lo peor es que no son recientes, pero continúan cada vez más, lo que ha ocasionado el desplazamiento forzoso de unas 20 familias que ahora sobreviven fuera de San Mateo del Mar”, dijo.
Frente al mar y bajo el intenso sol, Virgilio demuestra su preocupación y el amor que le tiene a su comunidad natal, pero está consciente que, bajo estas condiciones, ya no se puede vivir en este sitio.
“Cuando es mar de fondo nos inundamos casi todo el pueblo, y cuando es por tormentas también, porque se encharcan las colonias; y lo mismo pasa cuando desfogan la presa Benito Juárez, allá por Jalapa del Marqués, porque nos quedamos como patos, en medio del agua; por eso es urgente salir de acá, pero hacerlo ya con un espacio se -
guro para nuestras familias”, señaló.
Virgilio agrega que ya tienen visto el lugar y el espacio para que todas y todos vivan seguros y se llama Cerro Lima. “Ya hicimos el trabajo de estudios de uso de suelo con protección civil, y contamos con el apoyo de la presidencia de San Mateo, ora nomás le estamos pidiendo al gobierno del estado y federal el resultado del dictamen y si es aceptable, pues apoyo para nuestras viviendas porque ya nos urge reubicarnos”.
“Pedimos al gobierno estatal y federal que apoye para la reubicación en nuestro propio territorio y que sean viviendas y casas de acuerdo con lo que vivimos y gozamos como Ikoots; porque en la ciudad no podemos pescar ni sembrar y no tenemos dinero para comprar, porque lo que venden allá cuesta mucho. Algunas
pocas familias que pudieron ya compraron por Salina Cruz, pero la mayoría no tienen dinero para comprarlas”, dijo.
Por último, insistió que necesitan el apoyo del gobierno para que la gente de la Colonia Cuauhtémoc pueda tener una reubicación digna.
Al mar hay que tenerle respeto
Descalza y caminando a la orilla de la playa, entre conchas y pequeños caracoles, doña Lupe Quintanar le dedica una ofrenda al mar, que consiste en pronunciar las palabras en ombeayiüts –el idioma de los Ikoots– que su abuelo le enseñó en su infancia.
“El mar está vivo, es sagrado y siempre ha estado con nosotros, los ikoots, pero no nos aloquemos”, refería el abuelo de Lupe Quintanar, quien teme que su casa sea
Cayuco tradicional ikoots
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
pronto invadida por las enormes olas.
Recalcó que el mar nunca quiere hacer daño; al contrario, desde hace siglos provee de alimento y materiales al pueblo ikoots. Es a causa de este rompeolas lo que ha hecho el daño.
Doña Lupe respira y muestra el sitio de donde hasta hace muy poco había casas de familias a quien ella visitaba, y que ahora se las ha tragado el mar.
Recordó su etapa de estudios en la primaria, pero ya no vio su escuela, pues también ha sido devorada por las altas mareas.
“Recuerdo a mi abuelito Fernando, que me contaba que el mar algún día cubriría todas las casas y parece que se cumplió, pues más de una docena de viviendas ya son parte de la historia, pues el mar se las ha tragado”, dice.
La ampliación del rompeolas, obra millonaria
Datos del gobierno federal informan que la ampliación del rompeolas de Salina Cruz se realizó con una inversión de 4 mil 200 millones de pesos, a cargo del consorcio integrado por las empresas
GAMI Ingeniería e Infraestructura Marítimo Portuaria, habiendo sido subcontratada para esa obra, la empresa
Grupo Constructor Pritzker, SA de CV, propiedad el empresario Jorge Leoncio Arroyo a quien el pueblo ikoots de San Mateo del Mar señala como autor intelectual de un millonario saqueo de fondos municipales y de crear un clima de extrema violencia al interior de su territorio. Esta ampliación del rompeolas fue inaugurada por AMLO a fines del 2023, siendo una de las megaobras
De continuar estas gigantescas megaobras de infraestructura en el puerto de Salina Cruz, se cometerá una grave alteración a la inmensa biodiversidad marina existente en el golfo de Tehuantepec.
que permitiría el arribo de buques mercantiles y petroleros de gran calado, favoreciendo así la irrupción de inversionistas multinacionales.
La siguiente megaobra necesaria para esto sería el dragado profundo de la costa de Salina Cruz, cuyo bajo fondo impide la entrada de dichos buques.
El actual rompeolas tiene una longitud de mil 600 metros y una profundidad de 24 metros, con miras a concluir
a mediados del 2025, convirtiendo a Salina Cruz en el puerto petrolero comercial más importante de la costa del Pacífico mexicano.
El rompeolas se construyó con un total de 9.1 millones de toneladas de piedra que se colocaron en el mar y trece mil 85 piezas de corelocs, estructuras de concreto cuyo objetivo es disminuir el efecto de energía de las olas y brindar seguridad ante fenómenos naturales como
El pródigo mar que ahora inunda las casas como la de este niño Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
tsunamis, ciclones, huracanes y tormentas. Cabe señalar que, grupos ecologistas y defensores de derechos humanos y de derechos indígenas, advierten que, de continuar estas gigantescas megaobras de infraestructura en el puerto de Salina Cruz, se cometerá una grave alteración a la inmensa biodiversidad marina existente en el golfo de Tehuantepec y en las lagunas huaves (Superior e Inferior) constitu -
yendo un verdadero ecocidio y, a la vez, un etnocidio, pues condenaría a su desaparición a los pueblos huaves (San Mateo, San Dionisio y San Francisco del Mar) quienes ancestralmente han sido pueblos cuyo modo de vida ha sido desde siempre la pesca. El etnocidio provocado así por el Corredor Interoceánico parece haber comenzado para la comunidad ikoots de la Colonia Cuauhtémoc de San Mateo del Mar.
E l 80 por ciento del comercio mundial de mercancías se mueve a través de los mares e incluso, en ocasiones, los productos son fabricados en el traslado, unificando así los tiempos de circulación y producción para elevar la tasa de rotación del capital. Si tomamos en cuenta que el valor del comercio mundial en 2024 fue de 33 billones de dólares (UNCTAD, 2024), por las aguas del planeta debieron trasladarse más de 26 billones durante ese año.
En la actualidad, los tres pasos estrechos más importantes del comercio mundial son el de Málaca, el canal de Suez y el de Panamá. El paso del Ártico, en virtud de los deshielos, empieza a perfilarse como ruta corta entre el Atlántico y el Pacífico norte, pero tiene la dificultad de que la mayor parte de las aguas territoriales pertenecen a Rusia.
Los desafíos de la competencia
Considerando que el eje del mercado mundial se empezó a mover hacia el Pacífico desde finales del siglo XX, el sector manufacturero de Estados Unidos, tan bien ubicado con respecto al tránsito atlántico, quedó en situación de relativa desventaja.
Si bien California ha adquirido un peso importante en el terreno de producción de tecnología, la producción de manufacturas está concentrada en los estados del Este que, en conjunto, aportaron el 34 por ciento del PIB estadounidense en 2024, mientras que California, que individualmente es el generador de la mayor riqueza, alcanzó el 14 por ciento.
Ana Esther Ceceña
Correo-e: anacecena@gmail.com
La posición de Estados Unidos en la competencia mundial y el entretejido que se ha ido forjando entre varios de los países y áreas emergentes sin su mediación lo obliga a reforzar instrumentos de intervención y posicionamiento en los principales mercados para no perder la supremacía.
La eficiencia y puntualidad en el traslado, tanto de insumos y piezas intermedias como de los productos para consumidor final, constituyen dos de las piezas centrales de la competencia y uno de los elementos que pueden modificar los equilibrios en el poder de mercado y sobre todo,
Un mapa propagandístico distribuido por el Banco Interamericano de Desarrollo para promover el Plan Puebla Panamá bajo el lema “Hacia una Mesoamérica integrada y próspera”
punto nodal de la redefinición hegemónica.
El istmo de Tehuantepec
El istmo de Tehuantepec se perfiló como paso interoceánico promisorio desde la invasión europea a lo que hoy es América. Tehuantepec tiene la ventaja de que se ubica dentro de la zona de América del Norte y presenta condiciones de resguardo importantes dentro de la cuenca formada por las islas caribeñas y la bahía continental, en el Golfo de México, más fácil de proteger o de acordonar militarmente que Panamá, abierto al mar.
Panamá es la vía más rápida para conectar los dos mayores océanos del planeta, pero sobre todo, es la conexión más ágil con el, hasta hace poco, mayor mercado y la mayor potencia económica del mundo.
En 2024, tuvo un flujo de 11 mil 240 barcos, de los cuales alrededor del 75 por ciento fueron estadunidenses, incluyendo buques de guerra. No obstante, con el crecimiento de los intercambios comerciales en economías globalizadas, desde finales del siglo XX se buscan alternativas de tránsito interoceánico porque Panamá es ya insuficiente y enfrenta di -
ficultades serias con el impacto del cambio climático.
La integración de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994, abrió la posibilidad de establecer un territorio común y reglas compartidas entre los tres países del área, con su contraparte, en el ámbito de la seguridad, justificada en la idea de que el área territorial de América del Norte
podía ser ya entendida como una unidad, un homeland, que debía ser custodiado en conjunto.
Con este marco, desde 1996, bajo la presidencia de Zedillo y en pleno neoliberalismo, fue lanzado el proyecto que contemplaba la habilitación del territorio del sureste mexicano como tapón para la migración, como nueva frontera maquiladora y, lo central,
como corredor de paso para el comercio mundial de Estados Unidos (ver Ceceña, 1997). El megaproyecto del istmo de Tehuantepec, en 1996, ya tenía las características y objetivos que después se recuperarían, durante la presidencia de Fox, en el Plan Puebla Panamá (PPP). Y más recientemente, desde 2018 con López Obrador, en el Corredor Interoceánico del Istmo de Te -
huantepec (CIIT), combinado con el Proyecto de Desarrollo Integral Tren Maya (TM). Largo recorrido de proyectos que dieron lugar a múltiples resistencias, a la formación o reforzamiento de organizaciones nacionales (Comité de Defensa de los Chimalapas, UCIZONI, APIIDT, entre otras) y transnacionales (como el Foro Mesoamericano).
Estos proyectos, aparentemente derrotados, han seguido avanzando. Con las extensiones ya en ruta hacia Centroamérica, contempladas en el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya, vuelve a perfilarse el plan integral de ocupación y rediseño del istmo americano en su conjunto, rodeado, por cierto, de ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, como los realizados en mayo de 2022 en Quintana Roo y Belice (Ceceña y Barrios, 2022), del patrullaje permanente del Gran Caribe por los cuerpos de seguridad antidrogas y del lanzamiento reciente de acorazados de guerra estadounidenses hacia las costas de Venezuela, cerrando el mar interno que brinda el escudo de islas del Caribe.
El CIIT ha hecho su primer ejercicio de experimento en marzo de 2025. Hyundai, el mayor fabricante surcoreano de vehículos, se convirtió en la primera armadora en realizar una prueba piloto. 900 vehículos cruzaron desde el puerto de Salina Cruz, en el Pacífico, en “...el Ferrocarril del Istmo de Tehuante -
pec (FIT) hacia el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, en donde el buque RCC África salió el 3 de abril con destino a la costa este de Estados Unidos.” El cruce por México se realizó en seis días, en vez de los alrededor de 15 de Panamá. Hyundai Glovis cuenta con más de 100 buques RoRo ( roll on-roll off ) especializados en el transporte de automóviles, con capacidad de cuatro mil a 10 mil 500 vehículos, los cuales cruzan semanalmente por el canal de Panamá (Toro, 2025).
El CIIT ha tenido que fracturar territorios y hábitats de la fauna y flora regional, alterar modos de vida comunitarios, interrumpir los suministros naturales de agua, encementar tierras y, en conjunto, violentar los ecosistemas variados que coexisten en una franja territorial que combina selva, sierra, bosques, montañas, costas y valles.
Así también ha impactado a los múltiples pueblos indígenas y mestizos que habitan la región por las urgencias de un comercio mundial que no abastece la zona, sino que solo transita por ella.
Las flamantes vías del Corredor Interoceánico en una imagen de 2024 Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
No solo están en marcha, implacables, el CIIT y el Tren Maya. A pesar de las luchas y resistencias y de los profundos e insistentes argumentos sobre los daños irreversibles que ocasionan en el ambiente, los modos de vida, las historias milenarias de los pueblos y civilizaciones presentes todavía en esos territorios. También ha resurgido el PPP, proyecto estratégico del rediseño continental estadunidense en su afán de mantener una hegemonía que cada vez está más cuestionada y puesta en riesgo. Y ante este Plan Puebla Panamá 2.0, tan celebrado desde las esferas del poder, pero además militarizado, surgen muchas interrogantes.
Referencias
El tren ya está haciendo sus primeros traslados de mercancías entre los dos océanos. A 25 kilómetros de la selva de Los Chimalapas y al lado o en medio de los territorios de las comunidades el tren pasa ya cargado de vehículos y pronto de muchas cosas más. El istmo será muy probablemente una de las rutas interoceánicas clave del comercio mundial.
¿Serán los militares quienes lo resguarden, como durante 100 años en Panamá? ¿Qué militares? ¿De dónde? ¿Los de México? ¿Los de América del Norte? ¿A quién le preocupa cuidar las mercancías en tránsito, a sus dueños o a quienes auspician el paso?
¿Qué pasará con el agua que consuman los parques industriales? ¿Con la basura que generen? ¿Con la contaminación que provoquen? ¿Con las comunidades que desplacen?
¿En qué términos hablar aquí de soberanía? ¿Acaso Panamá y la ocupación del canal no puede verse como espejo?
¿Será el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec un objetivo militar en la gran pelea mundial?
Ceceña, Ana Esther. 1997. “El istmo de Tehuantepec: frontera de la soberanía nacional”. La Jornada del Campo. México. Ceceña, Ana Esther y Barrios, David. 21 de marzo de 2022. “Ejercicios militares en el Caribe mexicano”. Revista del Instituto de Investigación Social Tricontinental. https://thetricontinental. org/es/argentina/cecenaybarrios-mexico/ Toro, Evangelina del. 2025. Hyundai Glovis, primer “creyente” logístico del CIIT. T21. https://t21.com.mx/hyundai-glovisprimer-creyente-logistico-del-ciit/ UNCTAD. 2024. Global Trade Update. https://unctadstat.unctad. org/datacentre/. https://unctad.org/publication/global-tradeupdate-december-2024?
Miguel Ángel García Aguirre
Fundador y coordinador general de Maderas del Pueblo del Sureste, AC
Fundador y promotor del movimiento y campaña
El Istmo Es Nuestro Correo-e: m a zules@hotmail.com
Luego de que –tras setenta años de invasión de madereros, ganaderos y neolatifundistas avalados y encubiertos por sucesivos gobiernos de Chiapas y federales– fuera finalmente emitida la inatacable sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a favor, no solo del gobierno del estado de Oaxaca, sino en realidad, a favor de los municipios indígenas de Santa María y San Miguel Chimalapa (16 de noviembre de 2021, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 28 de marzo de 2022) y habiendo transcurrido con mucho, el plazo
de 30 meses establecido en dicha sentencia, para que los gobiernos de Chiapas, Oaxaca y federal, la cumplieran en todos sus términos, su cumplimiento no ha llegado ni a una cuarta parte, habiendo enfrentado reticencias, boicot y hasta burlas de parte de los tres gobiernos. Es entendible que el de Chiapas así actúe; lo inaceptable es que el propio gobierno oaxaqueño, beneficiado por la lucha comunal, a la cual durante años no solo no apoyó, sino que atacó y presionó, haciendo incluso todo lo posible –a través de sus
Orquídea endémica de Los Chimalapas
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
sucesivos consejeros jurídicos: Víctor Hugo Alejo, Angel Alejo, Octavio Tinajero y, actualmente, Geovany Vásquez– para primero, perder el juicio de Controversia Constitucional 121/2012, y luego, habiéndolo ganado (gracias a la presión comunal y al apoyo permanente de Maderas del Pueblo y del Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas) regateando su cumplimiento. Por parte del gobierno federal, casi de inmediato vino como respuesta, la inaceptable burla de parte del presidente López Obrador, quien el
14 de julio 2022, desde su “mañanera”, anunció su propósito de que, en vez de cumplir la sentencia de la SCJN y –según él– “para evitar más enfrentamientos entre los gobiernos de Oaxaca y Chiapas, y entre comuneros chimas y “campesinos chiapanecos”, imponer en Los Chimalapas una reserva de biosfera federal, intento que de inmediato provocó la fuerte movilización comunal, expresada en una masiva caravana motorizada a la Ciudad de México y un plantón de una semana en el zócalo metropolitano. Al ver frustrada su absurda intentona, y ante la necesidad de “demostrar” su vocación “ambientalista” frente a las denuncias públicas sobre la devastación socioambiental provocada por la construcción del militarizado tren mal llamado Maya, AMLO ordena a Semarnat y Conanp, lograr la improvisada imposición en Los Chimalapas, de dos áreas comunitarias de conservación voluntaria (ACCV) por un total de más de 430 mil hectáreas (70 por ciento de todo el territorio comunal) para con esta delirante cifra, presumir al final de su mandato, que su administración rompió el récord de hectáreas bajo protección como área natural protegida, todo ello en vez de reconocer y de apoyar el proceso de la reserva ecológica campesina, autodecretada y defendida por la base comunal desde 1991.
Obviamente, esta imposición de las áreas comunitarias de conservación voluntaria (ACCV) Chimalapas, la hizo el gobierno federal sin brindar ninguna información ni consulta a las bases de las más de 30 congregaciones co -
munales, y con la abierta oposición de la Asamblea General de la cabecera de Santa María Chimalapa, logrando obtener la firma y anuencia únicamente de las autoridades comunales y municipales chimas, así como de sus corruptos “asesores”, prometiéndoseles, además, la incorporación de esas 430 mil hectáreas al fraudulento programa de captura de carbono (conocido mundialmente como REDD+) de lo cual –según promesas gubernamentales– los chimas “obtendrán millonarios ingresos anuales”.
Y, para rematar, ya en la actual administración de Claudia Sheinbaum, recientemente se dio la burla de parte del Tribunal Agrario de Tuxtepec, Oaxaca, al declarar como improcedentes los juicios de nulidad agraria contra los núcleos agrarios de origen chiapaneco Cal y Mayor (bastión de caciques ganaderos neolatifundis-
tas) y Canaán, ambos núcleos asentados ilegalmente en territorio comunal chima.
Pendientes han quedado entonces el cumplimiento de puntos torales de la multicitada sentencia, como son:
El brecheo y amojonamiento del límite interestatal Oaxaca-Chiapas, así como el de los límites comunales establecidos en las dos carpetas básicas y planos definitivos de reconocimiento y titulación de bienes comunales de Santa María y San Miguel Chimalapa.
Que el Instituto Nacional Electoral (INE) readecúe el mapa de redistritación del estado de Oaxaca, hecho público en octubre de 2015, realizando además una campaña de credencialización federal de todxs lxs habitantes mayores de 18 años que viven dentro de los más de 30 núcleos agrarios, de origen chiapa -
Presa Malpaso
Foto: Maderas del
Pueblo del Sureste, AC
neco, ubicados dentro de las 162 mil hectáreas, donde se señale que su poblado y domicilio se encuentra en los municipios de Santa María o San Miguel (según sea el caso) y dentro del estado de Oaxaca, y no en Cintalapa, Chiapas. Por otra parte, tenemos claro que la principal causa estructural de la depredación ecológica y sociocultural de la biorregión más importante y mejor conservada, territorio indígena ancestral de Los Chimalapas, lo es la problemática agraria, causada por el doloso y hoy demostrado, ilegal e ilegítimo conflicto interestatal, invalidado, al menos formalmente, por la sentencia de la SCJN, y siendo que, entre 1967-1992, la SRA, en apoyo a la estrategia del gobierno de Chiapas, admitió solicitudes agrarias, tramitó y aprobó mandamientos gubernamentales y resoluciones presiden -
ciales de dotación de ejidos, posteriores a las de los Chimalapas, repartiendo tierra comunal ajena y usando indígenas –tsotsiles en su mayoría– como carne de cañón y escudos humanos, creando 36 núcleos agrarios. Los chimas, desde 1991, han buscado una conciliación agraria, de campesino a campesino, reconociéndoles como comuneros y a sus poblados como congregaciones comunales, sin desalojarlos, siempre y cuando reconozcan que se encuentran en territorio comunal y bajo la autoridad de la asamblea y comisariado de bienes comunales, y bajo las normas internas establecidas en los estatutos comunales. Esta paciente y ejemplar labor de conciliación logró que seis de esos núcleos agrarios se incorporasen a los bienes comunales, ello pese a incesantes provocaciones y amenazas de parte de los tres gobiernos
Río Portamonedas
Foto: Maderas del Pueblo del Sureste, AC
y sobre todo de los rancheros neolatifundistas, que se sabe ocupan 126 supuestas “pequeñas propiedades”, mismas que en este caso los chimas sí exigen su desalojo.
Ante este panorama, de igual forma que en el caso del incumplimiento de la sentencia que ha ratificado los límites interestatales a favor de Oaxaca y de Los Chimas, los tres gobiernos involucrados se niegan a actuar en favor de la justicia y derecho que les favorece a las comunidades chimalapas, pretendiendo que los chimas no solo reconozcan las irregulares dotaciones de ejidos a los núcleos chiapanecos (como lo demuestra el reciente fallo del Tribunal Agrario de Tuxtepec) sino también que, implícitamente, reconozcan las 126 pequeñas propiedades, tal como pretendió en 1993 Arturo Warman, en su carácter de Procurador Agrario. De lograr esto, literalmente se le cercenarían al vasto, biodiverso y ancestral territorio chimalapa 49 mil hectáreas, acelerándose brutalmente su deforestación por tala, incendios y ganaderización, e iniciando así un proceso de desintegración comunal, lo que constituiría un verdadero e inaceptable ecocidio y etnocidio.
Un sorprendente hecho, ocurrido con los recientes cambios llevados a cabo por Morena 4T, en cuanto la normatividad, elección de magistrados y nueva composición de la SCJN, llevó al abogado mixteco Hugo Aguilar Ortiz, no solo a ser electo como ministro de la nueva Suprema Corte de Justicia, sino a presidir la misma, a partir del 1 de septiembre 2025.
Hugo Aguilar, en su calidad de subsecretario de Derechos Indígenas de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) de Oaxaca, durante el gobierno de Gabino Cué, formó parte fundamental del equipo interdisciplinario de expertos(as) que –bajo coordinación de Jesús Martínez Álvarez, secretario general de Gobierno– elaboramos y fundamentamos la solicitud de Controversia Constitucional presentada el 30 de noviembre de 2012 ante la SCJN, contra la citada invasión de 162 mil hectáreas de territorio oaxaqueño, dentro de los bienes comunales y municipales de Santa María y San Miguel Chimalapa; equipo interdisciplinario que fue desplazado luego de la digna renuncia de Martínez Álvarez en abril 2013, quedando su seguimiento a cargo de Víctor Hugo Alejo, consejero Jurídico de Cué, quien, junto con su hermano Ángel –como nos consta al propio Hugo Aguilar y al autor de este artículo– hicieron todo lo posible porque Oaxaca y Chimalapas perdieran el juicio ante la Suprema Corte.
Ante este panorama, como Maderas del Pueblo, hacemos un llamado a la sociedad civil, al pueblo mexicano y del mundo, y en especial, al abogado Hugo Aguilar en su carácter de ministro presidente de la SCJN, a apoyar por todos los medios, la incansable, tenaz y pacífica lucha de la base comunal de Los Chimalapas, en defensa de su territorio ancestral y en defensa de la biorregión más importante y mejor conservada de México y Mesoamérica, cumpliendo y haciendo cumplir en todos sus términos, la postergada sentencia.